Partículas modales alemanas y su traducción © Justo Fernández López Gramática alemana para hispanohablantes |
|
![]() |
Partículas modales alemanas y su traducción
La modalidad es "una declaración subjetiva sobre algo dicho" (Cartagena/Gauger 1989:472). Por lo tanto, no es tan importante "qué" se dice, sino "cómo" se dice. Como se dice en alemán “el tono hace la música”, todo depende del tono en que se diga, “no me importa que me llames Martín, sino el retintín” (el tonillo, el modo de hablar). No solo importa lo que se comunica, sino también la manera, el estilo, el tono y la forma en que se transmite el mensaje. Es decir, la manera de expresarse puede cambiar completamente el sentido y el impacto de lo que se quiere comunicar.
El español, lo mismo que otros idiomas, disponen de medios lingüísticos para expresar la modalidad. Pero entre el alemán y el español, a pesar de tener más o menos el mismo contenido semántico, existen diferencias en la realización de la modalidad a nivel de estructura superficial. No existe una correspondencia exacta entre ambos idiomas.
Algunos traductores a menudo intentan encontrar un equivalente español para casi cada partícula modal alemana, lo que frecuentemente suena forzado. Esto crea la impresión de que la modalidad en español se expresa casi siempre mediante partículas o expresiones que contienen partículas, lo cual no es el caso, ya que el español ofrece muchas otras posibilidades de modalización.
«El modo subjuntivo juega un papel importante en español para expresar modalidad. El subjuntivo denota "lo irreal en el sentido más amplio" (Medina) y marca "una posición subjetiva en relación al hecho". El hablante a menudo puede elegir entre indicativo y subjuntivo, dependiendo de cómo perciba el grado de duda, deseo, exhortación, etc. Esto contrasta con el alemán, que tiene un inventario morfológico limitado para el subjuntivo. Por ejemplo: Quizás viene mañana versus Quizá venga mañana.
En español, el uso del subjuntivo permite expresar matices de significado que en alemán a menudo requieren otros recursos lingüísticos. El subjuntivo se utiliza para expresar acciones inciertas, deseos, posibilidades, mandatos y consejos, entre otros.
En relación con los verbos modales querer, deber y poder, se habla –de manera análoga al condicional de cortesía– también de un subjuntivo (imperfecto en -ra) de modestia: Quisiera comprar un pan. El subjuntivo cumple, por tanto, una función muy similar a la de las partículas modales alemanas.
A pesar del frecuente uso del subjuntivo en español para indicar modalidad, es necesario distinguir estrictamente entre modo y modalidad, lo cual no todos los lingüistas hacen. "El modo es un elemento del lenguaje, una manifestación formal-semántica en el verbo (indicativo, subjuntivo, imperativo), una estructura instrumental. La modalidad, en cambio, es una categoría puramente semántica: un posible elemento de lo que pretendemos expresar y para el cual existen formas objetivadas en el acervo lingüístico. El modo es una de las varias formas de expresión de la modalidad" (Gauger/Cartagena 1989:473).
Acosta va aún más lejos en su argumentación que Cartagena/Gauger:
“La modalidad expresada por las partículas modales no tiene nada que ver con la modalidad que puede expresarse por medio del verbo, aunque tenga como concepto una cierta proximidad y relación. El fenómeno de las partículas modales consiste en la manera de caracterización de un contenido dado ya en la frase –independientemente de si el verbo está en indicativo o subjuntivo- y valorar su contenido proposicional. Este tipo de modalidad va más allá de la modalidad verbal. El verbo puede expresar una afirmación, un supuesto, una condición, una negación, etc.; la modalidad de las partículas modales consiste en la postura del hablante frente al contenido de la frase” (Acosta 1984:31).
A pesar de estas diferentes posibilidades de realización de la modalidad, el subjuntivo y los verbos modales tienen algo en común que justifica que ambos puedan ser considerados como generadores de modalidad.» [May 2000:88 ss.]
El futuro español tiene un origen modal. Se originó a partir de una perífrasis verbal compuesta por el infinitivo del verbo principal y el verbo haber en presente. Forma original: Cantare habeo (significaba "he de cantar" o "tengo que cantar"); forma intermedia: Cantar he; forma actual: Cantaré. Este proceso de transformación implicó un desgaste tanto fonético como semántico. La idea de obligación fue cediendo paso gradualmente a la noción actual de futuro.
En oraciones exclamativas e interrogativos se emplea a menudo el llamado futuro de sorpresa para expresar asombro o inquietud ante un hecho conocido: ¿Se atreverá usted a negarlo?
El futuro de cortesía en español es una manera de atenuar peticiones, solicitudes, preguntas o afirmaciones de modo que suenen suaves y menos directas. Se utiliza para suavizar el impacto de lo que se dice, evitando el tono directo del presente: Usted dirá / ¿Qué querrá el señor de desayunar? / ¿Qué tomará? / ¿Me podrá ayudar?
El futuro de conjetura se utiliza en español para expresar suposiciones o probabilidades sobre el presente o el futuro: Estará en casa (suposición de que la persona está en casa en este momento). Es frecuente usar el futuro de conjetura en preguntas retóricas para expresar duda o incredulidad: ¿No vendrá a la boda?
La conjetura también se puede expresar en español mediante el condicional simple: Serían las doce de la noche cuando volvió a casa. También con el condicional perfecto: Habrían sido las doce de la noche cuando volvió a casa. Lo mismo que el futuro de cortesía, el condicional de cortesía se puede emplear para suavizar una expresión o una pregunta con el objetivo de hacerla más cortés: ¿Podría pedirle un favor? / Querría pedirle un favor. / ¿Tendría usted la amabilidad de cerrar la ventana?
Para intensificar una afirmación, el español cuenta con una serie de posibilidades, como los sufijos -ísimo y -érrimo y, especialmente en el lenguaje hablado, los prefijos requete-, super- y sobre-.
Los diminutivos terminados en -ito, -ejo, -ete, -uelo expresan ya sea afecto y/o compasión o menosprecio y/o burla.
La estructura enfática con el verbo ser y un pronombre relativo es conocida en alemán como Spaltsatz. En la terminología de la RAE: “Oración copulativa enfática o de relieve” (RAE: Nueva gramática de la lengua española. Madrid: 2009, vol. 2, § 40.10). Estas oraciones copulativas enfáticas o de relieve sirven para resaltar el elemento que se encuentra al principio de la proposición y contrastarlo. Por lo tanto, indican qué parte de la oración el hablante considera especialmente importante y, de esta manera, aclaran la actitud del hablante hacia lo que se ha dicho: Ha sido en el Corte Inglés donde he encontrado lo que buscaba. / Ha sido la madre quien/la que ha sacado adelante a los cuatro hijos; su marido la abandonó cuando los niños eran aún pequeños.
Además, las estructuras de énfasis establecen coherencia con la oración anterior y dirigen la atención del interlocutor hacia la importancia de la siguiente expresión. La misma intención, acompañada de un énfasis adicional en la calidad, se expresa mediante sintagmas del tipo lo + adjetivo + que: ¡Lo guapa que era la novia! / ¡Lo elegante que iba el novio!
Igualmente, con lo + adjetivo + que, que resalta el matiz concesivo: ¡Con lo rico que es, no puede disfrutar de su dinero por el miedo que tiene siempre a perderlo!
Para dar mayor énfasis a la realización de la oración, el español también emplea la construcción por + adjetivo/adverbio + que: Por más raro que te parezca, es la pura verdad. / Por mucho que dijera que era inocente, nadie le creía.
En el español coloquial, el dativo ético (dativus ethicus) se forma con el pronombre átono no reflexivo que se refiere al individuo implicado afectivamente por la acción que denota el predicado. Sirve para mostrar la participación emocional: No me vayas a llorar ahora. / Esta hija no me come nada, tengo miedo que padezca anorexia.
En la tradición, este dativo solía cubrir también los usos del hoy llamado dativo aspectual, que posee igualmente carácter enfático. Sin embargo, este último dativo concuerda en número y persona con el sujeto oracional, como Este verano me leí los siete libros de Proust.
