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Cataluña (comp.) Justo Fernández López España - Historia e instituciones
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GENERALITAT DE CATALUNYA
Comunidad Autónoma de Cataluña
Gobierno
La página oficial de la de la Generalitat de Catalunya (en catalán)
La página oficial de la de la Generalitat de Catalunya (en castellano)
Estatuto de Autonomía
Ley Orgánica 4/1979, de 18 de diciembre, de Estatuto de Autonomía de Cataluña (BOE 21.12.1979)
Gobierno
Generalitat de Catalunya
Población
6.147.610 habit. (Padrón 1.998)
Capital
BARCELONA
Superficie
32.113 Km2
Provincias
Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona
Economía
El 25% de la producción industrial de España se concentra en Cataluña.
La industria catalana surgió a mediados del siglo XVIII en Barcelona, centrándose principalmente en la industria textil.
Favoreció el desarrollo industrial la situación geográfica de la región y el fácil acceso a los puertos del Mediterráneo,
así como el comercio con las colonias de ultramar, que suministraban algodón.
Las ciudades de Mataró, Tarrasa y Sabadell son el principal foco industrial que atrajo a un gran número de trabajadores
de las regiones pobres de Andalucía y Extremadura.
Agricultura con gran variedad de productos: vid, olivo, verduras, frutas y cereales, que se exportan a toda España
y a países de la UE. Son famosos los vinos del Ampurdán (Gerona) y del Penedés (Tarragona),
así como los cavas que compiten en el mercado internacional.
Otra fuente de ingresos es el turismo. Todos los años acuden miles de turistas a la Costa Brava y a la Costa Dorada.
Lengua catalana
Lengua romance, como el castellano o el francés, caracterizada fonéticamente por la oposición fonológica
de abiertas/cerradas (e, o), la s sonora, las palatales y la l fuertemente velarizada.
El catalán se habla en Cataluña, Valencia, Baleares, Rosellón (Francia), L’Alguer (Cerdeña), Andorra y zonas de Aragón.
Se divide en catalán oriental y catalán occidental, cada uno de ellos con varios dialectos.
Geografía
Región al extremo nordeste de España (Marca Hispana de Carlomagno). Comprende tres grandes regiones naturales:
Alta Cataluña: con el Valle de Arán, Pallars, Cerdaña;
Cuenca del Segre: Las Garrigas, Llanos de Urgel, La Noguera, Conca de Tremp, la Segarra;
Zona Mediterránea: con la Costa Brava, Marinas, Costa de Garraf, Campos de Tarragona; y en el interior, Ampurdán, Vich, Pla de Bages, el Vallés, el Penedés, Conca de Barbará, el Priorato.
Historia
Los griegos comenzaron a establecerse en el litoral en el siglo VI a. C. (Ampurias, Rosas).
La conquista romana se inicia 218 a. C. y termina hacia el 195 a. C.; Cataluña formó parte de la Citerior y la Tarraconense, y, a la caída del imperio romano, del reino visigodo (548).
Conquistada por los árabes entre el 717 y el 725, el proceso reconquistador fue muy rápido. El pueblo catalán, ayudado por el rey franco Carlomagno, rechazó la invasión árabe. Desde este momento (año 770) se convirtió en la Marca Hispana, dependiente de los francos Fue dividida en condados, feudatarios del imperio carolingio.
En el 986 pasó a ser un condado independiente, al que los documentos de la época consideraban como identidad territorial propia con un idioma común. El condado de Barcelona comenzó a tener preeminencia y fue absorbiendo a los otros; en el siglo XI comenzó la expansión comercial en el Mediterráneo y tomó la iniciativa reconquistadora. En el 1137 este condado se unió a la corona de Aragón por el matrimonio entre el conde de Cataluña, Ramón Berenguer IV y Petronila, hija de Ramiro II el Monje, rey de Aragón. Con esta unión Cataluña se convirtió nuevamente en condado dependiente, pero los reyes de Aragón respetaron las instituciones propias de Cataluña. Lo mismo ocurrió cuando Aragón y Castillas se unieron con el matrimonio de los Reyes Católicos. Los reyes castellanos juraron los fueros catalanes hasta Felipe V, en 1716, abolió los fueros e instituciones debido a la participación de Cataluña en la Guerra de Sucesión.
Durante los siglos XVI y XVII, Cataluña mantuvo sus instrucciones propias, lo que la apartó oficialmente del comercio con América. La sublevación de 1640 tuvo un carácter de protesta contra las exacciones castellanas, y se amplió hasta convertirse en un movimiento separatista con apoyo francés. El fin de la guerra en 1665 no supuso el fin de sus instituciones, pero perdió los condados del No (Rosellón y Cerdaña, 1659).
A fines del siglo XVII se produce una tímida recuperación. Apoyó al bando austriaco durante la guerra de Sucesión, perdiendo su régimen político propio (1715) al ser vencida.
El siglo XVIII presenció un un firme progreso económico, sobre todo a partir de la apertura del comercio con América y la aparición de una burguesía fuerte.
El siglo XIX conoció un intenso proceso industrializador. Frente a una pujante clase obrera muy combativa, la burguesía evolucionó de la firme defensa del liberalismo hacia actitudes de colaboración con la oligarquía centralista, lo que profundizó el antagonismo con la clase obrera. Surge el nacionalismo catalán.
La imposibilidad de colaborar con Madrid para modernizar el estatuto, hizo que la burguesía se vertebrara en una organización nacionalista (la Lliga, 1901) que constituyó la Mancomunitat (1914); frente a ella, el proletariado prestó su apoyo al anarquismo, heredero de la I Internacional (CNT). La agitación obrera culmina en 1909 con la Semana Trágica de Barcelona, contra el envío de tropas a Marruecos. Entre 1917 y 1923, las luchas obreras inclinaron a la Lliga a acercarse a Madrid, en un esfuerzo por eliminar los elementos más retrógrados de del estatuto (Maura, Gambó).
