Molar y amolar |
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Los jóvenes españoles ya amuelan con tanto mola. Todo les mola y nada los amuela, simplemente lo que no les mola los jode mucho. ¿Por qué están siempre jodidos los españoles y nunca amolados? ¿No se usa en España el verbo amolar(s)?
Pues a decir verdad, a mí no me mola mucho ese abuso del verbo molar y un poco sí que me amuela. Pero siendo como soy un asturiano que también conoce bien el gallego, tengo que decir que el verbo amolar me es muy familiar. No sé qué frecuencia tenga en otras regiones peninsulares. En Hispanoamérica sí se usa más. El verb amolar es de uso corriente en Galicia, aunque, a diferencia del castellano, en gallego se conjuga como verbo regular (sin diptongación).
El verbo molar (del caló-gitano) y con el significado de gustar mucho, pasó de la jerga juvenil de los últimos años al habla coloquial. El DRAE ya lo incluye en su última edición.
El verbo amolar(se), con el significado de fastidiar(se), molestar, importunar está también incluido en el DRAE como perteneciente al español coloquial. Extendido está el uso pronominal en modo imperativo: ¡que se amuele! El verbo amolar(se) se mucho en gallego (sin diptongación) y en el español americano.
El verbo más usado en todos los registros es el verbo fastidiar(se) [’ärgern, sich ärgern, anekeln, stören, fuchsen, sich abfinden müssen’].
El verbo jorobar(se) significa también ’fastidiar, molestar’ [plagen, auf die Nerven gehen, fuchsen, sich abfinden]. Para el DRAE pertenece al registro coloquial.
Otro verbo con parecido significado, pero algo más fuerte es cabrear(se). También del registro coloquial: «Enfadar, amostazar, poner a alguien malhumorado o receloso.» [DRAE]
En el registro vulgar predomina en el español peninsular el verbo joder(se) [’bumsen, ficken, belästigen, ärgern, verarschen, nerven, jemanden bescheißen’], incluido también en el DRAE, pero calificado por la Academia como „malsonante“ en su acepción de ’practicar el coito’.
molar [adjetivo y verbo regular sin diptongación vocálica]
tiene tres acepciones: la primera viene de muela [Backenzahn, Mühlstein, Schleifscheibe], la segunda y tercera están tomadas del caló-gitano y forman hoy en día parte del habla coloquial y proceden de la jerga juvenil. El verbo ya está recogido en el DRAE, aunque sólo con una acepción (la segunda): ’gustar, agradar’.
1. como adjetivo > lo relativo a la muela
2.
como verbo intransitivo en
expresión coloquial > gustar, agradar [gefallen, mögen, gern haben, er/sie ist
mein Typ, gut finden, cool finden, geil sein]:
le mola +infinitivo > ihr/ihm gefällt + Infinitiv
esta novela me mola > diesen Roman finde gut
me molan las rubias > ich stehen auf Blondinen
me mola ese tipo > dieser Kerl ist genau mein Typ
estos chavales molan mucho > diese Jungs sind echt cool
[El Wörterbuch für die berufliche Praxis, PONS, ve este verbo en esta
acepción como un verbo transitivo, que sólo sería intransitivo en la acepción de
’estar de moda’ > in (Mode) sein: ahora mola llevar pelo corto > kurze
Haare sind jetzt in]
3.
como verbo intransitivo con
extensión preposicional con: molar con ... > presumir de alguna
cosa [angeben mit, prahlen mit]
¡cómo mola con su nuevo coche deportivo, eh!
amolar [verbo irregular como contar: diptonga la o tónica > ue]
verbo transitivo con el significado de
amolarse [verbo irregular como contar: diptonga la o tónica > ue]
verbo pronominal con el significado de: aguantarse, soportar algo que resulta desagradable, frustrarse algo en el intento > hinunterschlucken müssen / zum Teufel gehen
[Amolarse (vulgar): Aguantarse, fastidiarse. Soportar un daño o sinsabor, puesto que no hay más remedio; se emplea generalmente en imperativo, en tono desconsiderado o insultante: ’¡que se amuele!’. (María Moliner)]
molar1 (Voz caló)
intr. coloq. Gustar, resultar agradable o estupendo. [DRAE]
molar2 (Del lat. molāris)
1. adj. Perteneciente o relativo a la muela.
2. adj. Apto para moler.
3. m. muela (diente posterior a los caninos). [DRAE]
molar [verbo]
3. intr. coloq. Gustar, agradar mucho: me mola ese chico, me mola la música pop.
4. coloq. Presumir: ¡Cómo molas con tu nueva moto, eh!
[Diccionario didáctico de español. Madrid: Ed. SM, 1993]
molar (I)
1 adj. Relativo a la muela.
2 Apto para moler.
3 m. científ. Muela: los molares trituran los alimentos.
molar (II)
1 intr. pop. Gustar, agradar.
