Sorprender - sorprenderse |
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Tengo que traducir la frase: Sorprende (a) tus sentidos.
Total, que de pronto he pensado que como "sentidos" no es una persona debería ponerlo sin "a".
¿Es una tontería?
Sorprender en el sentido de ‘causar sorpresa’ es un verbo de afección psíquica. Esta clase de verbos admiten el uso de los pronombres de acusativo —lo(s), la(s)— y de los pronombres de dativo —le(s)—, dependiendo de distintos factores:
§ si el sujeto es animado y se concibe como agente de la acción, el complemento verbal suele considerarse directo y se usan los pronombres de acusativo;
§ si el sujeto es inanimado o es una oración y, por tanto, no puede ser concebido como agente directo de la acción, el complemento se considera indirecto y se usan los pronombres de dativo;
§ con sujetos animados puede darse también esta alternancia, dependiendo de si la acción denotada por el verbo es realizada voluntariamente o no por el sujeto;
§ con sujetos no animados influyen también otros factores; por ejemplo, cuando el sujeto va antepuesto, es más frecuente el uso del pronombre de complemento directo;
§ cuando el sujeto va pospuesto, es más frecuente el uso del pronombre de complemento indirecto;
§ en el Perú y en los países del Cono Sur se usan de modo casi exclusivo con estos verbos las formas propias del complemento directo.
En el caso de sorprender, por tratarse de un verbo de «afección psíquica», el complemento de persona puede interpretarse como directo o como indirecto.
Cuando significa ‘pillar desprevenido’ o ‘descubrir [a alguien] en una determinada situación’, el complemento de persona es siempre directo.
Como pronominal significa ‘sentir sorpresa’.
En el ejemplo sorprende (a) tus sentidos, sin el contexto, no se puede saber si el sujeto es animado, inanimado, etc. De todos modos, la vacilación entre sorprende a los sentidos y sorprende los sentidos puede ser debida a cómo interprete el hablante el complemento. Si lo interpreta como indirecto, está claro que es sorprende a los sentidos. Pero incluso en el caso en que lo interprete como complemento directo, se puede interpretar los sentidos como objeto personal, ya que los sentidos no se pueden separar de la persona que los tiene. En español, se suelen emplear complementos directos de cosa precedidos de la preposición a cuando se trata de un verbo que normalmente lleva complementos personales, en el caso de sorprender, por ejemplo, no se puede sorprender a una piedra.
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«a + complemento directo. Hay casos en que su presencia es forzosa, casos en que no debe utilizarse y casos en que puede aparecer o no.
Doble uso:
a) Ante nombres comunes de persona precedidos de un determinante indefinido, cuando son complemento directo de verbos que significan búsqueda, preferencia o necesidad, como buscar, necesitar, preferir, querer (‘desear, apetecer’), etc.: Busco un camarero o Busco a un camarero.
b) Con verbos como contratar, llevar, traer, etc., así como con los verbos de percepción ver y conocer, el complemento directo de persona desempeñado por un nombre común puede aparecer con preposición o sin ella.
c) Con verbos que denotan «selección», como elegir, encontrar, escoger, etc., el complemento directo de persona, cuando es inespecífico, aun acompañado de artículo, puede aparecer con preposición o sin ella: Aún no he elegido (encontrado, escogido) al hombre con quien casarme o Aún no he elegido (encontrado, escogido) el hombre con quien casarme. Si el referente es concreto, es obligatoria la preposición: Eligió a su hermano; Encontré a Javier.
d) Cuando el complemento directo de persona precedido de preposición coincide en la oración con otro complemento que también la lleva (por ejemplo, un complemento indirecto), puede omitirse la que antecede al complemento directo, para evitar confusiones: Presentó (a) su novio a sus padres. Pero si el complemento directo es un nombre propio, es forzoso el uso de la preposición: Presentó a Juan a sus padres.
e) Los nombres comunes de animales se usan con preposición o sin ella en función de la mayor o menor proximidad afectiva existente entre el hablante y el animal: Suelta al caballo para que corra (mayor proximidad afectiva), frente a Suelta el caballo para que corra (menor proximidad afectiva). Por esta razón es muy frecuente el uso de la preposición con los nombres que designan animales domésticos, mientras que los nombres que designan animales no domésticos normalmente no admiten la preposición.
f) Ante nombres de cosa, el uso de la preposición depende del grado de personificación del referente: Esperó (a) la muerte con serenidad.
g) A veces, la presencia o ausencia de la preposición cambia el significado del objeto: En este país no se respeta nada a la Justicia (‘institución’), frente a En este país no se respeta nada la justicia (‘virtud’). A menudo cambia también el significado del verbo: Admiro a la Iglesia [= siento admiración por la institución], frente a Admiro la iglesia [= contemplo con deleite el edificio de una iglesia].
h) Es opcional el empleo de la preposición ante nombres de cosa cuando funcionan como complemento directo de algunos verbos que significan daño o provecho y que se construyen normalmente con un complemento directo de persona: El tabaco perjudica (a) la salud; La humedad afectó (a) los cimientos del edificio.»