La dictadura del general Primo de Rivera supuso un retroceso en la lucha de clases, pero al final surgió un movimiento nacionalista, popular y democrático (Esquerra Republicana) que, aliado al movimiento obrero, consiguió una posición hegemónica durante la II República.
En 1932 Cataluña pacta con el gobierno central un estatuto de autonomía, suspendido entre 1934-36, que incluyó la restauración de la Generalitat. La derrota republicana en la guerra civil significó una pérdida de las libertades nacionales y la apertura de una etapa de represión durante la era franquista.
El movimiento obrero comenzó a manifestarse a partir de las huelgas de 1951, 1956, 1971 y 1974.
Tras la gran manifestación de 1977, se restauró la Generalitat provisional, presidida por Tarradellas. Al año siguiente se comenzó la elaboración del estatuto de autonomía y el 11.8.1980 Cataluña se convirtió en comunidad autónoma. Las elecciones del mismo año dieron el triunfo al catalanismo burgués moderado, bajo la presidencia de Jordi Pujol.
Cataluña es una de las comunidades históricas que goza de más autonomía. Sus intituciones de gobierno fueron plenamente reconocidas con la aprobación del estatuto de autonomía del 1979, como también lo habían sido en 1932.
Barcelona
En los siglos XIV y XV, tuvo Barcelona su esplendor arquitectónico con la expansión catalano-aragonesa por el Mediterráneo. Testimonio de ello son los numerosos edificios góticos, cuyo estilo llegó incluso a Nápoles, Sicilia y Grecia.
En los siglos XIX y XX, la gran figura de la arquitectura catalana fue Antoni Gaudí: el Parque Güell, la Casa Batlló, la Pedrera y el templo Expiatorio de la Sagrada Familia, el más conocido símbolo de Barcelona.
La lengua catalana
La lengua catalana alcanza ya su madurez en el siglo XIII. Cuenta con filósofos tan famosos como Raimundo Lulio (en catalán:Ramon Llull, 1235-1315), escritor mallorquín en lenguas catalana y latina, con grandes conocimientos tanto de la ciencia como de la lengua árabe. Su Ars magna (1273) es un sistema de lógica simbólica que influyó en Leibniz.
Cataluña se define por su cultura y su lengua, prohibida por Franco. La autonomía catalana está unida al derecho al ejercicio de su propia lengua.
La lengua catalana había sido lengua oficial de la Corona de Aragón desde la existencia de esta Corona en el siglo XIII hasta comienzos del siglo XVIII. Después de la guerra de sucesión se suprimió. En el siglo XIX se formó un movimiento autonomista que durante la Segunda República, del 1931-1936, consiguió un Estatuto autonómico para el territorio catalán, mas no para todo el territorio en el que se hablaba catalán. Del 1931 al 1939 (final de la Guerra Civil) el catalán tenía en Cataluña rango oficial. Durante el franquismo el catalán estaba prohibido, pero existían centros culturales en los que se seguía cultivando. El Monasterio de Montserrat fue muchos años un centro de la oposición contra el centralismo y el franquismo, así como contra el clericalismo inmovilista. (María Aurèlia Capmany)
Con las primeras elecciones democráticas del 1977 y, sobre todo, con la Constitución democrática del 1978 y el Estatuto Catalán de Autonomía del 1979 se aceptó en España oficialmente la variedad de lenguas del Estado español. El catalán vuelve a tener carácter oficial y se puede enseñar en las escuelas. La administración regional se catalanizó y en todos los estamentos sociales se fomentó la lengua catalana. Desde finales de 1983 existe una emisora de TV en catalán. A partir de 1975, tras la muerte de Franco, experimenta Cataluña un importante renacimiento del teatro.
La región catalana está más catalanizada que la capital catalana, Barcelona. La causa radica en la inmigración de mano de obra procedente de otras regiones españolas en los años cincuenta y sesenta. En muchas familias se habla solamente castellano. Ahora ya se enseña catalán en las escuelas y la situación va cambiando. Barcelona fue el centro de publicaciones más importante durante el franquismo. Hoy con la crisis económica de la América Latina el negocio editorial disminuyó.
No es concebible que la comunidad de lengua catalana llegue a adquirir completa autonomía política. Lo que sí hay que conceder es que cualquier cultura que quiera sobrevivir tiene que tener a su lado un estado que la proteja y la represente internacionalmente. Este es el papel que tendría que asumir el Estado español. Este Estado tendría que reconocer que el catalán, lo mismo que el gallego y el vasco, son tan lenguas españolas como el castellano. Si el catalán estuviera reconocido a nivel nacional e internacional, nadie se vería obligado a tener que defender su lengua valiéndose de la política. Algunos creen que es más fácil alcanzar la independencia política que el apoyo y reconocimiento estatales. Que esto sea así, depende mucho más del Estado que de los mismos catalanes. (Portavoz del Gobierno de Cataluña)
Folklore
“La sardana, que se baila en círculos de hombres y mujeres cogidos de la mano, es la danza religiosa, ritual y cívica de Cataluña. Se inicia con el caramillo como anuncio del día que empieza y siguen melodías cortas que expresan la noche; luego otras más largas con la alegría del amanecer que se completan con tiempos más largos representativos de la animación y movimiento de la vida ... Se dice que la sardana es una danza dedicada al sol y que se forma de 24 compases que corresponden a veinticuatro horas del día.“ [Michel, J.-J. / López Sancho, L.: ABC de la civilización hispánica. París: Bordas, 1967, p. 41]
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