2 Presumir.
[Diccionario General de la Lengua Española Vox]
molar
verbo transitivo: gustar / irle a uno
verbo intransitivo: lucir / quedar vistoso
molar cantidad / molar un kilo > gustar mucho
no molar algo > no marchar bien un asunto / no pintar / no resultar adecuada o conveniente alguna cosa
[Víctor León: Diccionario de argot español. Madrid: Alianza Editorial, 1992]
eso de ... no mola nada
no es muy agradable
eso no mola nada
eso no agrada (a nadie)
es desagradable
no me mola
ich habe keinen Bock darauf / das mag ich nicht / keine Lust!
¡cómo mola esto que me habéis dado! ¿qué era?
war das ein Genuß! was war das?
amolar (De muela)
1. tr. Sacar corte o punta a un arma o instrumento en la muela.
2. tr. Adelgazar, enflaquecer.
3. tr. coloq. Fastidiar, molestar con pertinacia. U. t. c. prnl.
4. tr. Méx. dañar (causar perjuicio).
5. prnl. Méx. frustrarse (malograrse un intento). [DRAE]
amolar (paras. de muela)
1 tr. Afilar en la muela.
2 fig., fam. Fastidiar, molestar con pertinacia.
3 fig. Adelgazar, enflaquecer.
4 prnl. Aguantarse, soportar algo que resulta desagradable. **CONJU. como contar.
[Diccionario General de la Lengua Española Vox]
¡no amueles! [equivalente a la forma vulgar: ¡no jodas!]
geh mir nicht auf die Nerven
¡no la amuele!
kaum zu fassen!
¿no te amuela?
das ist kaum zu fassen
es amolado + infinitivo
es ist sehr hart, ... zu + Infinitiv
estar bien amolado / estar muy amolado
ihm geht es überhaupt nicht gut / er ist nicht beieinander
amolar la paciencia a alguien
jemandes Geduld strapazieren
amolar el cuchillo
das Messer wetzen / die Schere schleifen
la piedra de amolar
der Wetzstein
hay que amolarse
unglaublich, aber wahr
hay que amolarse y tirar
man muß die Zähne zusammenbeißen und durch
¡que se amuele!
es geschieht ihm recht / zum Teufel mit ihm
joder (Del lat. futuĕre)
1. intr. malson. Practicar el coito. U. t. c. tr.
2. tr. Molestar, fastidiar. U. t. c. prnl. y c. intr.
3. tr. Destrozar, arruinar, echar a perder. U. t. c. prnl. [DRAE]
joder
interj. U. para expresar enfado, irritación, asombro, etc. [DRAE]
joder (l. futu;abere)
1 tr. Practicar el coito.
2 tr.-prnl. fig., fam. Molestar, fastidiar.
3 fig., fam. Estropear, destrozar, arruinar, echar a perder.
4 fig., fam. Lastimar, hacer daño.
[Diccionario General de la Lengua Española Vox]
joder
En alemán: jemanden ärgern / jemandem etwas verpatzen / jemanden zur Sau machen / etwas kaputtmachen
¡ese a mí ya no me jode más!
von ihm lasse ich mir das nicht mehr bieten! / er kann mich mal!
estar jodido
aufgeschmissen sein
¡que se joda!
zum Teufel mit ihm!
me ha jodido el puesto
er hat mich um meine Stellung gebracht
¡no me jodas!
(na) so was! / das gibt es nicht! / na hör auf! / erzähl mir keinen Scheiß!
¡no te jode!
das ist ja kaum zu fassen!
el coche se ha jodido
das Auto ist im Arsch
el motor se ha jodido
der Motor ist im Eimer
nuestra relación se ha jodido
unsere Beziehung ist im Eimer
estoy jodido
mir geht es beschissen / ich bin aufgeschmissen
es jodido tener que currar tanto
es ist verdammt hart, so viel schuften zu müssen
no me queda ni una jodida peseta
ich habe keinen lumpigen Groschen mehr in der Tasche
este texto es muy jodido para traducir
dieser Text ist verdammt schwer zu übersetzen
¡(mira que) hay que joderse!
das ist nicht zu fassen!
¡pues hay que joderse!
da müssen wir durch
con la lluvia se ha jodido la fiesta
¡lárgate y deja ya de joder con tus estupideces!
hau ab und lass den Scheiß!
que tienes que trabajar el sábado, pues jódete
du mußt am Samstag arbeiten? dein Pech!
joder [interjección, vulgarismo malsonante]
Expresa: extrañeza, sorpresa, admiración, asombro, enfado, disgusto o desagrado ante una situación adversa.
En alemán: Scheiße, verdammt noch mal! / (verdammte) Scheiße! / Mist! / schau her! / schau, schau! / na so was!
¡joder, esto no me lo esperaba!
¡joder, mira qué coche se ha comprado el vecino!
¡joder, qué mal conduces!
¡acaba ya de una vez, joder!
¡vaya faena me has hecho, joder!
¡joder, vaya regalo que te han hecho!
jorobar (De joroba, impertinencia)
tr. coloq. Fastidiar, molestar. U. t. c. prnl. [DRAE]
jorobar
1 tr.-prnl. Molestar, fastidiar.
2 fam. Estropear.
3 prnl. fam. Aguantarse.
