Accesible y asequible |
© Justo Fernández López – www.hispanoteca.eu |
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Sobre los términos asequible y accesible, ¿por qué hay la tendencia de pronunciar accequible? ¿Es válido este término y su aceptación a qué obedecería? ¿Qué significado tendría al ser diferentes con los términos separados?
Para muchos medios de comunicación los términos accesible y asequible funcionan como sinónimo. Asequible, en su uso erróneo con el significado de accesible, está haciendo desparecer a este último. En español estas dos palabras tienen distintos significados:
Accesible significa ‘que permite un fácil acceso o entrada’ o, referido a persona, ‘afable o de buen trato’. No se debe confundir con asequible.
Asequible significa ‘que se puede conseguir o adquirir’; referido a precio, ‘moderado’; referido a un contrincante o adversario, ‘que se puede derrotar’; referido a la facilidad de comprender algo, ‘comprensible o fácil de entender’.
Por el cruce con accesible ocurre a veces que se comete el error de escribir *accequible, sobre todo en zonas de seseo.
Las dos voces (accesible y asequible) son semánticamente próximas y por eso se confunden frecuentemente en el uso. Accesible se deriva del verbo latino accedere (‘llegar, acceder’), mientras que asequible procede de un derivado del verbo latino assequi (‘conseguir, adquirir’). De ahí que para referirse a objetos que, por su precio moderado, pueden ser adquiridos sin dificultad, se use con preferencia asequible (a precio asequible) y no accesible.
Ejemplos:
«Precios asequibles a todos los bolsillos.»
«Se sabe que hay medios asequibles y eficaces que pueden evitar la muerte y el sufrimiento.»
«El Mac más asequible de la historia desde sólo 489 euros.»
«Hacer la educación accesible y gratuita también debe ser una prioridad para los gobiernos.»
«Es muy importante que la Web sea accesible para así proporcionar un acceso equitativo e igualdad de oportunidades a las personas con discapacidad. Una página Web accesible puede ayudar a personas con discapacidad a que participen más activamente en la sociedad.»
«Banda ancha asequible para España ya.»
Citas
asequible. (Del lat. assĕqui, conseguir, obtener).
adj. Que puede conseguirse o alcanzarse.
accesible. (Del lat. accesibĭlis).
1. adj. Que tiene acceso.
2. adj. De fácil acceso o trato.
3. adj. De fácil comprensión, inteligible.
altura accesible
f. Topogr. Aquella cuya medida se puede tomar llegando hasta su pie. [DRAE]
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«accesible
Adjetivo que se aplica a la persona o cosa a la que se puede acceder o llegar sin dificultad:
Querría recurrir a Catalina, con la esperanza de que resultara más accesible que su hermano;
Todos los niños podíamos tocar su tronco, arrebatarle las frutas accesibles.
Referido a persona, significa también ‘que es de trato fácil o afable’:
Es un hombre normal, accesible, con el que una puede sentirse a gusto;
referido a una idea o escrito, ‘comprensible o inteligible’:
Estaba escrito a mano con una letra enmarañada, pero accesible.
No es sinónimo de asequible, aunque ambas sean voces semánticamente próximas y se confundan frecuentemente en el uso. Mientras que accesible pertenece a la familia léxica derivada del verbo latino accedere (‘llegar, acceder’), asequible procede de un derivado del verbo latino assequi (‘conseguir, adquirir’); de ahí que para referirse a objetos que, por su precio moderado, pueden ser adquiridos sin dificultad, o con el sentido de ‘[precio] moderado’, se use con preferencia asequible, y no accesible.
asequible
1. Adjetivo que significa ‘que se puede conseguir o adquirir’:
El objetivo de este nuevo centro de Cáritas es ofrecer a los ancianos un alojamiento asequible a su economía;
referido a precio, ‘moderado’:
Una amplia gama de tarjetas, con precios asequibles para cualquier bolsillo;
‘que se puede derrotar’:
Jugará la primera eliminatoria ante el Vevey suizo, un rival asequible;
y ‘comprensible o fácil de entender’:
Ni siquiera las otras ramas de las humanidades han podido preservar esa visión integradora y un discurso asequible al profano.
Como se ve en los ejemplos, puede llevar un complemento con a o para. Conviene evitar su empleo con el sentido de ‘que permite un fácil acceso o entrada’ o, referido a persona, ‘afable o de buen trato’, sentidos que corresponden al adjetivo accesible:
*Madrid es fácilmente asequible por autopista;
*Presenta al curandero como un ser asequible, comprensivo.
2. Se pronuncia [asekíble], no *[aksekíble], como ocurre a veces por cruce con accesible, error que se refleja en la grafía *accequible, documentada en zonas de seseo:
*Habrá que diseñar e impulsar una política que trate de hacer más accequible el conocimiento en salud. [Colombia].»
[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 12 y 67]
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«accesible:
significa ‘que tiene posible acceso o entrada’; de fácil trato o acceso’. No hay que confundir esta palabra con asequible (‘que se puede conseguir o alcanzar’):
*El director es una persona asequile (dígase: “...accesible...”)
*Este piso es muy caro; no es accesible a nuestras posibilidades económicas (dígase: “...asequible...”).»
[Gómez Torrego, Leonardo: El léxico en el español actual: uso y norma. Madrid: Arco/Libros, 1995, p. 19]
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«accesible
No debe confundirse accesible y asequible. Accesible significa ‘que tiene posible acceso o entrada’:
La ventana es accesible
o ‘que es de fácil trato’:
Es una persona muy accesible.
Asequible es ‘que se puede conseguir o alcanzar’:
Este coche no es asequible para nosotros.