Por último, una serie de expresiones adverbiales modales expresan duda (tal vez, acaso), esperanza o deseo (ojalá), pospuestos expresan interrogación (¿verdad?, ¿no?), preguntas con es que…, adverbios modales en -mente (realmente, ciertamente, simplemente, verdaderamente, seguramente, probablemente), expresiones restrictivas subjetivas (a mi pesar, que yo sepa, según yo, etc.), estructuras compuestas que enfatizas (es verdad que, ya sabes que, lo que pasa es que, lo que ocurre es que, se la circunstancia de que).
Muy a menudo, el español no expresa explícitamente la modalidad que el alemán expresa mediante una partícula modal. El español expresa con gestos y mímica aspectos modales que el alemán expresa mediante una partícula modal. En estos casos, la partícula modal alemana no tiene correspondencia en español y no se debe rebuscar una expresión española “equivalente”: Wie heißt du denn? > ¿Cómo te llamas?
«La entonación debe ser tenida en cuenta: “Es en la fonética donde de manera más directa han de manifestarse los vaivenes del ánimo, a través del tono medio, las oscilaciones de la entonación, la intensidad, el ritmo, la tensión articulatoria” (Seco 1970:227).
Por lo tanto, en las traducciones al español, a menudo se debe elegir la correspondencia nula para una partícula modal alemana. Si se intentara rebuscar una partícula o una expresión equivalente en español para cada partícula modal alemana, la traducción al español resultaría completamente sobrecargada y poco idiomática.
«En español, cuando se usan partículas y otros indicadores de modalidad con demasiada frecuencia, convirtiéndolos en muletillas sin sentido, muchos receptores consideran que esto demuestra una falta de cultura por parte del hablante. Esta actitud contrasta con la percepción alemana de que las partículas modales no tienen relación con la posición social del hablante. El español también utiliza las partículas y otras expresiones modalizadoras para indicar actitudes del hablante, como en alemán.» [May 2000:104]
Partículas y fórmulas modales en el español
Las partículas modales son esenciales en el español para matizar el significado de las oraciones y reflejar la postura del hablante. Su uso adecuado puede enriquecer la comunicación y hacerla más efectiva al transmitir emociones y actitudes.
Las partículas españolas tienen no solo funciones pragmáticas, sino también funciones gramaticales, como la de adverbio o conjunción. Por ejemplo, la partícula pues funcionar como conjunción, preposición o adverbio. Lo mismo que ocurre con las partículas alemanas, que aparecen en diferentes clases funcionales según el contexto.
Las partículas no sirven para expresar relaciones gramaticales. Estos diferentes elementos lingüísticos solo se parecen en cuanto a su significado léxico dependiente, pero cumplen funciones completamente distintas.
«Los adverbios en -mente a menudo se mencionan en relación con la modalidad y la actitud del hablante; algunos de ellos también se eligen como equivalentes de eigentlich. Sin embargo, no se debe pasar por alto que los adverbios en -mente pueden cumplir otras funciones además de establecer modalidad, y es necesario diferenciarlas. Un adverbio modalizante puede ser parafraseado con la estructura: ser + predicación + preposición sustantiva sujeto + que:
|
Verdaderamente Juan viene mañana. Es verdad que Juan viene mañana. |
En cambio: |
|
|
Juan se fue rápidamente a casa. *Es rápido que Juan se fue a casa. |
Con el test de paráfrasis, sin embargo, hay que andarse con precaución, ya que puede suceder que los adjetivos, al transformarse en adverbios, cambien su significado. Por ejemplo, la paráfrasis de seguramente no es es seguro que, sino es casi seguro que, ya que seguramente expresa, a pesar de su afirmación inicialmente categórica, solo una casi certeza o un alto grado de probabilidad.
Un fenómeno comparable se encuentra también en palabras modales alemanas como sicher (-lich), gewiss, offenbar, que, aunque originalmente marcan el hecho mencionado en la oración como absolutamente cierto, a menudo se utilizan para expresar una conjetura o suposición.
En el español coloquial, existen muchas unidades, a menudo polifuncionales, que, al igual que las partículas modales en alemán, desarrollan su función solo en el contexto y, por lo tanto, pueden asumir diferentes funciones según el contexto. Estas unidades no siempre tienen que ser partículas; también pueden incluir formas de tratamiento, pronombres personales explícitamente mencionados, expresiones fáticas, formas verbales fijas, expresiones compuestas, giros idiomáticos, etc.» [May 2000:101 ss.]
La partícula española acaso cumple en gran medida las mismas funciones que es que. Sin embargo, es mucho más común en el español de América Latina que en el español europeo.
Se conserva en oraciones interrogativas con cierto matiz sarcástico que las convierte en afirmaciones rotundas (interrogaciones retóricas): ¿Acaso no sabe usted que está prohibida la entrada por aquí? > Usted sabe muy bien que no se puede pasar por aquí.
«La partícula acaso en oraciones interrogativas totales no convierte necesariamente la pregunta en retórica, sino que cumple, quizás, la función de señalar una posibilidad. Si el hablante considera esta posibilidad de manera seria o si se trata de una pregunta retórica, solo puede determinarse conociendo la situación y el contexto de ambos interlocutores. Por ejemplo: ¿Acaso te he engañado? se traduce como ¿Habe ich dich vielleicht / etwa betrogen? y ¿Acaso estabas tú allí para oírlo? se traduce como ¿Warst du vielleicht / etwa dabei und hast es gehört?
Como ocurre con las preguntas retóricas, una pregunta no negada con acaso expresa la afirmación correspondiente negada y viceversa.
Los informantes españoles que consulté coincidieron en que acaso no pertenece al registro coloquial, sino que tiene un tono más elevado y a veces un poco anticuado. Esto lo distingue de sus equivalentes potenciales como etwa y vielleicht.» [Beerbom 1992:454-455]
Funciones gramaticales
Como adverbio de modo, modifica verbos para indicar que una acción se realiza de manera correcta o satisfactoria: El empleado lo hace todo bien.
Como adverbio de cantidad, expresa un grado alto o considerable: Comimos muy bien en la boda.
Con algunos participios, casi a manera de prefijo, llegando a veces a formar con ellos una sola palabra: bien criado / bien hablado / bienvenido.
Como adjetivo, de posición social y económica elevada: La gente bien. / Familias bien.
Como conjunción distributiva: Se te enviará el diploma, bien por el correo de hoy, bien por el de mañana.
Funciones pragmáticas
Marcador discursivo: Se utiliza para estructurar el discurso o indicar transiciones: Bien, pasemos al siguiente tema.
Expresión de acuerdo o aceptación: Se usa para mostrar conformidad con lo dicho anteriormente: –¿Nos vemos mañana? –Bien, de acuerdo.
Énfasis o intensificación: Refuerza el significado de lo que se dice: Lo entiendo bien.
Para introducirse a preguntar algo: Y bien, ¿cómo marcha el negocio?
Como interjección, expresa satisfacción o aprobación: ¡Bien! Has aprobado el examen.
Marcador conversacional
Se utiliza frecuentemente como marcador del discurso para:
Iniciar una conversación o un nuevo tema: Bueno, ¿qué te parece si vamos al cine?
Retomar el hilo del discurso después de una interrupción: Bueno, como te iba diciendo…
Cerrar una conversación o tema: Bueno, pues queda todo claro.
Para indicar una aceptación o acuerdo, pero con ciertos matices o reservas:
Bueno, tienes razón. / Bueno, si tú lo dices... / Bueno, pues tú verás.
Sirve para corregir o matizar algo dicho previamente: Es un buen estudiante. Bueno, al menos se esfuerza bastante.
Puede suavizar una afirmación o petición tiene función atenuante: Bueno, la verdad es que no me gusta mucho ese plan.
Expresión de resignación: Bueno, qué le vamos a hacer.
Pausa reflexiva: Bueno... déjame pensar un momento.
