Romanticismo - Roman - novela

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

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Necesito saber el origen de la palabra "romanticismo" porque,

según las fuentes que manejes, el  origen de la palabra es francés o inglés.

En francés antiguo se llamaba romanz, roman lo que estaba escrito en lengua vernácula y no en latín. La palabra pasó al inglés como romantic (adjetivo), documentada desde 1650, y al alemán como romantisch (adjetivo), documentada desde 1700. En un principio significaba lo mismo que ‘fantástico’, ‘exagerado’, ‘desmesurado’, ‘desenfrenado’, con referencia a la épica medieval en lengua vernácula (romance). En el siglo XVIII se aplicaba romántico a la pintura de paisajes silvestres. Más tarde se aplicó al movimiento literario e intelectual que se contraponía al clasicismo y se le llamó Romanticismo.

Los románticos usaban la palabra en varios sentidos:

a)    lo que se contrapone a lo clásico, por ejemplo, la literatura de la Edad Media;

b)    lo novelesco;

c)     lo moderno.

El término romanticismo, que tenía en un principio un sentido algo peyorativo, se fue imponiendo entre 1810 y 1850 para designar la nueva corriente artística opuesta al clasicismo.

El adjetivo alemán romantisch (esp. romántico) fue tomado del francés romantique en el siglo XVII, derivado del francés roman (francés antiguo romanz, romant). Significaba en un principio, como en francés, 'novelesco' (alemán: romanhaft), ‘al estilo de la épica caballeresca de la Edad Media’. Por influjo del adjetivo inglés romantic, procedente también del francés, fue adquiriendo el adjetivo romántico en el siglo XVIII el significado de ‘poético, fantástico, maravilloso, aventurero, sentimental, exaltado, misterioso, expresivo, animado, pintoresco, melancólico, triste’. Desde el siglo XIX, se emplea el adjetivo romántico también en el sentido de perteneciente al Romanticismo o influido por él.

El Romanticismo (alemán: die Romantik) comenzó en el XVIII significando ‘lo fantástico’, ‘lo romántico’, como lo característico de la novela (alemán: Roman). Más tarde se usó para caracterizar un estilo y una época, el Romanticismo, como contrapuesto a la Ilustración y al Clasicismo. Desde mitad del siglo XIX, se usa romántico, romanticismo en sentido figurado: ‘carácter romántico, soñador’.

La romanza española pasó al alemán, a través del francés romance, con el nombre de Romanze para designar una pieza musical lírica o sentimental, así como también un ‘episodio sentimental’, coexistiendo con la Ballade alemana (esp.: balada).

La palabra novela viene del italiano novella ‘noticia’, ‘relato novelesco’, del adjetivo latino novellus ‘joven’, ‘nuevo’, forma diminutiva de novus ‘nuevo’. En la jurisprudencia antigua la palabra latina novella era un término técnico aplicado a lex o constitutio, y significaba una ley recientemente promulgada. Novela, en sentido derivado, es «cada una de las leyes nuevas o constituciones imperiales que dieron Teodosio II y sus inmediatos sucesores después de la publicación del Código teodosiano, Justiniano después de sus compilaciones legales, y los demás emperadores bizantinos posteriores al derecho justinianeo.» [DRAE]

El término jurídico eine Novelle se emplea en alemán desde el siglo XVIII y significa ‘enmienda de la ley’, ‘ley complementaria, es decir, una ley que ha sido modificada o complementada. En terminología jurídica, Novellierung significa ‘enmienda’ a una ley.

Fuera del ámbito jurídico e independientemente de él, de la palabra latina novella ‘pequeñas novedades’ se comenzó a usar en italiano novella en el sentido de ‘relato poético corto’.  Entre el siglo XVI y XVII, se empezó a usar en alemán Novelle, tomada del italiano novella, y a partir del siglo XVIII es en alemán un género literario: ‘relato o novela corta’. La novela de cierta extensión se sigue llamando en alemán Roman.

