Patente de corso

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

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¿Me podría explicar la etimología de la frase tener patente de corso?

La expresión patente de corso se refiere a la carta patente o documento oficial que alguien podía presentar („hacer patente“) para demostrar que estaba autorizado a emprender una campaña naval para perseguir a los piratas o a embarcaciones enemigas, es decir, para hacer un corso (del latín „cursus“ = ‘carrera’): persecución y saqueo de naves llevados a cabo no como acción de guerra, pero sí por barcos autorizados por su gobierno.

El pirata (tomado del griego peirates: ‘bandido’, ‘saqueador’) es la persona que navega sin licencia y asalta y roba barcos en el mar o en las costas.

Un bucanero (del inglés “bacon” referido a los vendedores de carne salada de la isla de Santo Domingo) es un pirata que en los siglos XVI y XVII saqueaba las posesiones españolas en tierras americanas.

Se distingue de corsario, que es el pirata que saqueaba con la autorización del gobierno de su nación las embarcaciones enemigas.

patente.

(Del lat. patens, -entis, part. act. de patēre, estar descubierto, manifiesto).

1. adj. Manifiesto, visible.

2. adj. Claro, perceptible.

3. f. Título o despacho real para el goce de un empleo o privilegio.

corso (Del lat. cursus, carrera).

1. m. Campaña marítima que se hace al comercio enemigo, siguiendo las leyes de la guerra.

2. m. Mar. Campaña que hacían por el mar los buques mercantes con patente de su gobierno para perseguir a los piratas o a las embarcaciones enemigas. Ir, salir a corso. Venir de corso. [DRAE]

corso (Del it. «corso», del lat. cursus, correr, curso, carrera).

Persecución y saqueo de naves llevados a cabo no como acción de guerra, pero sí por barcos autorizados por su gobierno. [M. Moliner: DUE]

No confundir con corso, habitante de la isla de Córcega.

patente de corso

1. f. Autorización que se tiene o se supone para realizar actos prohibidos a los demás.

2. f. Cédula o despacho con que el Gobierno de un Estado autorizaba a un sujeto para hacer el corso contra los enemigos de la nación. [DRAE]

patente de corso

Autorización que un soberano daba a alguien para hacer el corso contra los enemigos de la nación.

Ver también: carta de marca, carta de contramarca, pirata.

[M. Moliner: DUE]

patente de invención

f. Documento en que oficialmente se le reconoce a alguien una invención y los derechos que de ella se derivan.

patente de navegación

f. Despacho expedido a favor de un buque para autorizar su bandera y su navegación y acreditar su nacionalidad.

patente de sanidad

f. Certificación que llevan las embarcaciones que van de un puerto a otro, de haber o no haber peste o contagio en el lugar de su salida. [DRAE]

corsario

Se aplica a la nave o al navegante que hace corso. [M. Moliner: DUE]

corsario

1.    Referido a un buque o a su tripulación, que perseguía a los piratas o a las naves enemigas, con autorización de su nación: Una nave corsaria atacó la nave que llevaba los tesoros. En siglo XVI el corsario inglés Drake atacó muchas naves españolas.

2.    Persona que navega sin licencia y roba barcos en el mar o en las costas; pirata: Los corsarios enterraban los tesoros que robaban en islas desiertas.

El corsario se distingue del bucanero, que era un pirata que en los siglos XVI y XVII saqueaba las posesiones españolas en América.

[Diccionario didáctico del español. Madrid: Ed. sm, 1993]

pirata

(del griego peirates ‘bandido, saqueador’, derivado del verbo griego peirao: ‘yo intento’, ‘me aventuro’)

Navegante que sin licencia ataque y saquea las embarcaciones en alta mar o en las costas.

bucanero

Deriva de la palabra inglesa “bacon” y tiene su origen en que los habitantes de la isla de Santo Domingo, que se dedicaban a vender carne salada de los animales salvajes a los barcos que atracaban en ella, cuando este negocio se agotó se dedicaron a la piratería.

Es palabra de uso general en Hispanoamérica y se aplica particularmente a los que en los siglos XVII y XVIII saqueaban las posesiones españolas.

En alemán:

dar a alguien una carta en blanco para llevar a cabo algo /

dar una carta blanca a alguien para hacer alguna cosa  

jemanden einen Freibrief geben, um ..

dar carta blanca a alguien  

jemandem eine unbeschränkte Vollmacht geben

dar carta blanca a alguien  

jemandem völlig freie Hand lassen

no ser carta blanca para algo      

kein Freibrief für etwas sein

no ser un cheque en blanco para algo  

kein Freibrief für etwas sein

patente de corso       

Kaperbrief

tener patente de corso       

ich alles erlauben können

armar un buque en corso    

ein Kaperschiff ausrüsten

ir a corso  

auf Kaperei ausgehen

Patente de corso en textos y contextos

 

«Patente de Corso para la Empresa Publica de desarrollo Agrario y Pesquero de Andalucía. A la EPDAP parece haberle sido concedida una patente de corsario para subcontratar técnicos en condiciones laborales indignas con motivo de la elaboración del Sistema de Información Geográfica de la Política Agraria Comunitaria.»

