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ADVERBIALSATZ

Oración subordinada adverbial o circunstancial

(comp.) Justo Fernández López

Diccionario de lingüística español y alemán

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Vgl.:

Satzgefüge / Adverb / Satzadverb / Modaladverb / Umstandsbestimmungen

Adverbialsatz.

Konstituentensatz (Nebensatz) in der syntaktischen Funktion eines Adverbials. Je nach der semantischen Funktion wird unterschieden u. a. zwischen Temporal-, Lokal-, Modalsatz.“ [Bußmann, H., S. 50]

„Der Begriff „Adverbialsatz“ ist ein Beispiel für die ungute Tradition, Wortarten und Satzfunktionen miteinander zu verwechseln. Ein Adverb ist häufig, aber nicht immer eine Umstandsbestimmung.“

[Dietrich, W. / Geckeler, H.: Einführung in die spanische Sprachwissenschaft. Berlin, 1990, S. 86]

Adverbialsätze haben im Matrix die Funktion einer Adverbialbestimmung. Sie können mit einem Fragepronomen erfragt werden und bewirken, wenn sie an der Spitze des Satzes stehen, die so genannte Inversion. Nach semantischen Kriterien werden sie in Temporalsätze (z. B. Wenn der weiße Flieder wieder blüht), Konditionalsätze, Kausalsätze, Modalsätze usw. eingeteilt. Zu den Modalsätzen werden meistens auch die Komparativsätze (Sie tut mehr, als man von ihr verlangt; er lief, als ob er Todesängste hätte) gezählt (so. z. B. Helbig/Buscha 1984: 685). Doch ist der Terminus Komparativsatz eher semantischer Natur; in syntaktischer Hinsicht bezeichnet er sowohl Attributsätze wie in mehr, als man von ihm verlangt als auch Adverbialsätze wie im zweiten Beispiel.“ [Hentschel / Weydt, S. 376]

Circunstancial [A. Umstands-]

1.     Complemento circunstancial. Palabra o conjunto de palabras que completan la significación del verbo, indicando alguna circunstancia de la acción. Galichet ha dado de él la siguiente definición: «El complemento circunstancial es un medio de situar la pareja agente-proceso en el mundo de los fenómenos. Esta función permite adoptar las más variadas precisiones: lugar, tiempo, causa, finalidad, instrumento, modo, origen, precio, medida ... [Estos complementos] determinan la pareja sujeto-verbo ... por coordenadas exteriores al proceso. Estas coordenadas sitúan el proceso con relación a ciertos puntos de referencia convencionales». J.-P. Golay (1959) ha puesto en duda el carácter circunstancial del complemento de modo, dado que señala notas internas del proceso.

2.     Oraciones circunstanciales. Se da este nombre a las oraciones subordinadas que funcionan, en el seno de la oración compuesta, como un adverbio (de ahí el nombre también utilizado de oraciones adverbiales), o sea como un complemento circunstancial. Son las llamadas oraciones finales, consecutivas, causales, concesivas, temporales, condicionales y comparativas, a las que algunos gramáticos añaden las locativas. A veces se incluyen las consecutivas, causales y comparativas (o ciertos tipos de ellas) entre las coordinadas.“

[Lázaro Carreter, F., Dicc. de térm. filológ., p. 92]

„Se han llamado adverbiales las oraciones transpuestas que pasan a cumplir las funciones propias de adverbio (o su equivalente sustantivo convenientemente provisto de transpositores), es decir, las de adyacente circunstancial y de modificador o adyacente oracional. Conviene, pues, clasificar las oraciones adverbiales junto con las sustantivas en papeles circunstanciales, teniendo en cuenta ante todo los rasgos de su estructura sintáctica interna. Desde este punto de vista, se distinguen los siguientes tipos.

1.  Si una oración se degrada con la conjunción que pasa a funcionar como un sustantivo, y, cuando cumple un oficio circunstancial, requiere, como aquel, la presencia de la oportuna preposición: Ya avisarás para que te eche una mano.

