Monos en la cara

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

ARCHIVO DE CONSULTAS

¿Qué significa la expresión tener monos en la cara?

¿qué mira(s)? ¿es que tengo monos en la cara?

was schaust du mich so komisch an? /

was schaut er mich so komisch an?

was starrst du mich so an?

was starrt er mich so komisch an?

en su casa es el último mono

zu Hause hat er nichts zu melden

todos me miran, debo tener monos en la cara

warum sehen mich alle so komisch an?

ni que tuviera monos en la cara

komisch wie die Leute mich anstarren

¿qué miras? ¿es que tengo monos en la cara?   

was starrst du mich so an?

ist was?

por la forma en que me miran debo tener monos en la cara

warum schauen mich die Leute so komisch an?

 

«La letra cuf significa "mono" (cof), el símbolo de risa del mes de Adar. De acuerdo con el modismo "tener monos en la cara", la cuf también simboliza mascarada, un alegre disfraz como se utiliza en Purim. Antes del milagro de Purim, Di-s Mismo "ocultó Su rostro" de Sus hijos de Israel (en la historia completa, cono está relatada en el libro de Ester, Su Nombre no aparece ni siquiera una vez). Al ocultar en un primer momento nuestra identidad, pretendiendo ser alguien distinto, se revela la más íntima esencia de nuestro verdadero ser. En Purim llegamos al nivel de "la cabeza incognosible" ("la cabeza que no se conoce a si misma, ni es conocida por otros"), el estado de total ocultamiento existencial del propio ser hasta para uno mismo, con el objetivo de "hacer nacer" un ser completamente nuevo dentro de nosotros.» [Cabalá y Vida Moderna]

tener monos en la cara en textos y contextos

 

«¿Qué porras miras con esa sonrisita? ¿Tengo monos en la cara

«-¿Se puede saber qué miras tanto? ¿Tengo monos en la cara? -¿Por qué dices eso?»

«Es que me cae gordo que aquel se nos quede viendo como si tuviéramos monos en la cara

«¡Qué pasa, ¿tengo monos en la cara para que te quedes mirándome?»

«El viaje será más entretenido con ellos... Son gente sana, fuerte... los cuatro llevan pistola... ¿Por qué te vuelves tantas veces y te agitas como si tuvieras agujas en el asiento? ¿Eh? ¡Cuidado, amigo! ¿Tengo monos en la cara? Lo único que tengo interesante son mis revólveres... Espera, voy a sacarlos y te los enseñaré... Espera...»

«Hola!, soy Unai y acabo de aterrizar en este mundo. Nada más llegar me he dado cuenta de que no soy el único que acaba de llegar (aunque por la forma en que me miran los que me rodean o han estado esperando mucho tiempo o sino debo tener monos en la cara).»

«¿Qué pasa, por qué os reís todos? Cuando me miráis a mí... ¿qué pasa? ¡no tengo monos en la cara!... y es que yo soy así... no os dáis cuenta que somos gente rara... somos feos porque... mi prima nos dio un tetazo y nos dejó a todos así...»

«Corrí enseguida a Jefatura para disculpar mi larga ausencia con cualquier excusa, comprobé con alivio que no había habido ninguna incidencia particularmente importante. De lo que sí me acuerdo es de las caras que los compañeros mostraban ante mi presencia. A uno le contesté mal, como preguntando "qué tripa se te ha roto" o que "si tenía monos en la cara (yo)"; pero son estas prebendas que me eran permitidas, no por mi condición de jefe, sino por la de veterano.»

«Despues de saber mi nueva situción, una vuelta por la ciudad no me hizo mal. Regresé con la mente y las ideas más claras, tuvo exito la relajación, tanto así que me parecía que tenía monos en la cara, ¿por qué me mira hoy la gente?, le pregunté a una amiga; es tu luz... respondió...»

«Neeson sonrie mientras recuerda el rodaje en el calor del desierto de Túnez; donde las temperaturas podían superar fácilmente los 50 grados. "Estaba filmando una escena con Jar Jar (La criatura digitalmente creada que acompaña a los Jedis en sus aventuras), llevando un postizo de cabello, cuando el pegamento que me habían puesto en el pelo cristalizó y se volvió blanco, como polvo de talco. Morag, mi maquilladora estaba allí y le dije que me preocupaba como iba a aparecer en la pantalla; cuando ella me dijo: Podrías tener monos en la cara que en esta escena en particular la gente no lo notaría, mira este espacio... (donde Jar Jar sería añadido posteriormente con tratamiento digital), es ahí donde estarán mirando".»

