Punto con otros signos

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

ARCHIVO DE CONSULTAS

Trabajo en un centro editor de publicaciones de un organismo público, actualmente hemos discutido sobre si es correcto utilizar el punto dentro de un paréntesis para finalizar el mismo o el punto sólo se
coloca en la frase principal. No tenemos constancia de que existan normas al respecto, ¿podría ayudarnos a solucionar esta duda? Ejemplo:

a) El ingenioso Hidalgo D. Quijote de la Mancha (edición en español.)

b) El ingenioso Hidalgo D. Quijote de la Mancha (edición en español).

c) El ingenioso Hidalgo D. Quijote de la Mancha. (Edición en español)

Sí existe una norma escrita para la ortografía: Ortografía de la lengua española, de la Real Academia Española. Madrid: Espasa Calpe, 1999. Se puede consultar también en Internet el Diccionario de dudas / Avance, de la Real Academia Española (elegir la letra correspondiente).

La norma en este caso se puede resumir así:

Combinación del punto con otros signos

El punto se escribirá siempre detrás de las comillas, los paréntesis y las rayas de cierre:

Dijo: «Tú y yo hemos terminado». Tras estas palabras se marchó, dando un portazo. (Creo que estaba muy enfadada). En la calle la esperaba Emilio —un buen amigo—. Este, al verla llegar, sonrió.

Véase la diferencia con el alemán:

"Komm bitte", sagte er, "morgen pünktlich."

Nunca se escribe punto tras los títulos

Nunca se escribe punto tras los títulos y subtítulos de libros, artículos, capítulos, obras de arte, etc., cuando aparecen aislados y son el único texto en su renglón:

El llano en llamas

La Venus del espejo

Por tanto, en vuestro ejemplo, suponiendo que el título aparece aislado, es decir, que es el único texto en el renglón, tendría que escribirse así:

El ingenioso Hidalgo D. Quijote de la Mancha (edición en español)

[con la alternativa de escribir el título en cursiva (en itálica)]

El ingenioso Hidalgo D. Quijote de la Mancha (edición en español)

Si el título no es el único texto en el renglón, se escribiría así:

El ingenioso Hidalgo D. Quijote de la Mancha (edición en español). Texto completo de la obra de Cervantes ...

Ortografía de la lengua española (1999)

Puntuación

 

punto

 

  Signo de puntuación (.) cuyo uso principal es señalar gráficamente la pausa que marca el final de un enunciado -que no sea interrogativo o exclamativo-, de un párrafo o de un texto, y que implica un descenso entonativo. Se escribe sin separación de la palabra que lo precede y separado por un espacio de la palabra o el signo que lo sigue. Tras el punto que marca el fin de un enunciado o de un párrafo, la primera palabra debe escribirse siempre con inicial mayúscula.

1. Usos lingüísticos del punto.

1.1. Como signo que marca el final de un enunciado, un párrafo o un texto, hay que distinguir tres tipos de punto:

a) Si se escribe al final de un enunciado y en el mismo renglón se inicia otro enunciado, el punto se denomina punto y seguido. En algunas zonas de América la denominación normal es punto seguido. Si el punto y seguido coincide con el final de una línea, se comienza a escribir en la siguiente con el mismo margen de la línea anterior, esto es, sin blanco inicial. El punto y seguido es, pues, el que separa los enunciados que integran un párrafo.

b) Si se escribe al final de un párrafo y el siguiente enunciado abre un párrafo nuevo, el punto se denomina punto y aparte. En algunas zonas de América la denominación normal es punto aparte o punto acápite. La primera línea de cada párrafo debe tener un margen mayor que el resto de las líneas que lo componen, es decir, ha de quedar sangrada. Ejemplo:

Estuvo rondando la casa varias horas, silbando claves privadas, hasta que la proximidad del alba lo obligó a regresar. En el cuarto de su madre, jugando con la hermanita recién nacida y con una cara que se le caía de inocencia, encontró a José Arcadio.

