Oración adverbial reanalizada como sustantiva |
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En oraciones del tipo “Javier ha estado muy cerca/lejos de que lo nombraran director”, ¿podemos considerar “que lo nombraran director” como una subordinada sustantiva en función de Complemento del adverbio “cerca”? Y si es así, ¿Cuál sería la función sintáctica de toda esta parte: “muy cerca de que lo nombraran director”, atributo, CCLugar? Pero por otra parte, ¿podría considerarse simplemente una subordinada adverbial de lugar –no físico-, porque podemos sustituirlo todo por “allí” o sea, “en aquel punto”?
En la oración: “Por suerte pararon antes de llegar a las manos”, ¿debe también considerarse sustantiva en función de Complemento adverbial?, o es válido considerar esta parte “antes de llegar a las manos” como subordinada adverbial de tiempo, puesto que puede sustituirse por un adverbio “entonces”?
Tradicionalmente se ha entendido que la preposición (o locución prepositiva) unida a la conjunción que, que encabeza una oración subordinada sustantiva en función de complemento circunstancial (CC) constituyen una conjunción subordinante (locución conjuntiva). La preposición y conjunción asumen el papel de transpositor y tienen un funcionamiento y significado unitarios (causa, fin, tiempo, modo, condición, consecuencia, etc.).
Pero hay autores que encuentran razones para considerar que la preposición y la conjunción que son independientes, pues en los casos en que es posible que el verbo de la oración subordinada sea un infinitivo basta con la presencia de la preposición:
No pude venir por tener un compromiso con un cliente.
No pude venir porque tenía un compromiso con un cliente.
Aunque esto no sucede con todas las locuciones conjuntivas que introducen una oración subordinada con función de CC: las constituidas por algunos adverbios seguidos de la conjunción que: así que, luego que, siempre que, ya que, aunque, etc., o algunas de las constituidas por un SN + la conjunción que: una vez que, cada vez que, etc.; o por un participio en masculino singular y la conjunción que: puesto que, dado que, salvo que, etc., cuyos componentes suelen ser inseparables y no pueden introducir una oración con un verbo en infinitivo.
La preposición o locución prepositiva + conjunción que se puede interpretar como unidad léxica con comportamiento sintáctico unitario (locución conjuntiva), que introducen una oración en función de CC. Pero también cabe siempre la posibilidad de dar cuenta de cada uno de los elementos de la locución conjuntiva y observar si funcionan también por separado.
Así antes de que, después de que, etc. se suelen analizar como una unidad que podría formar parte de las llamadas “locuciones conjuntivas”, cuyo funcionamiento sería el de una conjunción. La oración funcionaría como una subordinada adverbial (en función de CC). Sin embargo, hay razones para analizar los adverbios antes y después como núcleo de una sintagma adverbial cuyo adyacente es una oración subordinada que va precedida de la preposición de, que marca la dependencia de la misma respecto del núcleo adverbial. Los adverbios mantienen su autonomía sintáctica y su significado. Por ejemplo el adverbio cerca:
Ha estado cerca.
Ha estado cerca del director.
Ha estado cerca de que lo nombraran director.
Una oración adverbial se puede reanalizar como una oración sustantiva cuando el adverbio que precede a que o a una preposición + que puede funcionar de forma independiente y cuando la preposición se mantiene sin la conjunción que ante un infinitivo. De modo que las oraciones estaría introducidas por la conjunción que y serían, por tanto, sustantivas. Como estas oraciones sustantivas van precedidas de la preposición propia de los CC, son sustantivas en función de CC. No obstante, las oraciones causales y finales suelen incluirse en el grupo de las adverbiales impropias o circunstanciales.
Así se entiende en la tradición gramatical que porque y para que introducen oraciones causales y finales respectivamente, son dos conjunciones o dos locuciones conjuntivas. Así las secuencias porque era muy valiente y para que estés más cómoda constituirían oraciones subordinadas, segmentables en la forma [porque] [era muy valiente] y [para que] [esté más cómoda].