2.  La oración transpuesta por relativo resulta sustantivada al omitirse el antecedente o al aparecer (cuando es necesario) el artículo; luego puede también desempeñar el papel de adyacente circunstancial si la habilita para ello la preposición oportuna: Yo había preparado, para quienes trabajan a mis órdenes, unas instrucciones.

3.  Cuando carecen de antecedente, los adverbios relativos donde, cuando, como (y cuanto con preposición) degradan la oración en que se insertan y esta funciona como adyacente circunstancial: Donde fueres, haz lo que vieres. Cuando el río suena, agua lleva.

4.  La oración transpuesta por que puede ser adyacente de un adverbio. A veces, este se unifica con que y da como resultado un transpositor unitario (aunque, ya que), en el cual el sentido primitivo del adverbio resulta modificado: El problema se plantea siempre que la cultura acumulada pierde vigor.

5.  Se ha visto que a veces el sentido de una preposición se escinde en locuciones equivalentes constituidas por un sustantivo seguido por de (u otra preposición) que introduce un adyacente. En el caso de que este sea una oración transpuesta por que, el conjunto funciona también adverbialmente: Decidieron librar el crédito en plazos mensuales, con objeto de que se distribuyese con prudencia.

6.  Algunos participios inmovilizados en su significante masculino singular se unen a un adyacente constituido por una oración transpuesta por que, y dan origen a unidades transpositoras compuestas, como puesto que, dado que, salvo que. Así, en estos ejemplos: Puesto que su casa fue la mejor de la aldea, las otras fueron arregladas a su imagen.

7.  Otros transpositores distintos a que degradan también oraciones a las funciones adverbiales. Se trata de adverbios u otras unidades adverbializadas, análogos por su comportamiento a los adverbios relativos citados antes en el tipo 3.° (donde, cuando, como). Así, las unidades si, apenas, mientras, conforme, etc., de los ejemplos siguientes:

     Si los necesito ya les requeriré. Si perdonó fácilmente la injuria contra su honor, tuvo que hacer un esfuerzo para perdonarle el que le hubiera llamado cursilona. Apenas hubimos entrado en la casa, lo primero que hicimos fue ir en busca de la litografía

Clasificación semántica

No obstante esta clasificación estructural, se vienen clasificando las oraciones transpuestas adverbiales desde el punto de vista semántico, es decir, según el sentido o contenido referencial que ellas manifiestan. De este modo, suelen distinguirse oraciones temporales, locativas, modales, causales, finales, concesivas y condicionales, a las que se agregan indebidamente las comparativas y las consecutivas.

Conforme a lo expuesto en el párrafo anterior, se observa que una misma estructura formal se corresponde, según los casos, a sentidos diversos, y, a la vez, que un mismo sentido puede ser expresado con estructuras divergentes. Con esto se insinúa que cada transpositor es susceptible de intervenir en la manifestación de nociones distintas. Por poner un ejemplo, la unidad como, además de utilizarse para transponer una oración al papel de término adyacente dentro de un grupo nominal (caso de las estructuras comparativas), puede asimismo figurar como transpositor de una oración al papel de adyacente circunstancial de modo (por ejemplo en No nos entendió como pensábamos, donde la oración degradada como pensábamos equivale a un adverbio modal: «no nos atendió adecuadamente»); como adyacente de sentido condicional (en Como protestes te olvidarán, donde la degradada como protestes equivale a si protestas), y como adyacente de referencia causal (Como lo ignoraba, se calló, estructura sinónima de Por su ignorancia se calló). Resulta patente que la adscripción de la oración degradada por como a una de las nociones mencionadas no depende del transpositor en sí, sino más bien del conjunto de factores léxicos y gramaticales que en cada caso configuran la oración.