Úrsula había cumplido apenas su reposo de cuarenta días, cuando volvieron los gitanos. Eran los mismos saltimbanquis y malabaristas que llevaron el hielo. (GaMárquez Soledad [Col. 1967]).

El punto y aparte es, pues, el que separa dos párrafos distintos, que suelen desarrollar, dentro de la unidad del texto, ideas o contenidos diferentes.

c) Si se escribe al final de un escrito o de una división importante del texto, el punto se denomina punto final (es incorrecta la denominación *punto y final).

1.2. Se escribe siempre punto detrás de las abreviaturas. Si la abreviatura incluye alguna letra volada, el punto se coloca delante de esta: Sra., Excmo., D.ª.

1.3. Hasta hace unos años era frecuente el empleo del punto tras cada una de las letras que formaban parte de una sigla (O.T.A.N.). Actualmente, las siglas se escriben sin puntos (OTAN), salvo que formen parte de un enunciado escrito todo él en mayúsculas.

2. Combinación del punto con otros signos.

2.1. El punto se escribirá siempre detrás de las comillas, los paréntesis y las rayas de cierre:

Dijo: «Tú y yo hemos terminado». Tras estas palabras se marchó, dando un portazo. (Creo que estaba muy enfadada). En la calle la esperaba Emilio —un buen amigo—. Este, al verla llegar, sonrió.

2.2. No debe escribirse punto tras los signos de cierre de interrogación o de exclamación, aunque con ellos termine el enunciado. Está, pues, incorrectamente puntuada una secuencia como la siguiente: *¿Quieres darte prisa?. ¡Vamos a llegar tarde por tu culpa!. Pero ¿se puede saber qué estás haciendo?. Solo si tras los signos de interrogación o de exclamación hay paréntesis o comillas de cierre, debe colocarse el punto: Se puso a gritar como un loco (¡vaya genio que tiene el amigo!).

Me preguntó muy serio: «¿De veras puedo contar contigo?».

2.3. Si el punto de una abreviatura coincide con el punto de cierre del enunciado, solo debe escribirse un punto, nunca dos: A la boda fueron todos sus parientes: tíos, primos, sobrinos, etc. Fueron en total ciento veinte invitados.

2.4. Nunca se escribe otro punto tras los puntos suspensivos cuando estos cierran un enunciado: Le gusta todo tipo de cine: negro, histórico, de aventuras... Es un cinéfilo empedernido.

3. Usos no lingüísticos del punto.

3.1. En la expresión numérica de la hora, se utiliza para separar las horas de los minutos: 8.30 h, 12.00 h. En este uso puede alternar con los dos puntos.

3.2. En la expresión numérica de las fechas, pueden separarse mediante puntos las indicaciones de día, mes y año: 21.6.2000. En este uso, el punto puede alternar con el guion y con la barra.

3.3. En matemáticas, el punto indica la multiplicación de dos cantidades o expresiones, y se coloca siempre a media altura: 5 · 4 = 20; 2 · (x + y) = 30. En este uso, se escribe entre espacios y puede alternar con el símbolo tradicional en forma de aspa (´).

3.4. En las expresiones numéricas escritas con cifras, la normativa internacional establece el uso de la coma para separar la parte entera de la parte decimal: p = 3,1416. Pero también se acepta el uso del punto, propio de países de habla inglesa y extendido en varios países hispanoamericanos. El uso del punto como separador de la parte entera y la decimal se ha generalizado para señalar la ubicación de las emisoras de radio en el dial: Radio Alcalá, 97.6; Radio Intercontinental, 104.9.

4. Usos incorrectos del punto.

4.1. No debe escribirse punto tras las unidades de millar en la expresión numérica de los años, en la numeración de páginas, portales de vías urbanas y códigos postales, ni en los números de artículos, decretos o leyes: año 1987; página 1150; avenida de Mayo, 1370; 28010 Madrid; Real Decreto 1099/1986.