[Diccionario General de la Lengua Española Vox]
me joroba tener que ...
es fuchst mich, ... zu müssen
no hace más que jorobar
er geht mir ständig auf die Nerven
no haces más que jorobar
du fällst mir auf den Wecker
si no está contento, pues que se jorobe
wenn er nicht damit zufrieden ist, har er Pech gehabt
molar en textos y contextos
«El nuevo disco repite algunas de las canciones del otro disco, pero también mola mucho, son un grupo formidable y todas sus canciones molan.»
«¡Hola, chicos! Mola mucho vuestra güeb [Web], sobre todo me encantan las fotos de los tenistas. ¡Seguir así!»
«Lo más triste es que los políticos siguen considerando el rock como el circo del pueblo, un espectáculo para borregos... Si hay algo que mola de nuestro país, y de Madrid en concreto, es la vidilla nocturna. Sin embargo, están cerrando todos los locales de actuaciones pequeños porque molestan a los vecinos. Pero todavía no hemos visto que el Ayuntamiento se meta con las discotecas grandes a las que va la gente bien. Si vives en la calle Arenal o en la Plaza de Barceló sabes a lo que me refiero. No se puede ni circular por la calle, pero nadie dice nada.»
«¿Un cigarrito, Poli? Mira los que tengo. Gran Vía. Sol. Me mola a mí el domingo ver Sol, tío. Ver el sol e e en la Puerta el sol, tío. No, entonces lo hacemos cuando el día treinta y uno el día treinta y uno va a hacer veinte días que yo estuve que no he salido del cuartel. Yo llevo un mes. ¿No salís para nada? Sí, hombre metido. Que ya con el tiempo te haces, tío.»
«¡No veas cómo me mola esa chica!»
«-Bueno, tía. No me mola. Paso de esos rollos. Maica cogió el porro que le tendía Antonio y se lo llevó a los labios. Con ambas manos formó una concavidad junto a la boca y se llenó los pulmones del humo de la droga. -Es bueno - comentó, tras expulsar el humo. Le pasó el cigarro nuevamente a Antonio. -Con esto de verdad, sí que te puedes morir - dijo.»
«Pero vuestro teléfono de la casa seguro que no está. Sí. ¿Sí? Pone padres y luego casa y nuestro teléfono. . Pero estáis en Malai en Malasia, . Fíjate, tía. Lo máximo. Zeta. No hay nadie en la zeta. Vamos a apuntar un teléfono ficticio. ¡Cómo mola! Zacarías ¿Cuándo vamos a a estrenarla, macho? Pues pues tío, la estrenamos allí . Jugarás contra tí mismo, tío, porque . Joder, hace un día windsurfero, total. Oye, si quieres otras ...»
«Vamos, el bautizo no lo sé todavía. Si todavía estoy en una nube. ¡Carlos, por favor, Carlos! Muy sensible Rosario tras el parto, pero también ha cogido manía a los periodistas. Cojo la palabra a todos. ¡Carlos, por favor, por aquí! No, pero en serio os lo digo, porque si me vais a tomar a pitorreo no mola. A ver miren hacia aquí. Rosario, ¿a quién se parece la niña, ahora que ya es un poquito mayorcita? Yo creo que a su padre y un poquito a nosotros, no sé, es muy chiquitita. Y la familia Orellana consiguió salir de las garras de la prensa. Por cierto, Carlos, los niños viajan siempre en el asiento de atrás. Claro, con la puerta bien cerrada. La siguiente Estela del Carmen Banderas.»
«Pues a mí esa película no me ha molado nada.»
«Yo visito casi todos los días vuestra página ya que me mola mucho, pero me jode bastante que la web cam no funcione muy bien, ya que lleva rota, con las fotos del 18, un buen tiempo.»
«El Nu-Metal no mola nada. Porke no es divertido y no mola. No escuchéis numetal porque no le gusta a nadie.»
«Operación Triunfo no mola nada. Estos chicos que cantan se toman demasiado en serio a sí mismos.»
«Las esculturas son buenas, lo reflejado más, pero el escultor insuperable. Todavía impresionado por las magníficas esculturas y sobre todo por lo que expresan y como lo expresan. Me mola mucho: Es algo original y fantástico con un gran resultado ánimo y adelante.»
«No se si alguna vez vuestros personajes os han comentado que les gustaría cambiarse de profesión por cualquier motivo (que tras llevarlo se han cansado de él, que no es como se esperaban, etc.) y entonces ha llegado la duda, ¿cómo solucionar el cambio de profesión? Obviamente lo más fácil es decirle algo así como que si quiere otra profesión que se haga un personaje nuevo y deje al suyo como está, pero eso es una cosa que usualmente no agrada a nadie, y es que eso de dejar tirado a un personaje que a lo mejor ha estado contigo durante unos años no mola nada.»
«José María Aznar también apareció en la caja tonta. En la tele sí, en el Congreso no. Se esforzó, además, en la redacción de una carta para defender a su amigo ‘Yor’; justificó su tesis con argumentos más profundos que el olor a pólvora que tanto gusta al Tío Sam; buscó la firma cómplice de sus coleguitas Blair y Berlusconi y la publicó en los periódicos del viejo continente. Pero no hay manera, chico. El 74% de los españoles, erre que erre, se opone al ataque a Irak en cualquiera de las circunstancias, según una encuesta de Gallup Internacional que publica El Mundo.