«Miguel echa mano de su cartera, voy a pagar niña, porqué le ha llamado niña, no quiere llamarla así, no quiere llamarla niña ni recitarle versos, para qué sirven los versos y aún así no puede evitarlo, se levanta, deja ir la mano de Lili, deja el recuerdo de una habitación con una cama diminuta en una esquina y una estantería llena de libros de cuentos y muñecos de peluche, se acerca a la barra. Pero no puede evitar desviar la mirada hacia la mesa vecina y encontrarse con los ojos insolentes del tipo del pecho velludo, la mirada cargada de violencia estúpida, de maldad primitiva, de simiesca arrogancia. -Qué pasa, colega. ¿Tengo monos en la cara o qué? Miguel no se mueve, no contesta. Se ha quedado inmóvil, como hechizado. El otro se tensa, duda por un instante, pero de inmediato se envalentona, está en su territorio. -Eres muy chulo tú, ¿no tío?»

«La conversación ya no dejaba lugar a dudas sobre sus protagonistas y Wells se volvió convencido de que detrás de él estaban, al menos, dos de los Hermanos Marx. Efectivamente, y aunque menos reconocibles que con sus habituales trajes de las películas, allí estaban en persona Groucho y Harpo Marx. -¡Eh, usted! - gritó Groucho a Wells - ¿es que acaso tengo monos en la cara?; al menos yo les doy cacahuetes de vez en cuando. -(Wells, cortado por la respuesta) Perdone, es que he creído que...»

«Luis ya sabe que cuando pido tabaco sin desleír, es que algo me ocurre, frunció el ceño y me observó fijamente. ¿Qué pasa?, ¿Tengo monos en la cara? Nada, hombre nada, no te pongas así, ni que hubiera perdido el Numancia... Bueno, pues déjame en paz, ¿vale? Que, ¿mal rollo con la parienta? Pero ¿tú eres gilipollas o que te pasa?, ¿Quién te manda meterte en la vida de los demás? Esta bien Julito, tranqui hombre, que no sé nada, no quiero saber nada y no quiero que me lo cuentes, ¿vale? Luisito, tío, vete a la mierda. Igualmente caballero, hasta luego. Hasta luego.»

«En el comedor las cosas estaban muy raras, Nabiki mostraba su cara de mayor frialdad a Robert quien por alguna extraña razón no dejaba de mirarla. Nabiki muy incomoda "Que tengo monos en la cara". Robert saliendo de sus pensamientos "No solo veía lo hermosa que eres!" Nabiki se sonrojo como nunca en su vida había sucedido al recibir un piropo.»

«Vamos a ver..... me he tirado 10 minutos marcando numeritos para nada.... por si fuera poco he estado otros 10 minutos esperando a que alguna de ustedes me atendieran personalmente, la primera chica que me atendió era de la sección o departamento o de lo que sea de Tarifas y me paso con Ud. Que es la encargada de las facturas y hora me dice Ud. Que tengo que volver a la chica anterior ¿ pero que mierda de organización es ésta? ¿Es que se quieren reír de los clientes? O ¿es que tengo monos en la cara, mastico bombillas o chupo la bola del pasamanos de la escalera? ....¿Me quiere solucionar mi problema de una puñetera vez por todas?»

«Nuestro Director la partió en trozos y comenzó a distribuirlos. Primero a las profesoras y muchachas y luego a los profesores y alumnos. Como era muy goloso, el Prof. Rodolfo Delgado comenzó primero. Todos lo miramos y empezamos a reírnos a carcajadas. -¿Qué es lo que pasa? - preguntó. ¿Tengo monos en la cara? Entre risas le explicamos que tenía la boca y sus alrededores manchados de color rojo, amarillo y azul.»

«-Bueno ¡nos estamos yendo del tema!- interrumpió Ginny, poniendo fin a la discusión. Los otros se quedaron mirándola con la boca abierta, asombrados. Harry estaba pensando que quizás Ginny había perdido su timidez, cuando ella exclamó: -¿Por qué me miran así? ¿Tengo monos en la cara? Eso disipó todas sus dudas. Saltaba a la vista que Ginny estaba agarrando confianza en eso de hablar con más soltura.»