4.2. Aunque todavía es práctica común en la expresión numérica de las cantidades separar los millares, millones, etc., mediante un punto (o una coma en algunos lugares de América), la norma internacional establece que se prescinda de él. Para facilitar la lectura de estas expresiones, cuando constan de más de cuatro cifras, se recomienda separarlas mediante espacios por grupos de tres: 52 345, 6 462 749, salvo en documentos contables, auditorías y cualquier otro tipo de escrito en que la separación arriesgue la seguridad. No se utiliza nunca esta separación, ni tampoco el punto, en la expresión numérica de los años, en la numeración de páginas, portales de vías urbanas y códigos postales, ni en los números de artículos, decretos o leyes.

4.3. A diferencia de las abreviaturas, los símbolos no llevan punto.

4.4. Nunca se escribe punto tras los títulos y subtítulos de libros, artículos, capítulos, obras de arte, etc., cuando aparecen aislados y son el único texto en su renglón:

El llano en llamas

La Venus del espejo

Tampoco llevan punto los nombres de autor en cubiertas, portadas, prólogos, firmas de cartas y otros documentos, o en cualquier otra ocasión en que aparezcan solos en un renglón.

[Fuente: Real Academia Española - Diccionario de dudas / Avance, elija la letra P]

 

comillas

 

  1. Signo ortográfico del cual se usan diferentes tipos en español: las comillas angulares, también llamadas latinas o españolas (« »), las inglesas (“ ”) y las simples (‘ ’). Las comillas inglesas y las simples se escriben en la parte alta del renglón, mientras que las angulares se escriben centradas. Las comillas que abren abajo y cierran arriba (,, ”) solo se usan en alemán.

2. Se trata de un signo de los llamados dobles, ya que existen comillas de apertura y comillas de cierre. Todos los tipos de comillas se escriben sin espacio de separación respecto de la primera y la última palabra del período que enmarcan, y con un espacio de separación respecto de las palabras o signos que las preceden o las siguen. Sin embargo, cuando lo que sigue a las comillas de cierre es otro signo de puntuación, este se escribe pegado a ellas.

3. Es necesario establecer una jerarquía en el uso de los distintos tipos de comillas, al menos en los textos impresos. Se recomienda utilizar en primera instancia, en los textos impresos, las comillas angulares, dejando los otros tipos para cuando deban entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado. En este caso, las comillas simples se emplearán en último lugar: «Antonio me dijo: “Vaya ‘cacharro’ que se ha comprado Julián”». No obstante, en la escritura manuscrita, por cuestiones de comodidad, no suelen utilizarse las comillas angulares, y tampoco es corriente su empleo en la prensa, donde se usan normalmente las comillas inglesas, que son las que pueden insertarse de modo más inmediato desde los teclados de las computadoras u ordenadores.

4. Las comillas se utilizan en los casos siguientes:

a) Para enmarcar la reproducción de citas textuales. Si el texto que se reproduce consta de varios párrafos, antes era costumbre colocar comillas de cierre al comienzo de cada uno de ellos (salvo, claro está, en el primero, que se inicia con comillas de apertura):

Dice Rafael Lapesa en su obra Historia de la lengua española, a propósito de los germanos:

«En el año 409 un conglomerado de pueblos germánicos —vándalos, suevos y alanos— atravesaba el Pirineo y caía sobre España [...].

»Así quedó cumplida la amenaza que secularmente venía pesando desde el Rhin y el Danubio».

Hoy, lo normal es reproducir la cita con sangrado respecto del resto del texto y generalmente en un cuerpo menor. En ese caso, ya no son necesarias las comillas:

Dice Rafael Lapesa en su obra Historia de la lengua española, a propósito de los germanos:

En el año 409 un conglomerado de pueblos germánicos —vándalos, suevos y alanos— atravesaba el Pirineo y caía sobre España [...].

Así quedó cumplida la amenaza que secularmente venía pesando desde el Rhin y el Danubio.

Cuando se intercala un comentario del transcriptor de la cita, este debe enmarcarse entre rayas, sin necesidad de cerrar las comillas para volverlas a abrir después del inciso: «Es imprescindible —señaló el ministro— que se refuercen los controles sanitarios en las fronteras».