“¿Por qué ‘Yor’ sí y yo no?” se preguntará el estadista mundial José María. Su relamido tupé desafía con descaro a Newton, pero no favorece su poder de convicción. En vez de hacerle la pelota, alguno de sus asesores de imagen debería decirle que corre el riesgo de que un día lo confundamos con Camilo Sexto. No mola nada. No moló la guerrita de Perejil, no mola su servilismo a todo lo que diga ‘Yor’ y no mola que desoiga la opinión del pueblo antes de meterlo en un berenjenal tan gordo. No nos convencerá nunca, pero nunca podrá ganar la paz. No está armada.» [„El tupé de aznar“, por Xabier R. Blanco, en: Xornal.com – 31.01.2003]
CRIS.- ¡Pero no he dicho «gilipollas», que es lo que iba a decir!
JUAN.- Peor. Lo que has dicho es peor: «Vale, tío.» «No te enrolles, tronco.» «Eso
no mola, cuerpo.» «¿Tienes tate, colega?» «Sí, titi, no me comas el
coco...» Espantoso. Absolutamente espantoso.
RAFA.- ¡Apoyo la moción! ¡«Tío», paga cinco duros, «vale»!
amolar(se) en textos y contextos
«Ya en tierras coreanas, el madrileño no se conformó con ser figura decorativa. Se consagró a escala mundial deteniendo nada menos que tres penaltis ante los corajudos irlandeses y se convirtió en ídolo nacional. Tanto es así, que, hay que amolarse, un diario deportivo comparó el día de su nacimiento con el acaecido en Belén de Judea hace 2000 años. ¡Qué barbaridad!.»
«Estas utilizando un navegador que no soporta frames. Anda, ya no amueles, usa un navegador que fifa sin Microsoft.»
«Antes me voy, para no volver -dijo Tigre Juan, irritándose progresivamente e iniciando el gesto de marcharse. -No amolar, amigo, no amolar. ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Pelillos a la mar. ¡Ejem! ¡Ejem! -intervino el señor Gamborena, agarrando de una muñeca a Tigre Juan-. Buen juego en la mano. No renuncio, hermano. ¡Ja! ¡Ja! Allá la mocina. Válgase a su guisa. Déjenla en paz. Moza se oscurece, de amores adolece. ¡Ja! ¡Ja! Moza en los rincones, por medio pantalones. Novio de tapadillo. Por el hilo, el ovillo. ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!» (Ramón Pérez de Ayala: Tigre Juan. España, 1926)
«¿Qué se habrá creído? Que yo me iba a amolar y a cargar con el crío. Ella, que es tuyo, que es tuyo. Y yo ya sabía que había estao con otros. Aunque fuera mío. ¿Y qué? Como si no hubiera estao con otros. Ya sabía yo que había estao con otros. Y ella, que era para mí, que era mío. Se lo tenía creído desde que le pinché al Guapo.» (Martín-Santos, Luis: Tiempo de silencio. España, 1961)
«Las familias no se condolían ni oblaban por vía de limosna o humanitarismo, caridad de moneda o de lengua. La Martina era zaherida por las gallinas con moquillo como decía de ellas a las Cucas, y cada vez llevaban más al estricote, con mayores atrenzos y sobre las íes su persecución. Sin las contemplaciones y sopa boba de la Martina la cosa habría hecho ya tablas. También era gana de amolar eso de que la Martina se valiera de lo que se valía para dar tiempo al tiempo y quito el lance.» (Noel, Eugenio: Las siete cucas. España, 1927)
«Cuanto topó con ellos preguntóles: -¿No han visto a Juan? -Como pa juanes 'ta la cosa; nos 'tán pelando -respondió Viraqué. Güeno, que lo campé otro, tornó a decirse, dispuesto a imitar la despreocupación de los demás. Y echó manos al cinto, mientras concluía: Cuando quiera apareserá, y de no que se lo lleven los demonios; ¡qué tanto amolar!» (Reyles, Carlos: El gaucho Florido. La novela de la estancia cimarrona y del gaucho crudo. Uruguay, 1932)
«¿Qué cree usted que me ha sucedido? ¿Vio usted a ese muchacho que acaba de salir? ¿Lo conoce? Alfredo quien sabe cuántos. Ha estado viniendo a diario a mi casa, so capa de ser amigo de Pablito, mi hijo. También venía a clase de inglés, de esas que Susana les da a ustedes. Él decía que venía a eso. ¿Qué cree usted que estaba haciendo el muy hipócrita? TACUBAYA (ansioso): ¿Qué? PAPÁ: Le estaba haciendo el oso a Susana. TACUBAYA: Tranquilo. ¡No me diga! PAPÁ: Y no paró allí la cosa. Tuvo la desfachatez, hace un rato, de decirme que quería casarse con ella. TACUBAYA (agónico):¡No la amuele! PAPÁ: Palabra de honor. Y lo peor es que mi mujer ha estado fomentando todo esto. En mis narices, y yo sin enterarme.» (Ibargüengoitia, Jorge: Susana y los jóvenes. Comedia en tres actos. México, 1954)
