Sopa de verduras o sopa de verdura |
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¿Se puede utilizar el plural con los nombre genéricos? Por ejemplo, ¿es correcto decir:
“Sopa de verduras”? Yo creo que lo correcto es “Sopa de verdura”,
“surtido de mariscos”, en lugar de “surtido de marisco”.
Algunos autores establecen una jerarquía entre los sustantivos dividiéndolos en concretos y abstractos, los concretos en comunes y propios, los comunes en genéricos y de materia, y los genéricos en individuales y colectivos.
Pero el concepto de genericidad no es una noción muy homogénea. Además, hay nombres abstractos de materia (mucha paciencia, bastante odio), colectivos que a la vez son continuos (familia, escolta) y abstractos discontinuos (varias cualidades, tres propiedades, dos virtudes, múltiples responsabilidades).
¿Se puede utilizar el plural con los nombre genéricos? El término genérico no está restringido al singular. La genericidad se puede expresar en singular y en plural. Cosa distinta son los nombre continuos, que se usan en singular solamente, aunque a veces puedan tener una interpretación discontinua por recategorización. Usados en plural cambian de la categoría de continuos a discontinuos.
Sopa de verdura.
[nombre de materia / continuo: “sopa hecha a base de verdura”]
Sopa de verduras.
[nombre discontinuo / entidades individuales: “sopa de verduras de varias clases”]
«La pluralización de nombres continuos produce contrastes o cambios de significado generalmente asociados con procesos de recategorización que oponen a una materia o sustancia los tipos, las clases o medidas estándares en que puede ser acotada.» [Ambadiang, Théophile: “La flexión nominal. Género y número”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, § 74.3.2.1]
«¿Existe en la constitución misma de las cosas alguna explicación de que las percibamos como materias o como entidades individuales? Frente a lo que sería de esperar, todo parece indicar que la respuesta a esta pregunta es NO, aunque existen algunas tendencias no enteramente desdeñables. El que ciertos objetos físicos que nos rodean se muestren como sustantivos discontinuos [contables] (mesa, árbol, casa, lámpara) parece tener una base real en cuanto que su delimitabilidad se corresponde con la existencia en ellos de un contorno físico perceptible. Sin embargo, en cuanto salimos de estos ejemplos casi triviales, comprobamos que la lengua tiende a categorizar otras entidades como sustantivos continuos [no contables] o discontinuos [contables] sin que la naturaleza misma de las nociones designadas en la realidad aporta la información que parecería relevante. Así, mirada, mar, siglo, galaxia y problema son sustantivos contables, mientras que vista, agua, tiempo, espacio e interés son no contables, y trabajo e iniciativa figuran en las dos clases con igual naturalidad. Ciertamente, la lengua nos permite concebir todas estas nociones de una forma o de otra, pero no parece que el análisis de la realidad misma proporcione la información necesaria para deducir la categorización. El que el español consejo sea contable y su equivalente inglés advise sea no contable es un hecho que debe establecer el léxico de cada uno de estos idiomas. Veamos algunos ejemplos de tal variedad con sustantivos que denotan alimentos en español:
a) Contables:
dos kilos de {calamares / mejillones / alubias / pimientos / cigalas / sardinas / frijoles}.
b) No contables:
dos kilos de {sepia / merluza / repollo / caballa / jurel / bonito}.
Naturalmente, es posible decir una merluza, un bonito o dos sepias, pero existe una tendencia general a emplear como contables los sustantivos de a) y como no contables los de b), incluso si se trrata de animales que pertenecen a la misma especie. También podría decirse zumo de naranjas, como se dice puré de castañas; o tal vez helado de arándano, como helado de fresa (y no de fresas), pero lo cierto es que las formas preferibles son zumo de naranja (con singular continuo), y helado de arándanos (con discontinuo en plural). Más regular es el caso de cordero, pollo, conejo, cerdo o ternera, entre otros sustantivos que funcionan como continuos cuando se refieren a la carne de esos animales (¿Quieres pollo?, Comí tenera, Prefiero cerdo), y como discontinuos si se refieren a los animales mismos (¿Quieres un pollo?, Se compró una tenera). Frente a estos casos, carnero es muy infrecuente como sustantivo continuo, tal vez por razones pragmáticas. En la lengua existe un continuo „continuo vaivén“ entre estas alternancias. En general, la naturaleza de los objetos designados no ayuda demasiado a explicar la preferencia por la denominación que resulta más habitual en estos casos. El léxico debe pues establecer tales distinciones porque forman parte de nuestro conocimiento del idioma, no de la realidad que con él designamos.» [Bosque, Ignacio: “El nombre común”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, § 1.2.3.1]
«Tradicionalmente, el término ‘genérico’ se ha aplicado a los sintagmas nominales que se refieren a una clase o especie, y no a objetos concretos o cantidades específicas. De acuerdo con esto, tienen una interpretación genérica los sintagmas subrayados en los ejemplos siguientes:
El tiranosaurio vivió durante el período cretácico.
