Buenos días - buenas tardes - noches |
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Un
alumno en mi clase preguntó: ¿por qué los saludos en español son en plural
y no como en otros idiomas en singular?
Cuando saludamos con buenos días, buenas tardes, buenas noches no nos referimos al día, a la tarde o a la noche presente solamente. En España es corriente la utilización del plural para el saludo, pero el uso del singular es usual en países de América, especialmente en Argentina, Chile.
La expresión buenos días es una expresión elíptica en la que se ha omitido el verbo: buenos días nos/te dé Dios o buenos días le/te deseo. Cuando nos referimos solamente al día presente decimos: que tengas un buen día, que pases una buena noche. Así que cuando empleamos día en plural para saludar no estamos haciendo una descripción meteorológica, como se suele dar a entender cuando al saludo buenos días se responde de forma jocosa serán buenos para usted o pues no sé qué tienen de buenos con el frío que hace.
Según algunos autores, se utiliza el plural en las palabras con que se construyen las fórmulas de los saludos en español por analogía con la expresión también en plural de las horas canónicas (maitines, laudes, vísperas). Pero habría que explicar por qué las horas canónicas están en plural.
«También se ha relacionado con un "plural de respeto" o distanciamiento presente también en otras fórmulas usadas en las relaciones personales como pueden ser saludos a tu madre, dale recuerdos míos, ¡albricias!, ¡muchas gracias!» [RAE]
Plurales expresivos que expresan intensidad y no cantidad:
¿qué hora es?
¿qué horas son? [en algunos países de América]
besos y abrazos
con mis mejores deseos
entre tinieblas
estas no son horas de llamar a nadie por teléfono
felicidades
mil besos y abrazos
mostrar sus vergüenzas
muchas gracias
muchos saludos a...
recuerdos a...
tener ganas de...
un millón de gracias
cambiar de aires
En alemán tenemos:
einen schönen Gruß
viele Grüße
meinen Glückwunsch
Glückwünsche
La pluralización conlleva generalmente un cambio semántico de abstracto a concreto, o a la inversa, a veces asociado con un cambio de significado. Hay un empleo del plural en contraste con el singular para expresar el tiempo de forma más vaga o imprecisa:
concreto - exacto |
vago - impreciso |
al principio del siglo |
a principios del siglo |
al principio del mes |
a primeros del mes |
a la mitad del año |
a mediados del año |
al final del siglo |
a finales del siglo |
Los días de la semana (de lunes a viernes) tienen la terminación –s del plural. El lunes, que era dies lunae (‘el día de la luna’) por influjo de dies Martis latino adoptó la forma lunes. Lo mismo miércoles, del latín dies Mercuri. El resto tienen en latín la –s del singular: dies Jovis, dies Veneris.
●
Siguiendo el sistema de los griegos, los romanos dividían el día en cuatro partes:
prima = desde la salida del sol hasta las 9 de la mañana
tercia = desde las 9 hasta las 12 horas
sexta = desde las 12 hasta las 15 horas
nona = desde las 15 hasta la puesta de sol
La noche se dividía así:
primera vigilia nocturna = desde el anochecer hasta las 9 de la noche
segunda vigilia nocturna = desde las 9 hasta las 12
tercera vigilia nocturna = desde las 12 hasta las 3 de la mañana
cuarta vigilia nocturna = desde las 3 de la mañana hasta la salida del sol
Las horas canónicas: conjunto de oficios litúrgicos de un día, durante los cuales se cantan salmos, himnos, etc., y que han de rezar los ordenados “in sacris”. Son siete, a saber:
Maitines = antes de amanecer
Laudes = al amanecer
Prima = a las siete de la mañana
Tercia = a las nueve de la mañana
Sexta = a mediodía
Nona = a las tres de la tarde,
Vísperas = al anochecer
Completas = ya entrada la noche
Las cuatro intermedias entre Laudes y Vísperas (prima, tercia, sexta y nona) se llaman también horas menores.