Cabe también pensar, sin embargo, que porque era muy valiente o para que estés más cómoda son grupos preposicionales formados por una preposición —por o para— y una oración subordinada sustantiva introducida por que, lo que da lugar a las segmentaciones [por] [que era muy valiente] y [para] [que estés más cómoda]. Argumento a favor de esta interpretación: el lugar de la subordinada sustantiva puede ser ocupado por un grupo nominal o por un pronombre: por su valentía, por eso, para su comodidad, para eso.
La función complemento circunstancial (CC) es propia del adverbio (Llegó ayer), pero también la puede desempeñar un sustantivo sin preposición (grupo nominal) o con preposición (grupo preposicional):
El director nos recibirá el lunes. (CC)
Los niños se despertaron Por el ruido. (CC)
Los niños se despertaron porque había mucho ruido en la calle. (CC)
Pueden ser término de una preposición:
un grupo nominal: con una pequeña ayuda;
un grupo adjetival: desde muy pequeño;
un grupo adverbial: desde detrás de la puerta;
un grupo preposicional: salió de entre unos matorrales;
oraciones subordinadas sustantivas en sus diversos tipos: la noticia de que había habido un terremoto; la razón de cambiar de trabajo; preocupado por cómo fueran a ir las cosas.
oraciones de relativo sin antecedente expreso, que se asimilan a los grupos nominales: háblame de lo que te preocupa.
El grupo preposicional (preposición + su término) puede desempeñar la función de complemento de régimen y constituir un elemento argumental, es decir, exigido (contar con su amistad). También puede ser un complemento adjunto, es decir, no exigido (contar con los dedos).
El grupo preposicional actúa como modificador de varias clases de palabras: verbos, sustantivos, adjetivos y adverbios.
Ejemplos de segmentación:
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Ha estado |
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cerca |
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de |
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que lo nombraran director |
verbo copulativo |
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adverbio |
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preposición marca funcional |
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subordinada sustantiva – término de una preposición |
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grupo preposicional que complementa a un adverbio |
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atributo adverbial |
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Análisis alternativo sería considerar cerca de como locución preposicional que forma el grupo preposicional: cerca de que lo nombraran director.
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Por suerte pararon |
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antes |
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de |
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llegar a las manos |
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adverbio |
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preposición marca funcional |
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grupo preposicional complemento de adverbio |
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complemento circunstancial: oración subordinada sustantiva temporal |
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Análisis alternativo sería considerar antes de como locución preposicional que forma el grupo preposicional: antes de llegar a las manos.
Término: palabra o grupo de palabras introducidas por una preposición. Las preposiciones introducen un término y forman con él un grupo preposicional. Las subordinadas sustantivas pueden ejercer la función de término de una preposición. Los adverbios admiten subordinadas sustantivas como complemento preposicional.
Marca de función o índice funcional: unas preposiciones poseen contenido léxico (bajo, durante, entre, según) y otras, gramatical (a, de), que constituye una marca de función, necesaria para la aparición de los complementos preposicionales.
Grupo preposicional
El grupo preposicional está formado por una preposición y su término. Puede ejercer la función de: complemento del nombre (La cuestión de cómo salir exitoso ~ cómo se sale exitosamente); del adjetivo (partidario de que cambien al entrenador); del verbo (Me acuerdo de que te gustaba el teatro) y de ciertos adverbios (después de que amanezca). La oración subordinada puede también constituir el término de las preposiciones o locuciones preposicionales no regidas específicamente por ningún predicado: sin que ello me afecte; a pesar de que hoy es fiesta; gracias a que estabas allí; a costa de que los demás se fastidien.
Citas
«Locuciones preposicionales. Criterios de delimitación
Las locuciones preposicionales o prepositivas son agrupaciones de palabras que adquieren conjuntamente el sentido y el funcionamiento gramatical de las preposiciones, como a causa de, en orden a, por culpa de, bajo pena de, etc. Estas unidades léxicas se crean mediante mecanismos productivos que permiten gramaticalizar significados mucho más específicos que los que designan las preposiciones simples. Como sucede con otras locuciones, la clase formada por las preposicionales consta de numerosos miembros y se aproxima a los paradigmas abiertos, aunque no llegue a serlo realmente.
