Buenos días - buenas tardes - noches

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

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 Un alumno en mi clase preguntó: ¿por qué los saludos en español son en plural
y no como en otros idiomas en singular?

Cuando saludamos con buenos días, buenas tardes, buenas noches no nos referimos al día, a la tarde o a la noche presente solamente. En España es corriente la utilización del plural para el saludo, pero el uso del singular es usual en países de América, especialmente en Argentina, Chile.

La expresión buenos días es una expresión elíptica en la que se ha omitido el verbo: buenos días nos/te dé Dios o buenos días le/te deseo. Cuando nos referimos solamente al día presente decimos: que tengas un buen día, que pases una buena noche. Así que cuando empleamos día en plural para saludar no estamos haciendo una descripción meteorológica, como se suele dar a entender cuando al saludo buenos días se responde de forma jocosa serán buenos para usted o pues no sé qué tienen de buenos con el frío que hace.

Según algunos autores, se utiliza el plural en las palabras con que se construyen las fórmulas de los saludos en español por analogía con la expresión también en plural de las horas canónicas (maitines, laudes, vísperas). Pero habría que explicar por qué las horas canónicas están en plural.

«También se ha relacionado con un "plural de respeto" o distanciamiento presente también en otras fórmulas usadas en las relaciones personales como pueden ser saludos a tu madre, dale recuerdos míos, ¡albricias!, ¡muchas gracias!» [RAE]

Plurales expresivos que expresan intensidad y no cantidad:

¿qué hora es?

¿qué horas son? [en algunos países de América]

besos y abrazos

con mis mejores deseos

entre tinieblas

estas no son horas de llamar a nadie por teléfono

felicidades

mil besos y abrazos

mostrar sus vergüenzas

muchas gracias

muchos saludos a...

recuerdos a...

tener ganas de...

un millón de gracias

cambiar de aires

En alemán tenemos:

einen schönen Gruß

viele Grüße

meinen Glückwunsch

Glückwünsche

La pluralización conlleva generalmente un cambio semántico de abstracto a concreto, o a la inversa, a veces asociado con un cambio de significado. Hay un empleo del plural en contraste con el singular para expresar el tiempo de forma más vaga o imprecisa:

 

concreto - exacto

vago - impreciso

al principio del siglo

a principios del siglo

al principio del mes

a primeros del mes

a la mitad del año     

a mediados del año

al final del siglo     

a finales del siglo

 

Los días de la semana (de lunes a viernes) tienen la terminación –s del plural. El lunes, que era dies lunae (‘el día de la luna’) por influjo de dies Martis latino adoptó la forma lunes. Lo mismo miércoles, del latín dies Mercuri. El resto tienen en latín la –s del singular: dies Jovis, dies Veneris.

Siguiendo el sistema de los griegos, los romanos dividían el día en cuatro partes:

prima = desde la salida del sol hasta las 9 de la mañana

tercia = desde las 9 hasta las 12 horas

sexta = desde las 12 hasta las 15 horas

nona = desde las 15 hasta la puesta de sol

La noche se dividía así:

primera vigilia nocturna = desde el anochecer hasta las 9 de la noche

segunda vigilia nocturna = desde las 9 hasta las 12

tercera vigilia nocturna = desde las 12 hasta las 3 de la mañana

cuarta vigilia nocturna = desde las 3 de la mañana hasta la salida del sol

Las horas canónicas: conjunto de oficios litúrgicos de un día, durante los cuales se cantan salmos, himnos, etc., y que han de rezar los ordenados “in sacris”. Son siete, a saber:

Maitines = antes de amanecer

Laudes = al amanecer

Prima = a las siete de la mañana

Tercia = a las nueve de la mañana

Sexta = a mediodía

Nona = a las tres de la tarde,

Vísperas = al anochecer

Completas = ya entrada la noche

Las cuatro intermedias entre Laudes y Vísperas (prima, tercia, sexta y nona) se llaman también horas menores.

