Poner a caldo a alguien |
© Justo Fernández López – www.hispanoteca.eu |
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¿Que significa poner a caldo a alguien?
Encuentro la expresión de vez en cuando en la prensa española.
Esta expresión coloquial poner a caldo a alguien la registra el Diccionario de la Real Academia Española: ’reprenderlo con dureza’. Otros diccionarios monolingües recalcan el aspecto de ’insultar a alguien rudamente’, ’regañar a alguien acaloradamente, especialmente si es con insultos’. Por tanto, la traducción al alemán sería: jemanden wüst beschimpfen.
caldo (Del lat. caldus, caliente)
1. m. Líquido que resulta de cocer o aderezar algunos alimentos.
2. m. Jugo vegetal, especialmente el vino, extraído de los frutos y destinado a la alimentación. U. m. en pl. La Rioja es famosa por sus caldos.
3. m. En siderurgia, hierro u otro metal en estado líquido dispuesto para el molde. [DRAE]
Expresiones españolas con la palabra caldo
amargar el caldo a alguien
jemandem die Suppe versalzen
hacer a alguien el caldo gordo
[obrar de modo que le aproveche a él, involuntaria o inadvertidamente por lo general]
jemandem ungewollt Vorteile verschaffen
jemandes Spiel spielen
jemanden ins Fett setzen
haz de ese caldo tajadas
[denota la dificultad suma o imposibilidad de algo]
das geht überhaupt nicht
das ist ein Ding der Unmöglichkeit
poner a caldo a alguien
[= regañarlo o criticarlo acaloradamente, especialmente si es con insultos]
jemanden wüst beschimpfen
jemandem den Kopf waschen
jemanden zur Schnecke machen
jemanden zur Minna machen
revolver caldos
alte unangenehme Sachen aufwärmen
[Desenterrar cuentos viejos, para mover disputas o rencillas (DRAE)]
revolver el caldo
eine unangenehme Sache wieder aufrühren
eine unangenehme Sache wieder aufwärmen
neuen Anlass zu Streitigkeiten geben
revolver el ajo
eine unangenehme Sache wieder aufwärmen
no quieres caldo, toma tres tazas
da, du wolltest doch arbeiten [iron]
al que no quiere caldo, tres tazas /
al que no quiere caldo, la taza llena /
al que no quiere caldo, taza y media
wer sich vor der Arbeit drückt, dem fällt doppelt auf den Rück.
poner a alguien a caldo
en textos y contextos
«El periodista Hermann Tertsch admite, en una columna titulada "La rectificación", que se equivóco al afirmar que Pedro Jota Ramírez "obligó a Julio a comprarse el chaleco antibalas con su dinero, lo que le impidió tener uno que le hubiera permitido cumplir los requisitos de seguridad que se exigía para sumarse al convoy que partía hacia Bagdad y abandonar el campamento donde murió". Dicho esto, Tertsch apovecha para poner a caldo al director de El Mundo.»
«La sentencia final sobre el caso MicroSoft, según el cual finalmente no se fragmentaría en dos empresas. Habló bastante(dentro del tiempo que le quedaba) y bien sobre las repercusiones nefastas que tendría sobre la industria y la independencia tecnológica de Europa, y, auque parezca paradójico si tenemos en cuenta la actitud de Aznar & Piqué, puso a caldo a M$ (aunque tampoco mencionó en ningún momento al software libre).»
«Un día vino la Nacional y nos
dio de hostias, pero yo seguí riéndome...
Luego, como estábamos en el pueblo, nos acorralaron los guardias civiles, pero
me dio igual... Aún no me había cicatrizado la brecha que me hizo el guardia
jurado cuando un grupo de Municipales
nos puso a caldo
por cualquier chorrada...»
«El nuevo sistema operativo recibió críticas de todos los colores: los reunidos opinaron que era muy bonito pero expresaron dudas acerca del nivel de terminación del sistema operativo y de la documentación disponible, así como sobre el propio diseño del interface -de hecho, alguno hizo más que dudar y lo puso a caldo-.»
«Una vez más, Juanito se ha visto obligado a despachar con el “sirdar”, el jefe de los sherpas, el mismo que perdió la comida en la anterior tentativa. No lo ha hecho antes por su estado, pero ayer le puso a caldo. Antes de que entrara el sherpa, Juanito ya estaba caliente: “¡No quiero que me interrumpaís! ¡Ni un reproche! ¡Dejadme a mí con él que ya está bien! Ferrán, ponte aquí a mi lado y haces de traductor”.»
«Los medios de comunicación son, en buena parte, responsables del éxito de la Semana Santa y de su repercusión entre los malagueños. Después de una época en donde se les ha tratado bien, hemos entrado en un paulatino distanciamiento, o más bien congelación de relaciones. Lo cierto es que hay un trato diferente desde un tiempo a esta parte, y el malestar, hasta ahora sordo, ha comenzado a hacerse público, como ocurrió recientemente en una emisora de radio donde su director puso a caldo a la organización de una mesa redonda sobre medios cofrades, por haberse olvidado de invitarlos.»
«Yola Berrocal se quedó a gusto. Con la excusa de tener en frente a nuestra Carmen Comentarillos, puso a caldo a la colaboradora de Crónicas Marcianas. ¡Casi llegan a las manos!»