Paradigma - sintagma

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

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¿Qué singnifica la palabra Paradigma?

La palabra paradigma viene del griego παράδειγμα (parádeigma) que significa ‘modelo’, ‘muestra’, ‘patrón’, ‘molde’, ‘ejemplo’, ‘ejemplar’. Derivado del verbo griego déiknymi que significa 'yo muestro'.

En sentido general, se usa la palabra paradigma en el sentido de 'ejemplo', 'modelo':

Este hombre es el paradigma de la paciencia. =

Este hombre es un modelo de paciencia. =

Este hombre tiene una forma ejemplar de paciencia.

Este nuevo paradigma de aprendizaje representa un alejamiento del instruccionismo en favor del constructivismo.

Un nuevo paradigma de igualdad en la vida personal, familiar Mujeres y Hombres.

Se han generado fisuras en el arraigado paradigma de la Educación Superior.

Linux, Freedows y el Paradigma de Internet Cooperativo.

Siglo XXI un nuevo paradigma de la politica.

En filosofía de la ciencia se hizo famosa la teoría de Thomas Samuel Kuhn (1922-1996), en su obra "La estructura de las revoluciones científicas", de 1962, sobre la evolución de la investigación científica. Según Thomas Kuhn se produce una revolución científica cuando un modelo explicativo se agota o ha resultado insuficiente para explicar todos los hechos de experiencia. Entonces alguien crea un nuevo modelo explicativo, un nuevo paradigma y se comienza a ver el problema desde la perspectiva del nuevo paradigma. Todos los experimentos irán ahora en esa dirección. Kuhn define la noción de "paradigma" de la siguiente manera:

"Considero a los paradigmas como realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica".

En astronomía ha habido varios paradigmas: Aristóteles trabajaba con el modelo o paradigma geocéntrico, todo gira alrededor de la tierra. Luego vino la revolución científica de Copérnico con el nuevo paradigma heliocéntrico: todo gira alrededor del sol. Los paradigmas son, por tanto, macroterías aceptadas por toda la comunidad científica y en torna a las cuales se realiza la investigación, hasta que se vea que son insuficientes para explicar todos los fenómenos que registra la ciencia. Entonces hay que cambiar de paradigma, buscar un nuevo modelo para explicar los nuevos fenómenos. La geometría de Riemann cambió la de Euclides por un nuevo paradigma; la teoría del espacio de Einstein, la de Newton. La física cuántica trabaja con un paradigma que no es el de la física newtoniana.

En lingüística se entiende por paradigma cada uno de los esquemas formales en que se organizan las palabras nominales (declinación) y verbales (conjungación) para sus respectivas flexiones. En general, es un paradigma el conjunto de elementos que pueden aparecer alternativamente en un contexto especificado. Por ejemplo en el esquema

El -- salta de alegría.

se puede formar frases como

El padre salta de alegría.

El niño salta de alegría..

El hombre salta de alegría.

El perro salta de alegría.

El amigo salta de alegría.

Desde Ferdinand de Saussure se suelen diferenciar dos clases de relaciones entre los elementos lingüísticos:

§       la relación sintagmática entre los diferentes elementos de una cadena de signos > consideración horizontal de la cadena de signos lingüísticos:

§       la relación paradigmática entre un elemento y los que lo podrían sustituir en otro contexto en la misma cadena y que se excluyen mutuamente > consideración vertical de la cadena lingüística u oración.

 

 

Relaciones sintagmáticas

 

 

 

Relaciones

paradigmáticas

 

 

etc.

 

etc.

 

etc.

 

padre

-...

-...

marido

-...

-...

tío

-...

-...

arquitecto

baco

el

hombre

edific-

-a

un

chalet

este

 

compr-

 

su

 

un

-...

-...

algún

-...

-...

etc.

etc.

etc.

 

El paradigma es, pues, el conjunto ordenado y finito de flexiones de una misma palabra o raíz. El conjunto de formas que sirven de modelo en los distintos tipos de flexión. Es pues un grupo de equivalencias. Conjunto ordenado de las diversas formas en que pueden aparecer ciertas palabras, p.e. los verbos. Conjunto de elementos o formas de una clase gramatical que pueden aparecer en un mismo contexto y que sirven de modelo en los diversos tipos de flexión.