«¿Cómo quieres aprender, si no le dejas a uno enseñarte? Arréglatelas tú sola y no vengas luego a amolar con que no te sale. Volvía a quedarme sola con el dibujo; la explicación había sido muy suficiente, sabía lo que tenía que hacer y en qué consistía; solo faltaba comprobar si ello me era posible.» (Rosa Chacel: Desde el amanecer. Autobiografía de mis primeros diez años. España, 1982)
«No callaré tampoco los nocturnos pasatiempos que da también el Prado: vi clérigos y frailes embozados amolar la Vicenta y la Aguedilla, y por los granaderos apalëados. Mas sólo con andar toda la Villa encontrarás remedio en los portales desarrugando un poco tu rezmilla. Supongo que continuo armado sales del gondón, tu perenne compañero, y así no ensuciarás los hospitales.» (Fernández de Moratín, Nicolás: El arte de putear. España: 1771-1777)
«Por ser cosa regalada el bever en vasos de cidras y limones, me pareció el tratar dello, éstas se abren con un hierro, y se saca toda la carne, y quedan hechas vasos, o barcos, y las demás diferencias que las quisieren hazer, el hierro le hazen los cuchilleros, el corte y el ancho, y largo, y ha de ser como el dedo más largo de la mano, esta medida del corte sea toda de azero, y se adelgaze como un cuchillo delgado, todo él y el mango sea de hierro, del largor de un palmo, y se lime de suerte que corte por los lados, y por delante, y se amuele muy bien, que quede como una navaja por un lado y otro, y por delante, después se afile con una piedra dulce, y se torne a meter en el fuego, y después en la punta de la yunque le vaya doblando, dando con el martillo en medio, y no a los lados por amor del corte, y le dexe como garabato de cuchara de hierro, y no más abierto de arriba que de abaxo, todo ygual, como quien dobla una correa: hecho esto tórnese a meter en el fuego, y estando hecho brasa le saque, y le eche en agua, y quedará templado, y después mire si tiene alguna mellita, y quítesela muy suavemente con una lima, esto se haze siempre, porque como es garabato, no se puede amolar.» (Ríos, Gregorio de los: Agricultura de jardines, 2ª parte. España, 1620)
«Donato- To be or not to be, that is the question! Tiritar, sudar, y en seguida no poder dormir; trabajar ayer, aguantar hoy, molerse uno, bruñirse, zumbarse como estropajo; ¿y para qué? para demandar en vano cincuenta centavos de jornal en algún ferrocarril o en otra tarea pública. Y eso después de haber estudiado humanidades y teología, ya de habérmelas tenido con los autores selectos y hasta con los Adogios de Erasmo y con la República de Tomás Moro. Mal haya mi estrella; pero peor haya ese vejete de Luciano Pulgar, a quien seguimos el bobo de Bedoya y el majagranzas de mí. Viejo, cabeciduro que por godo y por fanático se amoló él y nos ha amolado a nosotros dos. Abajo el godismo, digo yo ahora que siento frío, hambre, sed y bochorno. ¡Abajo el fanatismo también! ¡Viva el progreso! ¡Luz, más luz!» (Suárez, Marco Fidel: Sueños de Luciano Pulgar, III. Bogotá, 1941)
«-Sí...-dijo Rascón-, aquí poso y ahí tiene usted que anoche ella salió disparada al saber que su ahijado Lino Lucero había heredado millones, y en la madrugada el amigo la encontró botada en el suelo, sin conocimiento. -Bueno, pues, se amoló la cosa, porque yo la quería consultar. Pero ustedes deben saber de algún otro brujo de por aquí cerca. -Hay, pero no sabemos -contestó Rascón.» (Asturias, Miguel Ángel: El Papa Verde. Guatemala, 1982)
«¡El es tremendo: se le ve!... pero yo tampoco soy de las más bobas... ¡Virgen santa: como no tenga novia...! ¡Figúrese cuántas habrá tenido él!... Pero casamiento, lo que es casamiento, no debe tener; porque no se hubiera venido. Y él, tan pobrecito ¿con qué diajos se iba a casar? Sí; casamiento no tiene; eso es visto. Yo se lo pregunto con disimulo... ¡Por Dios! Las dos de la mañana, y yo que tengo que madrugar tanto... ¡Me tiene esa tienda a cantos de enloquecerme! ¡Nos amoló aquel maldito... y no ser capaz Agusto de darle un buen susto!... ¡Y quién lo ve!... ¡tan orgulloso con las personas!... ¡El modo como recibió a César ese vinagre! Y César tan formalito y tan cariñoso con él. ¡Ah bonita que es la educación en las personas! Uno sí que debía esmerarse para tratar a la gente; ya ven César... (Suspiro gordo). ¡Eh! Pero, ¿de dónde habré sacado yo estas invenciones?» (Carrasquilla, Tomás: Frutos de mi tierra. Colombia, 1896)
