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ARTIKEL (comp.) Justo Fernández López Diccionario de lingüística español y alemán
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BESTIMMTER ARTIKEL Artículo determinado
UNBESTIMMTER ARTIKEL Artículo indeterminado
TEILUNGSARTIKEL Artículo partitivo
«Artikel, der (lat. articulus = Gelenk; kleines Satzstück) [auch: Geschlechtswort]:
Wortart, die als Substantiv-Begleiter vor allem der Genus-Bezeichnung (daneben: Kasus und Numerus) dient, eine Substantivierung als solches ausweist (z.B.: das Tief), außerdem identifizierende (als dem Hörer bekannt/unbekannt), individualisierende oder generalisierende Funktion hat (je nach Kontext);
a) bestimmter Artikel: der, die, das; die;
b) unbestimmter Artikel: ein, eine, ein.
Vater sieht dagegen Funktion des Artikels darin, dass er “Umfang und Gliederung der im Substantiv ausgedrückten Klasse von Sachverhalten” zeigt, und rechnet z.B. auch Possessiv- und Demonstrativ-Pronomen wie den “Negations-Artikel” kein dazu.»
[Ulrich, Winfried: Linguistische Grundbegriffe. Kiel: F. Hirt, 1972, S. 15]
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«Artikel. Determinator.
Größenhinweis (H. Glinz) kommt nicht in allen Sprachen vor (nicht im Lat. + Russ.). In den skandinavischen Sprachen und im Rumänischen steht er postponiert, z. B. hus/huset – das Haus; rumän. domnul – der Herr. Im Englischen und Arabischen hat er im Wesentlichen nur noch Aktualisierungsfunktion im Gegensatz zu anderen Sprachen, wo er partiell oder total in die Normalflektion eingebunden wird. Beachte die synkretische Funktion des deutschen Artikels: die Kategorien Numerus, Kasus, Genus bilden eine Funktionsgemeinschaft, die in einem polysemen System zum Ausdruck kommt. Vgl. die verschiedenen Funktionen von Segmenten wie der Frau u.a. in Das Kleid der Frau / Ich antworte der Frau / Das Kleid der Frauen. Nach der Distributionsgrammatik hat der Artikel im Kontext die Position [_N]NP /der Mann/. Zwischen Artikel + Nomen kann ein Adjektiv treten /der gute Mann/. Für H. Vater ist der Artikel im Wesentlichen ein Klassenzeichen, zu dem funktionell auch das Demonstrativ- + Possessivpronomen sowie der negierende Artikel /kein/ zu rechnen ist.»
[Heupel, Carl: Taschenbuch der Linguistik. München: List, 1973, S. 27-28]
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«Artículo
En morfosintaxis, el término ‘artículo’ tiene dos sentidos, un restrictivo y otro amplio.
En el sentido más restrictivo, ‘artículo’ identifica a la forma el y sus variantes (la, los, las), así como a sus equivalentes en otras lenguas. El artículo, en este sentido, se caracteriza frecuentemente como un determinante definido. En calidad de tal, indica que la entidad designada por el sintagma nominal en que se incluye es identificable para el receptor, bien a partir del texto, bien a partir del contexto extraverbal. Así en la secuencia: “Mi abuela Antonio me regaló hace años una vajilla. La vajilla valdría ahora una fortuna”, el artículo la indicaría al receptor que el objeto al que alude el sintagma la vajilla es el mismo que se ha mencionado antes con el sintagma una vajilla.
La inclusión del artículo el entre los determinantes definidos no es, sin embargo, unánimemente aceptada en los estudios gramaticales del español. Por ejemplo, para Alarcos o para Álvarez Martínez el artículo, debido, entre otras razones, a su condición de unidad átona dependiente del sustantivo, ha de considerarse como un morfema nominal, con un estatus gramatical distinto de los posesivos y demostrativos.
