Sustantivos epicenos |
© Justo Fernández López – www.hispanoteca.eu |
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Un amiga me ha hecho esta consulta pero no la he encontrado en su forum , podría sacarnos de la duda: ¿Qué es correcto decir "la venado" o "la venada"?
Género y sexo
El género es una propiedad gramatical, de carácter inherente, de los sustantivos y ciertos pronombres que se manifiesta de forma especial en su combinación con determinantes, cuantificadores, adjetivos y participios.
Según su género, los nombres son masculinos o femeninos. En español no existen sustantivos neutros, solamente son neutros algunos determinantes, cuantificadores y pronombres (lo, algo, esto).
Los nombres que denotan personas o animales presentan variaciones de género relacionadas con el sexo (niño / niña, gato / gata), pero por lo general el género no guarda relación alguna con el sexo y su función es marcar la concordancia entre el nombre y otras clases de palabras con las que se combina (determinantes, cuantificadores, adjetivos y participios): la lucha, nuestro profesor, aquellos años de estudiante, los libros nuevos, las obras más conocidas de ese autor).
Género y sexo son dos nociones que se relacionan, pero que no se identifican, puesto que el primero es de carácter gramatical, mientras que el segundo constituye un rasgo biológico. Todos los nombres poseen género, con independencia de que se refieran a seres sexuados o no. Muchos de los nombres que designan seres sexuados son invariables en cuanto al género, son los llamados epicenos: abeja, avestruz, calamar, gaviota, golondrina). En algunos sustantivos la diferencia de terminaciones no establece una oposición de sexo (cesto – cesta, huerto – huerta, manzano – manzana), sino que aportan valores semánticos diferentes como tamaño, etc.
Género marcado
Es el género que no puede utilizarse nunca para referirse a palabras de otro género. En español el género marcado es el femenino (las españolas dedican dos horas y cuarto diarias más que los hombres a las tareas del hogar).
Género no marcado
Género que puede utilizarse ocasionalmente para referirse a palabras de otro género. En español el género no marcado es el masculino (los españoles dedican dos horas y cuarto diarias menos que los mujeres a las tareas del hogar).
Sustantivos heterónimos
Expresan la diferencia gramatical masculino / femenino y, simultáneamente, la oposición sexo ‘varón’ / ’mujer’ (personas) o ‘macho’ / ’hembra’ (animales) a través de términos con diferente raíz: padre / madre, hombre / mujer, padrino / madrina, caballo / yegua, toro / vaca.
Sustantivos de terminación variable
Manifiestan las diferencias de género y de sexo por medio de terminaciones: niño / niña, gato / gata, actor / actriz, barón / baronesa.
Sustantivos ambiguos en cuanto al género
Sustantivos que admiten variación de género, sin cambio de significado denotativo: azúcar {moreno ~ morena}; mar {grueso ~ gruesa}; armazón {ligero ~ ligera}; interrogante {filosófico ~ filosófica}; ánades majestuosos ~ ánades majestuosas. «Se dan a menudo diferencias geográficas, de registro, de frecuencia o simplemente de uso entre las dos variantes: el sustantivo calor es masculino mayoritariamente, pero en algunas regiones también se emplea la forma femenina, que no pertenece al español estándar; en la lengua común mar es masculino (el mar, mar bravío), pero entre la gente de mar de varios países predomina el femenino.» [RAE: NGLE-Manual, § 2.3.1]
Sustantivos comunes en cuanto al género
Nombre que tiene la misma forma para ambos géneros: el/la testigo, el/la estudiante. Pueden ser masculinos o femeninos sin que su forma se va modificada. Su género (y el sexo del referente) puede manifestarse a través de la concordancia con adjetivos y determinantes: el cónyuge / la cónyuge, este testigo / esta testigo, estudiante aplicado / estudiante aplicada.
Sustantivos epicenos
El término epiceno viene del griego epíkoinos (ἐπίκοινος) ‘común’.
Los epicenos son sustantivos de un solo género sin que este haga referencia al sexo, aun cuando designan seres sexuados. Tienen una forma única, a la que corresponde un solo género gramatical, para referirse, indistintamente, a individuos de uno u otro sexo. En este caso, el género gramatical es independiente del sexo del referente.