Resulta controvertido el análisis de secuencias como delante de la casa y otras similares formadas con detrás, encima, cerca, enfrente, etc., seguidos de la preposición de. Una opción es analizarlas en la forma [delante de] [la casa], donde el primer segmento se interpreta como locución preposicional y el segundo, como su término.
Otra es elegir la variante [delante] [de la casa], de forma que si delante es adverbio en Estaba delante, lo sigue siendo en Estaba delante de la casa. En este último caso, de la casa es el complemento del adverbio. Se optará aquí por este último análisis, que evita adscribir una misma palabra a dos categorías distintas en secuencias que ponen de manifiesto propiedades gramaticales muy semejantes.
Presentan similares opciones de análisis muchas construcciones formadas sobre sustantivos, como a cubierto, a distancia, a la derecha, a la inversa, a la puerta y otras semejantes, todas las cuales se construyen con de. En efecto, también en estos casos es posible prescindir del segmento encabezado por la preposición de, lo que da lugar a alternancias como Estaba a la derecha de la mesa y Estaba a la derecha.
Unos gramáticos entienden que a distancia, a la inversa, a la puerta, etc., son locuciones adverbiales que seleccionan un complemento, esté expreso o sobrentendido: [a la derecha] [de la mesa]. Frente a esta interpretación, que parece la más probable, otros consideran que la preposición de se integra en una locución preposicional, por tanto [a la derecha de] [la mesa]».
[RAE: Nueva gramática de la lengua española. Manual. Madrid, 2010, § 29.3.1 ss.]
Oración adverbial reanalizada como una oración sustantiva
«Locuciones conjuntivas. Criterios de delimitación
Suele entenderse en la tradición gramatical que porque y para que, introductores prototípicos de las oraciones causales y finales respectivamente, son dos conjunciones o dos locuciones conjuntivas. Desde este punto de vista, las secuencias porque era muy valiente y para que estés más cómoda constituyen oraciones subordinadas, segmentables en la forma [porque] [era muy valiente] y [para que] [esté más cómoda].
Cabe también pensar que porque era muy valiente o para que estés más
cómoda son grupos preposicionales formados por una preposición —por o para— y una oración subordinada sustantiva introducida por que, lo que da lugar a las segmentaciones [por] [que era muy valiente] y [para] [que estés más cómoda]. Un argumento a favor de esta última segmentación es que el lugar de la subordinada sustantiva puede ser ocupado por un grupo nominal o por un pronombre: por su valentía, por eso, para su comodidad, para eso. Incluso es posible la combinación de ambos tipos de construcción: Permanecí inmutable por desidia y porque no me preocupaba si de verdad tenía o no razón (Delgado, Mirada). Un argumento en contra es, en cambio, la dificultad de coordinar la subordinada sustantiva con otra semejante: *Se hará porque tú lo quieres y que los demás están de acuerdo. Este tipo de coordinación se obtiene algo más fácilmente con la preposición para, como en Una trampa para que nunca dejemos de empujar y que todo siga igual (Bucay, Recuentos), pero no es tampoco común en los textos. En las secciones que siguen se mantendrá el término tradicional oración subordinada para designar estas construcciones, aunque se aceptará la doble segmentación que permite asignar a secuencias como porque era un cobarde la estructura «conjunción subordinante + oración» o bien la estructura «preposición + oración subordinada sustantiva»».