2. En un sentido más amplio que el anterior, ‘artículo’ abarca tanto a el y sus variantes – identificado ahora como artículo determinado o definido – como a un – artículo indeterminado o indefinido – y las suyas. En contraste con el uso de el, el empleo del artículo indeterminado o indefinido no implica que la entidad aludida por el sintagma nominal sea necesariamente identificable para el receptor del mensaje: “Mi abuela me regaló hace años una vajilla. Una vajilla cuesta ahora una fortuna”. En ninguno de los dos casos en que aparece, el sintagma nominal una vajilla indica al receptor que el objeto al que alude sea identificable para él, ya sea por el texto, ya por el contexto.»
[Alcaraz Varó, Enrique / Martínez Linares, María Antonia: Diccionario de lingüística moderna. Barcelona: Editorial Ariel, 1997, p. 68]
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«El artículo determinado:
El artículo, en español actual, es un auténtico morfema independiente, configurador y anticipador de un contenido sustantivo.
Deriva del demostrativo latino illum (elo > el y lo) y este origen da lugar a los valores principales del mismo.
El artículo no es una categoría exigida ni común a todas las lenguas, sino que surge en algunas de notable carácter analítico, como indicador del sustantivo.
La clasificación tradicional del artículo determinado e indeterminado (definido e indefinido, según la denominación de origen francés) no forma un sistema en el idioma, ya que ni el criterio base de su clasificación – la determinación – es fundamental, ni hay paralelismo en origen, usos, valores ... entre ambos.
Digamos desde el principio que la función primordial del determinado no es determinar – no siempre lo hace – ni la de indeterminado la opuesta. En La virtud es necesaria se ve una acusada indeterminación del sustantivo con artículo la; y en Un Carlos I no nace todos los días, una clara alusión bien concreta.
La naturaleza y función esencial del artículo – determinado – le viene de su origen. Consiste, según Amado Alonso, en el hábito de acentuar y recalcar las representaciones autosemánticas, es decir, que anticipa el contenido autosemántico del sustantivo que seguirá; viene a ser como un anuncio formal del significado siguiente, al que independiza y apoya en su función sintáctica.
Veo en el artículo, ante todo, la herencia de su valor deíctico originario. Lo fundamental de él es su función mostrativa; se trata de una deixis que se ha indeterminado y que posee doble sentido, anafórico y catafórico. El demostrativo ille, al gramaticalizarse, pierde precisión deíctica; en vez de sufrir la desemantización que suele acompañar a aquel proceso, por no ser palabra significativa y connotativa sino perteneciente al campo mostrativo, lo que pierde es esa concreción; es decir, que se indetermina la deixis, y puede referirse a cualquier elemento precedente o siguiente. Pero por pertenecer a ese campo mostrativo, siempre exige un término de referencia.
Es comprensible que de esa referencia haya deducido la gramática tradicional el valor determinativo y que aun haya llegado a decir que el artículo era una exigencia de la tendencia a la determinación en el idioma.
Sobre estas bases podemos explicar perfectamente todos los usos y valores actuales del artículo:
a) el demostrativo será un refuerzo de su función primaria y originaria;
b) la nota de abstracción que proporciona la ausencia del artículo se debe al paso desde un campo mostrativo al conceptual;
c) la concreción autosemántica e independencia funcional que presente el determinado nace de su valor deíctico.
Al principio en nuestro idioma sólo aparecía como acompañante del sujeto, y se extendió más tarde a los complementos objetos y prepositivos. Era, pues, en principio, deíctico y diacrítico de aquella función subjetiva; hoy conserva la primera nota y ha trocado la segunda por la de indicador de sustantivo.
Es el artículo un elemento analítico del idioma, que además de esas funciones que venimos viendo, posee otros valores semánticos, como son el demostrativo, que obedece a una intensificación de su valor originario, y es muy frecuente en frases que precisan de una deixis para diferenciar varios elementos: -¿Qué camisas prefieres? –La azul. Los de la derecha que se acerquen.