Construcción: accesible a todo el mundo.
asequible
Evítese la pronunciación /aksekíble/; el segundo fonema de esta palabra es una simple /s/.
Diferencia con accesible.
Construcción: asequible a mis fuerzas; asequible para nosotros.»
[Seco, Manuel: Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Madrid: Espasa-Calpe, 101998, p. 16 y 61]
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«accesible, asequible
Para muchos medios de comunicación los términos accesible y asequible funcionan como sinónimos, y no sólo eso, sino que asequible, en su uso erróneo con el significado de accesible, está haciendo desparecer a este último. Conviene, pues, recordar que en español estas dos palabras tienen distintos significados:
accesible. (Del latín accesibilis.) Adjetivo. Que tiene acceso. // 2. De fácil acceso o trato.// 3. Topografía: véase altura accesible.
asequible. (Del latín assequi, conseguir, obtener.) Adjetivo. Que puede conseguirse o alcanzarse.
En el Diccionario Manual e Ilustrado de la Lengua Española de la Real Academia, después de la definición de asequible, se incluye la siguiente explicación: "No se aplica a personas; y así, en vez de Fulano no es asequible, dígase accesible, tratable."
En parecidos términos nos advierte al respecto el Manual de Español Urgente de la Agencia EFE:
ASEQUIBLE. Significa que puede conseguirse o adquirirse: Nos resulta asequible aumentar los clientes o comprar determinado coche. Es grave error confundir este adjetivo con accesible. Una persona será accesible, pero, de ordinario, no será asequible, aunque su trato sea llano.
Vemos pues, que decir de alguien que es una persona muy asequible, significa nada más ni nada menos que es fácil de comprar, y cuando en las noticias de deportes se dice que al Real Madrid le ha tocado jugar contra un rival muy asequible, lo que se está diciendo es que se puede comprar la victoria con dinero. Y como decir esas cosas puede acarrear problemas con la justicia, es mucho más cómodo seguir usando el término apropiado en esos casos: accesible.»
[http://www.fundeu.es/esurgente/lenguaes/]
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«Asequible
Asequible es voz dieciochesca, derivada del verbo latino assequi ‘alcanzar’; como definía el Diccionario académico de 1780, significa “que tiene posibilidad de conseguirse o alcanzarse”.
Por tanto, sólo debe aplicarse a cosas, porque las anteriores definiciones implican la consecución de algo para apropiárselo. Y, en efecto, el Diccionario Manual de la Academia, en sus ediciones de 1927 y 1950, repite esta advertencia: “No se aplica a personas, y así, en vez de Fulano no es asequible, dígase accesible, tratable”. En efecto, la confusión parece haberse originado a causa de la parcial homofonía entre accesible y asequible, y ha consistido en que el primero ha traspasado al segundo uno de sus significados que es el descrito así por el Diccionario Histórico: “Dícese de la persona de fácil acceso o trato”. De Bretón de los Herreros son estos verbos que figuran en dicho inventario léxico: “La condesita, / aunque bocado de prócer, / es humana y accesible” (1838). Bretón, por tanto, no confundía.
En cambio, es de Baroja esta prosa: “A Silvestre [Parados], que le pareció el más asequible, le dio repetidos ataques“ (1901). Entre Bretón y Baroja ha ido, pues, fraguándose el error; este último, es el único gran escritor en quien lo descubro, aunque seguramente habrá más. Hasta los textos legales, en los que todo tormento idiomático suele tener su asiento (olvidando la bella tradición del Código Civil), es posible comprobar que en esto no marran. Propondré como demostración y esperanza el siguiente fragmento del Fuero del Trabajo: “El Estado asume la tarea [...] de hace asequibles a todos los españoles las formas de propiedad ligadas vitalmente a la persona humana”.
Asequibles son sólo las cosas que pueden adquirirse para poseerlas; cosas variadísimas, que van desde las ideas a los garbanzos; y si no, léanse estos dos fragmentos tan dispares:
“La gracia abrillanta las ideas, las adorna, las hace amar, las adhiere a la memoria, vierte sobre ellas una luz que las vuelve más asequibles y claras” (W. Fernández-Flórez, 1945).
“Entre los garbanzos, tan vulgares y tan asequibles entonces, la carne de morcillo era lo selecto” (A. Díaz Cañabate, 1936).
Con tales pasajes a la vista, bien claro está que calificar de asequible a una persona, es prácticamente desacreditarla como venal. ¡Qué distinta cosa hubiera dicho de aquella condesita Bretón de los Herreros, llamándola así! Aunque el paso se ha dado: el canónigo Juan Francisco Muñoz y Pabón hace pensar de este modo a una dama, en una de sus espirituales novelas: “Era menester mucho aplomo y mucho dominio de sí misma para, sin preferencias por ninguno, ser con todos amable y asequible”. ¡Caramba con la dama! ¡Qué bien hubiese quedado el novelista escribiendo ahí accesible!
Como vemos, la confusión no es sólo vulgar; pero es confusión, y debe ser evitada. Se trata, simplemente, de que no se aplica con rigor el adjetivo debido, y se acude a otro que se le parece. Tampoco los precios son asequibles, sino baratos, razonables, ajustados, justos... Son las cosas a que corresponden tales precios las que pueden serlo. O no, en cuyo caso son inasequibles. Lo que no puedo comprar o entender es para mí inasequible. Ténganlo en cuenta quienes se precian de ser “inasequibles al desaliento”. Merecen nuestra enhorabuena, pero digan, por favor, inaccesibles y hablarán con propiedad.»
[Lázaro Carreter, Fernando: El dardo en la palabra. Barcelona: Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, 2001, p. 48-50]