«Los sustantivos epicenos, a diferencia de los comunes en cuanto al género o de los ambiguos, no se marcan como tales en el Diccionario (DRAE) de la Real Academia Española. Se indica, en cambio, en cada entrada el género que les corresponde: masculino en mosquito, femenino en pantera, etc. Es oportuno recordar en este sentido que la información gramatical incluida en los diccionarios indica el género que poseen los sustantivos en la gramática, no el sexo que corresponde a las personas o a los animales que dichos sustantivos pueden designar». [NGLE, 2009, § 2.9b]
El género masculino o femenino de estos sustantivos solo se manifiesta en la concordancia. La concordancia debe establecerse siempre en función del género gramatical del sustantivo epiceno, y no en función del sexo del referente; así, debe decirse
La víctima, un hombre joven, fue trasladada al hospital más cercano,
y no
* La víctima, un hombre joven, fue trasladado al hospital más cercano.
Son frecuentes entre los nombres de animales: el avestruz, la cobra, la jineta, la abeja, la pantera, el leopardo.
O entre nombres de plantas: el acebo, el espárrago, la palmera, el plátano, el sauce.
Otros hacen referencia a seres humanos: la autoridad, el emisor, la persona.
Para especificar el sexo de los referentes de los nombres epicenos de animales y plantas se utilizan los sustantivos macho y hembra. Estos modificadores no alteran el género del sustantivo ni se pluralizan cuando modifican a un sustantivo epiceno:
el hipopótamo macho
el hipopótamo hembra
la avispa macho
la avispa hembra
las panteras macho
las panteras hembra
los avestruces macho
los avestruces hembra
Para especificar el sexo de los individuos designados por los sustantivos epicenos de persona, se agregan los modificadores masculino / femenino o también varón / mujer:
los personajes femeninos
las víctimas masculinas
los parientes varones
La concordancia está condicionada por el género, no por el sexo:
El tiburón hembra es muy peligroso. [correcto]
*El tiburón hembra es muy peligrosa. [incorrecto]
El sustantivo VENADO
En los diccionarios de español peninsular, venado aparece como sustantivo epiceno:
«venado
s. m. Mamífero rumiante, de color pardo rojizo o gris, que vive en estado salvaje y cuyo macho, de mayor tamaño que la hembra, presenta grandes cuernos ramificados que renueva cada año.
En esta acepción, es un sustantivo epiceno y la diferencia de sexo se señala mediante la oposición el venado macho / el venado hembra.
venado, da
adjetivo coloquial: Ligeramente loco o con el juicio un poco trastornado.
venada
s. f. Ataque de locura: De repente le dio una venada y empezó a gritar como un loco.» [Heras Fernández, J. A. de las / Rodríguez Alonso, M.: Diccionario didáctico de español. Intermedio. Madrid: Ediciones SM, 1993]
Si se considera venado como un nombre epiceno, como en el español peninsular, serían incorrectos los siguientes ejemplos:
*la venado,
*la venada,
porque el sustantivo venado es epiceno, es decir, solo tiene un género, en este caso masculino, y este género no hace referencia al sexo. Para especificar el sexo habría que añadir macho o hembra sin cambiar el género del sustantivo venado, que es masculino:
el venado macho
el vanado hembra
En el español americano, sin embargo, venado es un sustantivo de terminación variable:
«venado, -a
m. y f. Mx, Gu, Ho, ES, Ni, Ve, Ec, Bo, Py. Mamífero rumiante de hasta 50 cm de altura, de pelaje castaño pardo y, en los ejemplares machos, cuernos rectos, pequeños y simples. (Cervidae; Pudu pudu)». [Asociación de Academias de la Lengua Española: Diccionario de americanismos. Madrid: Santillana, 2010, p. 2140]
Por tanto se puede decir
el venado,
la venada,
pero sería incorrecto decir
*la venado
En el diccionario de la Real Academia Española (DRAE), en su edición 22 (2001), la voz venado, como sustantivo referido a un animal, es un sustantivo de terminación variable solamente en Venezuela:
venado (Del lat. venātus, caza).
1. m. ciervo.
2. m. El Salv. enojo (movimiento del ánimo que suscita ira).
3. m. ant. Res de caza mayor, particularmente oso, jabalí o ciervo.
venada
f. Ven. Hembra del venado.
venada
f. ataque de locura.
En el Diccionario del estudiantes, de la Real Academia Española, venado es considerado como sustantivo de terminación variable, sin más especificación:
«venado / -a
1. Ciervo. El la montería cazaron ocho venados. También designa específicamente al macho.
2. f. Cierva: Vieron una venada con su cría».
Por cierto, venado ‘ciervo’ aparece en español con este significado hacia 1611, antes significaba ‘cualquier animal objeto de caza’, 1220-1250. Viene del latín venātus ‘caza’, ‘acción de cazar’, ‘producto de la caza’, derivado del verbo latino venari ‘cazar’, ‘ir de caza’. Son derivados de venado: venablo.