«Cierto inglés, de vuelta de su saladero, vadeaba este pantano a la sazón, paso a paso, en un caballo algo arisco, y sin duda iba tan absorto en sus cálculos que no oyó el tropel de jinetes ni la gritería sino cuando el toro arremetía al pantano. Azoróse de repente su caballo dando un brinco al sesgo y echó a correr dejando al pobre hombre hundido media vara en el fango. Este accidente, sin embargo, no detuvo ni refrenó la carrera de los perseguidores del toro, antes al contrario, soltando carcajadas sarcásticas: - Se amoló el gringo; levántate, gringo -exclamaron, y, cruzando el pantano, amasaron con barro bajo las patas de sus caballos su miserable cuerpo. Salió el gringo, como pudo, después, a la orilla, más con la apariencia de un demonio tostado por las llamas del infierno que de un hombre blanco pelirrubio.» (Echeverría, Esteban: El matadero. Argentina, 1840)
«Yo, como jefe valiente, alegre mandé a la carga, cuando en esto una descarga nos sujetó de repente. Lleno de rabia y caliente, ataqué a la artillería, mas Pirán con grosería, * perro unitario, canalla, nos recibió con metralla, que nos amoló ese día.» (Ascasubi, Hilario: Paulino Lucero. Argentina, 1853)
«¡Y vivan las argentinos! que ese tigre desterró, para que unidos volvamos algún día, ¡quiera Dios! a reparar las desdichas que nuestra patria sufrió; y no andemos con quimeras, ni luego frunciéndonos por creerme yo más que usted, o crerse usted más que yo: ni haciéndole asco a los gauchos como despreciándolos, tal cual Rosas nos decía cuando nos engatusó, y con suavidad y falsía a todos nos amoló. Conque ansí, no hay más que hablar, disponga, amigo Ramón, y en cuanto se le haga bueno haremos punta los dos. Ansí fue que al otro día antes de salir el sol se golpearon en la boca Contreras y Salvador, y con otros diez paisanos se vinieron del tirón gritando: ¡Viva Rivera!, y revoliando el latón.» (Ascasubi, Hilario: Paulino Lucero. Argentina, 1853)
«Eso pasa igual en una cuerda. Muchas veces el machuelo está roto entonces entra y sale pero al salir arranca la cuerda, entonces esa cuerda no sirve y se tiene que reparar. Hay veces que a uno solo le han llegado hasta 80 piezas malas y salen impecables porque la verdad es que salen tan bien las reparaciones que es más fácil que se amuele una cuerda salida de su proceso normal a que se llegue a amolar una reparada, porque esa cuerda es un casquillo que se le mete de acero.»
«¿No has observado a tus pequeños hacer algo muy semejante?, el pequeñito que llora, que sufre y que se esconde y que no quiere salir de su habitación, no quiere levantarse al día siguiente no quiere ir a la escuela, ya no quiere jugar, está sufriendo y tú por más que le preguntas él sólo se enfurruña y te dice “no, no quiero”, así reaccionas tú y en esa búsqueda de ayudarlo llega un momento en que tú también te molestas y le contestas a ese pequeño, “bueno, pues cuando tranquilices y quieras resolver puedes buscarme”, pero se lo dices de tal manera, tan enojado, tan airado, porque en ese preciso momento en que tú le dabas tu atención él no quiso aceptar para nada esa bendita atención, bueno, “que se amuele”, es la misma reacción que tienes tú.»
«Lo que ocurre es que la corrupción de las autoridades locales permite que algunos fraccionadores –corruptos e inmorales también- hagan casas de ínfima calidad, con drenajes e instalaciones incorrectas e insuficientes y, bueno, el que compró que se amuele!»
«Confiesa, zambo, que el godo, tu amo, tiene plata; y no me estés amolando la paciencia.»
«Estos niños me llevan amolando toda la tarde, no paran de gritar.»
«Con el tiempo se eliminó la revisión de vehículos: estado mecánico, luces, llantas, etc., que servía para buscar que fuera el mayor número de vehículos en circulación en condiciones óptimas: fue mejor ir al lugar del accidente y levantar el parte amolando a quien se tenía que amolar, y dándole facilidades a la otra parte. Así se ha venido haciendo y para nada se verifican: frenos, luces, llantas, ruido excesivo, espejos retrovisores, etc.: ¿Qué dice de esto el Secretario de Protección y Vialidad?»
«Su padre es electricista, su madre ama de casa. Tiene tres hermanos y dice que empezó a participar en el movimiento por él, por su familia, para que sus hermanos tuvieran educación gratuita, "para que no les quitaran ese derecho". Ahora su visión se ha ampliado. "Cuando me subo al micro y voy viendo a todos esos niños de la calle, a todos los pobres, me doy cuenta de que no sólo la educación está en riesgo, este gobierno nos está amolando a todos. Ahora también sé lo que nos pasa a los que nos atrevemos a protestar. ¡Lo meten a uno a la cárcel!".»