También se encierran entre comillas las palabras textuales que se reproducen dentro de un enunciado en estilo indirecto: «Desde Medicus Mundi reconocieron ayer sentir “impotencia y congoja” por este asesinato y exigieron “un compromiso de las autoridades para el esclarecimiento de estos graves hechos”» (País [Esp.] 12.6.00). La inclusión, a través de las comillas, de un texto literal dentro de un enunciado en estilo indirecto es aceptable siempre y cuando no se incumpla alguna de las condiciones impuestas por el estilo indirecto, como, por ejemplo, la correlación de tiempos verbales o los cambios en determinados elementos deícticos como pronombres o adverbios. No sería aceptable, por tanto, un enunciado como el siguiente: *Mi madre nos recomendó que “no salgáis a la calle sin abrigo”.

b) Para encerrar, en las obras literarias de carácter narrativo, los textos que reproducen de forma directa los pensamientos de los personajes: «“¡Hasta en latín sabía maldecir el pillastre!”, pensó el padre» (Clarín Regenta [Esp. 1884-85]). Cuando los pensamientos del personaje ocupan varios párrafos, se colocan comillas de cierre al comienzo de cada uno de ellos (salvo, claro está, en el primero, que se inicia con comillas de apertura):

«“¡Oh, a él, a don Álvaro Mesía le pasaba aquello! ¿Y el ridículo? ¡Qué diría Visita, [...] qué diría el mundo entero!

”Dirían que un cura le había derrotado. ¡Aquello pedía sangre! Sí, pero esta era otra”. Si don Álvaro se figuraba al Magistral vestido de levita, acudiendo a un duelo a que él le retaba... sentía escalofríos» (Clarín Regenta [Esp. 1884-85]).

c) Para indicar que una palabra o expresión es impropia, vulgar, procede de otra lengua o se utiliza irónicamente o con un sentido especial: Dijo que la comida llevaba muchas «especies»; En el salón han puesto una «boiserie» que les ha costado un dineral; Parece que últimamente le va muy bien en sus «negocios». No obstante, hay que tener en cuenta que en textos impresos en letra redonda es más frecuente y recomendable reproducir los extranjerismos en letra cursiva que escribirlos entrecomillados.

d) Cuando en un texto manuscrito se comenta un término desde el punto de vista lingüístico, este se escribe entrecomillado: La palabra «cándido» es esdrújula. No obstante, en los textos impresos, en lugar de comillas, se distingue tipográficamente el término en cuestión escribiéndolo en un tipo de letra diferente al de la frase en que va inserto (en cursiva si el texto normal va en redonda, o en redonda si el texto normal va en cursiva): La palabra entre, incluida tradicionalmente en la lista de preposiciones, no funciona a veces como tal.

e) En obras de carácter lingüístico, las comillas simples se utilizan para indicar el significado de una palabra: La voz apicultura está formada a partir de los términos latinos apis ‘abeja’ y cultura ‘cultivo, crianza’.

f) Para citar títulos de artículos, poemas, capítulos de un libro, reportajes o artículos periodísticos y, en general, cualquier parte dependiente dentro de una publicación, a diferencia de los títulos de los libros, que se escriben en cursiva cuando aparecen en textos impresos en letra redonda, o subrayados si se trata de textos manuscritos o mecanografiados: Ha publicado un interesante artículo titulado “El léxico de hoy” en el libro El lenguaje en los medios de comunicación.

5. En cuanto a la combinación de las comillas con otros signos de puntuación, hay que tener presentes las indicaciones siguientes:

a) Los signos de puntuación correspondientes al período en el que va inserto el texto entre comillas se colocan siempre después de las comillas de cierre:

Sus palabras fueron: «No lo haré»; pero al final nos ayudó.

¿De verdad ha dicho «Hasta nunca»?

b) El texto recogido dentro de las comillas tiene una puntuación independiente y lleva sus propios signos ortográficos. Por eso, si el enunciado entre comillas es interrogativo o exclamativo, los signos de interrogación y exclamación se colocan dentro de las comillas:

Le preguntó al conserje: «¿Dónde están los baños, por favor?».

«¡Qué ganas tengo de que lleguen las vacaciones!», exclamó.

