Icono - Ícono |
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¿El término “icono” puede llevar artículo femenino?
Ejemplo: “La ícono literaria chicana..."
La palabra icono es sustantivo masculino. No se debe emplear en español la forma italiana icona para el femenino. La palabra icono tiene dos acentuaciones válidas: una grave icono, de uso mayoritario en España, y otra esdrújula ícono, la más usada en América.
Ejemplos:
la icono juvenil femenina
la icono feminista
la ícono fashion Twiggy
una característica que claramente la ha destacado en la actualidad, como la ícono del soul chileno
hubo flechazo entre el jefe de filas de la derecha francesa, abandonado por su mujer, y la icono glamour de la izquierda
el matrimonio de la ícono del pop se está desmoronando
como en las secuencias de "Hatari", la icono de la seducción descubrió la belleza salvaje de África
acaba de lanzarse en Chile "Un maravilloso presente", el libro con que la ícono de los años ’60, Pattie Boyd, rompe cuatro décadas de silencio para brindar detalles de su vida como musa y compañera de dos de las figuras más brillantes del rock and roll
la historia de la icono de la música pop en México en los años 80 y 90 se remonta al día que fue seleccionada para hacer la doble de Lucero en la telenovela
Género de los sustantivos:
Cuando el sustantivo terminado en -o designa seres animados, suele existir una forma específica para el femenino con la terminación -a, en correspondencia con la distinción biológica de sexos: maestro/maestra, niño/niña, perro/perra, etc.
Si el sustantivo se refiere a un objeto inanimado, lo normal es que sea solo masculino (cuando termina en –o) o solo femenino (cuando termina en –a): el campo, la mesa, etc. Existen sustantivos de ambos géneros, son los llamados «sustantivos ambiguos en cuanto al género». Para más detalles ver abajo las citas.
Citas
icono o ícono.
(Del fr. icône, este del ruso ikona, y este del gr. bizant. εἰκών, -όνος).
1. m. Representación religiosa de pincel o relieve, usada en las iglesias cristianas orientales.
2. m. Tabla pintada con técnica bizantina.
3. m. Signo que mantiene una relación de semejanza con el objeto representado; p. ej., las señales de cruce, badén o curva en las carreteras.
4. m. Inform. Símbolo gráfico que aparece en la pantalla de una computadora u otro dispositivo electrónico y que representa un programa, un sistema operativo, etc. [DRAE]
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«icono o ícono.
1. ‘Representación pictórica religiosa propia de las iglesias cristianas orientales’ y, en general, ‘signo que mantiene una relación de semejanza con el objeto representado’; en informática, ‘representación gráfica esquemática utilizada para identificar funciones o programas’. Tiene dos acentuaciones válidas: la llana icono (pron. [ikóno]) es la más próxima a la etimología (del gr. bizantino eikón, -ónos, a través del fr. icône) y la de uso mayoritario en España; en América, en cambio, se usa más la esdrújula ícono. Debe evitarse en español el uso de la variante femenina *icona, debida probablemente al influjo del italiano.
2. Hoy se está extendiendo su empleo con el sentido de ‘persona que se ha convertido en símbolo o representante de algo’: «Como icono del pop que es, Madonna reunió en escena instantáneas e imágenes que forman parte de la cultura popular de masas de nuestros días» (País@ [Esp.] 11.6.01).»
[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 350]
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«GÉNERO.
Los sustantivos en español pueden ser masculinos o femeninos. Cuando el sustantivo designa seres animados, lo más habitual es que exista una forma específica para cada uno de los dos géneros gramaticales, en correspondencia con la distinción biológica de sexos, bien por el uso de desinencias o sufijos distintivos de género añadidos a una misma raíz, como ocurre en gato/gata, profesor/profesora, nene/nena, conde/condesa, zar/zarina; bien por el uso de palabras de distinta raíz según el sexo del referente (heteronimia), como ocurre en hombre/mujer, caballo/yegua, yerno/nuera; no obstante, son muchos los casos en que existe una forma única, válida para referirse a seres de uno u otro sexo: es el caso de los llamados «sustantivos comunes en cuanto al género» (a) y de los llamados «sustantivos epicenos» (b). Si el referente del sustantivo es inanimado, lo normal es que sea solo masculino (cuadro, césped, día) o solo femenino (mesa, pared, libido), aunque existe un grupo de sustantivos que poseen ambos géneros, los denominados tradicionalmente «sustantivos ambiguos en cuanto al género» (c).
a) Sustantivos comunes en cuanto al género. Son los que, designando seres animados, tienen una sola forma, la misma para los dos géneros gramaticales. En cada enunciado concreto, el género del sustantivo, que se corresponde con el sexo del referente, lo señalan los determinantes y adjetivos con variación genérica: el/la pianista; ese/esa psiquiatra; un buen/una buena profesional. Los sustantivos comunes se comportan, en este sentido, de forma análoga a los adjetivos de una sola terminación, como feliz, dócil, confortable, etc., que se aplican, sin cambiar de forma, a sustantivos tanto masculinos como femeninos: un padre/una madre feliz, un perro/una perra dócil, un sillón/una silla confortable.
b) Sustantivos epicenos. Son los que, designando seres animados, tienen una forma única, a la que corresponde un solo género gramatical, para referirse, indistintamente, a individuos de uno u otro sexo. En este caso, el género gramatical es independiente del sexo del referente. Hay epicenos masculinos (personaje, vástago, tiburón, lince) y epicenos femeninos (persona, víctima, hormiga, perdiz). La concordancia debe establecerse siempre en función del género gramatical del sustantivo epiceno, y no en función del sexo del referente; así, debe decirse La víctima, un hombre joven, fue trasladada al hospital más cercano, y no *La víctima, un hombre joven, fue trasladado al hospital más cercano. En el caso de los epicenos de animal, se añade la especificación macho o hembra cuando se desea hacer explícito el sexo del referente: «La orca macho permanece cerca de la rompiente [...], zarandeada por las aguas de color verdoso» (Bojorge Aventura [Arg. 1992]).
c) Sustantivos ambiguos en cuanto al género. Son los que, designando normalmente seres inanimados, admiten su uso en uno u otro género, sin que ello implique cambios de significado: el/la armazón, el/la dracma, el/la mar, el/la vodka. Normalmente la elección de uno u otro género va asociada a diferencias de registro o de nivel de lengua, o tiene que ver con preferencias dialectales, sectoriales o personales. No deben confundirse los sustantivos ambiguos en cuanto al género con los casos en que el empleo de una misma palabra en masculino o en femenino implica cambios de significado: el cólera (‘enfermedad’) o la cólera (‘ira’); el editorial (‘artículo de fondo no firmado’) o la editorial (‘casa editora’). De entre los sustantivos ambiguos, tan solo ánade y cobaya designan seres animados.»
[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 310-311]