«Si a la cúpula gubernamental o a sus encopetados funcionarios ya se les olvidaron las penas que tuvieron que pasar antes de llegar a percibir gordos salarios y otro tipo de ventajas, a los diputados me permito recordarles que en los pueblos su gente les va a reclamar muy duro el que les vayan a dar la espalda. Suficiente tendrán con que los vinitos, los octavianos, las chenquitas y las frías para los adultos suban, como que hasta la agüita de los patojos les vayan a quitar, mientras ustedes sigan aquí o en el extranjero disfrutando de gruesos viáticos y gastos de representación. ¿Verdad que es descabellado ni hay derecho para seguir amolando a la gente?»
«El grupo de E. A. que trabajó en la revisión de planillas se dedicó a hacerle zancadillas a los demás precandidatos, no les interesaba hacer un trabajo imparcial como estar amolando a los demás.»
«Respecto a la Reforma Fiscal, el prelado de Texcoco, consideró que "se está amolando a la clase media", sin embargo, aclaró que es necesaria porque permitirá que se tengan mayores recursos para el gasto social.»
«De Camps ponderó también el éxito de la pasada convención perredeísta y advirtió que quienes estén propiciando la reelección presidencial ‘‘pueda que estén amolando cuchillo para su propia garganta’’.»
«El problema que tienes es de Hardware. No intentes configurar nada en Linux, ni recompilar tu Kernel para liberar memoria, etc... Tal vez puedas intentar mover los parámetros en la configuración de Hardware de tu computadora, en mi caso "NO" funcionó. Todos daban el mismo error, y a veces hasta mas lento. Este problema es peligroso, ya que estás perdiendo inodos, y tu disco duro se está convirtiendo en una bomba de tiempo... No solo tus paquetes se estan amolando con el tiempo, sino que irás recibiendo más y más core dumps y errores aleatorios de una manera exponencial. Te recomendamos intentar dos cosas:...»
«Si por alguna razón se tiene que calentar la rama larga de un muelle hasta el rojo, entonces se debe reendurecer y revenir el muelle entero. Si se quiere emplear algún muelle no hecho adrede para su llave, pero que parece ajustarse a ella más o menos bien adaptándose el ojo y el gancho pero el pivote no concuerda, entonces hay dos opciones: 1) Taladrar un nuevo agujero en la platina y taponar el antiguo. 2) Resituar el pivote en el muelle. Esto último puede ser hecho soldándole una gota donde fuera necesario y limando o amolando para darle la forma, o cortando una pequeña muesca en el muelle y soldando a la plata un nuevo pivote en la posición. Ambas tipos de acción requerirán retemplado y recocido de nuevo. Muchas soldaduras con plata tienen un suficiente alto grado de temperatura de refusión que se puede conseguir el calentamiento al rojo sin que la soldadura funda.»
«De veras que usted ya ni la amuela compadre. Me cae que usted sí es codo de hueso colorado.»
«Porque era mediados de agosto, el corazón del invierno, y una neblina espesa que todo lo borraba y deformaba, y una garúa tenaz que aguaba el aire, habían convertido esa noche en algo triste e inhóspito. ¿Dónde se había metido el Chato Soldevilla? Este tumbesino mariconazo, asustado del frío o de los hampones, era capaz de haber ido a buscar calorcito y trago a las cantinas de la avenida Huáscar. "No, no se atrevería, pensó el sargento Lituma. Sabe que yo hago la ronda y que si abandona su puesto, se amuela.»
«DESI.- Anda, come un bollo, Picaza, no te acobardes. (PICAZA coge un bollo.) Madre, qué color traes. PICAZA.- La... la de siempre, ¡no te amuela! DESI.- Puede. Pero llevando tiempo en la capital, la cosa choca. Cuando termines la mili habrás echado fuera el pueblo. Les pasa a todos. PICAZA.- A... a saber, eso nunca se sabe. DESI.- Bueno, cuenta, ¿qué novedades hay por el pueblo?»
«Oye, el que ya ni la amuela es tu amigo Iroco. / Ah, ¿Iroco? / Sí Gabriel, qué amiguitos tienes. / No, es que apenas los conozco, no sabía que fueran tan groseros. Con la que me llevaba muy bien era con tu prima Silvia. Sí, aquí te espero.»
«-¡Este dobladillo de ojo parece que lo hizo un bizco, hija! No sé cuándo vas a aprender a bordar, a ver si te pongo la puntada del repulgo. -Ya ni la amuela, mamacita, ya ve que al repulgo tampoco le hago, mejor déme usté su licencia para ir a la cocina. Cipriana está preparando el dulce de cabello de ángel, ándele, no sea mala, ¿puedo ir a ayudarle? -No, hija, estamos en plena Cuaresma y de la tentación hay que alejarse. Ven acá tú, Soledad, a ver si puedes dirigirle a tu hermana este dichoso dobladillo; ya ves, yo con estos ojos que no veo más allá de mi nariz.»
«En todo caso si los poblados necesitan madera para construcción de sus casas y leña, es mejor que primero se cubran las necesidades locales y después se venda lo que sobre. Si el monte está muy amolado o descuidado, de todas maneras hay que cultivarlo y aprovechar la cosecha. Además si hay poco monte hay que ahorrarlo al máximo, haciendo las tortillas y los frijoles en estufas rústicas que no quemen tanta leña.»