De esta regla debe excluirse el signo de punto, que se escribe siempre detrás de las comillas de cierre cuando el texto entrecomillado ocupa la parte final de un enunciado o de un texto.

c) Cuando lo que va entrecomillado constituye el final de un enunciado o de un texto, debe colocarse punto detrás de las comillas de cierre, incluso si delante de las comillas va un signo de cierre de interrogación o de exclamación, o puntos suspensivos:

«No está el horno para bollos». Con estas palabras zanjó la discusión y se marchó.

«¿Dónde te crees que vas?». Esa pregunta lo detuvo en seco.

«Si pudiera decirle lo que pienso realmente...». A Pedro no le resultaba fácil hablar con sinceridad.

En el caso de que deba colocarse una llamada de nota que afecte a todo el texto entrecomillado, esta debe colocarse entre las comillas de cierre y el punto:

Rafael Lapesa señalaba que «es muy discutido el posible influjo de las lenguas indígenas en la pronunciación del español de América»1.

________________

1 Historia de la lengua española, p. 545.

Si la nota solo hace referencia a la última palabra del texto entrecomillado, la llamada debe colocarse delante de las comillas de cierre:

Rodolfo Lenz llegó a afirmar que el habla vulgar de Chile era «principalmente español con sonidos araucanos1».

_____________

1 El araucano o mapuche es la lengua que hablaban los naturales de la antigua región de Arauco, en la zona central de Chile.

[Fuente: Real Academia Española - Diccionario de dudas / Avance, elija la letra C]

 

paréntesis

 

  1. Signo ortográfico doble ( ) que se utiliza para insertar en un enunciado una información complementaria o aclaratoria. Los paréntesis se escriben sin espacio de separación respecto de la primera y la última palabra del período que enmarcan, y con un espacio de separación respecto de las palabras o los signos que los preceden o los siguen. Sin embargo, cuando lo que sigue al paréntesis de cierre es otro signo de puntuación, no debe dejarse espacio de separación entre ambos signos. Hay, sin embargo, algunas excepciones.

2. Los paréntesis se utilizan en las ocasiones siguientes:

a) Cuando se interrumpe el sentido y la sintaxis de un enunciado con un inciso aclaratorio o accesorio, sobre todo si este inciso es largo o de escasa relación con el texto circundante: El abuelo de Alberto (en su juventud fue un brillante cirujano) parecía una estatua sentado en aquel sillón; Las asambleas (la última duró casi cuatro horas sin ningún descanso) se celebran en el salón de actos. Aunque también las comas y las rayas se utilizan para enmarcar incisos, el uso de los paréntesis implica un mayor grado de aislamiento del enunciado que encierran con respecto al texto en que se inserta. Por ello, normalmente los incisos entre paréntesis suelen ser oraciones con sentido pleno y poca o nula vinculación sintáctica con los elementos del período en que se insertan.

b) Para intercalar algún dato o precisión, como fechas, lugares, desarrollo de siglas, un autor u obra citados, etc.: El año de su nacimiento (1616) es el mismo en que murió Cervantes; Toda su familia nació en Córdoba (Argentina); La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) ha decidido aumentar la producción de crudo; «Más obran quintaesencias que fárragos» (Gracián).

c) Para introducir opciones en un texto. En estos casos, se encierra entre paréntesis el elemento que constituye la alternativa, sea este una palabra completa, sea uno de sus segmentos: En el documento se indicará(n) el (los) día(s) en que haya tenido lugar la baja; Se necesita chico(a) para repartir pedidos. Este uso, poco elegante, solo es admisible en anuncios, circulares o algunos textos de tipo técnico, y debe evitarse en documentos personalizados. Como se ve, los paréntesis que añaden segmentos no se separan por espacios de la palabra a la que se refieren. En este uso, el paréntesis puede alternar con la barra.

d) Cuando se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones, pueden utilizarse los paréntesis para desarrollar las abreviaturas o reconstruir las palabras incompletas del texto original. Los elementos que se añaden se enmarcan entre paréntesis y sin espacios de separación: Imp(eratori) Caes(ari). No obstante, es más recomendable en estos casos utilizar los corchetes.