«Así como no se puede dar una carta en blanco para que cualquier pirata de gabacha venga a llevarse y patentar expresiones del patrimonio genético nacional, tampoco se puede eximir de responsabilidades y obligaciones por la introducción y uso en el país de variedades exóticas. En previsión de las graves situaciones que pudieran presentarse por una elaboración y aprobación festinada de la Ley de Protección para las Obtenciones Vegetales, el Legislativo debe tomarse el tiempo necesario a fin de que no haya contradicciones, no queden lagunas y que el obtentor –léase monopolios multinacionales— no obtenga patente de corso amparado además por una ley de la República. La elaboración de las leyes es un ejercicio soberano y es una responsabilidad suprema. Los señores diputados están en el deber y en la obligación política y moral de proceder en correspondencia con esa responsabilidad.»

«El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha dictado una sentencia en la que vuelve a aseverar que el consentimiento informado (CI) no es una patente de corso que permita descuidar la diligencia del facultativo y que no puede amparar la eventual posibilidad de que se produzca un daño si no es consustancial a la operación. El fallo ha considera que si se prevén consecuencias graves, debe informarse al paciente con absoluta claridad y no de forma abstracta a través de un formulario genérico.»

«La lista de los afectados por arbitrariedad seria de los campos de Cuba, sigue cabalgando con el lazo en ristre, pero ahora, afectando a los desposeidos porque el mismo que robaba para los pobres en el siglo pasado se nos ha virado con carga y ahora roba para el poderoso. Ya no trae el viejo traje de pirata, ahora viene vestido de camuflage y exhibe orgulloso la patente de corso. Se me ocurre que vuelve de moda aquel estribillo de una vieja cancion latinomaericana que dice asi: "Las penas y las vaquitas se van por la misma senda, las penas son de nosotros y las vaquitas ajenas."»

«FARC, patente de corso. La semana pasada, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mataron a 119 civiles en Boyajá, arrojando una bombona con metralla en una iglesia donde los lugareños se refugiaban de una batalla entre la guerrilla y los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que se disputan territorio y rutas de narcotráfico en esa selvática región donde no existen los poderes del Estado. Es una carnicería más. Desde el colapso en febrero de las interminables conversaciones de paz con el Gobierno, las FARC han multiplicado su actividad terrorista, asumiendo que sus efectos devastadores quebrarán el creciente apoyo de los colombianos a una respuesta militar sin contemplaciones. Las elecciones presidenciales del próximo día 26 han añadido urgencia a la macabra tarea.»

«Patente de corso para delinquir. La forma en que el presidente de la República Enrique Bolaños resolvió la semana pasada el problema de la Policía Nacional, en la que ha sido una práctica pagar a sus informantes con droga y dinero incautado, que en muchos casos también son delincuentes, deja peor el panorama, pues legitimó un crimen que confesó el propio jefe de la institución, primer comisionado Edwin Cordero Ardila y no pasó nada. Este hecho sentó un pésimo precedente en Nicaragua. La actitud del Presidente le dio una patente de corso no sólo a Cordero, sino a los demás mandos de la Policía para actuar impunemente y sobre todo, lo que es peor, cometer delitos, ocultarlos bajo el uniforme un cargo y los grados, y justificarlos como “técnicas investigativas”.»

«Este es el primer post de patente de corso. Pretende ser un foro de discusión sobre temas actuales en el que se pueda hablar sin tapujos.»

«Historia, intimidad y juez: 'no' a la patente de corso.El magistrado Carlos Moreno, presidente de la Audiencia Provincial de Murcia, ha ingresado en la Real Academia de Medicina autonómica como académico correspondiente. El jurista entiende que el médico recele de entregar la historia en juicio para proteger la intimidad del paciente, siempre que no oculte intereses espúreos.

¿Debe el médico oponerse a entregar la historia clínica al juez cuando piense que peligra la intimidad del paciente? La respuesta depende de las circunstancias concretas de cada juicio, pero el facultativo no puede olvidar que "la confidencialidad es un derecho del enfermo, que es el confidente, la fuente de información; por tanto, el secreto procura amparar su intimidad y por ello no puede concebirse ni como una patente de corso del profesional ni como instrumento de protección de intereses de casta".

Así lo ha aclarado el magistrado Carlos Moreno, presidente de la Audiencia Provincial de Murcia, en su discurso de ingreso en la Real Academia de Medicina autonómica.»