Me lo quedo puesto

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

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A ver si me puede aclarar una duda que me surgió hace unos días con un amigo. Refiriéndome a un jersey que llevaba, le comenté:  "me lo quedo puesto" y él me rectificó diciendo: "me lo dejo puesto". Realmente no sé qué es lo mas correcto, pero desde aquel día no puedo dejar de pensar en ello.  

El verbo quedar es en sí un verbo estativo y parece que choca con el participio puesto que es el resultado de una actividad. De ahí la corrección que hizo su amigo: me lo dejo puesto. El verbo dejar es combinable con un participio para expresar la conclusión de una actividad o acción: dejo terminado el trabajo, dejo corregidos los ejercicios, dejo puesta la leche al fuego, te dejo puesta la televisión. Con el verbo quedar también se pueden combinar participios, pero para expresar el resultado de una acción: el trabajo queda terminado, los ejercicios quedan corregidos, la leche queda puesta al fuego, la televisión queda encendida. En el contexto en que se encontraba ustedes dos (la compra de un jersey) el verbo quedar está empleado como pronominal (me llevo este jersey / me lo llevo) en el sentido coloquial de ‘me lo compro’. Se podría añadir un predicativo de objeto: me lo compré barato, lo compré rebajado, me lo compré usado, pero no suena tan bien me lo llevé barato, me lo llevé rebajado / me lo llevé usado.

La corrección que le hace su amigo (me lo dejo puesto) es correcta, aunque presupone que, quizá por los gestos y la situación, el oyente (vendedor/a) presupone que si deja puesto el jersey que se acaba de probar es porque se lo quiere llevar, es decir, comprar. En otra situación que no fuera un comercio de textiles, la frase significaría simplemente que no se quiere quitar el jersey que se ha puesto porque siente frío, por ejemplo.

A veces, en el habla coloquial, solemos empezar una frase para expresar un pensamiento y antes de terminarla ya concebimos otra idea que añadimos a la formulación anterior, pero a veces las dos formulaciones juntas no son del todo compatibles y la expresión final es un anacoluto.

Los anacolutos son muy corrientes en la lengua hablada. María Moliner define así el anacoluto:

"Anacoluto. (Del latín «anacoluthon», griego «anakóluthos», que no sigue, derivado de «akóluthos», compañero de camino; gramática). Apartamiento del rigor sintáctico en una frase, por dejarse llevar el que habla o escribe del curso de su pensamiento ; muchas veces consiste en la impropiedad del régimen de las palabras con las que se ha empezado el periodo, debido a que el que habla no ha abarcado la totalidad de él al empezar a hablar." [María Moliner: DUE, vol. 1, p. 172]

"Hay que tener bien presente que el anacoluto, que a veces puede disculparse en el lenguaje coloquial, no es perdonable en el lenguaje escrito; sin embargo, hoy se incurre con demasiada frecuencia en anacolutos crasos." (Gómez Torrego, L.: Manual de español correcto. 2 vols. Madrid: Arco/Libros, 1991, vol. II, pp. 227 ss.)

Sin embargo, a pesar de los anacolutos, en el habla coloquial la gente se entiende. Y el anacoluto es una forma económica de ahorrar palabras. No todos los anacolutos nos suenan mal en el habla coloquial, y estoy seguro que más de uno/una, en la misma situación en un comercio de ropa, dice eso de me lo quedo puesto / me la quedo puesta.

Se pueden comparar las construcciones siguientes (lo se refiere a un jersey):

lo llevo puesto

puesto es predicativo de objeto directo:

‘lo tengo puesto’ / ‘me lo he puesto’ / ‘lo traigo puesto’

me lo dejo puesto

puesto es predicativo de objeto directo: ‘no me lo quito’

me lo llevo

‘lo compro’

me lo llevo puesto

puesto es predicativo de objeto directo:

‘me lo compro y me lo llevo ya puesto’

me lo quedo / me quedo con él

‘me lo llevo’

me lo quedo y me lo llevo puesto

‘lo compro y lo llevo ya puesto’

me quedo con él y me lo llevo puesto

[sería la forma más clara de decirlo]

«Quedar:

1.    Es regional y vulgar el uso de quedar por dejar: Aquí lo quedo, ‘aquí lo dejo’.

2.    Construcción: quedar a deber; quedar en casa; quedar por cobarde; quedar con un amigo; quedar en venir. Cuando el complemento es una proposición con que (hemos quedado en que no hay fiesta), es coloquial la omisión de en, y no normal, a pesar de este ejemplo, que quizá sea errata: Habíamos quedado que la época estudiada, desde el 98 al 31, había sido una media edad de oro (Tovar, Gaceta, 7.9.1975, 9).
Quedar de venir es hoy, en España, de nivel popular; muy raras veces aparece en la lengua culta: Quedé de mandarles la mitad. No obstante, fue normal en la época clásica: Todos se abrazaron y quedaron de darse noticias de sus sucesos (Quijote, II, 512). Hoy parece usual en algunos países de América: en Colombia lo registraba Cuervo hace un siglo, y modernamente el Nuevo dicc. colombianismos; en Méjico, Lara, Dicc. básico México, y Steel, Dicc. americanismos; en Uruguay, el Nuevo dicc. uruguayismos; en Chile, Morales, Dicc. chilenismos. Para Kany, 352, es general en América.

3.    Quédate con el libro, ‘conserva el libro, manténlo en tu poder’. Cuando, en esta construcción, el complemento se expresa con pronombre personal (quédate con él), es frecuente en la lengua coloquial que la construcción sea sustituida por un uso transitivo: quédatelo. Este uso se ha señalado como particular de España; pero Moreno de Alba lo registra también en Méjico.»

[Seco, Manuel: Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Madrid: Espasa-Calpe, 101998, p. 376]

«Quedar:

Entre las muchas ocepciones de esta palabra, no figura en el diccionario académico de 1992 la de dejar:

*Quedé el libro encima de la mesa.

(dígase: dejé el libro encima de la mesa)

*Quédalo ahí.

(dígase: déjalo ahí)

Además, es un verbo siempre intransitivo (no puede llevar complemento directo); por otra parte, en su uso pronominal no debe usarse con complementos directos:

*Me quedo tu libro y mañana te lo doy.

(dígase: Me quedo con tu libro y mañana te lo doy)

*Quédatelo todo el tiempo que quieras.

(dígase: Quédate con él todo el tiempo que quieras).»

[Gómez Torrego, Leonardo: El léxico en el español actual: uso y norma. Madrid: Arco/Libros, 1995, 140]

Sin embargo, en la última edición del Diccionario de la Real Academia, acepción número 10 "quedarse alguna cosa" / "quedarse con alguna cosa":

quedar. (Del lat. quietāre, sosegar, descansar).

1. intr. Estar, detenerse forzosa o voluntariamente en un lugar. U. t. c. prnl.

2. intr. Subsistir, permanecer o restar parte de algo. Me quedan tres pesetas. De los manuscritos solo quedan cenizas.

3. intr. Dicho de una persona: Ganarse cierta fama o representación, merecida o inmerecida, como resultado de su comportamiento o de las circunstancias. Quedó como valiente. Quedó por mentiroso.

4. intr. Dicho de las rentas u otra cosa que se vende a pregón para las posturas y pujas: Rematarse a favor de alguien. La contrata quedó por Juan.

5. intr. Dicho de una persona o de una cosa: Permanecer en su estado, o pasar a otro más o menos estable. La carta quedó sin contestar. Quedó herido. Quedó por contestar.

6. intr. Cesar, terminar, acabar. Quedó aquí la conversación. Quedamos conformes.

7. intr. Ponerse de acuerdo, convenir en algo. Quedamos en comprar la finca.

8. intr. Concertar una cita. Quedamos a las diez.

9. intr. Estar situado. Ese pueblo queda lejos de aquí.

10. prnl. Pasar a la posesión de algo. Yo me quedaré con los libros. U. t. c. tr. Me los quedaré.

11. prnl. Dicho del viento: Disminuir su fuerza.

12. prnl. Dicho del mar: Disminuir el oleaje.

13. prnl. En el billar, dejar la bola fácil.

14. prnl. morir (llegar al término de la vida).

15. prnl. coloq. Engañar a alguien o abusar diestramente de su credulidad. Se quedó con Arturo.

[Diccionario de la Real Academia Española, vigésima segunda edición]

[U. t. c. tr. = Usado también como transitivo]