[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 2]
Citas
«Los verbos llamados de «afección psíquica» —los que designan procesos que afectan al ánimo o producen acciones o reacciones emotivas, como afectar, asustar, asombrar, convencer, divertir, impresionar, molestar, ofender, perjudicar, preocupar, etc.—, dependiendo de distintos factores, admiten el uso de los pronombres de acusativo —lo(s), la(s)— y de los pronombres de dativo —le(s)—. La elección de unos u otros depende básicamente de si el sujeto es o no agente activo de la acción y del grado de voluntariedad que tiene o se le atribuye con respecto a la acción designada por el verbo: si el sujeto es animado y se concibe como agente de la acción, el complemento verbal suele considerarse directo y se usan los pronombres de acusativo (A mi madre la asombro cuando como mucho); si el sujeto es inanimado o es una oración y, por tanto, no puede ser concebido como agente directo de la acción, el complemento se considera indirecto y se usan los pronombres de dativo (A mi madre le asombra mi apetito). Por otro lado, con sujetos animados puede darse también esta alternancia, dependiendo de si la acción denotada por el verbo es realizada voluntariamente o no por el sujeto: Su padre, que se había disfrazado, lo asustó (le dio un susto a propósito) / Su padre, que se había disfrazado, le asustó (el susto es involuntario; lo causa el hecho de ir disfrazado). Con sujetos no animados influyen también otros factores; por ejemplo, cuando el sujeto va antepuesto, es más frecuente el uso del pronombre de complemento directo (Mi actitud lo decepcionó), mientras que, cuando el sujeto va pospuesto, es más frecuente el uso del pronombre de complemento indirecto (Nunca le decepciona mi actitud). La distribución antes señalada se documenta en zonas no leístas tanto españolas como americanas: «Su hermano lo escandalizó» (Alviz Son [Esp. 1982]); «A mi madre le escandalizaba que dijera aquellas blasfemias» (Asenjo Días [Esp. 1982]); «Agarra a una mujer que baila, la asusta y luego se revuelca con el pintor encima de la barra del bar» (Paranaguá Ripstein [Méx. 1997]); «De pronto le asustó morir» (Pitol Juegos [Méx. 1982]). En el Perú y en los países del Cono Sur se usan de modo casi exclusivo con estos verbos las formas propias del complemento directo: «La entrevista lo disgustaba» (VLlosa Ciudad [Perú 1962]); «Ese pensamiento lo preocupa» (Guido Incendio [Arg. 1964]); «A Max siempre lo asombraban estas pequeñas cosmogonías» (Contreras Nadador [Chile 1995]).»
[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 393-394]
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«sorprender(se)
Cuando significa ‘causar sorpresa’, por tratarse de un verbo de «afección psíquica», dependiendo de distintos factores (leísmo, 4a), el complemento de persona puede interpretarse como directo o como indirecto: «Ellos quieren sorprenderme con su ciencia, y soy yo quien los sorprende con la mía» (Moix Arpista [Esp. 2002]); «A Elisa le sorprende la infantil pregunta» (Guido Invitación [Arg. 1979]). Cuando significa ‘pillar desprevenido’ o ‘descubrir [a alguien] en una determinada situación’, el complemento de persona es siempre directo: «El enemigo los sorprende entre la maraña de la selva» (Tiempo [Col.] 15.9.96); «Los sorprendimos merodeando en la tienda del capitán» (Salisachs Gangrena [Esp. 1975]). Como pronominal significa ‘sentir sorpresa’: «Me sorprendí al ver que su dirección correspondía a un hotel» (Serrano Vida [Chile 1995]).»
[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 612]
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«sorprender
1. se [ante]
El niño se sorprende ante la indiferencia de los mayores.
El Barcelona pareció sorprendido ante un rival que no esperaba.
2. se [con]
No hay que entender de pintura para sorprenders con las imágenes de Magritte.
Ayala nos sorprende con un nuevo modo de relacionar el fragmento y la totalidad.
3. se [de]
Era tarde y hacía frío, por lo que había pocos testigos para sorprenderse de su extraño comportamiento.
La conversación siguió en inglés, Cristina quedó sorprendida de lo bien que lo hablaba su hermana.
4. se [por]
Nos sorprende con frecuencia por su forma original de enfrentarse con la vida.
Carmen Márquez vuelve a sorprender a todos por lo exquisito de su técnica.
Él mismo se sorprende por poder entender lo que es el espacio.
Cuando recuperó la vista no dejaba de sorprenderse por cómo los objetos cambiaban de forma.
El verbo también se usa sin complemento preposicional, como en:
Pero hace como si se sorprendiera.
Son raros los ejemplos donde el complemento preposicional de sorprenderse se refiera a una persona. Son inaceptables frases como
*Me sorprendí con tu hermana.
*Me sorprendí de tu hermana.
*Me sorprendí por tu hermana.
Sí son aceptables:
Me quedé muy sorprendido con tu hermana,
Me quedé muy sorprendido por tu hermana,
pero no
*Me quedé muy sorprendido de tu hermana.
De las construcciones pronominales, la más usual es “sorprenderse de”.»
[Slager, Emile: Diccionario de uso de las preposiciones españolas. Madrid: Espasa-Calpe, 2004, p. 768]
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sorprender. (De sor-, y prender).
1. tr. Coger desprevenido.
2. tr. Conmover, suspender o maravillar con algo imprevisto, raro o incomprensible. U. t. c. prnl.
3. tr. Descubrir lo que alguien ocultaba o disimulaba.
4. tr. Perú. Engañar a alguien aprovechando su buena fe.
[DRAE]