El español tomó el nombre de novela, como género narrativo en prosa, de cierta extensión, del italiano novella ‘noticia’, ‘historia’, ‘cuento’, pero el género surgió como transformación de la épica decadente y luego como resultado del buen uso que de la tendencia hizo el siglo XVII, y en particular la obra de Cervantes. El género novela es de especial importancia desde el año 1848, fecha de aparición de la primera novela española en sentido moderno: La Gaviota, de Fernán Caballero.

«ROMANO

Romano, adjetivo, 1220-50. Del latín ROMANUS ‘perteneciente a Roma’.

DERIVADOS:

Romanizar, hacia 1900, romanización.

Romance, hacia 1140, latín ROMANICE, adverbio aplicado al habla de los romanos, y posteriormente al lenguaje hablado por las naciones romanizadas o neolatinas, de donde hablar romance (equivalente a ‘hablar latinamente’) y luego sustantivado romance como nombre de la lengua; luego se aplicó a los escritos en esta lengua, en particular los en verso narrativo, acepción concretada finalmente al género breve en que se fragmentaron en el siglo XV los antiguos poemas épicos (la acepción ‘novela’, ‘asunto romántico’, americanismo, es grosero anglicismo).

Romantizar o arromantizar ‘verter al romance o castellano’, siglo XIII.

Romancero, siglo XVI.

Romántico, mediados del siglo XIX, del francés romantique, primero ‘novelesco’, 1694, probablemente tomado del inglés romantic, principios del siglo XVII, derivado del francés de Inglaterra romant, variante del francés roman ‘novela’, ‘historia novelesca en verso’, que es la forma tomada en francés por el latino ROMANICE; del inglés pasó al alemán romantisch, aplicado en el siglo XVIII a ciertas tendencias literarias opuestas a las clásicas, del alemán se trasmitió esta acepción al francés, 1810, y de ahí al castellano; romanticismo.

Románico, fin del siglo XIX, tomado del latino romanicus ‘romano’, con trasfusión de los sentidos arquitectónicos y filológicos que había tomado el francés roman en el siglo XIX.

Romanza [aria generalmente de carácter sencillo y tierno], mediados del siglo XIX, del italiano romanza, derivado de romanzo, del mismo origen y sentido parecido al de romance.»

[Corominas, Joan: Breve diccionario etimológico de la lengua española. Madrid: Gredos, 31987, 512]

«En la segunda mitad del siglo XII, se usaba llamaba en Francia li romanz a una obra narrativa en prosa. Romanz designaba en Francia la lengua del pueblo, así como las traducciones de textos latinos en este idioma. Luego pasó a significar una obra narrativa en prosa en esta lengua popular.

En el siglo XIII, el español tomó el sustantivo romanz del francés y formó su romance para designar una obra narrativa en prosa, un relato.

En los siglos XIV y XV, se comenzó a llamar romance a ciertos pasajes de estos relatos en prosa, mientras que a la narración entera se le dio el nombre de novela, del italiano novella, ‘noticia’, ‘relato novelesco’.

En Inglaterra, aparece hacia 1300 el romanz francés en forma de romance, con el significado, primero, de novela, adoptando en el siglo XVI, por influjo español, el significado de balada. El relato o la obra narrativa en prosa se llamó, por influjo del español, novel.

La palabra alemana Roman (en español novela), aparece en la primera mitad del siglo XVII y se deriva de la forma acusativa del romanz del francés antiguo.

Entre los siglos XIV y XVII, en España se llama romance a la poesía nacional, con una palabra tomada del galorromano. La forma masculina el romance pasó en el siglo XVI a Inglaterra y a Francia, donde en 1606 aparece por primera vez la forma femenina la romance. J. W. Gleim introdujo el vocablo en Alemania y en 1756 designó como die Romanze los arreglos que hizo de los romances españoles. Poco después, Alemania tomó de Inglaterra la balada. A partir de este momento, convivieron y se usaron indistintamente balada y romance

[Bodmer, Daniel: Die granadinischen Romanzen in der europäischen Literatur. Zürich: Juris-Verlag, 1955, p. 92]