Transición: Bueno, cambiando de tema...
Concesión: Bueno, tienes razón en parte, pero...
Para subrayar la oposición a algo o su inconveniencia: Eso no se lo consiento a nadie, estaría bueno. / Estaría bueno que encima tuviese que pagarlo yo.
Para indicar que algo es curioso, gracioso o chocante: Es muy avaricioso, pero lo bueno es que dice que no le importa el dinero.
Situación más o menos adversa a la que alguien ha de enfrentarse: Cuando tengas que levantarte a las seis de la mañana, ya verás lo que es bueno. / Se va a enterar de lo que es bueno.
Para preguntar a alguien de dónde viene y expresarle que es bienvenido: ¿De dónde bueno? / ¿Dónde bueno?
Para indicar que algo es evidente o indudable: Usted, claro, es de aquí y conoce la ciudad, ¿verdad?
Para introducir una explicación: No pude llegar a tiempo. Claro, con todo el tráfico que había.
Como respuesta afirmativa: –¿Me puedes pasar la sal? –Claro. / –¿Puedes ayudarme? –Claro, ¿qué necesitas?
Actúa como un intensificador que refuerza afirmaciones o negaciones, enfatizando el acuerdo o desacuerdo: Claro que sí. / Claro que no.
Puede combinarse con sí o no, antepuesto o pospuesto: Sí, claro. / Claro, sí.
Ayuda a señalar acuerdo entre los interlocutores y a hacer progresar la conversación de manera mable. Contribuye a reforzar la imagen positiva del hablante y preservar la del oyente: –Entiendo tu punto de vista. –Claro, es una situación complicada.
En ciertos contextos, puede adquirir un sentido irónico: Claro, como tú nunca te equivocas.
Para expresar, ya extrañeza, ya desaprobación: Buena es esa. / Buena es esta.
En el habla coloquial, a veces se usa como una muletilla con sentido expletivo: Y entonces, claro, le dije que no podía ir.
Conque es una partícula útil para conectar ideas y expresar consecuencias de manera clara y efectiva en el discurso.
Como conjunción ilativa se utiliza para indicar que lo que sigue es una consecuencia de lo que se ha mencionado previamente: No estudiaste para el examen, conque es probable que no apruebes. Equivale a así que…: Tengo mucho trabajo, así que no te puedo atender ahora.
En el lenguaje coloquial puede dar un matiz de informalidad a la conversación: Te dije que llegaras a tiempo, conque no te sorprendas si me voy sin ti.
Para introducir una frase exclamativa que expresa sorpresa o censura al interlocutor: ¡Conque te ha tocado la lotería! / ¡Conque hoy me pagabas la deuda! / ¡Ah, conque sí hablas inglés!
Puede funcionar como un adverbio temporal que significa "en aquel momento" o "en ese tiempo": Entonces vivíamos en Madrid. / No teníamos mucho dinero entonces.
Una de sus funciones más comunes es como conector consecutivo, estableciendo una relación de causa-efecto o introduciendo una conclusión lógica: Llueve mucho, entonces no saldremos hoy.
Como marcador discursivo con diversas funciones pragmáticas:
Para retomar el hilo del discurso después de una interrupción o digresión.
Para introducir una pregunta o solicitar una aclaración.
Para marcar el inicio de una narración o explicación.
Aparece en algunas expresiones fijas como: ¿Y entonces? (para pedir que se continúe una narración).
Entonces qué para solicitar una conclusión o decisión.
En algunos contextos coloquiales, puede usarse simplemente para enfatizar o dar más fuerza a una afirmación, sin un valor temporal o consecutivo claro.
Indica que las propias palabras del interlocutor sirven para aclarar o rebatir lo que afirma, o para extraer de ello consecuencias obvias. Se usa generalmente entre exclamaciones: –Me doy cuenta de que no lo entiende. En realidad, yo no se lo he explicado, pero… –¡Pues entonces!
«Una expresión muy frecuente para intensificar preguntas es la fórmula introductoria es que, ¿que posiblemente se formó en referencia al francés Est-ce que...?, pero a diferencia de este, no es estilísticamente neutral.
Es que… se utiliza en el español coloquial actual de manera muy frecuente, especialmente en oraciones declarativas que funcionan como explicación, justificación o disculpa.
“Su uso en forma interrogativa es muy frecuente e introduce en la interrogación un matiz afectivo, pues implica en el que pregunta extrañeza o deseo de que la contestación se produzca en determinado sentido: ¿Es que han dado ya las doce?” (María Moliner)
En este ejemplo, el hablante expresa su asombro a través de la pregunta introducida por es que. No esperaba que ya fuera tan tarde, pero se dio cuenta por alguna observación. Si no solo hay un contraste con la expectativa, sino también preferencias del hablante en juego, este considera que la respuesta que prefiere –al igual que en las preguntas tendenciosas alemanas con etwa o doch nicht– no necesariamente se considera más probable.
En preguntas con es que sin negación, la respuesta preferida suele ser la negativa, mientras que la temida es la afirmativa. En conexión con una negación, es al revés. Aquí hay una similitud con etwa: "¿Bist du denn taub, du alter Hornochse?" (¿Pero es que estás sordo, pedazo de tonto?); “kannst du das den nicht begreifen? (¿Es que no puedes entenderlo? / ¿Es que no lo puedes entender?
Es que… puede aparecer no solo en oraciones interrogativas totales, sino también en combinación con palabras interrogativas: ¿Cómo es que no me has entregado el paquete?» [Beerbom 1992: 447 ss.]
El futuro de conjetura existe tanto en español como en alemán, y se utiliza para expresar suposiciones o probabilidades sobre el presente o el futuro.
En alemán se construye con el verbo auxiliar werden conjugado + infinitivo del verbo principal y se refuerza frecuentemente con la partícula modal wohl, o con sicher, bestimmt, vermutlich (probablemente, seguramente, es de suponer que…).
Wohl suele implicar un mayor grado de certeza o confianza en la suposición. Vermutlich tiende a expresar una probabilidad más moderada o una suposición más cautelosa.
El futuro de conjetura puede expresar suposiciones tanto sobre el presente como sobre el futuro. En alemán, al igual que en español, también se puede usar el presente para hablar del futuro en muchos casos.
|
Er wird wohl morgen kommen. Probablemente vendrá mañana. / Puede que venga mañana. Es ist jetzt wohl Zeit zu gehen. Ya será hora de marcharse. Da hat sich wohl jemand verrechnet. Parece que alguien se equivocó en sus cálculos. / Alguien se habrá equivocado en estos cálculos. Das wird wohl sicher so sein. Puede que sea así. / Seguramente será así. Das muss wohl so sein. Supongo que tiene que ser así. / Pues será así. Wo wird Juan jetzt wohl sein? ¿Dónde estará Juan ahora? Es wird wohl schon zu spät sein. Probablemente ya sea demasiado tarde. / Ya será demasiado tarde. Sie wird bestimmt zu Hause sein. Seguro que estará en casa. Du hast wohl nicht gut geschlafen Parece que no has dormido bien. / No habrás dormido bien. Er muss wohl jetzt lernen, unabhängig zu sein. Ahora tendrá que aprender a ser independiente. |
Introduce interrogaciones que reclaman una contestación afirmativa, en ocasiones atenuando un mandato, una petición, una sugerencia o una recriminación: ¿No quiere café? / ¿No callarás?
Como expletivo tras la conjunción que, cuando esta introduce el segundo término de una comparación de desigualdad: Más vale ayunar que no enfermar. / Es mejor que vengas que no que te quedes solo.
Como expletivo con valor enfático en oraciones exclamativas cuantitativas y cualitativas: ¡Cuánto no daría por volver a verlo! / ¡Cómo de bien no lo haría que todos creyeron que era auténtico!
Como expletivo cuando aparece en subordinadas temporales introducidas por hasta que modifican a una oración principal negativa: Hasta que no vio a su hija no consintió en irse a dormir.