En el conjunto de estos tipos oracionales se han separado las estructuras llamadas adverbiales propias y las impropias, teniendo en cuenta este criterio: serían propias las degradadas que pueden funcionalmente ser sustituidas por un adverbio, e impropias las que carecen de sustituto adverbial. Según esto, son adverbiales propias las oraciones que manifiestan nociones temporales, locativas y modales, puesto que para ellas existen adverbios sustitutos. En consecuencia, las oraciones transpuestas de los ejemplos siguientes:

Yo lo hice como me avisaste.

Puso el cuadro donde había más luz.

Tratadlo como se merece,

equivalen a los adverbios de tiempo, lugar y modo en estos otros casos:

Yo lo hice entonces; Puso el cuado allí; Tratadlo así.

Las demás adverbiales serán impropias, porque en el inventario de los adverbios no existe ninguno que denote las nociones de causa, fin, concesión, condición. No obstante, como los sustantivo (o los grupos nominales equivalentes) pueden desempeñar la función circunstancial propia de los adverbios, en los ejemplos anteriores cabría insertarlos en lugar de las oraciones transpuestas, diciendo:

Yo lo hice en aquel momento.

Puso el cuadro en lugar adecuado.

Tratadlo con toda deferencia.

Por ello, aunque no haya adverbios sustitutos de las oraciones degradadas de sentido causal, final, concesivo y condicional, sí existen grupos nominales en función adverbial que pueden representarlas, según se ve en estas correspondencias:

Lo haré porque me conviene.

Lo haré por mi conveniencia.

Me voy para que se tranquilicen.

Me voy para su tranquilidad.

Si tuviera éxito, me alegraría.

En caso de éxito, me alegraría.

Aunque esté cansado, no debe cejar.

Con todo su cansancio, no debe cejar.

De todas maneras, queda patente el carácter subordinado de estas estructuras adverbiales respecto del otro miembro de la oración y su verbo nuclear. Ninguna de ellas podría constituir enunciado independiente a no ser en respuestas (elípticas siempre frente a las preguntas previas) o cuando se revisten de la modalidad exclamativa; tomando los ejemplos anteriores, cabría preguntar ¿Cuándo lo hiciste? y responder Cuando me avisaste, o ¿Dónde puso el cuadro?, Donde había más luz; o ¿Cómo debemos tratarlo?, Como se merece o Con toda deferencia; o ¿Para qué te vas?, Para que se tranquilicen; o interrogar y exclamar, como en No debe cejar -¿Aunque está cansado?, y en ¡Si tuviera éxito ...!  

[Alarcos Llorach, Emilio: Gramática de la lengua española. Madrid, 1994, pp. 354-358]

La proposición circunstancial es la que, dentro de la oración compleja, desempeña la función característica del complemento circunstancial del verbo. (La Terminología no recoge la denominación de subordinadas adverbiales.)

 

De lugar

Semánticamente, indica un lugar relacionado con la acción del verbo.

Formal y sintácticamente, se unen mediante el nexo relativo donde.

De tiempo

Semánticamente, indican el tiempo en que se verifica la acción.

Formal y sintácticamente, se unen por cuando, mientras, antes que ...

Causa

Semánticamente, expresan el motivo real o supuesto de la acción.

Formal y sintácticamente, se unen con lo nexos que, porque, puesto que ...

Final

Semánticamente, significan la causa formal por la que actúa el sujeto.

Formal y sintácticamente, se unen con nexos a, para, para que, por ...

Comparativa

Semánticamente, expresan una comparación entre dos términos.

Formal y sintácticamente, se expresan las conjunciones comparativas.

Condicional

Semánticamente, expresa la condición necesaria para la acción.

Formal y sintácticamente, se unen con si, con tal de que, siempre que ...

Concesiva

Semánticamente, expresa una dificultad, a pesar de la cual se realiza algo.

Formal y sintácticamente, se unen con aunque, si bien, aun cuando ...

Consecutiva

Semánticamente, indican la consecuencia lógica de la principal.

Formal y sintácticamente, se relacionan con los nexos tanto, tanta, tal ...

que (en la subordinada). Otras veces se usan los nexos luego, conque ...

