Currículum vítae |
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¿Cómo se pronuncia la expresión latina currículum vítae?
Hay una pronunciación tradicional española del latín, que es la que “admite” la Real Academia de la Lengua (RAE), y hay una pronunciación clásica, que la RAE también “reconoce”. Según la pronunciación “admitida” por la RAE, el diptongo latino ae se pronuncia como e. Según la pronunciación también “reconocida” por la RAE, el diptongo latino ae se pronuncia como diptongo ae.
El problema está en que si escribimos currículum vítae, con acento como prescribe la RAE, tenemos que emplear la pronunciación tradicional /kurríkulum víte/, pues el latín clásico no conocía el acento gráfico o tilde. Por tanto, en latín clásico habría que escribir curriculum vitae y leer /kurríkulum vítae/, donde la e se cierra o debilita tanto que sonaría como una i. Esto lo podemos comprobar con la palabra alemana Kaiser, que significa ‘emperador’. Kaiser es el calco más antiguo que el alemán tomó del latín, ya antes de nuestra era y lo tomó del nombre del emperador romano Julius Caesar. De modo que la pronunciación alemana de Caesar /káisar/ sería la más acorde con la del latín de la época clásica (siglo I a. C.).
El uso consagrado en español es la pronunciación tradicional. Si oímos que alguien nos pide un /kurríkulum vitáe/, lo primero que pensamos es que no sabe latín, o que es un experto en latín clásico y un purista de esta lengua. Los filólogos clásicos recomiendan hoy en día usar la pronuntiatio restituta o pronunciación reconstruida, pero esta pronunciación se oye prácticamente sólo en ámbitos académicos, en congresos de latinistas, etc. y no deja de tener siempre un “deje” que revela la lengua materna del hablante. Es muy difícil reproducir exactamente los rasgos de la pronunciación vocálica del latín clásico: abertura, lugar de articulación y cantidad. No olvidemos que el latín clásico es una lengua muerta y que la pronunciación reconstruida fue una obra que comenzó en el Renacimiento con los humanistas y terminó en la segunda mitad del siglo XX, en la que se impuso más o menos la pronuntiatio restituta, pero solamente en la comunidad científica.
Durante siglos, el latín que se oyó en occidente fue el eclesiástico, basado ya en el latín “vulgar” (mejor dicho, “latín coloquial”) o “sermo usualis”, distinto al latín de Roma o “sermo urbanus”. Aunque un senador que en el Senado romano empleara el “sermo urbanus”, en su casa hablaba seguro el “sermo usualis” con sus esclavos o su familia. Otra cosa es el latín literario.
Norma de la RAE
«vitae vítae
Locución latina que significa literalmente ‘carrera de la vida’. Se usa como locución normal masculina para designar la relación de los datos personales, formación académica, actividad laboral y méritos de una persona:
Me pidieron que mandara el famoso currículum vítae con todo detalle.
La pronunciación corriente del segundo elemento es [bíte], en la que el diptongo latino ae se pronuncia como e, rasgo típico del latín vulgar; pero también se pronuncia [bítae], como corresponde a la pronunciación del latín clásico. Ambas son válidas. En cambio, no es admisible la pronunciación *[bitáe]. A menudo se emplea prescindiendo del segundo elemento:
En un párrafo de su currículum consta su licenciatura en Económicas;
pero, en ese caso, es preferible emplear la voz adaptada currículo.
Esta locución es invariable en plural: los currículum vítae. No debe usarse el plural latino *currícula. Tampoco es aceptable el empleo de *currícula como sustantivo femenino en el sentido de ‘plan de estudios’:
*Tiene acceso a un banco de información de todas las universidades, las carreras que imparte y la currícula de cada una de ellas;
para ello ha de usarse la voz currículo.
El primer elemento de esta locución se ha hispanizado en la forma currículo, con un plural currículos. Esta voz se usa con los significados de ‘currículum vitae’:
Infoempleo analiza el currículo facilitado por los aspirantes;
‘historial profesional’:
Tiene un largo y brillante currículo en el campo de la docencia;
y ‘plan de estudios’:
El planteamiento de Caplan se incorporó al currículo escolar de 300 escuelas.»
[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 201]