«Don Lauro ni se imaginaba que don Leonardo era compadre de don Jorge Solórzano. Don Leonardo ahora está bien amolado. Por una parte la golpiza que le dio don Lauro no se la quita nadie, por eso anda paseándose con sus lentes oscuros, porque tiene los ojos bien morados.»
«Una muger de un rústico labrador tenía amores con un licenciado, el qual era compadre de su marido. Y el labrador combidóle un día a un par de perdizes. Como la muger las huviesse assado y se tardassen, y a ella le creciesse el apetito, se las comió. Venidos a comer, no tuvo otro remedio sino dar a su marido la cuchilla que la amolase. Estándola amolando, acercósse al licenciado y dixo: "Yhos de presto, señor, que porque mi marido ha sabido de nuestros amores, hos quiere cortar las orejas. ¿No veys cómo amuela la cuchilla?" Él entonces dio de huyr. Dixo la muger: "Marido, el compadre se lleva las perdizes." Saliendo el labrador a la puerta con la cuchilla en la mano, de- /[c j r]/ zía: "¡Compadre, a lo menos la una!" Respondió el licenciado: "¡O, hideputa! ¡Ni la una, ni las dos!"» [Textos Lemir: El sobremesa y alivio de caminantes, de Joan Timoneda. Impreso en 1569]
«Un señor se levanta en la madruga debido a un fuertísimo dolor de muelas, sin pensarlo llama al dentista. -¿Bueno? -Doctor, discúlpeme que le llame a esta hora, pero no soporto el dolor, ¿me prodría atender ahora? -¿Ahora?, señor, son las 3 de la mañana, espere a mañana y lo atenderé a las 10:00 A.M. en mi consultorio. -Pero doctor, no lo aguanto. -Mire, tómese dos mejorales y repita en voz baja en su baño: "Esta muela no me amuela... esta muela no me amuela... esta muela no me amuela" y verá que rápido desaparece el dolor. La mente puede más que el cuerpo. Buenas noches y nos vemos mañana temprano.»
«Es amolado sentirse triste sin saber el motivo y sin conocer el remedio. (PAUSA) ¡Qué diablos! ¡Son las ocho de la mañana! Voy a buscármelas por ahí. A ver si tengo suerte. (UN RODEO) Si fueran las ocho de la noche, me compraría una mula de anisado, mejor de pisco, para mí solito. Hace frío. (OTRO RODEO) Ojalá que haya secado mi chompa.»
«UNO: Es amolado amanecer con la boca seca. DOS: Debe de ser porque también estoy mal del hígado. UNO: Si el trago te hace estragos, no debes seguir chupando, ¿verdad? DOS: Siempre me lo prometo, siempre digo: esta es la última... UNO: Y siempre le das a la botella.»
«Trabalenguas: Amuela la mala muela a la abuela Manuela, a Manuela la abuela la mala muela amuela.»
«Elías sigue empeñado en que apoyará al partido pero no a la candidata, pero la piedra que más chima en el zapato es Mario Hasbum porque está empeñado en ir de diputado o de parlamentario, además de una posición en el Comité Central. Y amuela y amuela, más que Roma que como es tranquilo, si le dan bueno, y si no también. Pero la jodarria es Hasbum.»
«Fíjese que no es tan fácil, pues si hacemos cuentas, allá por 1936 éramos, si acaso, unos ochocientos mil habitantes y a estas alturas sin duda, llegamos a los doce millones. Por su puesto que las mejoras de todos modos las pagamos los vecinos. La única que sigue siendo el martirio de los habitantes de la ciudad es EMETRA, que amuela y amuela sin que haya remedio a sus abusos.»
«Si no quieres buscarlos porque no sabes como, por flojera o de plano te sientes más a gusto aprendiendo aquí en mi escuelita, la cosa es sencilla, simplemente mándame un correo con el cartero de las patas planas y apestosas que se llama E-milio a esta dirección: ..., con tus dudas y preguntas, sin importar si estas parecen tontas o no, acuérdate de que el que no pregunta se amuela y no entiende la clase y luego luego antes de lo que canta un perro te mando de retache la respuesta correcta.»
«"Entrada la noche y muy cerca de la orilla de la laguna, Retamal me dijo: "A que mato a esta mujer. Me amuela tanto y tiene relaciones quizás con quién". "Me di vuelta y veo a la mujer tendida en el suelo, degollada con una navaja. La desnudó rápido y amarrándole piedras arrojó el cadáver a la laguna. "Después, Retamal me amenazó con la misma navaja. Que si decía algo otro tanto me pasaría.»
«Vive Dios, niño, que con este carro,65
que como babador traigo vestido,
he hecho yo más daños que hizo el Draque,
amolando tijeras a los sastres
amolando cuchillos de escribanias,
con que tajan las plumas70
los escribanos; pues en este tajo
todo hombre se condena
cerca del Tajo, en soledad amena.»