Conviene no confundir causales y consecutivas.

Modo

Semánticamente, expresan las diferentes formas de realización del verbo.

La RAE llama a estas proposiciones comparativas de modo, por su parecido con las comparativas.

Formal y sintácticamente, van unidas por las conjunciones como, según.

[A. Alonso Marcos: Glosario de terminología gramatical. Madrid: Magisterio, 1986, pp. 260-262]

Oraciones subordinadas adverbiales

Aun a sabiendas de que en esta materia – advierte don Samuel Gili – es imposible una clasificación perfecta, la adoptamos «en tres grandes grupos:

1.   Oraciones de carácter circunstancial, o sea las que expresan las tres relaciones fundamentales de espacio, tiempo y modo, correspondientes a los adverbios de estas clases.

2.   Oraciones subordinadas que expresan relaciones cuantitativas, y corresponden a los adverbios de cantidad y comparación. Comprende este grupo las oraciones comparativas y las consecutivas.

3.   Oraciones de relación causativa: van unidas a la principal por medio de conjunciones o frases conjuntivas. Se incluyen en este grupo las condicionales y las concesivas. Las subordinadas substantivas causales vacilan entre el carácter substantivo y adverbial».”

[Abad, Francisco: Diccionario de lingüística de la escuela española. Madrid: Gredos, 1986, p. 223]

«adverbio.

1. Palabra invariable cuya función propia es la de complementar a un verbo (Hablaba pausadamente), a un adjetivo (menos interesante) o a otro adverbio (bastante lejos, aquí cerca); también puede incidir sobre grupos nominales (solamente los jueves), preposicionales (incluso sin tu ayuda) o sobre toda una oración (Desgraciadamente, no pudo llegar a tiempo). Aportan significados muy diversos: lugar (aquí, cerca, dónde), tiempo (hoy, luego, recién, cuándo), modo (así, bien, cortésmente, cómo), negación (no, tampoco), afirmación (sí, efectivamente), duda (quizá, posiblemente), deseo (ojalá), cantidad o grado (mucho, casi, más, cuánto), inclusión o exclusión (incluso, inclusive, exclusive, salvo, excepto, menos), oposición (sin embargo, no obstante) u orden (primeramente), entre otras nociones.

2. adverbio comparativo. Ver: comparativo.

3. adverbio exclamativo. Ver: exclamativo.

4. adverbio interrogativo. Ver: interrogativo.

5. adverbio relativo. Ver: relativo.» [RAE: DPD, p. 758]

«complemento circunstancial.

Complemento del verbo no exigido por el significado de este y que expresa las circunstancias de lugar, tiempo, modo, instrumento, medio, causa, finalidad, cantidad, etc., relacionadas con la acción verbal: Trabajo en un banco; Amanece a las cinco; Llovía intensamente; Cavé la zanja con una pala; Te llamaré por teléfono; Ahorro para las vacaciones» [RAE: DPD, p. 758]

«oración adverbial.

La subordinada que funciona como un adverbio:

Tengo que hablar con ella antes de que se marche

[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 766]

«Oración subordinada adverbial. Oración no seleccionada por el verbo. Las subordinadas adverbiales se suelen dividir en adverbiales propias, cuando pueden ser sustituidas por un adverbio (las subordinadas de lugar, tiempo y modo), y adverbiales impropias, cuando no puede sustituirlas un adverbio (las subordinadas causales, finales, concesivas y condicionales). (Cf. Oración subordinada circunstancial.)

Oración subordinada circunstancial. Algunos autores prefieren esta denominación a la de 'oración subordinada adverbial', y dentro de las subordinadas circunstanciales distinguen entre circunstanciales adverbiales (las que se pueden sustituir por un adverbio) y no adverbiales (las que no pueden ser sustituidas por un adverbio). (Cf. Oración subordinada adverbial.)»