Encabeza la intervención en un diálogo, manteniendo el canal de comunicación entre el oyente y el hablante o rebajando la relevancia discursiva de lo que se dice: No, que quería pedirte un favor. No, si ya te lo decía yo.
Como reto para dirigirse a alguien, en sentido de que no podrá o no se atreverá a decir o hacer algo: ¡A que no eres capaz de saltar esa tapia!
Para afirmar o asegurar lo que se dice y otro duda: No, que no. / Y que no.
Para contradecir o deshacer la duda o sentir contrario, acerca de la determinación o de la opinión que se tiene: Pues no.
La función principal de pero es expresar una oposición o contraste entre dos ideas. Introduce una información que se opone o limita lo expresado anteriormente: Quiero ir al cine, pero no tengo dinero. / Es un buen estudiante, pero a veces se distrae en clase.
A principio de cláusula sin referirse a otra anterior, para dar énfasis o fuerza de expresión a lo que se dice: Pero ¿dónde vas a meter tantos libros? / Pero ¡qué hermosa noche!
Para enfatizar o intensificar una idea: ¡Pero qué bonito es este lugar! / ¡Pero mira quién ha venido!
Para introducir réplicas o respuestas, especialmente en diálogos: Pero ¿qué estás diciendo? / Pero ¿cómo se te ocurre hacer eso?
En ocasiones, pero sirve para cambiar de tema en una conversación: Pero hablando de otra cosa, ¿qué planes tienes para el fin de semana?
Para suavizar una negativa o una crítica: Lo siento, pero no puedo ayudarte en este momento. / Está bien hecho, pero podrías mejorar algunos detalles.
Pero que muy… ante adjetivos y adverbios para darles mayor relieve: Toca el clarinete pero que muy bien.
La partícula pues, que se ha desarrollado a partir del adverbio temporal latino post, es muy frecuente en el español hablado y cumple diversas funciones que son difíciles de reducir a un denominador común. Su polifuncionalidad se refleja en las clasificaciones gramaticales de pues que se hacen en los diccionarios: en la mayoría de los casos se describe como una conjunción, o como una interjección, o simplemente como una partícula.
Es falsa la idea de que la partícula pues no significa nada, que es una forma de hablar, que no tiene contenido semántico. Pero todos sabemos que su uso es muy profuso en nuestra conversación, y solo en algunos casos es un simple expletivo vacío de todo contenido semántico: una partícula que no aporta significado, tan solo cierto valor expresivo, y puede omitirse sin afectar a la gramaticalidad de la construcción en la que aparece.
«La mayoría de los usos de pues en el español actual se pueden explicar asumiendo un significado básico consecutivo. La función más común de esta partícula es como señal de estructuración. Pues da la impresión de que el enunciado que lo contiene se conecta con algo anterior, que puede ser de naturaleza lingüística o puramente mental. Además, pues a menudo se conecta con la situación comunicativa en su conjunto. Sin embargo, algunos tipos de uso –por ejemplo, pues como afirmación enfática o como inicio de una respuesta– apenas muestran un significado consecutivo o continuativo. También parece contradictorio que pues a menudo represente un fenómeno de vacilación puro; por otro lado, se describe como enfático-intensificador o incluso como finalizador de tema.
En cuanto al significado sociolectal y estilístico de pues, Páez Urdanetta (1982:338) señala que los chicanos (personas de origen mexicano que viven en los EE.UU.) consideran la partícula como una señal de pertenencia al grupo y solidaridad, y que el pues conversacional se usa con especial frecuencia en conversaciones informales y amistosas entre chicanos.» [Beerbom 1992:375-376]
PUES átono con valor causal
El pues átono con valor causal, de escasa utilización en la conversación:
|
Es un tipo difícil pues nunca sabe lo que quiere. Ist eine schwierige Person, denn sie weiß nie, was sie will |
PUES tónico con valor consecutivo
El pues tónico intercalado o final con valor consecutivo, cuyo empleo en la conversación sólo aparece en algunas zonas del Norte de España.
|
Me voy, pues. Also ich gehe. Me voy, pues se me está haciendo tarde. Ich breche auf, denn die Zeit läuft mir davon. |
PUES continuativo o inicial
|
Pues el otro día fui a Toledo y me encontré allí con un grupo de gente de mi pueblo. Nun, neulich war ich in Toledo und habe dort eine Gruppe von Leuten aus meinem Dorf getroffen. |
Este “pues” no tiene ningún contenido semántico preciso, pero con él ponemos en situación a nuestro interlocutor, haciéndole saber que vamos a relatarle algo. Funciona, además, como un falso enlace puesto que produce la falsa impresión de enlazar con la conversación que estamos manteniendo, aunque de hecho solo sea mera marca introductoria.
En el valor de este “pues” introductorio de un relato también puede verse una especie de fórmula convencional con la que aparentamos restarle importancia a lo que vamos a decir después. Esto hace que introduzcamos con un “pues” una noticia del tipo: “Se ha muerto X” a no ser que sea un simple comentario que no afecte psicológicamente a ninguno de los interlocutores.
PUES expletivo
El término “expletivo” se dice de una voz o de una partícula: Que no aporta significado, tan solo cierto valor expresivo, y puede omitirse sin afectar a la gramaticalidad de la construcción en la que aparece; p. ej., no me voy hasta que (no) me echen. En alemán: überflüssiges Wort, Füllwort, Flickwort.
|
–Yo me quedo. –¿Por qué no vienes? –Hoy tengo la tarde libre. –Pues, ¿por qué no vienes? |
Aquí la partícula pues establece una relación entre la afirmación (el hecho de que tenga la tarde libre) y la pregunta (¿por qué no vienes?) y en segundo lugar que esta relación podría interpretarse así: “Si hoy tienes la tarde libre, ¿por qué no vienes?”, interpretación esta imposible de hacer en el primer caso.
PUES con valor expletivo en oraciones subordinadas
Pues colocado antes de la proposición subordinada sustantiva.
|
Me dio la impresión ... pues de que tenía prisa. Me molesta pues que la gente sea tan egoísta. |
Pues tras una proposición subordinada adverbial, sobre todo cuando esta es larga.
|
y para que se fuera ... pues le dije que … [final] y como no podía dormir ... pues me levanté y me di un paseo por el jardín [causal] y cuando se lo dije ... pues no me lo creía … [temporal] y si se entera ... pues no me importa [condicional] |
En todos estos casos, antes del pues aparece una pausa en la entonación. Esta pausa, sobre todo en las proposiciones sustantivas, implica una vacilación, aunque sea mínima, ante lo que se va a decir después.
Con valor expletivo para introducir una respuesta insegura
El tercer valor expletivo de pues es el de introducir una respuesta de cuyo contenido no estamos seguros. En estes caso el pues aparece seguido, bien de una pausa, bien de expresiones que manifiestan duda o probabilidad, bien de ambas cosas.
En general, las respuestas con datos exactos, con datos que conocemos con seguridad, no suelen ir acompañadas del pues si nuestra respuesta es segura e inmediata y no necesitamos esa especie de “tiempo muerto” que nos ofrece el pues para pensárnosla.
|
–Y ¿cuántos erais? –Pues cinco. |
El valor de pues seguido del dato exacto y sin pausa intermedia puede confundirse con el valor de respuesta-evidencia que se trata más abajo.
PUES con valor daversativo > sin embargo
Otro valor de pues es el que aparece en conversaciones en las que un interlocutor presenta una objeción o contradice lo dicho por otro interlocutor, por lo que su significado es equivalente al de sin embargo, es decir, adversativo.
|
–No convenía decírselo. –Pues se lo dije. = Sin embargo, se lo dije. –Me aburrí muchísimo. –Pues yo lo pasé muy bien. = Sin embargo, yo lo pasé muy bien. |
En estos casos, el significado de oposición que aporta su sentido adversativo está fuertemente ligado al valor continuativo del pues. De hecho, si lo suprimiéramos:
|
–No convenía decírselo. –Se lo dije. |
la respuesta parece tener sólo la intención de transmitir una información y no la de contrastar además nuestra respuesta con la afirmación del interlocutor.