El término se aplica con muy variada extensión. Así, el paradigma de una declinación consiste en la enumeración ordenada convencionalmente de todos y cada una de las formas que un tema, adoptado como modelo, presenta en los diversos casos gramaticales. En el verbo, podemos hablar de paradigma de la primera, segunda, tercera … conjugación, el cual está compuesto por los paradigmas de los distintos tiempos. El paradigma del tiempo consiste en la enumeración convencionalmente ordenada de las formas que presentan las tres personas del singular y las tres del plural, en dicho tiempo, considerado como arquetipo.

«Paradigma

En el sentido amplio, se llama paradigma toda clase de elementos lingüísticos, sea cual fuere el principio que lleva a reunir esas unidades. En este sentido se considerarán como paradigmas los grupos asociativos de que habla Saussure, cuyos elementos no están ligados sino por asociaciones de ideas. Asimismo, Jakobson parece basar a veces la relación paradigmática en la simple similaridad, en esa “asociación por semejanza” de que hablaba la psicología asociacionista (que, como Jakobson, incluía en ella la asociación por contraste).

Frente a la multitud de criterios divergentes sobre los cuales podría basarse la noción de tales paradigmas, muchos lingüistas modernos procuraron definir un principio de clasificación que esté ligado únicamente a la función de las unidades en el interior de la lengua. Puesto que las relaciones sintagmáticas parecen, en gran medida, específicas de cada lengua particular, se propuso fundamentar sobre ellas los paradigmas lingüísticos: en este sentido, estrecho, dos unidades u y u’ pertenecen a un mismo paradigma si – y únicamente si – son susceptibles de reemplazarse mutuamente en un mismo sintagma.

En otros términos, si existen dos sintagmas vuw y vu1w. De allí la imagen de dos líneas secantes: la horizontal representa el orden sintagmático de las unidades; la vertical, el paradigma de u, es decir, el conjunto de las unidades que habrían podido aparecer en su lugar.

Los textos esenciales están en el Curso de lingüística general, de F. de Saussure, especialmente en los capítulos V y VI.

N.B. : Saussure no emplea el término ‘paradigma’; habla de relaciones y de grupos “asociativos”.»

[Ducrot, Oswald / Todorov, Tzvetan: Dictionnaire encyclopédique des sciences du langage. Paris: Éditions du Seuil, 1972. sp. Übersetzung: Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje. Buenos Aires: Siglo XXI, 1974, p. 131‑132]

Paradigma

En lingüística pueden distinguirse, al menos, tres acepciones del término ‘paradigma’:

  1. Con el significado etimológico de arquetipo, un ‘paradigma’ es un modelo, y aplicado en este sentido a la lingüística, en especial a la gramática tradicional, se llama ‘paradigma’ a cada uno de los modelos, incluidas todas sus formas, de la flexión nominal (declinación) y verbal (conjugación). Por ejemplo, en latín los nombres se declinan siguiendo uno de los cinco ‘paradigmas’, y en español los verbos regulares se conjugan de acuerdo con tres ‘paradigmas’ o modelos. Por extensión, también se llaman ‘paradigmas’ al conjunto de morfemas casuales y verbales empleados respectivamente en una declinación y conjugación de cada una de las unidades gramaticales (nombres, adjetivos, verbos, etc.) en cada uno de los modelos antes citados.