Valor posesivo, que evita el uso pleonástico de un adjetivo de esa clase. Suele construirse con sustantivos que hacen referencia a algún elemento del hombre, como son las pares del cuerpo, los movimientos psíquicos, nombres de parentesco, etec. A veces este carácter posesivo viene marcado por algún otro elemento en la oración, como un pronombre o un demostrativo: Estoy perdiendo la memoria; lávate la cara; esta pierna me está atormentando ...; me hacen daño los zapatos.
Otro valor propio del artículo es el intensivo o enfático. Este mismo matiz ya lo tenía el demostrativo latino (recordemos Iacet hic Raphael ille...). Indudablemente el español posee otros muchos recursos enfáticos, y el artículo con frecuencia apoya a algún otro elemento con esa misma característica.
Puede ir expresado por el indeterminado (¡tenía una fuerza!) y por el propio determinado (¡las veces que se lo he dicho!; el muy sinvergüenza...).»
[Hernández Alonso, César: Sintaxis española. Valladolid, 1971, p. 201-204]
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«El artículo indeterminado:
Un y sus variantes no forman sistema bipolar en la lengua, sino que es un término tercero, que ha llegado tardíamente a la categoría de artículo sin lograr el mismo grado de gramaticalización.
El artículo un no ha perdido todos sus valores numérico e indefinido; por ello adquiere un matiz individualizador heredado del primer sema y generalizador o de indeterminación a partir del segundo. La comunicación entre ambos contenidos es consecuencia normal de un proceso de generalización. Individualizador + generalización = “indefinido”. No es totalmente átono, y está íntimamente unido al valor del indefinido uno. En fin, que no está del todo gramaticalizado.
Ni plenamente artículo ni adjetivo puro, es un signo lingüístico en curso de gramaticalización. Evidentemente es un determinante adyacente a un núcleo nominal, siempre antepuesto y que conserva un valor cuantificador-individualizador. La coincidencia de esta semasia con el contenido unitario del singular lo hace casi innecesario y, por ello, su significación no destaca. De aquí que se le atribuya la función, propia del artículo el, de indicador de singular. La forma apocopada y su alternancia con la plena, un/uno, favorece que el primero parezca un indicador permanente del nombre.
Aparte de estos usos de indeterminación y de individualizador, es capaz de prestar un valor enfático al sustantivo, preferentemente con reticencia:
Es un holgazán ...
Está de un humor ...
Junto a este valor hay que recordar el enfático de antonomasia
Todo un Dios ...
También sirve para denominar, por extensión, a cualquier persona con el nombre de un prototipo:
Es un Lope.
Es, al igual que el determinado, anticipador de unidades autosemánticas sustantivas; también puede ser sustantivador y tiene valores muy próximos a los de aquél, pero no se ha gramaticalizado totalmente, no ha llegado a ser morfema.»
[Hernández Alonso, César: Sintaxis española. Valladolid, 1971, p. 207-208]
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«Algunos lingüistas niegan el carácter de artículo al indeterminado, adscribiéndolo a los pronombres indefinidos.»
[Lázaro Carreter, F.: Dicc. de térm. filológ., p. 60]
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Discrepancias en el uso del artículo:
«El artículo determinante apareció bastante tarde en las lenguas indoeuropeas. El griego comenzó a desarrollarlo en la época homérica. El artículo indefinido no apareció en esta lengua hasta mucho más tarde, en los tiempos medievales. El griego clásico hacia del dartículo determinante un uso frecuente y de finos matices. El latín clásico no tuvo artículo determinante ni indefinido. Tampoco tienen artículo las lenguas eslavas modernas, excepto el búlgaro, que lo desarrolló tarde. En las lenguas románicas y germánicas comenzó a usarse en la alta Edad Media.
Una de las discrepancias que se dan con mayor frecuencia entre las lenguas europeas consiste en la diversa manera de usar el artículo, tanto el determinante como el indefinido.