Las ballenas realizan grandes migraciones.
En muchas dietas se desaconseja la mantequilla.
Sin embargo, se habla de expresiones nominales genéricas también en los casos en los que no se hace referencia a clases o especies, sino a individuos o parejas de individuos (pero debe tenerse en cuenta que el entorno oracional sí es típicamente genérico o nómico):
Una ballena necesita grandes cantidades de plancton para alimentarse.
Dos amigos siepre se ayudan.
De lo anterior se deduce que la genericidad en los sintagmas nominales no puede tratarse como una noción homogénea y requiere por lo menos un análisis separado de los sintagmas nominales definidos y de los genéricos indefinidos. En consecuencia, es difícil recoger de forma unitaria las condiciones que deben cumplirse para que una expresión nominal sea genérica.» [Leonetti, Manuel: “El artículo”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, § 12.3.3.1]
«De entre todas las clases de nombres comunes, la clasificación que más consecuencias sintácticas tiene y la que menos atención ha recibido en la tradición, es la que diferencia los nombres comunes en ‘contables’ [= discontinuos o discretos] y ‘no contables’ [= continuos, medibles, de materia].» [Bosque, Ignacio: “El nombre común”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, § 1.2.1]
sustantivos o nombres |
comunes o apelativos [Gattungsnamen] |
contables / discontinuos / discretos [zähbar] La cuantificación de los discontinuos aporta cardinalidad: establece el número de entidades sobre las que se realiza la operación de cuantificar (muchas, algunas, cincuenta, todos). Admiten modificadores entero y medio. |
no contables [nicht zählbar] / continuos / medibles / de materia [Stoff- und Materialnamnen] La cuantificación de los continuos aporta cantidad, pero no número. No admiten cuantificadores numerales (cuatro) ni multiplicativos (muchos); no admiten el adjetivo numeroso. Admiten cuantificadores indefinidos (mucho, bastante, poco). Muchos admiten el adjetivo abundante. |
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individuales |
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colectivos No son propiamente cuantificadores. No admiten mucho (*mucho electorado). Admiten el adjetivo numeroso (ejército numeroso) |
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enumerables |
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‘pluralia tantum’ |
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concretos [Dingnamen] |
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abstractos [Begriffsnamen] |
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propios [Eigennamnen] |
No hay que confundir los nombres genéricos con los colectivos, ni los colectivos con los continuos o de materia. Los nombres de materia usados en plural pasan de la categoría de continuos a la de discontinuos, es decir, sufren una recategorización.
«De hecho, una de las propiedades más sobresalientes del sistema nominal español, frente al de otras lenguas, es la facilidad con la que los sustantivos pasan de la clase de los continuos a la de los discontinuos, y viceversa. Son muchos los sustantivos ambiguos entre una interpretación y la otra, lo que el léxico debe sin duda prever.» [o. cit., § 1.2.3.3]
«Relaciones entre continuos y colectivos. Límites de la distinción:
La diferencia entre las materias y los conjuntos es esencial para distinguir los continuos de los colectivos. Decimos mucha leña o poca fruta como decimos mucha arena o poco aire, pero no decimos en cambio *mucho electorado, es decir no usamos mucho para cuantificar sobre los componentes de un grupo, sino para medir una cantidad. Es frecuente que conceptos relativamente próximos se categoricen lingüísticamente unas veces como continuos y otras como colectivos. Esta es, por ejemplo, la diferencia que existe entre ganado (continuo) y rebaño (colectivo), o entre tropa (continuo) y ejército (colectivo), independientemente del número de individuos que compongan esas entidades. Es, por tanto, el comportamiento de estos sustantivos lo que justifica la existencia de estas dos clases gramaticales diferentes.