  2. Como miembro solidario de la dicotomía paradigma/sintagma. Saussure estableció en el Curso de lingüística general que todas las unidades (fonológicas, morfológics, semánticas, etc.) de una lengua están vinculadas entre sí formalmente por medio de dos tipos de relaciones: relaciones asociativas y relaciones sintagmáticas. Las primeras (cf asociación), fundadas en el asociacionismo psicológico, unen los signos o elementos de los mismos que, por tener una función lingüística (fonológica, sintáctica, semántica, etc.), son equivalentes y se caracterizan por su sustituibilidad; estas relaciones son de tipo vertical o in absentia y se las ha llamado relaciones paradigmáticas desde que Hjelmslev (1938: 140) les dio este nombre a fin de evitar la connotación psicologista que conlleva el término asociativo. [...]  Por el contrario, son relaciones sintagmáticas las que, basándose en el carácter lineal del lenguaje, mantienen las unidades lingüísticas de un mismo nivel en la sucesión de la cadena hablada o escrita; estas relaciones son complementarias de las anteriores, son de tipo horizontal o in praesentia, ya que necesitan de la alineación de un elemento al lado del otro; el valor de cada unidad o elemento viene dado por el contraste con los elementos que le preceden y los que le sigue.  Después de todo lo dicho, se deduce que un ‘paradigma’ es un conjunto de unidades que pueden conmutar entre sí, es decir, que pueden manifestarse en el mismo contexto y, por tanto, las unidades de un ‘paradigma’ están en oposición entre sí, o sea, rivalizan por manifestarse en el sintagma. Éste se define como el conjunto de unidades del mismo nivel lingüístico en relación de contraste. Los ‘paradigmas’ y los ‘sintagmas’ están sometidos a dos operaciones: la elección y la combinación. En el habla o actuación comunicativa, todo hablante elige una unidad de entre las que constituyen el conjunto del paradigma y la combina en el sintagma con la unidad siguiente de otro paradigma. [ver: PARADIGMATISCH vs SYNTAGMATISCH]

  3. Con el significado de paradigma científico, usado en la investigación científica e introducido por Thomas Kuhn (1975).”

[Alcaraz Varó, Enrique / Martínez Linares, María Antonia: Diccionario de lingüística moderna. Barcelona: Editorial Ariel, 1997, pp. 422-423]

Plano paradigmático vs. plano sintagmático

«En cuanto a la semántica de los adverbios, los hay de significación plena o de significación vacía, meramente referencial o anafórica. Si consideramos la modalidad como una circunstancia, definiríamos los adverbios como la expresión de la circunstancia, invariable en género y número. Como pertenecientes al inventario gramatical de la lengua, a su plano paradigmático -inventario abierto, añadimos-, se diferenciarían de las construcciones circunstanciales (sintagmas preposicionales, generalmente) en que éstas últimas pertenecen al plano sintagmático.»

[Marcos Marín, F.: Curso de gramática..., p. 302]

«Las relaciones paradigmáticas y sintagmáticas:

Las unidades lingüísticas están ligadas a la estructura y, al mismo tiempo, formando la estructura; también están interrelacionadas íntimamente por dos tipos de relación.

Llamamos relación paradigmática a la relación de un elemento con los otros mutuamente sustituibles.

Por ejemplo, a nivel fonológico la relación existente entre los cinco fonemas vocálicos en masa, mesa, misa, Mosa y musa. La presencia de una de las vocales supone la ausencia de las demás. A nivel morfosintáctico, continuamente estamos realizando esto en el verbo, por ejemplo: están en relación paradigmática todas las desinencias que un radical verbal puede tomar; donde aparece una, puede aparecer, sustituyéndola, cualquiera de las demás del paradigma verbal.

Un paradigma es una serie de elementos que pueden ocupar una misma situación, teniendo en cuenta que mutuamente pueden sustituirse y que el empleo de uno de ellos excluye el uso de todos los demás del paradigma. Están, pues, en oposición: el valor de cada elemento aparece en oposición a los demás del paradigma. Así, si digo que he obtenido un notable, excluyo sobresaliente, aprobado y suspenso, pues los cuatro términos pueden ocupar esa posición, forman un paradigma a nivel semántico. El paradigma, obsérvese bien, constutiye un conjunto cerrado o acabado en sincronía.

Por otra parte, llamamos relación sintagmática a la relación de un elemento con los otros elementos simultáneamente presentes. Por ejemplo, en llegaron las lluvias de abril, vemos relación sintagmatica entre las y lluvias. Estas relaciones sintagmáticas pueden designarse como contraste.