Este valor de pues como equivalente de sin embargo tiene un uso más restringido cuando es utilizado por un solo hablante.
|
Estoy cansado, pues me voy de juerga. |
Pero este es un uso extraño que parece querer decir
|
Estoy cansado, por lo tanto, me voy de juerga. |
Pero sí hay casos en los que un mismo hablante utiliza este pues con valor de sin embargo.
|
Le había pedido que lo hiciera ¿no? ... pues no lo hizo. Tú creíste que no te vio, pues te vio. |
En ambos casos aparece una pausa antes del pues y la parte de la frase anterior a esa pausa es una pregunta o tiene cierto sentido de pregunta. Y es precisamente esa apariencia de diálogo, la misma persona pregunta y responde, la que permite este uso del pues en un mismo interlocutor.
Esto mismo ocurre con el uso de este conector cuando equivale al introductor de la apódosis de una condicional hipotética
|
¿Fuisteis a la sierra? ..., pues pasaríais frío. |
donde el mismo interlocutor pregunta y responde, y que parafraseando equivaldría a
|
Si fuisteis a la sierra, pasaríais frío |
PUES como introductor de la apódosis
|
–Necesito ese libro. –Pues te lo presto. |
Parafraseando el diálogo obtenemos una frase como ésta
|
Si necesitas ese libro, te lo presto. |
Imaginemos que A dice
|
–Me marcho mañana. |
Esto B lo interpreta como una hipótesis: “Si te marchas mañana” ante la que puede expresar:
|
Pues no creo que pueda ir a despedirte. [Consecuencia] |
|
Pues antes de irte déjame tu dirección. [Orden] |
|
Pues lo siento de verdad. [Sentimiento] |
La respuesta a “Me marcho mañana” puede ser también
|
Pues yo voy a quedarme unos días más. |
en la que pues tiene el valor significativo de sin embargo.
Otro valor de pues es el de conector entre una afirmación y una réplica entre las que aparentemente no existe conexión.
|
–Esta tarde tengo mucho trabajo en la oficina. –Vienen mis padres. |
La respuesta, aparentemente al menos, resulta sin sentido y fuera de lugar. Pero anteponiéndole pues sonaría así:
|
–Esta tarde tengo mucho trabajo en la oficina. –Pues vienen mis padres. |
La respuesta con pues obliga a A a establecer una conexión entre lo que él dijo y la reacción de B. Podría significar que B había previsto que A estuviera en casa cuando vinieran los sus padres pero que ahora parece difícil dado que A “tiene mucho trabajo”.
|
–Esta tarde tengo mucho trabajo en la oficina. –Pues entonces no vas a poder ver a mis padres que vienen esta tarde. |
|
–¿Y quiénes estabais? –Pues ella y yo. |
El hecho de no hacer pausa intermedia entre pues y la afirmación “ella y yo” hace que el interlocutor reconozca en la respuesta el significado de “es evidente que ella y yo”, “está claro que ella y yo”. El uso de este valor de pues está estrechamente ligado a la entonación.
En cuanto al pues en respuestas seguido de que, precedido o no de preposición: pues que ... / pues de que ...
|
–¿Qué te dijo? –Pues que estuvo allí y ... = Pues me dijo que estuvo allí y ... |
su uso es más fácil de comprender porque es fundamentalmente expletivo, es decir, no tiene contenido semántico preciso. Se utiliza como introductor de una subordinada sustantiva cuyo verbo principal se sobreentiende porque ya ha aparecido en la pregunta del interlocutor. En el ejemplo anterior la respuesta de B a la pregunta de A (“¿Qué te dijo?”) equivale a “pues me dijo que estuvo y ...”
Los valores de este pues son fundamentalmente expletivos. Generalmente, el del pues introductor de un relato:
|
–¿Y qué pasó? –Pues que estuvimos allí y … |
o el de introductor de una respuesta de cuyo contenido no estamos seguros o ante el cual vacilamos:
|
–¿Y tú qué prefieres? –Pues ... que se vaya. = Pues prefiero que se vaya. |
o ambos combinados:
|
–¿Qué quería? –Pues ... que fuésemos allí y ... = Pues quería que fuésemos allí y ... |
También recoge el valor de “respuesta-evidencia”, pero este uso está estrechamente relacionado con la entonación.
|
–¿Qué le dijiste? –¡Pues que no era importante! |
[Ana Rosa Salido: “Pues ... cómo te lo explicaría”. En: Frecuencia. Revista de didáctica. Español como Lengua Extranjera. Madrid: Edinumen, N° 1, marzo 1966]
adversativ |
¿Estabas sin dinero? ¿Pues por qué no me lo pediste a mí? [wieso denn ... / du hättest ... aber ...] |
kausal satzeinleitend und tonlos] denn |
Yo no sé si fue así, pues no estuve allí. [ ..., denn ich war nicht dort] Tuve que hacerlo yo solo, pues nadie me quiso ayudar. Es un tipo difícil pues nunca sabe lo que quiere. |
konsekutiv [nicht immer satzeinleitend, aber betont] |
Por lo que me cuentas, parece que va en serio, pues. [..., also ...] Si es así, pues no nos queda otro remedio. [Wenn es so ist, bleibt uns also ...] No me haces caso, pues un día te acordarás del consejo que te di. Me voy, pues. |
Antwort: Naja ... |
–¿Y te dieron el puesto? –Pues ... [Naja > nein, aber du weißt schon ...] –¿Aprobaste el examen? –Pues ... [–Hast du die Prüfung bestanden? -Naja … [bin durchgefallen!] |
Abschiedsformel |
Bueno, pues nada, hombre, hasta la próxima. [Okay, also dann bis zum nächsten Mal] |
Füllwort: Pausenfüller, Überbrückungs-Verlegenheitswort.