Día:

En el español medieval hubo tan solo dos excepciones a la regla de que las palabras acabadas en /-a/ eran femeninas y las que terminaban en /-o/ masculinas:

mano (< manus, femenino en latín)

día (< latín vulgar *DEA, latín clásico DIES)

«La cerrazón de la tónica /o/ > /u/ en hiato con /a/ final parece ser un cambio regular del castellano, similar al que cierra en latín vulgar /é/ > /í/ en las mismas circunstancias: DIA > lat. vulg. /déa/ > español día y las terminaciones regulares del imperfecto de indicativo de verbos en –er e –ir.» [Penny 2001: 150]

La palabra día ha predominado en los tres romances ibéricos y en la lengua de Oc; el clásico dies en los demás romances; huellas castellanas de este último se conservan en disanto y en las formas dimiercoles, dilunes, dimartes, diomingo. En los romances de Francia e Italia (y en forma minoritaria en catalén) el uso de dies fue sustituido por el de su derivado diurnum (fr. jour, oc., cat. jorn, it. giorno).

Días de la semana:

Lunes (h. 1295), abreviación del lat. DIES LUNAE (que en vulgar se cambió en DIES LUNIS, por influjo de DIES MARTIS y demás).

Martes (1219), del latín DIES MARTIS ‘día de Marte’, dios de la guerra.

Miércoles (1113), abreviación del lat. DIES MERCURI ‘día de Mercurio’; plural por influjo de dies martis.

Jueves (1220-50), abreviación del lat. DIES JOVIS ‘día de Júpiter’.

Viernes (1219), abreviación del latín DIES VENERIS ‘día de Venus’.

Sábado (1124), del latín SABBATUM, y éste del hebreo sabbath ‘descanso semanal de los judíos’, derivado de sabath ‘descansar’.

Domingo, de lat. dominĭcus [dies], ‘[día] del Señor’.

Citas

 

«Puesto que el proceso de pluralización se produce en principio con todos los nombres, la diferencia esencial entre estos estriba en los efectos semánticos del contraste de número. Estos últimos sugieren que, en términos generales, el léxico del español incluye, al lado de los nombres que tienen una única forma plural (víveres) o cuyo uso lingüístico se limita al singular (grima, salud),

(a)      nombres cuyas formas de plural y singular contraen una oposición cuantivativa (libro/libros),

(b)      nombres cuyas formas no suponen por sí solas tal oposición ni un cambio de significado (pantalón/pantalones), o

(c)       no implican más que una diferencia de intensidad (agua/aguas), y

(d)      nombres en que dicha oposición implica un cambio de significado (belleza/bellezas).

Los estudiosos coinciden en recalcar la sistematicidad semántica de la oposición de número cuando las formas singular y plural del nombre considerado comparten referencia. Este comportamiento es típico de los nombres contables, cuya pluralización esté generalmente asociada al rasgo “más de uno”, aunque el comportamiento de muchos de ellos se asemeja a veces al de los sustantivos continuos y abstractos. [...]

Las expresiones relativas a saludos y deseos

buenos días,

buenas tardes, etc.,

y al tiempo

a principios de

a mediados de

a finales de

se usan exclusivamente en plural. En lo que se refiere a los nombres concretos en general, recordemos que su plural se presta a diversas interpretaciones según el contexto en que se usan. Así, el uso de los nombres contables plurales característico de expresiones y locuciones implica el paso no sólo de lo concreto a lo abstracto, sino también a lo continuo:

jugar a los bolos

ir de copas

ir a los toros.

Procesos similares parecen observarse con formas nominales que se podrían considerar derivadas y abstractas

andar a gatas

volver a las andadas

y de otras categorías

de buenas a primeras

tener sus posibles

típicamente usados en locuciones y modismos.

En resumen, los nombres contables plurales indican cantidad o multiplicidad en los casos regulares. En los casos restantes la pluralización implica alguna modificación en la semántica del nombre singular, pareja a procesos de recategorización, metáfora o metonimia. Según el caso, puede indicar clase o aportar un matiz expresivo y, además, el nombre puede adquirir un significado o un referente nuevo. Según Prado (1989: 167), la pluralización conlleva generalmente un cambio semántico de abstracto a concreto, o a la inversa, a veces asociado con un cambio de significado.»

[Ambadiang, Théophile: “La flexión nominal. Género y número”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, 74.3.2.1, p. 4889]

«La mano y el día:

Lat. clásico DIES, -EI > lat. vulgar *DIA, -AE > *DIA(M) > día (masculino).