Si consideramos ahora ambos tipos de relación al mismo tiempo, podemos añadir que las relaciones sintagmáticas son directamente observables, están en presencia, mientras que las relaciones paradigmáticas hoy que intuirlas, están en ausencia. Esto equivale a decir que ambos tipos están en interdependencia. Toda unidad lingüística está simultáneamente dotada de valor contrastivo por relación sintagmática y de valor oposicional por relación paradigmática. Pero, además, cada unidad, por debajo del nivel oración como precisa J. Lyons, conlleva una distribución característica que siempre aparecerá respetada.

La distribución se refiere a los condicionamientos combinatorios que exigen las unidades lingüísticas. Podemos distinguir tres tipos de combinaciones

combinaciones realizadas, las cuales son aceptable porque sus elementos respetan la distribución que les corresponde como unidades de un nivel concreto y porque ofrecen una funcionalidad lingüística;

combinaciones posibles, que son combinaciones aceptables distribucionalmente puesto que   respetan sus normas, pero no han llegado a dotarse de funcionalidad lingüística;

combinaciones imposibles, las que no responden a las normas distribucionales luego no podrán darse.

Obsérvese que el llegar a captar el valor funcional de un elemento supone la comprensión de sus relaciones sintagmáticas, de sus relaciones paradigmáticas y de su distribución, según le correspondan como unidad lingüística de una clase a determinado nivel.»

[Lamiquiz, Vidal: Lengua española. Método y estructuras lingüísticas. Barcelona: Ariel Lingüística, ²1989, pp. 56-57]

«Las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas

Es la capacidad de relacionarse linealmente lo que enriquece y dota de complejidad a los mensajes verbales: podemos formar series de signos, unidades complejas como son las oraciones y unidades superiores de discurso.

Veamos un ejemplo de cómo la naturaleza lineal del signo y su capacidad de relacionarse asimismo linealmente con otros signos origina una cadena hablada, mensaje de mayor complejidad :

teléfono

el teléfono

el teléfono de la oficina

el teléfono de la oficina está sonando

el teléfono de la oficina está sonando continuamente

Observemos cómo se suceden y relacionan los signos, formando una cadena en la línea del tiempo.

A estas relaciones se las denomina relaciones sintagmáticas.

Las relaciones sintagmáticas son las relaciones de sentido que cada signo lingüístico mantiene con los restantes signos de diversa categoría gramatical, bien sea en un mismo grupo (sintagma) o en la oración.

Estas relaciones están prefijadas en el código lingüístico de cada lengua por reglas que establecen las combinaciones que son posibles entre los signos, así como el orden en que les está permitido aparecer (El teléfono de la oficina está sonando continuamente tiene sentido, pero no lo tiene la serie de signos que lo compone si alteramos el orden: El está oficina de continuamente la sonando teléfono).

Es importante tener en cuenta que dos unidades lingüísticas no pueden aparecer al mismo tiempo en el mismo sitio de la cadena hablada, y, por eso, su posición en ella es significativa. Esto concierne a todas las unidades lingüísticas, desde la mínima, el fonema, a las unidades superiores, como es el caso de la oración.

 

Por ejemplo

 

 

 

 

 

m

esa

am

o

b

esa

am

e

 

 

 

 

 

Así es que, en el momento en que formamos una cadena hablada, es posible elegir entre varios signos que pueden cumplir una misma función, es decir, que mantenga la misma relación con los restantes elementos de una cadena.

En el ejemplo que acabamos de ver, /m/ y /b/ son fonemas consonánticos que cumplen la misma función en la estructura de la sílaba, en el significante; el que aparezca uno u otro tiene como misión únicamente el marcar una diferencia significativa.

Veamos otro ejemplo: En la frase El teléfono de la oficina está sonando continuamente podríamos sustituir el signo oficina, sin que variasen las relaciones que mantiene con los restantes signos, de la siguiente forma:

El teléfono de la clínica está sonando continuamente

 

casa

 

centralita, etc.