Leitet häufig eine Antwort ein. |
Nos veremos, pues, la próxima semana. [wir sehen uns also nächste Woche] –¿Cuándo llega tu mujer? –Pues, la verdad, no lo sé. [Also ..., ehrlich gesagt weiß ich nicht] Bueno, pues ahora a ahorrar. [Nun, jetzt müssen wir sparen] Pues nada, a ver si nos vemos pronto. [also hoffen wir, dass wir uns bald sehen] |
Fortsetzung des Gesprächs
[pues continuativo o inicial] |
Digo, pues, que la inversión acarrea mucho riesgo. Pues como te decía, yo esperaba una respuesta positiva, pero ... ¡Pues bien! Como te estaba diciendo ... [Nun denn!] Pues como iba a decirle, ... [Nun also ... was ich Ihnen sagen wollte ...] Pues el otro día fui a Toledo y me encontré allí con un grupo de gente de mi pueblo. |
Zustimmung Aufmunterung |
–Un viajante quiere hablar con usted. –¡Que pase pues! [er soll nur herein ...] ¿Pues qué? [Na und?] ¡Pues qué! [das macht nichts] ¡Venga pues! [nur zu!] Bien, pues a trabajar. [Also dann an die Arbeit!] Pues nada, que te mejores. [also dann gute Besserung!] |
Einleitung eines Rufsatzes |
¡Pues no faltaba más! [das wäre noch schöner / das fehlte noch!] ¡Pues tiene gracia la cosa! [sehr witzig!] ¡Pues era de esperar! [es war nichts anders zu erwarten] |
Einleitung einer Frage |
¿Pues no lo has visto? [hast du ihn denn nicht gesehen?] ¿Pues cómo? / ¿Pues qué? [wieso? / wieso denn?] |
Zweifel, Ungeduld, Verunsicherung |
–Las llaves te las dejé encima de la mesa. ¿Pues no las encuentras? –Pues allí no están. |
Beachte: |
In Lateinamerika hört man oft pos / pus statt pues. |
Beziehung zwischen Aussage und Frage. |
–Hoy tengo la tarde libre. –Pues, ¿por qué no vienes? |
Vor einem Substantivsatz |
Me dio la impresión ... pues de que tenía prisa. Me molesta pues que la gente sea tan egoísta. |
Nach einem Adverbialsatz (nach Pause) Finalsatz Kausalsatz Temporalsatz Konditionalsatz |
... y para que se fuera ... pues le dije que ... ... y como no podía dormir ... pues me levanté y ... ... y cuando se lo dije ... pues no me lo creía ... ... y si se entera ... pues no me importa. |
Als Einleitung einer unsicheren Antwort |
–¿Qué vas a hacer este puente? –Pues ... salir de Madrid. / Pues quizá me vaya fuera. / –Pues ... a lo mejor me voy fuera. |
Adversative Bedeutung = sin embargo |
–Me aburrí muchísimo. –Pues yo lo pasé muy bien. = Sin embargo, yo lo pasé muy bien. Le había pedido que lo hiciera ¿no? ... pues no lo hizo. Tú creíste que no te vio, pues te vio. |
Als Einleitung eines Hauptsatzes eines hypothetischen Nebensatzes. |
¿Fuisteis a la sierra? ... pues pasaríais frío. = Si fuisteis a la sierra, pasaríais frío. -Necesito ese libro. –Pues te lo presto. = Si necesitas ese libro, yo te lo presto. |
Beachte: |
A: –Me marcho mañana. B: –Pues no creo que pueda ir a despedirte. [Konsekutiv] –Pues antes de irte déjame tu dirección. [Befehl] –Pues lo siento de verdad. [Gefühl] –Pues yo voy a quedarme unos días más. [Adversativ] |
Genaue Antwort: respuesta-evidencia (es ist klar, dass) |
–¿Y quiénes estabais? –Pues ella y yo. |
Nicht deutlich ausgesprochene Schlussfolgerung |
A: Esta tarde tengo mucho trabajo en la oficina. B: Vienen mis padres a cenar. |
Mit pues eingeleitete Schlussfolgerung |
A: Esta tarde tengo mucho trabajo en la oficina. B: Pues vienen mis padres a cenar. |
Deutlich ausgesprochene Schlussfolgerung |
A: Esta tarde tengo mucho trabajo en la oficina. B: Pues entonces no vas a poder cenar con mis padres. |
pues (de) que ...
|
–¿Qué te dijo? –Pues que estuvo allí y ... = Pues me dijo que estuvo allí y ... |
zwischen pues und que ist das Verb |
–Y qué te pasó? –Pues que estuvimos allí y ... = Pues me pasó que ... |
dijo, pasó usw. ausgelassen worden |
–¿Y tú qué prefieres? –Pues ... que se vaya. = Pues prefiero que se vaya. |
|
–¿Qué quería? –Pues ... que fuésemos allí y ... = Pues quería que fuésemos allí y ... |
|
–¿Qué le dijiste? –¡Pues que no era importante! |
El sí integrado en la oración, solo o seguido de que, sirve como modificador afirmativo para enfatizar enérgicamente declaraciones formalmente declarativas. La partícula sí cumple una función similar cuando se usa de forma parentética, separada por comas, en lugar de estar integrada en la oración. Esto le da a la expresión un carácter dialógico, incluso cuando no se usa como una reacción inmediata. Además, el hablante puede con sí dirigirse a sí mismo para confirmar la exactitud de un pensamiento o recuerdo: Ahí están ocultado algo, sí, algo traman. / Lo hizo, sí, pero a regañadientes. / La mujer sí que sabe quién es el autor del delito, pero teme denunciarlo.
La función más común de sí es como adverbio de afirmación, utilizado para responder afirmativamente a preguntas o para expresar acuerdo: –¿Vienes a la fiesta? -Sí, iré.
También funciona como pronombre reflexivo de tercera persona (singular y plural), refiriéndose al sujeto de la oración: Ella habla mucho de sí misma.
En algunos casos, sí se usa como conjunción adversativa, similar a pero o sin embargo: Es caro, sí, pero vale la pena.
Para enfatizar o intensificar una afirmación: ¡Eso sí que es una buena idea!
Forma parte de varias locuciones o expresiones fijas: Por sí mismo (por cuenta propia). / De por sí (naturalmente; separadamente cada cosa; sola o aparte de las demás).
Por propia deliberación y sin consultar a nadie ni contar con nadie: Por sí y ante sí.
Con atención, cautela o cuidado: Sobre sí.
Denota aseveración terminante: Si ayer lo aseguraste aquí mismo una y otra vez delante de todos nosotros, ¿cómo lo niegas hoy?
Puede usarse para expresar obviedad o contradicción: ¡Si ya te lo había advertido!
Denota ponderación o encarecimiento: Es atrevido, si los hay.
Para introducir oraciones interrogativas indirectas, a veces con matiz de duda: Ignoro si es soltero o casado. / Hay que ver si hacemos algo en su favor. / Pregúntale si querría entrar en una casa de comercio.
Para introducir oraciones desiderativas: ¡Si Dios quisiera tocarle en el corazón!
Con valor distributivo cuando se emplea repetida para contraponer, con elipsis de verbo o no, una cláusula a otra: Si hay ley, si razón, si justicia en el mundo, no sucederá lo que temes. / Iré, si por la mañana o por la tarde, no puedo asegurarlo. / Malo, si uno habla, si no habla, peor.
Tras el adverbio como o la conjunción que, se emplea en conceptos comparativos: Andaba Rocinante como si fuera asno de gitano con azogue en los oídos. / Se quedó más contento que si le hubieran dado un millón.
Para introducir una conclusión o resumen de lo dicho anteriormente. En este uso funciona de manera similar a otros marcadores como en fin, en resumen, en suma, en conclusión. Suele ir seguido de la partícula que cuando introduce un enunciado con verbo conjugado. Ayuda a reformular o recapitular la información previa de forma más concisa: Estuvimos hablando durante horas, dando vueltas al mismo tema... Total, que no llegamos a ningún acuerdo.
Puede funcionar como un adverbio de modo, significando ‘de manera completa’ o ‘absolutamente’: El equipo perdió total y absolutamente el partido.
Aunque menos común en el discurso oral, total también puede funcionar como adjetivo significando ‘completo’ o ‘absoluto’: Hubo un apagón total en toda la ciudad.
En el habla coloquial, total puede adquirir funciones pragmáticas adicionales: Expresar indiferencia o resignación ante una situación. Minimizar la importancia de algo mencionado previamente: No me invitaron a la fiesta, pero total, tampoco tenía ganas de ir.
El uso de total como marcador discursivo recapitulativo es particularmente relevante en el español coloquial, donde ayuda a estructurar el discurso y a señalar conclusiones o resúmenes de lo expresado anteriormente.
Vamos puede funcionar como verbo, interjección, marcador discursivo y formar parte de expresiones idiomáticas, añadiendo matices y expresividad al lenguaje.
Funciona como una exclamación para expresar sorpresa, incredulidad o para dar ánimo: ¡Vamos! No me digas que te has olvidado otra vez. / ¡Vamos! Tú puedes hacerlo.
Se utiliza para introducir una idea o para continuar con el hilo de una conversación: Vamos, que al final todo salió bien. / Vamos, no es tan complicado como parece.
Se usa para expresar que algo es obvio o inevitable: Vamos, que siempre tiene que haber algún problema. / Vamos, era de esperar que esto pasara.
Para exhortar: Vamos, tenemos que darnos prisa. / Vamos, di lo que sepas. / Vamos, decid lo que sepáis.
Usado también como interjección: ¡Vamos, qué tontería!
Puede aparecer al inicio, medio o final de la oración, aunque es más común al final. La entonación en su uso como partícula modal es importante para transmitir el matiz deseado. Su uso es más común en el habla coloquial e informal.
El uso de verdad como partícula modal varía según la región y el contexto. En algunos lugares puede ser más común usar otras expresiones similares como ¿no?, ¿cierto?, o ¿viste?