[Eguren, Luis / Fernández Soriano, Olga: La terminología gramatical. Madrid: Gredos, 2006, p. 86]

«Tipos de subordinadas

Las oraciones subordinadas se dividen tradicionalmente en tres grupos: sustantivas (o argumentales, porque, con escasas excepciones, son las únicas que constituyen argumentos de algún predicado): Mencionó que llegaría hoy; Prometo estudiarme la lección; Dime cómo te va; adjetivas o de relativo: el color que te gusta, las personas a las que me refiero, nada que decir; adverbiales o circunstanciales: Aunque no te lo creas, me gusta la música que oyes; Si quieres, te espero; Este autor escribe como a mí me gustaría escribir.

La distinción tradicional entre estas tres clases de subordinadas se apoya en una equivalencia o correspondencia aproximada entre las categorías y las funciones. Así, las subordinadas sustantivas ejercen las funciones características de los grupos nominales: Mencionó {que llegaron ~ su llegada}.

Las adjetivas corresponden a las oraciones de relativo con antecedente expreso, al que modifican a la manera de los adjetivos, como en el libro que estoy leyendo, la casa donde vivo, el autor cuyo texto pretendo identificar.

Las relativas con antecedente implícito no funcionan como adjetivos, sino que se asimilan a los grupos nominales, adverbiales o preposicionales: quien usted señale, lo que a ti tanto te gusta, cuando se ponga el sol, etc. El término oración subordinada de relativo alude a la forma en la que la oración está construida, ya que una oración de relativo es, en efecto, la que contiene un relativo. Por el contrario, el término subordinada adjetiva alude a la función sintáctica que la oración desempeña, similar a la de los adjetivos.

El tercer grupo de oraciones subordinadas, las adverbiales o circunstanciales, es el más polémico de los tres, hasta el punto de que son raras las gramáticas modernas que les dan cabida como unidades del análisis sintáctico. De hecho, el paralelismo con los adverbios en los que se basa esa denominación es inexacto y puede estar forzado, ya que no existen adverbios que puedan sustituir a las oraciones finales, concesivas, causales, etc. El problema no se resuelve sustituyendo el término adverbial por circunstancial, ya que las prótasis condicionales o concesivas no son complementos circunstanciales, sino que participan en estructuras bimembres (denominadas tradicionalmente períodos).

Por otra parte, la clase de las subordinadas adverbiales da lugar a cruces, solapamientos o traslapes con otras clases de oraciones. Así, en Este autor escribe como a mí me gustaría escribir, la presencia del adverbio relativo como asimila el segmento subrayado a las relativas sin antecedente expreso (cf. del modo como a mí me gustaría escribir), a pesar de lo cual se considera tradicionalmente una subordinada adverbial. En esta obra se empleará el término subordinación adverbial cuando se desee recordar su contenido tradicional o abarcar conjuntamente el grupo que corresponde a estas oraciones en la tradición gramatical hispánica. También se aplicará el término subordinada adverbial a las oraciones subordinadas de gerundio, como en Salió de la casa dando un portazo.» [RAE: NGLE-Manual, § 1.7.3a-c]

«El infinitivo y las partículas

El concepto de ‘subordinación adverbial’ es en la actualidad sumamente polémico. Muchas de las oraciones llamadas adverbiales en la tradición pueden considerarse subordinadas sustantivas. Así sucede con las que complementan a ciertos adverbios, como encima de llegar tarde, después de venir mi hermano, y también con las que forman grupo con una preposición o locución preposicional no introducida por otra clase de palabras, como en Con ir tú es suficiente; A pesar de ser rico, no era feliz. Los infinitivos que se admiten en los complementos de a fin de o con tal de (a fin de solucionar el problema, con tal de solucionar el problema) alternan con subordinadas sustantivas de verbo personal (a fin de que se solucione el problema), pero más difícilmente con grupos nominales o pronombres.» [RAE: NGLE-Manual, § 26.5.4]

