Estar muerto - ser un muerto |
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Me gustaría saber por qué se dice "estar muerto ", en lugar de "es muerto", ya que,
en mi opinión, lo correcto sería "es muerto", pues es estado permanente. ¿O no?
Pues no. Se dice está muerto o es un (hombre) muerto (no existe la construcción estar + sustantivo). Se puede leer todavía en algunos manuales de gramática española que “ser se combina con adjetivos que expresan un estado permanente, mientras que estar va unido a adjetivos que expresan una cualidad transitoria o pasajera”. Esta regla no es del todo exacta, pues no tiene en cuenta que una cualidad puede ser permanente desde el momento que es asignada a un sujeto, pero que no es permanente en el sentido de que siempre ha sido así. Hay cualidades permanentes que fueron adquiridas, que fueron producto de un cambio o de un proceso.
Con estar se combinan adjetivos calificativos cuando éstos expresan una cualidad que es producto de un cambio o de un proceso. Una vez que el sujeto entra en un determinado estado (p. e. muerto), ese estado puede ser permanente.
«El hablante emplea estar cuando hace la apreciación de un estado en el que percibe un cambio con respecto a un estado anterior, a un estado esperado o imaginado por el hablante, o a un estado futuro.
Con estar se pueden emplear solamente adjetivos que, en la realidad, son susceptibles al cambio, que son vistos por el hablante como algo mudable, por ejemplo, enfermo, que supone el cambio de un estado anterior: sano.
Para emplear estar no es necesario que el adjetivo exprese una cualidad transitoria. Basta que esta cualidad sea producto de un cambio. Este cambio lo detecta o percibe el hablante al comparar el estado actual del objeto de que habla con el recuerdo que tiene del objeto en otras ocasiones, o con la idea que tenía de las cualidades del objeto de que habla.
Una cosa puede cambiar y el cambio puede ser irreversible. Decimos de alguien que está loco, para indicar que estaba mentalmente sano, pero que de un día para otro se puso loco, sin indicar con ello que loco sea un estado transitorio. Pero si el hablante dice de alguien que es loco o que es un loco, lo caracteriza, es decir, lo incluye en una categoría determinada, la de los locos. Posiblemente no conoció nunca a esa persona en otro estado que no fuera el de locura.
Si decimos está muerto significa que dejó de vivir, que murió. Es un cambio radical, pero, lingüísticamente, no quiere decir que muerto sea algo transitorio. Y esto vale tanto para el hablante cristiano, que cree en la resurrección, como para el ateo, para quien: está muerto significa está bien muerto / está más que muerto.»
En HISPANOTECA, sección GRAMÁTICA ESPAÑOLA >
Ser y estar - Cómo explicar la diferencia
No se debe confundir el uso del verbo auxiliar ser con participios –para formar la pasiva pasiva perifrástica o de proceso– con el verbo estar con participio para formar la pasiva de estado que expresa el resultado de una acción o proceso.
Ejemplos de procesos y sus resultados:
este verano el museo fue muy visitado
> el museo estuvo muy visitado este verano
el diputado fue muerto por dos atacantes no identificados
> el diputado está muerto, murió en un atentado
se ha muerto hace unos años
> está muertos desde hace unos años
mis padres murieron hace dos años
> mis padres están muertos
hace tiempo que murió
> está muerto desde hace tiempo
dedicó su tesis doctoral a sus padres
> la tesis doctoral está dedicada a sus padres
la secretaria ha escritos las cartas
> las cartas ya están escritas
ha publicado el libro
> el libro está publicado
se casaron hace poco
> están casados
he hecho la compra
> la compra ya está hecha
la familia se ha reunido en el salón
> la familia está reunida en el salón
hemos encargado las flores
> las flores ya están encargadas
hemos ganado la Liga
> la Liga ya está ganada
hemos fijado una fecha
> la fecha ya está fijada
he puesto la mesa
> la mesa ya está puesta
he hecho la comida
> la comida ya está hecha
hemos bautizado al niño
> el niño ya está bautizado
han alquilado el piso
> el piso ya está alquilado
la niña se operó de las anginas el año pasado
> ya está operada de las anginas
he hecho las maletas
> las maletas ya están hechas
han vendido el piso
> el piso ya está vendido
ya he llenado el frigorífico
> el frigorifico está lleno
La perfectividad de los adjetivos y participios
«Hay muchos adjetivos que comparten con los participios una propiedad básica: el aspecto perfectivo. Son adjetivos perfectivos y se construyen con estar y no con ser. La palabra perfectivo viene del latín perfectum que no significa ‘perfecto’, sino ‘acabado’ o ‘completado’.