El griego clásico hacía del artículo determinado un uso frecuente y de finos matices. Lo hallamos en las siguientes funciones:
a) Preceder a un nombre propio ya mencionado: Ciro emprende la marcha hacia el interior.
b) Asumir valor pronominal, como en español, al omitirse el sustantivo al que se refiere: Y a cualquiera de los de junto al rey que llegase a él.
c) Sustantivar el infinitivo: Y aquí tenía Ciro un nuevo pretexto de unir tropas.
d) Introducir una aposición determinante de un nombre que ya lleva artículo: Guerreó contra los tracios los que habitan al otro lado del Helesponto.
e) Reforzar, antepuesto o pospuesto a él, el carácter deíctico del demostrativo: Y habiéndose enterado a tiempo que los tracios planeaban las estas cosas.
f) Actuar como pronombre demostrativo, que era su función primitiva: Mató a éstos y desterró a éstos de ellos. = Mató a unos y desterró a otros de los conjurados.
Una de las discrepancias que se dan con mayor frecuencia entre las lenguas europeas consiste en la diversa manera de usar el artículo, tanto el determinante como el indefinido. El español se aparta de otras lenguas en el uso del artículo:
otras lenguas con artículo determinante |
español sin artículo |
zum Beispiel |
por ejemplo |
otras lenguas con artículo indefinido |
español sin artículo |
bien des problèmes |
muchos problemas |
otras lenguas sin artículo |
español con artículo determinante |
zumindest |
al menos |
otras lenguas sin artículo |
español con artículo indefinido |
in hellen Farben |
de unos colores claros |
otras lenguas con artículo partitivo |
español sin artículo |
vuoi del pane? / voulez-vous du pain? |
¿quieres pan? |
otras lenguas con artículo determinante |
español con demostrativo |
geh nicht den Weg, der Weg ist schlecht |
no tomes ese camino, ese camino es malo |
otras lenguas con posesivo |
español con artículo determinante |
als ich meine Augen öffnete |
al abrir los ojos |
otras lenguas con posesivo |
español sin artículo o con artículo indefinido |
mit seinem hellen Kastratenstimmchen |
con una aguda vocecilla de castrado |
[García Yebra, V.: Teoría y práctica de la traducción. 2 vols. Madrid: Gredos, ²1984, § 60]
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Alemán sin artículo determinado <> Español con artículo determinado
«Las lenguas germánicas omiten con frecuencia el artículo en los juicios de carácter general, que lo requieren en las lenguas románicas:
Übersetzungen sind nur Ausgangspunkt ...
Las traducciones son sólo el punto de partida ...
Übersetzer sind als geschäftige Kuppler anzusehen.
Los traductores deben ser considerados como activos proxenetas.
Von Luthers Äußerungen über seine Übersetzungen sind grade die bekannt, die seinen Willen aussprechen, Deutsch, gemeinverständliches Deutsch, zu schreiben.
De las manifestaciones de Lutero sobre sus traducciones son conocidas precisamente las que expresan su voluntad de escribir alemán, alemán comprensible para todos.
Geschmack und Gesinnung sind zweierlei.
El gusto y los sentimientos son dos cosas distintas.
Wissenschaftlichkeit bei der Ausbildung soll nicht Alternative zur Praxis, sondern Vorbereitung auf die Praxis sein.
El carácter científico de la formación no debe ser alternativa frente a la práctica, sino preparación para la práctica.
Verkehrsstpckungen verursachen Unkosten.
Los atascos del tráfico originan gastos.
Las palabras alemanas compuestas de un elemento determinante y otro determinado no anteponen el artículo al elemento determinante. Lo mismo sucede con sus equivalentes inglesas, aunque se escriban separados ambos elementos:
Verkehrstockungen.
Atascos del tréfico.
Der Sonnenuntergang.
La puesta del sol.
Übersetzungstheorie.
La teoría de la traducción.
Die Quantentheorie.