«El concepto de SUBORDINACIÓN ADVERBIAL se considera en la actualidad muy polémico. Lo es sobre todo porque no corresponde a esa unidad sintáctica una estructura interna tan claramente definible como las que caracterizan a los demás tipos de subordinación. Atendiendo a su constitución interna, las subordinadas adverbiales tradicionales pueden estar formadas por gerundios, como en Se progresa esforzándose. Las demás construcciones que abarca tradicionalmente el concepto de ‘oración subordinada adverbial’ se suelen considerar hoy casos particulares de otras construcciones:

  1. Grupos adverbiales
  2. Grupos preposicionales
  3. Grupos conjuntivos

Los grupos adverbiales (clase 1) constan de adverbio y, en estos casos, de complemento preposicional. El término de la preposición puede ser nominal (antes del almuerzo), pero está constituido a menudo por una subordinada sustantiva de verbo finito (como en encima de que llegarte tarde; además de que no tienes razón) o de infinitivo (encima de llegar tarde; además de no tener razón).

A la clase 2 corresponden las estructuras formadas por preposición o locución preposicional más su término, como a pesar de ser rico o gracias a que no llovía demasiado.

Pertenecen al grupo 3 las expresiones constituidas por una conjunción subordinante y una oración, sea esta de verbo personal (si usted me da su permiso, mientras tú te distraías) o de infinitivo (nada más llegar nosotros al hotel, de haberlo sabido yo). El hecho de que no admitan sustitutos nominales ni pronominales apoya su inclusión en este grupo 3, en lugar de en el 2.

No es infrecuente aplicar en la tradición el término subordinada adverbial a construcciones que satisfacen los requisitos de cualquiera de los tres grupos que se han mencionado. El hecho de distinguirlos no implica, sin embargo, que todas las construcciones oracionales introducidas por partículas tengan fácil cabida en alguno de ellos.» [RAE: NGLE, § 26.13a-d]

«Los problemas principales que se reconocen en la actualidad en la noción tradicional de subordinada adverbial son, fundamentalmente, tres. El primero es el hecho de que el paralelismo con los adverbios en los que se basa esa denominación es inexacto y puede estar forzado. El segundo se fundamenta en que la clase de las subordinadas adverbiales da lugar a cruces, solapamientos o traslapes con otras clases de oraciones. EL tercero alude a la estructura interna de las llamadas subordinadas adverbiales.

Ilustra el primero de los problemas mencionados el hecho de que no existen adverbios que puedan sustituir a las oraciones finales, concesivas, causales, etc. Resulta, por tanto, muy marcado el contraste con las subordinadas sustantivas y con las adjetivas. La sustitución del término adverbial por circunstancial, que se prefiere a veces, tampoco resulta transparente, ya que las prótasis condicionales o concesivas no son complementos circunstanciales. [...]

El segundo de los problemas que plantea el concepto de ‘subordinación adverbial’ es el hecho de que constituye un tipo sintáctico que se cruza o se traslapa con otras clasificaciones oracionales. En efecto, las oraciones de relativo contienen pronombres o adverbios relativos. [...]

El tercer problema, relativo a la segmentación de estar oraciones, concita menor consenso que los anteriores, ya que, en sentido estricto, no se aplica a las subordinadas adverbiales. [...]

A pesar de que la crítica que se acaba de resumir no carece de fundamento, se emplea aquí el término oración en los varios sentidos que tiene en la tradición gramática, sin que ello implique que todos los tipos de oraciones posean la misma estructura interna. Se usan los términos tradicionales subordinada sustantiva y subordinada adjetiva o de relativo. Se empleará el término de subordinación adverbial cuando se desee recordar su contenido tradicional o se desee abarcar por entero el grupo que corresponde a estas oraciones en la tradición gramatical hispánica. También se aplicará el término subordinada adverbial a las oraciones subordinadas de gerundio, como en Salió de la casa dando un portazo. Se empleará el término grupo conjuntivo en los casos en los que resulta imprescindible referirse a la estructura interna de esos segmentos.» [RAE: NGLE, § 1.13q-u]

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