Veamos los dos grupos siguientes de adjetivos:
a) lleno, suelto, limpio, descalzo...
b) bueno, alto, inteligente, cortés...
Los adjetivos de a) no designan propiedades inherentes de las entidades de las que se predican, sino resultados de acciones o de procesos a los que se llega o estados en los que se desemboca. Estos procesos son los que designan los verbos que encontramos en sus radicales. La gramática de lleno y limpio tiene muchos puntos en común con la de llenado y limpiado, porque las cuatro formas comparten el aspecto perfectivo. No comparten en cambio otras propiedades (como el aparecer con complementos agentes o con adverbios agentivos) porque llenado y limpiado son formas verbales mientras que lleno y seco son adjetivos.
La lengua ha perdido en los últimos siglos muchos adjetivos del grupo a). Es cierto que permanecen un buen número de ellos
contento, disperso, despierto, sujeto, absorto, molesto, tenso...,
pero otros muchos apenas si sobreviven en ámbitos dialectales, cuando no han desaparecido completamente
calmo, nublo, saldo, escuso, condenso, cierro, siento, pago, trunco, canso, guardo, privo.
Otros adjetivos perfectivos nos han llegado sin la perfectividad que tuvieron antiguamente, con lo que pasan a ser adjetivos calificativos lexicalizados:
uvas pasas (es decir, pasadas)
judías pintas (= pintadas)
vino tinto (= vino teñido). [...]
Cuando bueno significa ‘recuperado de una enfermedad’ pasa del grupo b) al grupo a), es decir, pasa a ser un adjetivo perfectivo. [...]
Muchos de los participios del grupo a) eran antiguos participios truncados o truncos, es decir eran verdaderas formas verbales. [...]
Es de notar que ningún verbo estativo admite adjetivos perfectivos, truncados o no, porque ello sería incompatible con su propio significado (dicho en otros términos: porque no poseen argumento agentivo). Puede, pues, decirse que amado no es un adjetivo perfectivo por la misma razón que no existe el verbo medio *amarse: el verbo no denota un proceso que desemboque en un resultado ni se concibe como una acción culminativa. No puede significar “resultar amado” ni “quedar amado” porque esos conceptos son incompatibles con el significado estativo de ese predicado. [...]
La perfectividad que los participios y los adjetivos comparten la poseen otras categorías entre las que deben destacarse los complementos locativos de “lugar en donde”. Este es un hecho interesante que ha sido estudiado por muchos autores porque la perfectividad se interpreta con frecuencia lingüísticamente como una metáfora de la locación. [...]
Es interesante recordar la importante observación de Hanssen (1912) de que la propagación de estar en la historia del español se produjo como extensión de los usos locativos. En el siglo XIV se decía es dicho, pero se usaba en cambio está escrito. El uso de está dicho es posterior históricamente porque, según Hanssen “estar se propaga con mayor rapidez en los casos en los cuales se combina con la idea de lugar”. En la lengua actual los predicados locativos son algunos de los que poseen aspecto perfectivo.»
[Bosque, Ignacio: Las categorías gramaticales. Madrid: Síntesis, 1998, § 8.4]