e) En la reproducción de citas textuales, se usan tres puntos entre paréntesis para indicar que se omite un fragmento del original: «Le sonreí para decírselo; pero después pensé que él no pudo ver mi sonrisa (...) por lo negra que estaba la noche» (Rulfo Páramo [Méx. 1955]). No obstante, en este caso es más recomendable y frecuente el uso de los corchetes.

f) En las obras teatrales, las acotaciones del autor (escritas, además, en letra cursiva) y los apartes de los personajes se encierran entre paréntesis:

Bernarda (golpeando en el suelo).

No os hagáis ilusiones de que vais a poder conmigo. ¡Hasta que salga de esta casa con los pies adelante mandaré en lo mío y en lo vuestro!

(Se oyen unas voces y entra en escena María Josefa, la madre de Bernarda, viejísima, ataviada con flores en la cabeza y en el pecho).

(Lorca Bernarda [Esp. 1936]).

Inés.

Brígida.

Inés.

Brígida.

¡Ay, Jesús!

¿Qué es lo que os da?

Nada, Brígida, no es nada.

No, no; si estáis inmutada.

(Ya presa en la red está).

¿Se os pasa?

(Zorrilla Tenorio [Esp. 1844]).

g) Las letras o números que encabezan clasificaciones, enumeraciones, etc., pueden escribirse entre paréntesis o, más frecuentemente, seguidas solo del paréntesis de cierre:

Los libros podrán encontrarse en los lugares siguientes:

(a)(a) En los estantes superiores de la sala de juntas.

(b)   (b) En los armarios de la biblioteca principal.

O bien:

Los libros podrán encontrarse en los lugares siguientes:

a) En los estantes superiores de la sala de juntas.

b) En los armarios de la biblioteca principal.

h) Al contrario de lo que ocurre en los textos escritos —donde se utilizan los corchetes para enmarcar dentro de paréntesis—, en las fórmulas matemáticas o químicas los corchetes encierran operaciones dentro de las cuales ya se han utilizado los paréntesis: [(4 + 2) ´ (5 + 3)] - (6 - 2).

3. En cuanto a la combinación de los paréntesis con otros signos, hay que tener en cuenta lo siguiente:

a) Los signos de puntuación correspondientes al período en el que va inserto el texto entre paréntesis se colocan siempre después del paréntesis de cierre:

Llevaban casados mucho tiempo (el año pasado cumplieron sus bodas de oro), pero nunca lograron entenderse.

¿Cuántos países integran la ONU (Organización de las Naciones Unidas)?

No debe colocarse ningún signo de puntuación que no sería necesario si se suprimieran los paréntesis. Por ello, si el texto entre paréntesis está colocado entre el sujeto y el verbo de la oración, nunca debe escribirse coma después del paréntesis de cierre: *Las asambleas (la última duró casi cuatro horas sin ningún descanso), se celebran en el salón de actos.

b) El texto contenido dentro de los paréntesis tiene una puntuación independiente: La manía de Ernesto por el coleccionismo (lo colecciona todo: sellos, monedas, relojes, plumas, llaveros...) ha convertido su casa en un almacén. Por ello, si el enunciado entre paréntesis es interrogativo o exclamativo, los signos de interrogación o de exclamación deben colocarse dentro de los paréntesis:

Su facilidad para los idiomas (¡habla con fluidez siete lenguas!) le ha abierto muchas puertas.

Me dijo tan tranquilo (¿habrase visto cosa igual?) que no pensaba devolverme el dinero que me debía.

c) Independientemente de que el texto entre paréntesis abarque todo el enunciado o solo parte de este, el punto se colocará siempre detrás del paréntesis de cierre: Se fue dando un portazo. (Creo que estaba muy enfadado).

[Fuente: Real Academia Española - Diccionario de dudas / Avance, elija la letra P]

Deutsche Zeichensetzung

 

Anführungszeichen

§ 89: Mit Anführungszeichen schließt man etwas wörtlich Wiedergegebenes ein.