Oficina, clínica, casa, centralita, forman parte de una categoría, de una clase de palabras (son nombres), es decir, de un paradigma de elementos intercambiables en la frase de la que hemos partido.

A las relaciones de sentido existentes entre los signos de la misma categoría, que pueden aparecer en un mismo contexto, se las denomina relaciones paradigmáticas.

Resumiendo, podemos determinar con respecto a cualquier signo el paredigma al que pertenece (la clase), así como las combinaciones sintagmáticas de las que puede formar parte.»

[Quilis, A. / Esgueva, M. / Gutiérrez, M. L. / Ruiz-Va, P.: Lengua española. Madrid: Centro de Estudios Ramón Areces, 1991, pp. 35-37]

«Relaciones paradigmáticas y relaciones sintagmáticas

Saussure estableció en el Curso de lingüística general que todas las unidades (fonológicas, morfológics, semánticas, etc.) de una lengua están vinculadas entre sí formalmente por medio de dos tipos de relaciones: relaciones asociativas y relaciones sintagmáticas. Las primeras (cf asociación), fundadas en el asociacionismo psicológico, unen los signos o elementos de los mismos que, por tener una función lingüística (fonológica, sintáctica, semántica, etc.), son equivalentes y se caracterizan por su sustituibilidad; estas relaciones son de tipo vertical o in absentia y se las ha llamado relaciones paradigmáticas desde que Hjelmslev (1938: 140) les dio este nombre a fin de evitar la connotación psicologista que conlleva el término asociativo. Saussure utilizó la palabra enseñanza para ilustrar este tipo de relaciones: la raíz de enseñanza está relacionada con enseño, enseñas, enseña, enseñamos, etc.; y el sufijo –anza tiene relaciones paradigmáticas con matanza, tardanza, etc.; desde un punto de vista semántico, enseñanza está relacionada con estudio, docencia, educación, etc., y fonéticamente la palabra enseñanza está relacionada a cualquier palabra que acabe en –anza. El valor de cada unidad o elemento viene dado por la oposición que mantiene con los demás elementos del paradigma.

Por el contrario, son relaciones sintagmáticas las que, basándose en el carácter lineal del lenguaje, mantienen las unidades lingüísticas de un mismo nivel en la sucesión de la cadena hablada o escrita; estas relaciones son complementarias de las anteriores, son de tipo horizontal o in praesentia, ya que necesitan de la alineación de un elemento al lado del otro; el valor de cada unidad o elemento viene dado por el contraste con los elementos que le preceden y los que le sigue. 

Después de todo lo dicho, se deduce que un ‘paradigma’ es un conjunto de unidades que pueden conmutar entre sí, es decir, que pueden manifestarse en el mismo contexto y, por tanto, las unidades de un ‘paradigma’ están en oposición entre sí, o sea, rivalizan por manifestarse en el sintagma. Éste se define como el conjunto de unidades del mismo nivel lingüístico en relación de contraste. Los ‘paradigmas’ y los ‘sintagmas’ están sometidos a dos operaciones: la elección y la combinación. En el habla o actuación comunicativa, todo hablante elige una unidad de entre las que constituyen el conjunto del paradigma y la combina en el sintagma la unidad siguiente de otro paradigma. Las palabras piso, apartamento, casa, mansión, morada, que siguen a continuación, están en relación paradigmática, ya que sólo podemos elegir una de ellas cuando formemos un enunciado, mientras que las palabras el, piso, de, mi, tío están en relación horizontal o sintagmática.

 

 la

 

 el

 piso

 apartamento

 apartamento

 mansión

 morada

 

 

de mi tío

 

En resumen, se puede decir que los términos sustitución y oposición están relacionados con el ‘paradigma’, y los de contraste y combinación con los de ‘sintagma’. La dicotomía de paradigma/sintagma ha sido muy fecunda porque ha enriquecido el análisis de fenómenos no esctrictamente lingüísticos, como las modas, las comidas, etc.»

[Alcaraz Varó, Enrique / Martínez Linares, María Antonia: Diccionario de lingüística moderna. Barcelona: Editorial Ariel, 1997, p. 423]