[RAE: Nueva gramática de la lengua española. Manual. Madrid, 2010, § 46.2.1a-b]
«Se denominan tradicionalmente oraciones subordinadas sustantivas (también cláusulas sustantivas o proposiciones sustantivas, además de oraciones completivas) las que desempeñan las funciones características de los sustantivos o de los grupos nominales (sujeto, complemento directo, término de la preposición, etc.). Así, el segmento subrayado en Los trabajadores deseaban que les subieran el salario un quince por ciento es una subordinada sustantiva que desempeña la función de complemento directo. Es indicio, además, de su naturaleza sustantiva el que puedan coordinarse con grupos nominales, como en Los trabajadores deseaban que les subieran el salario y mejores condiciones de trabajo, o alternar con ellos, como en Los trabajadores deseaban {que les subieran el salario ~ una subida de salarios}. Las subordinadas sustantivas se pueden sustituir por pronombres neutros: Los trabajadores deseaban eso; Los trabajadores lo deseaban». [RAE: Nueva gramática de la lengua española. Manual. Madrid, 2010, § 43.1.1a]
«Desde el punto de vista de la función que desempeñan, las oraciones subordinada sustantivas se asimilan a los demás segmentos nominales. Pueden, por tanto ejercer la función de sujeto (Conviene que aproveches el tiempo; Es curioso quién lo dice), la de objeto directo (Esperamos que se reponga usted pronto; Ya veré cómo puede hacerse) y la de término de preposición. En este último caso, el grupo preposicional resultante puede complementar a un verbo (Me acuerdo de que te gustaba el teatro Depende de quién lo dijera), a un nombre (la posibilidad de que venga, el misterio de qué llevaba), a un adjetivo (partidario de que cambien al entrenador, sorprendido de cuánto gastaba) o a ciertos adverbios (después de que amanezca, independientemente de quién lo dijera). En la mayoría de los ejemplos anteriores la preposición está regida (en el sentido de pedida o seleccionada por un núcleo), pero en algunos de ellos (la posibilidad de…, después de…) se suele considerar una marca de función, presente en unas lenguas y ausente en otras. Por otra parte, las subordinadas sustantivas pueden ser término de preposiciones no seleccionadas, como sin en Entraron en la casa sin que nadie se diera cuenta.
Se ha debatido si las subordinadas sustantivas pueden ejercer la función de complemento indirecto. Parecen hacerlo en un limitado número de construcciones formadas con los llamados verbos de apoyo (dar importancia a que..., dar tiempo a que..., prestar atención a si...) u otros asimilados a estos (conceder preferencia a que..., atribuir el problema a que...). El grupo que forman la preposición a y la subordinada suele admitir en estos casos la sustitución por el pronombre dativo le (No des importancia a que dijera eso > No le des importancia). Aun así, también es posible que la subordinada se sustituya por pronombres personales tónicos sin doblado. Esta es una característica de los complementos de régimen (No da tiempo a que reacciones > No da tiempo a ello). En ausencia de doblado o duplicación se rechazan en esta pauta los complementos indirectos: No dieron oportunidad al ministro > *No dieron oportunidad a él».
[RAE: Nueva gramática de la lengua española. Manual. Madrid, 2010, § 43.1.2c; § 43.1.2d]
«Como sucede con otras categorías, cuando el grupo preposicional formado por la preposición y la subordinada sustantiva depende de un nombre, puede constituir un complemento de régimen. Es el caso del subrayado en su insistencia en que la situación es buena, que coincide con el que selecciona el verbo insistir. Sin embargo, cuando el complemento del sustantivo representa el sujeto o el objeto directo del verbo que da origen a ese sustantivo (probar algo > la prueba de algo), el verbo no selecciona la preposición, y el complemento no se considera de régimen. La preposición (siempre de en estos casos) suele considerarse una marca de función. No está presente en otras lenguas y se omitía a menudo en el español antiguo: E la infanta doña Vrraca [...] E la infanta doña Vrraca, […] ovo miedo que lo mataría, & fuese para el rey don Sancho quanto más pudo (Cid)». [RAE: Nueva gramática de la lengua española. Manual. Madrid, 2010, § 43.2.4d]
«Las subordinadas sustantivas declarativas pueden ser término de una preposición, ya dependan de un verbo (Te expones a que te descubran; Basta con mirarla), ya de un nombre (su alusión a que los plazos no eran suficientes), de un adjetivo (un plan consistente en mejorar la distribución) o de un adverbio (antes de que te cases). El grupo preposicional resultante puede ser complemento de régimen (No te olvides de que contamos contigo) o adjunto (Trabaja para que coman sus hijos). Las subordinadas sustantivas que son término de preposición se sustituyen por los pronombres neutros ello, eso, qué: Confío en que lo atiendan bien > Confío en eso; ¿En qué confías? En esto coinciden con las de sujeto y complemento directo pero a diferencia de ellas no pueden omitirse, ya que los términos de preposición no pueden quedar tácitos.