La clase de los continuos es, en unos pocos casos, compatible con la de los colectivos. Los sustantivos familia, público y escolta, junto a otros como documentación o producción, son continuos (mucha familia, poco público, demasiada escolta, mucha documentación, poca producción), pero también son colectivos: todos aceptan con naturalidad el adjetivo numeroso, frente a lo que sucede con la mayor parte de los continuos: fruta, pelo, dinero, basura. Los componentes léxicos de los sustantivos continuos y colectivos pueden concebirse gramaticalmente, por tanto, como las partículas que caracterizan a los nombres de materia, o bien como las series de individuos que caracterizan a los colectivos. La lengua permite, pues, en estos casos una doble categorización.
Los continuos rechazan el adjetivo numeroso, frente a los colectivos (*pelo numeroso, *dinero numeroso, *fruta numerosa). Es interesante que muchos de los continuos acepten en cambio el adjetivo abundante: no sólo pelo, dinero, o fruta, sino también comida, suelo, basura, lluvia, aceite, saliva, público, tierra, munición, producción, documentación, información, y otros muchos sustantivos continuos, lo que nos confirma que la lengua distingue cuidadosamente entre los grupos y las materias, y que establece clases léxicas diferentes a partir de esa distinción.» [o. cit., § 1.6.1]
Plato |
Plural |
Singular |
arroz con |
calamares cigalas gambas, rape y mejillones pimientos verdes y tortilla riñones y huevos fritos salchichas, guisantes y pimientos |
conejo pescado leche pechuga de gallina salsa de tomate ternera tomate y mayonesa |
canapés de |
aceitunas aceitunas y pimientos anchoas espárragos espinacas y queso gambas guidas en aguardiente langostinos pimientos y queso zanahorias rellenas |
anguila ahumada atún con aceite bonito con aceite bonito en conserva huevo picado jamón y piña lechuga lechuga y mostaza mayonesa y queso nuez pasta de hojaldre pescado ahumado pescado, tomate y pimientos queso y huevo queso, tomate y bacon salmón ahumado tomate con atún trucha |
carne con |
coles de Bruselas |
jamón repollo |
crema de |
berros cangrejos champiñones espárragos espinacas gambas |
apio gallina limón pescado |
emparedados de |
trufas y jamón
|
chorizo fiambre jamón jamón y queso queso |
ensalada de |
alcachofas chalotas y remolacha champiñones crudos espárragos y huevos judías verdes, huevos y guisantes tomatas y anchoas
|
atún y huevo duro bonito coliflor, tomates y anchoas huevo patata salmón en lata tomate y escarola tomate, patata y huevo |
huevos con |
anchoas espárragos espinacas gambas en salsa americana guisantes guisantes y espárragos higadillos en tarteletas macarrones patatas y anchoas salchichas setas setas y jamón moldeados trufas |
bechamel y tomate patata y jamón queso y jamón picado |
macarrones con |
espinacas huevos mejillones menudillos de ave setas |
atún de lata bechamel chorizo y tomate mayonesa pisto |
patatas con |
gambas guisantes salchichas tomates y anchoas |
chorizo y bacon mayonesa queso salsa de tomate |
puré de |
alubias cangrejos garbanzos guisantes secos judías blancas lentejas manzanas con zumo de naranja zanahorias |
|
relleno de |
alcaparras y aceitunas almejas y setas almendras salchichas |
pan y huevo pan y setas |
salsa de |
alcaparras almejas almendras anchoas cangrejos mejillones setas trufas |
chocolate crema grosella huevo jerez y champiñones matequilla y anchoas mermelada mostaza tomate con cebolla y vino vino blanco vino de Madeira zumo de naranja |
sopa de |
ajos con huevos almejas bolitas de carne bolitas de patatas bolitas de pescado camarones cuadritos de queso espárragos espinacas fideos simple gambas guisantes guisantes y papatas higaditos macarrones mejillones puerros con leche puerros y patatas puntas de espárragos verduras |
ajo con almejas ajo sencilla apio y patatas arroz arroz con almejas arroz con mejillones calabaza caza cebolla clara col coliflor crema de ave crema de espárrago harina tostada jugo de tomate marisco menudillo de ave mero pan pan, patata y chorizo patata patata con jamón pescado con fideos gordos pollo a la belga pulpo puré de verduras repollo sémola tapioca tomate y judías verdes |
tarta de |
champiñones frutas |
bacon y queso bechamel y espárragos bizcocho comprado, nata y fresones limón manzana manzana borracha moka con soletillas puré de castañas yema |
tortilla de |
alcachofas berenjenas cangrejos champiñones colas de cangrejos de río espárragos trigueros espinacas guisantes y jamón habas manzanas flameada patatas a la española sesos setas tres pisos con salsa de tomate trufas |
atún escabechado jamón y patatas patata a la española |