Recipiente - receptor - destinatario

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

ARCHIVO DE CONSULTAS

En Internet he visto que se dice "el recipiente de un mensaje".

¿Es correcto? O sólo se puede decir "el destinatario de un mensaje"?

Sólo el DRAE registra recipiente como adjetivo. En otros diccionarios aparece solamente como sustantivo: vaso, vasija, etc. De todos modos no se puede aplicar a personas, sino a vasijas, depósitos, contenedores, etc.

Para personas se usa el sostantivo receptor: el receptor del mensaje. Según el DRAE: «Receptor: En un acto de comunicación, persona que recibe el mensaje».

Un aparato receptor es, en alemán, un Empfänger.

Una persona que recibe correo es el destinatario de un envío postal.

Una persona que recibe un mensaje es el receptor del mensaje (por ejemplo, un mensaje por señal acústica).

La persona que recibe dinero, por ejemplo, es el perceptor / la perceptora de una suma X de dinero. Si este dinero lo percibe como regalo o como ayuda, es un beneficiario / una beneficiaria.

En el tráfico comercial: „Fracht zahlt der Empfänger“ = portes debidos.

 

recipiente (Del lat. recipĭens, -entis, part. act. de recipĕre, recibir).

1. adj. Que recibe.

2. m. Utensilio destinado a guardar o conservar algo.

3. m. Cavidad en que puede contenerse algo.

4. m. Vaso donde se reúne el líquido que destila un alambique.

5. m. Campana de vidrio o cristal que, colocada sobre la platina de la máquina neumática, cierra el espacio en que se hace el vacío.

recipiendario, ria. (Del lat. recipiendus, que debe ser recibido).

1. m. y f. Persona que es recibida solemnemente en una corporación para formar parte de ella.

receptor, ra. (Del lat. receptor, -ōris).

1. adj. Que recepta (recibe). U. t. c. s.

2. adj. Dicho de un motor: Que recibe la energía de un generador instalado a distancia. U. t. c. s.

3. adj. Dicho de un aparato: Que sirve para recibir las señales eléctricas, telegráficas o telefónicas. U. m. c. s.

4. m. y f. En un acto de comunicación, persona que recibe el mensaje.

5. m. y f. Ant., Nic. y Ven. En el béisbol, jugador que indica al lanzador por señas el tipo de lanzamiento que debe realizar y que recibe la pelota detrás del bateador.

6. m. Aparato utilizado en la recepción de señales electromagnéticas, como en la radiodifusión o la televisión.

7. m. Biol. Estructura especializada del organismo, que recibe estímulos y los transmite a los órganos nerviosos correspondientes.

8. m. Bioquím. Organización molecular compleja, localizada por lo general en la membrana celular, cuya interacción específica con sustancias como neurotransmisores, hormonas, toxinas, medicamentos, etc., inicia los correspondientes mecanismos de respuesta.

receptor general.

1. m. El que recibía o recaudaba las multas impuestas por los tribunales superiores.

[DRAE]

«recipiendario

‘Persona que es recibida solemnemente en una corporación’. Su femenino es recipiendaria. Son erróneas las formas recipiendiario, recipendiario y recipendario. También erróneo es emplear la palabra en un sentido opuesto al que le pertenece: en vez de ‘el que es recibido’, ‘el que recibe’:

Este coro, recipiendario de los aplausos del público. (Radio 2,1.2.1996).»

[Seco, Manuel: Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Madrid: Espasa-Calpe, 101998, 385]

«Cunde en extremo el verbo recepcionar, feo como Picio [hässlich wie die Nacht]. Más de tres lectores me han escrito lanzándole justos anatemas, y considerándolo inútil existiendo recibir. Lo cual no es seguro porque no se trata sólo de recibir algo, sino también de mostrar conformidad con lo recibido, sea esto un reloj comprado en la televenta, sea un chalé adosado que entrega el constructor: es entonces cuando se produce la recepción o acto de recibir aceptando explícitamente lo recibido. De este nombre se ha sacado recepcionar. Su sentido está muy claro en un catálogo de librería que alguien me ha enviado con su protesta: “Los pagos se efectuarán por transferencia bancaria, salvo indicación en contrario, una vez que usted haya recepcionado el pedido y consecuentemente muestre su conformidad al mismo”. (Omito el nauseabundo y sobrante al mismo, donde además se hace mal uso de la preposición: se está conforme con el pedido, no al pedido.) Pero el librero hace notar a los posibles clientes el sentido en que deben entender recepcionar: una vez recibidos los libros, deberán decir amén, y, si no, a devolverlos.

Juzgo innecesario ese verbo. Tenemos otro de la misma familia, mucho más presentable, si bien provoca alguna sospecha. Es receptar, que el Diccionario define como simple sinónimo de “recibir, acoger”. Lo malo es que también significa “ocultar o encubrir delincuentes o cosas que son materia de delito”, pero estas coincidencias de dos significados – y más – en una misma palabra son muy frecuentes en el idioma, y receptar tiene bien poca vida fuera del ámbito policiaco y penal. Lo prueba este titular de un gran diario madrileño: “El arcipreste condenado por refugiar a etarras pide la libertad de Aldaya y Ortega”. No está mal usado refugiar (‘acoger o amparar a uno, sirviéndole de resguardo y asilo’) pero, en este contexto, receptar hubiera sido más propio, ya que no siempre se condena por el hecho de refugiar. A no ser, cosa improbable, que el titular connote asepsia, su autor no conocía el verbo receptar o desconfiaba de que lo conocieran sus lectores.»

[Lázaro Carreter, Fernando: El dardo en la palabra. Barcelona: Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, 2001, pp. 116-117]