Parece ser que este sustantivo fue originalmente masculino. En latín alternaba en el singular con el femenino, sin duda por analogía con los dobletes ya existentes materies/materia, luxuries/luxuria... pero en plural seguía siendo masculino. El mantenimiento de “el día” es, pues, más extraño que el de “la mano” ya que en latín clásico existió vacilación de género y porque el paso a *DIA hace pensar en una acomodación inequívoca al femenino.

Es posible que la persistencia del masculino se haya visto favorecida por el frecuente uso proclítico (en el nombre de los días de la semana).

Otra interpretación que se ha dado es que “el día” ha conservado su masculino por oposición a “la noche”. Oposiciones de este tipo (el día/la noche, el pie/la mano, el sol/la luna, el cuerpo/el alma...) tienen su origen lejano en las creencias de los indoeuropeos primitivos. La oposición de género se mantendría así como un elemento más de la oposición semántica. Es decir, la morfología como elemento de oposición expresiva, sicológica.

Por otra parte, cabe observar que la anomalía de “el día” se ha mantenido en el diminutivo “el diíta” y en el compuesto “mediodía”, mientras que la irregularidad desaparece en los diminutivos: “la manita”, “la manecilla”, “la manilla”... y en el aumentativo “la manaza”. No obstante, en parte del dominio hispánico (en gran parte de Hispanoamérica y en Andalucía) junto a “la manita”, se usa “la manito”, y aun en el habla culta.»

[Urrutia Cárdenas, H. / Álvarez Álvarez, M.: Esquema de morfosintaxis histórica del español.  Bilbao: Publicaciones de la Universidad de Deusto, ²1988, 46-47]

buen día o buenos días

La fórmula de saludo que se emplea durante la mañana es, en el español general, buenos días. No obstante, en algunos países de América del Sur se utiliza también la fórmula buen día: “Buen día, abuelo”

[Real Academia Española: Diccionario Panhispánico de Dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 227]

«maitines, 1343 (matines, h. 1140).

Del cat. dial. maitines (cat. matines), femenino plural de maití (matí) ‘mañana’, y éste del lat. MATUTINUM (TEMPUS) ‘hora de la mañana’. De ahí el duplicado culto matutino, 2° cuarto siglo XV.»

[Corominas, Joan: Breve diccionario etimológico de la lengua española. Madrid: Gredos, 31987, p. 374]

«La expresión BUENOS DÍAS, que se emplea como salutación familiar durante la mañana, se puede utilizar en plural y también en singular (BUEN DÍA). En España es más corriente el uso en plural, y el uso en singular prolifera en determinadas zonas del español de América, en concreto en países como Argentina (su caso) o Chile. En el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), de la Real Academia Española, figuran asimismo ejemplos de BUEN DÍA usados por autores pertenecientes a países como México, Colombia o Venezuela.

Algunos autores han explicado la utilización del plural en las palabras con que se construyen las fórmulas de los saludos en español (buenos días, buenas tardes, buenas noches) por analogía con la expresión también en plural de las horas canónicas (maitines, laudes, vísperas). También se ha relacionado con un "plural de respeto" o distanciamiento presente también en otras fórmulas usadas en las relaciones personales como pueden ser saludos a tu madre, dale recuerdos míos, ¡albricias!, ¡muchas gracias!

Por otra parte, BUENAS NOCHES es la expresión coloquial empleada como salutación y como despedida durante la noche  o al irse a acostar, y BUENAS TARDES se utiliza como salutación durante la tarde.  En cuanto a BUENA TARDE y BUENA NOCHE, el uso es escaso en singular y, cuando se emplea a comienzo de frase,  normalmente no se hace como salutación, sino como expresión de un deseo de que el interlocutor tenga una "buena tarde" o  una "buena noche". De hecho, el propio Diccionario académico recoge una acepción de BUENA NOCHE como 'la que se  ha pasado con diversión, con quietud, descanso y sosiego'.»

[Departamento de Español al día RAE]

«Llámase elipsis, que es lo mismo que defecto, porque le hay verdaderamente de aquellas palabras que se callan y suplen.

Esta figura es de uso muy freqüente y muy útil, porque como aspiramos a expresar nuestros pensamientos con toda la presteza y brevedad posible, omitimos aquellas palabras que parece no son muy necesarias para que nos entiendan.

Algunos exemplos familiares darán a conocer fácilmente quándo se comete esta figura.