Verdad se usa frecuentemente al final de oraciones para buscar la confirmación o asentimiento del interlocutor, similar a ¿no? o ¿cierto?: Está haciendo mucho calor hoy, ¿verdad? / Está delicioso, ¿verdad?
Para enfatizar sorpresa o asombro ante una situación: ¡Qué bonito quedó el jardín, verdad!
Para dar más fuerza o énfasis a lo que se está diciendo: La película estuvo muy buena, verdad que sí.
Contraponiendo algo a otra cosa, como que no impide o estorba el asunto, o para exceptuarlo de una regla general: Bien es verdad que + indicativo. / Es verdad que + indicativo. / Verdad es que + indicativo.
La función más conocida de y es la de conjunción copulativa, que se utiliza para unir dos o más elementos de una misma categoría gramatical. Por ejemplo: Me gusta el chocolate y la vainilla.
Puede utilizarse para enfatizar la adición de un nuevo elemento, a menudo en contextos más coloquiales o expresivos: Me gusta la pizza y también las hamburguesas.
Cuando y se utiliza al inicio de una oración o cláusula interrogativa, puede adquirir un valor tónico: ¿Y tú, cómo estás?
Para enfatizar una pregunta, especialmente cuando se espera una respuesta afirmativa o negativa. Implica sorpresa o expectativa sobre la decisión de la otra persona: ¿Y tú no vas a venir?
A principio de período o cláusula sin enlace con vocablo o frase anterior, para dar énfasis o fuerza de expresión a lo que se dice: ¡Y si no llega a tiempo! / ¿Y si fuera otra la causa?
Denota idea de repetición indefinida, precedida y seguida por una misma palabra: Días y días. / Cartas y cartas.
Indica impaciencia o énfasis: ¡Ya te lo he dicho mil veces!
Función como adverbio para indicar que algo ha ocurrido antes del momento presente o que se ha completado: Ya he terminado mi tarea.
Para enfatizar que algo es seguro o que se ha llegado a una conclusión: Ya sé lo que quiero estudiar.
En preguntas para indagar si algo ha sucedido: ¿Ya comiste?
Para indicar que ha habido una transformación o un cambio en la situación: Ya no vivo en esa ciudad.
Para expresar sorpresa, resignación o impaciencia ante una situación: ¡Ya basta! No puedo más.
Para indicar que algo está a punto de suceder: Ya viene el tren.
Para conceder o apoyar alguien lo que se le dice: Ya se ve. Ya entiendo.
Para denotar que se recuerda algo o que se cae en ello, o que no se hace caso de lo que se dice. Usada repetida, expresa también idea de encarecimiento en bien o en mal: Tienes que dejar de beber tanto. –Ya. / –Te lo he dicho mil veces. –Ya, ya.
En la expresión ¡ah, ya! en una conversación, ya puede funcionar como una simple partícula de información, a través de la cual el oyente señala que está atento y siguiendo la conversación.
Para enfatizar lo que se acaba de decir: Que ya ya.
Si ya + indicativo, en el sentido de siempre que + subjuntivo: Haré cuanto quieras, si ya no me pides cosas impropias de una persona cabal.
Con el significado de porque, puesto que: Ya que lo sabes, dímelo.
Con el significado de una vez que, aunque, dado que: Ya que tu desgracia no tiene remedio, llévala con paciencia.
La posición de ya en la oración no es fija; ya puede aparecer al principio de la oración, en el medio, así como al final. Puede colocarse tanto antes como después del elemento al que se refiere: Papá ha llegado ya. / Ya ha llegado papá. / Papá ya ha llegado. / Ya un gramo de este veneno puede resultar mortal. / Un gramo de este veneno ya puede resultar mortal. / Un gramo de este veneno puede resultar ya mortal.
Para añadir un término poco preciso, pero semejante a lo ya dicho: Vendían frutas, verduras y tal.
Las partículas modales alemanas no tienen equivalentes directos en español. Sus funciones pueden realizarse a través de medios muy heterogéneos. En español, parece ser mucho menos común que en alemán establecer referencias al contexto lingüístico y extralingüístico.
Según el estudio de Beerbom (1992), en total, solo alrededor del 30% de todos los ejemplos del corpus muestran un equivalente para las partículas modales alemanas, e incluso estos equivalentes generalmente solo reflejan parcialmente los aspectos semánticos de las partículas modales o de la expresión completa.
«Las partículas modales son una característica específica del alemán y, por lo general, no tienen equivalentes directos en otros idiomas. Como clase relativamente cerrada en alemán, en las lenguas románicas solo se encuentra un amplio espectro de medios muy heterogéneos que solo parcialmente se pueden considerar equivalentes: medios entonacionales y prosódicos, difíciles de captar.
El término “partícula modal” se ha acuñado para un fenómeno típico del alemán, y no sería exacto hablar de “partículas modales” equivalentes en otros idiomas, ya que estas partículas en otros idiomas no forman un paradigma comparable al alemán y, además, se diferencian sintácticamente de las partículas modales alemanas.
En español parece no haber elementos comparables que expresen valores textuales tan complejos y al mismo tiempo tengan un significado tan vago. Sin embargo, es razonable suponer que las partículas modales son, en principio, traducibles. Debe ser posible expresar lo que se logra con las partículas modales en alemán también en otros idiomas. La cuestión de cómo y con qué medios se realiza esto es otra historia.» [Christiane Beerbom: Modalpartikeln als Übersetzungsproblem. Frankfurt a. M.: Peter Lang, 1992, p. 110-111]
Las partículas modales alemanas constituyen para el extranjero uno de los fenómenos más complejos de la lengua alemana. Modifican el enunciado y reflejan una determinada actitud por parte del hablante respecto de lo que expresa con el enunciado: resignación, enfado, duda, sorpresa, probabilidad, etc.). Esta función pragmática de las partículas modales la realiza el español mediante la entonación, por medio de perífrasis o paráfrasis.
Desde el punto de vista gramatical, la presencia de estas partículas no resulta obligatoria, pero no hay que olvidar que tienen un valor comunicativo muy importante, pues matizan las intenciones o actitudes del hablante, de modo que no se debe prescindir arbitrariamente de su función.
Andreu Castell (2002: 414) pone el siguiente ejemplo:
|
Komm nicht zu spät zurück. No vuelvas demasiado tarde. [dependiendo de la entonación, puede representar un ruego, una orden o una amenaza] |
|
Komm bloß zu spät zurück. Y no vayas a volver demasiado tarde. / Y no se te ocurra volver demasiado tarde. [con la partícula modal tónica bloß, el hablante expresa claramente una amenaza] |
«En resumen, los estudios sobre las partículas del español hablado muestran las siguientes características:
No se limitan solo a partículas, sino que incluyen también formas de tratamiento, formas verbales fijas (fíjate, sabes), expresiones (o sea, es decir) y frases idiomáticas.
Las partículas que cumplen funciones comunicativas en el diálogo constituyen una gran parte de los fenómenos típicos del lenguaje coloquial.
Se las describe de diversas formas: "estimulantes y soportes conversacionales", "enlaces extraoracionales", "expresiones de relleno", etc.
Su función a menudo se describe de manera vaga, frecuentemente solo como "efecto enfático".
Conceptos como énfasis, expresividad y afectividad juegan un papel importante en su caracterización.
Se señala que algunas han sufrido una desemantización y funcionan como "muletillas" o "partículas expletivas" vacías de significado.
Su uso frecuente a veces se ve como señal de falta de educación del hablante.
Al igual que las partículas modales alemanas, a menudo se consideran expresión de las actitudes del hablante.
En general, las partículas españolas no han sido investigadas con la misma intensidad que las alemanas. Los estudios existentes sobre el español coloquial son relativamente difusos y están lejos de una descripción sistemática y completa de estos elementos. Hay pocas descripciones detalladas de cada una de las partículas.