Über das Ausscheidungsspiel berichtete ein Journalist: "Das Stadion glich einem Hexenkessel. Das Publikum stürmte auf das Spielfeld und bedrohte den Schiedsrichter."

§ 91: Sowohl der angeführte Satz als auch der Begleitsatz behalten ihr Ausrufe- oder Fragezeichen.

"Du kommst jetzt!", rief sie. "Kommst du morgen?", fragte er. Du solltest ihm sagen: "Ich kann das auf keinen Fall akzeptieren"! Hast du gesagt: "Ich kann das auf keinen Fall akzeptieren"? Sag ihm: "Ich habe keine Zeit!"! Fragtest du: "Wann beginnt der Film?"?

§ 92: Beim angeführten Satz lässt man den Schlusspunkt weg, wenn er am Anfang oder im Innern des Ganzsatzes steht. Beim Begleitsatz lässt man den Schlusspunkt weg, wenn der angeführte Satz oder ein Teil von ihm am Ende des Ganzsatzes steht.

"Ich komme morgen", versicherte sie. Sie sagte: "Ich komme gleich wieder", und holte die Unterlagen.

Die Bahn erklärte: "Wir haben die feste Absicht die Strecke stillzulegen." Sie versicherte: "Ich komme morgen!" Er rief: "Du kommst jetzt!" Er fragte: "Kommst du?" "Komm bitte", sagte er, "morgen pünktlich."

§ 95: Steht in einem Text mit Anführungszeichen etwas ebenfalls Angeführtes, so kennzeichnet man dies durch die so genannten halben Anführungszeichen.

Die Zeitung schrieb: "Die Bahn hat bereits im Frühjahr erklärt: ,Wir haben die feste Absicht die Strecke stillzulegen', und sie hat das auf Anfrage gestern noch einmal bestätigt." "Das war ein Satz aus Bölls ,Wo warst du, Adam?', den viele nicht kennen", sagte er.

Punkt

§ 103: Am Ende eines Ganzsatzes setzt man nach Abkürzungen nur einen Punkt.

Sein Vater ist Regierungsrat a. D.

Aber: Ist sein Vater Regierungsrat a. D.?

§ 105: Am Ende eines Ganzsatzes setzt man nach Ordinalzahlen, die in Ziffern geschrieben sind, nur einen Punkt.

Der König von Preußen hieß Friedrich II.

Aber: Wann regierte Friedrich II.?

Klammern

§ 87: Mit Klammern kann man neben einzelnen Ganzsätzen insbesondere auch größere Textteile einschließen und auf diese Weise als selbständige Texteinheit kennzeichnen.

Sie betonte, dass sie für den Erfolg garantieren könne. (Ich weiß es noch ganz genau, da ich mir das notiert hatte. Und ich habe ihr diese Notiz auch gezeigt.) Aber heute will sie nichts mehr davon wissen.

§ 88: Ausrufe- oder Fragezeichen, die zum Zusatz oder Nachtrag in Klammern gehören, setzt man vor die abschließende Klammer. Ist der Zusatz oder Nachtrag in einen anderen Satz einbezogen, so lässt man seinen Schlusspunkt weg; wird er als Ganzsatz oder als selbständige Texteinheit verstanden, so setzt man den Schlusspunkt. Satzzeichen, die zum einschließenden Satz gehören und daher auch bei Weglassen des Zusatzes oder Nachtrags stehen müssten, dürfen nicht weggelassen werden.

Das geliehene Buch (du hast es schon drei Wochen!) hast du mir noch nicht zurückgegeben. Er hat das (erinnerst du dich nicht?) gestern gesagt.
Damit wäre dieses Thema vorerst erledigt (weitere Angaben siehe Seite 145).
Damit wäre dieses Thema vorerst erledigt. (Weitere Angaben siehe Seite 145.)
Er sagte (dabei senkte er seine Stimme), dass das nicht alle wissen müssten.
"Der Staat bin ich" (Ludwig der Vierzehnte).

[Deutsche Rechtschreibung: Amtliche Regelung]