Cométese a cada paso en el modo común de hablarnos y saludarnos unos a otros quando decimos: a Dios; buenos días; bien venido. En cuyas expresiones tomadas gramaticalmente no hay oración, ni sentido alguno, porque falta verbo que pueda formarle, pero supliendo el que corresponda, se halla sentido a estas y otras semejantes espresiones, en esta forma: A Dios te encomiendo; A Dios pido que te guarde; Buenos días te dé Dios; Buenos días te deseo; Bien venido seas

[Real Academia. 1771. Gramática de la lengua castellana Parte II. En que trata de la sintaxis o construcción, Capítulo III, artículo II]

Vocabulario

 

buen día.

expr. Arg. y Chile. buenos días.

buenos días.

expr. U. como salutación familiar durante la mañana.

maitines. 

(Del cat. dialect. maitines, y este del lat. [tempus] matutīnum, [tiempo] matutino).

m. pl. Primera de las horas canónicas, rezadas antes de amanecer.

laudes

f. pl. Una de las partes del oficio divino, que se dice después de maitines.

vísperas. (Del lat. vespĕra, la tarde).

f. pl. Una de las divisiones del día entre los antiguos romanos, que correspondía al crepúsculo de la tarde.

f. pl. Una de las horas del oficio divino que se dice después de nona, y que antiguamente solía cantarse hacia el anochecer.

horas canónicas.

f. pl. Las diferentes partes del oficio divino que la Iglesia católica suele rezar en distintos momentos del día, como maitines, laudes, vísperas, prima, etc.

horas menores.

f. pl. En el oficio divino, las cuatro intermedias, que son: prima, tercia, sexta y nona.

Diferencia entre el singular y el plural de algunos sustantivos

amistad

Freundschaft

amistades

Bekannte

antigüedad

Altertum

antigüedades

Antiquitäten

celo

Eifer

celos

Eifersucht

cercanía

Nähe

cercanías

Umgebung

correo

Post (Briefträger)

Correos

Postamt

corte

Königshof

cortes / Cortes

Königshöfe / sp. Parlament

entremés

Zwischenspiel

entremeses

Vorspeise

esposa

Gattin

esposas

Gattinnen / Handschellen

gracia

Wohlwollen

gracias

danke

humo

Rauch

humos

Dünkel / Rauchschwaden

letra

Buchstabe

letras

Buchstaben

 

 

Letras

Geisteswissenschaften

memoria

Gedächtnis

memorias

Memoiren

polvo

Staub

polvos

Puder / Pulver

seña

Wink, Zeichen

señas

Adresse

servicio

Dienst

servicios

Dienste / Toiletten

 

Plural en español 

Singular en alemán

a estas horas

um diese Zeit

a fines de ... / a finales de ...

Ende ...

a mediados de ...

Mitte ...

a orillas del ...

am Ufer des ...

a principios de ...

Anfang ...

aguas menores

Urin

aguas termales

Thermalbad

¡albricias!

ich habe eine gute Nachricht

¡bromas aparte!

Spaß beiseite!

buenas noches

gute Nacht

buenas tardes

guten Tag

buenos días

guten Morgen

casado en segundas nupcias

in zweiter Ehe verheiratet sein

con miras al porvenir

im Hinblick auf die Zukunft

dar de espaldas

auf den Rücken fallen

dar las gracias a alguien

sich bei jemandem bedanken

dar señales de vida

ein Lebenszeichen von sich geben

dejar en cueros

splitternackt zurücklassen

estamos a cero grados

wir haben Null Grad

estar de compras / ir de compras

beim Einkaufen sein / einkaufen gehen

estar en condiciones de hacer alguna cosa

in der Lage sein, etwas zu tun

estar hasta las narices de algo o de alguien

die Nase voll haben von ...

hacer aguas

Wasser lassen

hacer agua

ein Leck bekommen

hacer las paces

Frieden schließen (zwischen Personen)

las apariencias engañan

der Schein trügt

le deseo muchas felicidades

ich wünsche Ihnen viel Glück

¡no me hagas cosquillas!

kitzle mich nicht!

prestar primeros auxilios

Erste Hilfe leisten

salvar las apariencias

den Schein wahren

tener ganas de hacer algo

Lust haben, etwas zu tun

tomar las aguas

eine Badekur machen