En los diccionarios bilingües, las partículas modales y sus ejemplos de uso generalmente no se comentan. Las equivalencias españolas de los ejemplos de uso a veces se caracterizan como <fam> o <pop>, pero esto no se refiere a un lexema individual, sino a toda la expresión en su conjunto. Además de las indicaciones estilísticas, a veces aparece la nota [“sin traducción”] o [“generalmente sin traducción”], que se aplica a las partículas átonas ja y doch, así como a ejemplos de schon, denn y etwa.» [Beerbom 1992: 53-55]
doch: Es una de las partículas más versátiles y frecuentes en alemán, pero no tiene una traducción directa al español. Puede expresar contradicción, énfasis o sorpresa, dependiendo del contexto.
ja: Aunque "ja" significa "sí", como partícula modal indica que algo es obvio o conocido, un matiz que no tiene equivalente directo en español.
mal: Se usa para suavizar peticiones o hacer que las frases suenen más informales, pero no tiene una traducción directa al español.
eben/halt: Expresan resignación o que algo es inevitable, conceptos que en español se transmiten de otras maneras, sin un equivalente directo.
wohl: Indica suposición o probabilidad de una manera más sutil y frecuente que las formas equivalentes en español.
bloß/nur: Como partículas modales, pueden expresar advertencia o deseo, matices que no tienen equivalentes directos en español.
denn: Se usa principalmente en preguntas para expresar sorpresa o interés, un uso que no tiene paralelo directo en español.
Estas partículas son particularmente difíciles de traducir porque:
No tienen equivalentes directos en español.
Su significado puede variar significativamente según el contexto.
A menudo transmiten matices emocionales o actitudinales sutiles.
Su uso es muy frecuente en alemán hablado, pero omitirlas no altera el significado básico de la oración.
Uso de recursos prosódicos:
La entonación en español puede transmitir matices similares a los de las partículas modales alemanas. Por ejemplo, ciertos patrones entonativos pueden expresar sorpresa, énfasis o duda.
Empleo de marcadores discursivos:
Conectores, adverbios y otras partículas en español pueden capturar parte del significado de las partículas alemanas. Por ejemplo, "pues", "bueno", "es que" pueden funcionar en ciertos contextos.
Explicitación:
A veces es necesario hacer explícito el matiz que la partícula modal aporta, mediante frases o expresiones adicionales que clarifiquen la actitud o intención del hablante.
Compensación:
Si no es posible traducir la partícula en un punto específico, se puede intentar compensar su efecto en otra parte del texto.
Uso de pronombres personales tónicos y otros elementos enfáticos:
En español, estos elementos pueden cumplir funciones similares a algunas partículas modales alemanas.
Adaptación del registro:
Ajustar el nivel de formalidad o coloquialidad del texto meta puede ayudar a transmitir los matices de las partículas modales.
Traducción cero:
En algunos casos, omitir la traducción de la partícula puede ser la mejor opción si el contexto ya transmite el matiz necesario.
Uso de estructuras sintácticas específicas:
Ciertas construcciones en español pueden transmitir matices similares a los de las partículas modales alemanas.
Consideración del contexto global:
A veces, el significado de la partícula modal se puede transmitir a través de la situación comunicativa general, sin necesidad de un equivalente directo.
Es importante recordar que la elección de la estrategia dependerá del contexto específico, el tipo de texto y la función comunicativa de la partícula modal en cada caso. La combinación de varias de estas estrategias suele ser necesaria para lograr una traducción efectiva.
Estas partículas modales cumplen funciones importantes en el lenguaje coloquial alemán: Expresan la actitud, emoción o intención del hablante. Añaden matices y énfasis a lo dicho. Modifican el tono de la conversación. No cambian el contenido informativo básico de la oración. Su significado varía según el contexto y la entonación.
El uso adecuado de estas partículas es clave para lograr una comunicación más natural y expresiva en alemán.
aber |
Asombro, sorpresa |
auch |
Duda, preocupación |
bloß |
Advertencia, preocupación, deseo |
denn |
Interés, asombro, sorpresa, deseo de saber |
doch |
Opinión, exhortación, deseo, contradicción, enfatización |
eben |
Conclusión, resignación, afirmación |
eigentlich |
En realidad, de hecho, realmente, básicamente |
etwa |
Sorpresa, contradicción |
halt |
Conclusión, resignación, afirmación |
ja |
Conocimiento, asombro, amenaza, contradicción, obviedad |
mal |
Exhortación amable; suaviza peticiones |
nicht |
Pregunta, negación |
nur |
Advertencia, amenaza, querer saber algo, deseo |
ruhig |
Sencillamente, sin más, sin miedo |
schon |
Suposición tranquilizadora, advertencia, restricción |
vielleicht |
Duda, sorpresa, admiración |
wohl |
Suposición, advertencia, amenaza |
Enfatización del sujeto o el objeto de la frase |
|
|
Geld ist doch nicht das Wichtigste im Leben. El dinero no es lo más importante en la vida. No es el dinero lo más importante en la vida. No es el dinero lo que es más importante en la vida. |
Las partículas modales se utilizan a menudo junto con verbos modales, que también expresan la modalidad.
Algunas de estas partículas son solo palabras de relleno, con las que el sujeto solo quiere “meter paja”.
Algunas son apelativas, pero no del todo, como ¿qué te iba a decir? para tomar impulso; escucha ...; otras para hacer una pausa y reflexionar, o para hacer una transición; otras son interjecciones para expresar algún sentimiento, sobre todo de enfado o fastidio.
|
bueno, ... joder, ... [vulg] coño, ... [vulg] y éste ... éste ... no si ... bueno, pero ... pues es que ... hombre, ... bueno, hombre, ... ¿no es cierto? ¿verdad? ¿no? pues verás, ... mira, ... oye, mira ... no te digo ... |
Principales correspondencias (parciales) de las partículas modales alemanas en español. Hay que tener en cuenta que las correspondencias son aproximadas, ya que las partículas modales alemanas no tienen equivalentes exactos en español. Su función a menudo se transmite a través de la entonación, el contexto o expresiones idiomáticas en español.
aber |
|
|
pero vaya caramba (para expresar sorpresa) |
denn |
|
|
acaso pues es que |
doch |
|
|
sin embargo no obstante pero sí pero sí sí que (en frases afirmativas) ya bien, perfectamente, sin duda ¿no?, ¿verdad?, ¿no es así? supongo [o verbo en futuro] creo que [o verbo en futuro] me parece que [o verbo en futuro] de una vez pues ¿por qué no…? |
eben/halt |
|
|
simplemente sencillamente claro es que pues verbo en futuro |
eigentlich |
|
|
en realidad realmente a decir verdad |
ja |
|
|
por supuesto desde luego claro evidentemente sí ya ciertamente, de veras, sin duda ya sabes que, como recordarás, si se piensa en… le aseguro que veo que me parece que / parece que |
mal |
|
|
pues a ver venga (en imperativo) |
nur |
|
|
simplemente solamente nada más |
schon |
|
|
ya sí (que) de una vez seguro que sin duda |
wohl |
|
|
probablemente seguramente al parecer |
Una tendencia muy clara hacia la traducción nula es siempre reconocible cuando las partículas modales alemanas están integradas en oraciones subordinadas o combinadas con sus paráfrasis. Las partículas modales individuales parecen no encontrar habitualmente equivalentes en español en los siguientes tipos de uso.
ja |
|
|
–en constataciones y afirmaciones –en suposiciones y conclusiones –en propuestas y permisos –en justificaciones y fundamentaciones |
doch |
|
|
–en exclamaciones de sorpresa –en aserciones enfáticas –oraciones desiderativas –en peticiones de ayuda para la memoria –oraciones imperativas negativas |
schon |
|
|
–en expresiones directivas realizadas mediante oraciones declarativas –en preguntas retóricas –en solicitudes de ayuda para la memoria |
eben/halt |
|
|
–en el tipo de "única consecuencia posible" –en declaraciones de tipo sentencia, de validez general –en expresiones que sirven principalmente para activar el conocimiento compartido o la información previa en el texto narrativo |
Impressum | Datenschutzerklärung und Cookies
Copyright © Hispanoteca.eu - Alle Rechte vorbehalten