Día:
En el español medieval hubo tan solo dos excepciones a la regla de que las palabras acabadas en /-a/ eran femeninas y las que terminaban en /-o/ masculinas:
mano (< manus, femenino en latín)
día (< latín vulgar *DEA, latín clásico DIES)
«La cerrazón de la tónica /o/ > /u/ en hiato con /a/ final parece ser un cambio regular del castellano, similar al que cierra en latín vulgar /é/ > /í/ en las mismas circunstancias: DIA > lat. vulg. /déa/ > español día y las terminaciones regulares del imperfecto de indicativo de verbos en –er e –ir.» [Penny 2001: 150]
La palabra día ha predominado en los tres romances ibéricos y en la lengua de Oc; el clásico dies en los demás romances; huellas castellanas de este último se conservan en disanto y en las formas dimiercoles, dilunes, dimartes, diomingo. En los romances de Francia e Italia (y en forma minoritaria en catalén) el uso de dies fue sustituido por el de su derivado diurnum (fr. jour, oc., cat. jorn, it. giorno).
Días de la semana:
Lunes (h. 1295), abreviación del lat. DIES LUNAE (que en vulgar se cambió en DIES LUNIS, por influjo de DIES MARTIS y demás).
Martes (1219), del latín DIES MARTIS ‘día de Marte’, dios de la guerra.
Miércoles (1113), abreviación del lat. DIES MERCURI ‘día de Mercurio’; plural por influjo de dies martis.
Jueves (1220-50), abreviación del lat. DIES JOVIS ‘día de Júpiter’.
Viernes (1219), abreviación del latín DIES VENERIS ‘día de Venus’.
Sábado (1124), del latín SABBATUM, y éste del hebreo sabbath ‘descanso semanal de los judíos’, derivado de sabath ‘descansar’.
Domingo, de lat. dominĭcus [dies], ‘[día] del Señor’.
Citas
«Puesto que el proceso de pluralización se produce en principio con todos los nombres, la diferencia esencial entre estos estriba en los efectos semánticos del contraste de número. Estos últimos sugieren que, en términos generales, el léxico del español incluye, al lado de los nombres que tienen una única forma plural (víveres) o cuyo uso lingüístico se limita al singular (grima, salud),
(a) nombres cuyas formas de plural y singular contraen una oposición cuantivativa (libro/libros),
(b) nombres cuyas formas no suponen por sí solas tal oposición ni un cambio de significado (pantalón/pantalones), o
(c) no implican más que una diferencia de intensidad (agua/aguas), y
(d) nombres en que dicha oposición implica un cambio de significado (belleza/bellezas).
Los estudiosos coinciden en recalcar la sistematicidad semántica de la oposición de número cuando las formas singular y plural del nombre considerado comparten referencia. Este comportamiento es típico de los nombres contables, cuya pluralización esté generalmente asociada al rasgo “más de uno”, aunque el comportamiento de muchos de ellos se asemeja a veces al de los sustantivos continuos y abstractos. [...]
Las expresiones relativas a saludos y deseos
buenos días,
buenas tardes, etc.,
y al tiempo
a principios de
a mediados de
a finales de
se usan exclusivamente en plural. En lo que se refiere a los nombres concretos en general, recordemos que su plural se presta a diversas interpretaciones según el contexto en que se usan. Así, el uso de los nombres contables plurales característico de expresiones y locuciones implica el paso no sólo de lo concreto a lo abstracto, sino también a lo continuo:
jugar a los bolos
ir de copas
ir a los toros.
Procesos similares parecen observarse con formas nominales que se podrían considerar derivadas y abstractas
andar a gatas
volver a las andadas
y de otras categorías
de buenas a primeras
tener sus posibles
típicamente usados en locuciones y modismos.
En resumen, los nombres contables plurales indican cantidad o multiplicidad en los casos regulares. En los casos restantes la pluralización implica alguna modificación en la semántica del nombre singular, pareja a procesos de recategorización, metáfora o metonimia. Según el caso, puede indicar clase o aportar un matiz expresivo y, además, el nombre puede adquirir un significado o un referente nuevo. Según Prado (1989: 167), la pluralización conlleva generalmente un cambio semántico de abstracto a concreto, o a la inversa, a veces asociado con un cambio de significado.»
[Ambadiang, Théophile: “La flexión nominal. Género y número”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, 74.3.2.1, p. 4889]
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«La mano y el día:
Lat. clásico DIES, -EI > lat. vulgar *DIA, -AE > *DIA(M) > día (masculino).
Parece ser que este sustantivo fue originalmente masculino. En latín alternaba en el singular con el femenino, sin duda por analogía con los dobletes ya existentes materies/materia, luxuries/luxuria... pero en plural seguía siendo masculino. El mantenimiento de “el día” es, pues, más extraño que el de “la mano” ya que en latín clásico existió vacilación de género y porque el paso a *DIA hace pensar en una acomodación inequívoca al femenino.