No todas las preposiciones aceptan por igual subordinadas sustantivas. En efecto, las admiten fácilmente a, con, de, en y por, mientras que raramente se construyen con ellas ante, bajo o hacia. Se atribuye esta diferencia a que el carácter locativo de sus complementos las hace incompatibles con las nociones abstractas que expresan las subordinadas sustantivas. Sin embargo, cuando los complementos de lugar se reinterpretan como situaciones, pueden estar representados por subordinadas sustantivas, como en próximo a ser operado, entre que te quedes y que te marches, encima de que te esperé, tras hablar con ella, etc. Mediante un proceso similar, se interpretan con valor final las subordinadas sustantivas introducidas por a que dependen de ciertos verbos de movimiento».
[RAE: Nueva gramática de la lengua española. Manual. Madrid, 2010, § 43.2.4a,b]
«”Adverbio + que”. Esta pauta da lugar a la conjunción aunque, así como numerosas locuciones conjuntivas como bien que, mal que, maguer(a) que, malgrado que, siquiera que, ahora que, así que, enseguida que, luego que, mientras que, ya que y la antigua pues que (‘puesto que’), propia de la lengua literaria en español actual. Cabe añadir siempre que en la interpretación condicional, no tan claramente en la temporal. Algunos autores agregan a esta serie antes que y después que, pero tal adición presenta problemas, como se explicará en el § 31.6.2f. No se consideran locuciones aparte de que, encima de que, además de que y otras combinaciones similares que siguen la pauta «adverbio + grupo preposicional».
[RAE: Nueva gramática de la lengua española. Manual. Madrid, 2010, § 31.6.1b]
«Es sumamente controvertida la clasificación de algunas partículas subordinantes como conjunciones o como adverbios (especialmente si son relativos), ya que los gramáticos valoran de forma diversa los argumentos que se suelen aducir en un sentido o en otro.
Antes que y después que han sido consideradas conjunciones subordinantes por algunos autores. Sin embargo, antes y después mantienen sus propiedades adverbiales en esta construcción, ya que, mientras que las conjunciones no admiten cuantificación de grado, estas expresiones cuantificativas pueden preceder a antes (de) que y después (de) que, tanto si aparece la preposición de como si no es así: Me levantaba mucho antes que amaneciera (Allende, Casa); […] ocho años después de que la divisaste por última vez (Dorfman, Nana)».
[RAE: Nueva gramática de la lengua española. Manual. Madrid, 2010, § 31.6.2; § 31.6.2f]
«Suele entenderse en la tradición gramatical que porque y para que, introductores prototípicos de las oraciones causales y finales respectivamente, son dos conjunciones o dos locuciones conjuntivas. Desde este punto de vista, las secuencias porque era muy valiente y para que estés más cómoda constituyen oraciones subordinadas, segmentables en la forma [porque] [era muy valiente] y [para que] [esté más cómoda].
Cabe también pensar que porque era muy valiente o para que estés más cómoda son grupos preposicionales formados por una preposición —por o para— y una oración subordinada sustantiva introducida por que, lo que da lugar a las segmentaciones [por] [que era muy valiente] y [para] [que estés más cómoda]. Un argumento a favor de esta última segmentación es que el lugar de la subordinada sustantiva puede ser ocupado por un grupo nominal o por un pronombre: por su valentía, por eso, para su comodidad, para eso. Incluso es posible la combinación de ambos tipos de construcción: Permanecí inmutable por desidia y porque no me preocupaba si de verdad tenía o no razón (Delgado, Mirada). Un argumento en contra es, en cambio, la dificultad de coordinar la subordinada sustantiva con otra semejante: *Se hará porque tú lo quieres y que los demás están de acuerdo. Este tipo de coordinación se obtiene algo más fácilmente con la preposición para, como en Una trampa para que nunca dejemos de empujar y que todo siga igual (Bucay, Recuentos), pero no es tampoco común en los textos. En las secciones que siguen se mantendrá el término tradicional oración subordinada para designar estas construcciones, aunque se aceptará la doble segmentación que permite asignar a secuencias como porque era un cobarde la estructura «conjunción subordinante + oración» o bien la estructura «preposición + oración subordinada sustantiva».
[RAE: Nueva gramática de la lengua española. Manual. Madrid, 2010, § 46.2.1a,b]