Es posible que la persistencia del masculino se haya visto favorecida por el frecuente uso proclítico (en el nombre de los días de la semana).
Otra interpretación que se ha dado es que “el día” ha conservado su masculino por oposición a “la noche”. Oposiciones de este tipo (el día/la noche, el pie/la mano, el sol/la luna, el cuerpo/el alma...) tienen su origen lejano en las creencias de los indoeuropeos primitivos. La oposición de género se mantendría así como un elemento más de la oposición semántica. Es decir, la morfología como elemento de oposición expresiva, sicológica.
Por otra parte, cabe observar que la anomalía de “el día” se ha mantenido en el diminutivo “el diíta” y en el compuesto “mediodía”, mientras que la irregularidad desaparece en los diminutivos: “la manita”, “la manecilla”, “la manilla”... y en el aumentativo “la manaza”. No obstante, en parte del dominio hispánico (en gran parte de Hispanoamérica y en Andalucía) junto a “la manita”, se usa “la manito”, y aun en el habla culta.»
[Urrutia Cárdenas, H. / Álvarez Álvarez, M.: Esquema de morfosintaxis histórica del español. Bilbao: Publicaciones de la Universidad de Deusto, ²1988, 46-47]
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buen día o buenos días
La fórmula de saludo que se emplea durante la mañana es, en el español general, buenos días. No obstante, en algunos países de América del Sur se utiliza también la fórmula buen día: “Buen día, abuelo”.»
[Real Academia Española: Diccionario Panhispánico de Dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 227]
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«maitines, 1343 (matines, h. 1140).
Del cat. dial. maitines (cat. matines), femenino plural de maití (matí) ‘mañana’, y éste del lat. MATUTINUM (TEMPUS) ‘hora de la mañana’. De ahí el duplicado culto matutino, 2° cuarto siglo XV.»
[Corominas, Joan: Breve diccionario etimológico de la lengua española. Madrid: Gredos, 31987, p. 374]
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«La expresión BUENOS DÍAS, que se emplea como salutación familiar durante la mañana, se puede utilizar en plural y también en singular (BUEN DÍA). En España es más corriente el uso en plural, y el uso en singular prolifera en determinadas zonas del español de América, en concreto en países como Argentina (su caso) o Chile. En el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), de la Real Academia Española, figuran asimismo ejemplos de BUEN DÍA usados por autores pertenecientes a países como México, Colombia o Venezuela.
Algunos autores han explicado la utilización del plural en las palabras con que se construyen las fórmulas de los saludos en español (buenos días, buenas tardes, buenas noches) por analogía con la expresión también en plural de las horas canónicas (maitines, laudes, vísperas). También se ha relacionado con un "plural de respeto" o distanciamiento presente también en otras fórmulas usadas en las relaciones personales como pueden ser saludos a tu madre, dale recuerdos míos, ¡albricias!, ¡muchas gracias!
Por otra parte, BUENAS NOCHES es la expresión coloquial empleada como salutación y como despedida durante la noche o al irse a acostar, y BUENAS TARDES se utiliza como salutación durante la tarde. En cuanto a BUENA TARDE y BUENA NOCHE, el uso es escaso en singular y, cuando se emplea a comienzo de frase, normalmente no se hace como salutación, sino como expresión de un deseo de que el interlocutor tenga una "buena tarde" o una "buena noche". De hecho, el propio Diccionario académico recoge una acepción de BUENA NOCHE como 'la que se ha pasado con diversión, con quietud, descanso y sosiego'.»
[Departamento de Español al día RAE]
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«Llámase elipsis, que es lo mismo que defecto, porque le hay verdaderamente de aquellas palabras que se callan y suplen.
Esta figura es de uso muy freqüente y muy útil, porque como aspiramos a expresar nuestros pensamientos con toda la presteza y brevedad posible, omitimos aquellas palabras que parece no son muy necesarias para que nos entiendan.
Algunos exemplos familiares darán a conocer fácilmente quándo se comete esta figura.
Cométese a cada paso en el modo común de hablarnos y saludarnos unos a otros quando decimos: a Dios; buenos días; bien venido. En cuyas expresiones tomadas gramaticalmente no hay oración, ni sentido alguno, porque falta verbo que pueda formarle, pero supliendo el que corresponda, se halla sentido a estas y otras semejantes espresiones, en esta forma: A Dios te encomiendo; A Dios pido que te guarde; Buenos días te dé Dios; Buenos días te deseo; Bien venido seas.»
[Real Academia. 1771. Gramática de la lengua castellana Parte II. En que trata de la sintaxis o construcción, Capítulo III, artículo II]
Vocabulario
buen día.
expr. Arg. y Chile. buenos días.
buenos días.
expr. U. como salutación familiar durante la mañana.
maitines.
(Del cat. dialect. maitines, y este del lat. [tempus] matutīnum, [tiempo] matutino).
m. pl. Primera de las horas canónicas, rezadas antes de amanecer.
laudes
f. pl. Una de las partes del oficio divino, que se dice después de maitines.
vísperas. (Del lat. vespĕra, la tarde).
f. pl. Una de las divisiones del día entre los antiguos romanos, que correspondía al crepúsculo de la tarde.
f. pl. Una de las horas del oficio divino que se dice después de nona, y que antiguamente solía cantarse hacia el anochecer.
horas canónicas.
f. pl. Las diferentes partes del oficio divino que la Iglesia católica suele rezar en distintos momentos del día, como maitines, laudes, vísperas, prima, etc.
horas menores.
f. pl. En el oficio divino, las cuatro intermedias, que son: prima, tercia, sexta y nona.
Diferencia entre el singular y el plural de algunos sustantivos
amistad |
Freundschaft |
amistades |
Bekannte |
antigüedad |
Altertum |
antigüedades |
Antiquitäten |
celo |
Eifer |
celos |
Eifersucht |
cercanía |
Nähe |
cercanías |
Umgebung |
correo |
Post (Briefträger) |
Correos |
Postamt |
corte |
Königshof |
cortes / Cortes |
Königshöfe / sp. Parlament |
entremés |
Zwischenspiel |
entremeses |
Vorspeise |
esposa |
Gattin |
esposas |
Gattinnen / Handschellen |
gracia |
Wohlwollen |
gracias |
danke |
humo |
Rauch |
humos |
Dünkel / Rauchschwaden |
letra |
Buchstabe |
letras |
Buchstaben |
|
|
Letras |
Geisteswissenschaften |
memoria |
Gedächtnis |
memorias |
Memoiren |
polvo |
Staub |
polvos |
Puder / Pulver |
seña |
Wink, Zeichen |
señas |
Adresse |
servicio |
Dienst |
servicios |
Dienste / Toiletten |
Plural en español |
Singular en alemán |
a estas horas |
um diese Zeit |
a fines de ... / a finales de ... |
Ende ... |
a mediados de ... |
Mitte ... |
a orillas del ... |
am Ufer des ... |
a principios de ... |
Anfang ... |
aguas menores |
Urin |
aguas termales |
Thermalbad |
¡albricias! |
ich habe eine gute Nachricht |
¡bromas aparte! |
Spaß beiseite! |
buenas noches |
gute Nacht |
buenas tardes |
guten Tag |
buenos días |
guten Morgen |
casado en segundas nupcias |
in zweiter Ehe verheiratet sein |
con miras al porvenir |
im Hinblick auf die Zukunft |
dar de espaldas |
auf den Rücken fallen |
dar las gracias a alguien |
sich bei jemandem bedanken |
dar señales de vida |
ein Lebenszeichen von sich geben |
dejar en cueros |
splitternackt
zurücklassen |
estamos a cero grados |
wir haben Null Grad |
estar de compras / ir de compras |
beim Einkaufen sein / einkaufen gehen |
estar en condiciones de hacer alguna cosa |
in der Lage sein, etwas zu tun |
estar hasta las narices de algo o de alguien |
die Nase voll haben von ... |
hacer aguas |
Wasser lassen |
hacer agua |
ein Leck bekommen |
hacer las paces |
Frieden schließen (zwischen Personen) |
las apariencias engañan |
der Schein trügt |
le deseo muchas felicidades |
ich wünsche Ihnen viel Glück |
¡no me hagas
cosquillas! |
kitzle mich nicht! |
prestar primeros auxilios |
Erste Hilfe leisten |
salvar las apariencias |
den Schein wahren |
tener ganas de hacer algo |
Lust haben, etwas zu tun |
tomar las aguas |
eine Badekur machen |