Teoría de los quanta.
Die Kostenberechnung.
El cálculo de los gastos.
Der Meeresgrund.
El fondo del mar.
Blutvergiftung.
Envenenamiento de la sangre.
Die Straßenbahnhaltestelle.
La parada del tranvía.
Der Markplatz.
La plaza del mercado.
Tanto el alemán como el inglés prescinden del artículo entre el adjetivo todo y el nombre en plural:
Alle Menschen.
Todos los hombres.
Alle Jahre.
Todos los años.
Fluggäste für Flug 378 nach ...
Los señores pasajeros del vuelo 378 con destino a ...
El alemán y el inglés omiten el artículo ante nombres que designan materias o conceptos abstractos. El alemán antepone el artículo determinante a dichos nombres cuando se refieren a la idea general, al concepto de la materia designada. La lenguas románicas usan el artículo determinante en todos estos casos.
Cuando más conocido y fijo se hace el concepto, con mayor naturalidad se coloca el artículo determinado. Pero precisamente este concepto es el que el inglés emplea sin artículo:
Ich kenne das Leben.
Conozco la vida.
I know life.
Ni en alemán ni en inglés se antepone el artículo al nombre que designa una disciplina o materia de estudio. El español y el portugués usan el artículo determinante si enfocan como un todo la disciplina considerada; lo omiten si el enfoque es parcial o limitado. En el ejemplo siguiente, el portugués coincide con el inglés y con el alemán sólo en apariencia, y la traducción española podía haber omitido el artículo como la portuguesa:
Aprendí la historia tan dócilmente como la geografía.
J’appris l’histoire aussi docilement que la géographie.
Ich habe Geschichte so wie Geographie ...
Pero, cuando una disciplina se enfoca como abstracción personificada, sólo el inglés la nombra sin artículo:
La historia viene a servir a la sabiduría.
L’Histoire vient servir la sagesse.
Die Geschichte ...
History ...
Lo mismo sucede con los nombres de vicios o virtudes alegorizados:
Unruhe, die Nichtigkeit, die Stumpfheit, die Verzweiflung, vielleicht sogar das Genie, ganz bestimmt aber das Laster mit seinen vielfältigen Gesichtern.
La inquietud, la futilidad, la estupidez, la desesperación, el genio tal vez y, con toda seguridad, el vicio en sus múltiples aspectos.
El número que señala una hora del día no lleva artículo en inglés, ni en alemán, ni en francés, pero sí lo lleva en español.
Es ist ein Uhr. Es ist neun Uhr.
Es la una. Son las nueve.
En títulos y denominaciones de empleos antepuestos al nombre falta generalmente el artículo en alemán y en inglés, mientras que las lenguas románicas lo exigen.
Dr. Grabow fühlte den Puls.
El doctor Grabow le tomaba el pulso.
Senator Buddenbrook verwirklichte seine Pläne.
El senador Buddenbrook realizaba sus planes.
Ante palabras frecuentemente emparejadas y que expresan conceptos naturalmente vinculados entre sí, el alemán y el inglés suelen omitir el artículo generalizador:
Und wer begriff es ganz, wie fremd sich Mann und Weib sind!
¡Y quién entiende totalmente lo extraños que son [entre sí] el hombre y la mujer!
El alemán omite también el artículo, contra el uso de las lenguas románicas e incluso el inglés, ante parejas de palabras que designan objetos concretos o entidades determinadas. El alemán tiene una preferencia muy especial por estos pares de palabras unidos generalmente por la aliteración o la rima final:
Haus und Hof
Tür und Tor
Küche und Keller
Geld und Gut
Land und Leute
Gift und Galle
Feuer und Flamme
Wohl und Wehe
mit Kind und Kegel
Sack und Pack
Lug und Trug
in Hülle und Fülle
mit Ach und Krach
Milz und Leber machten ihm zu schaffen.
El bazo y el hígado le hacían sufrir.
Auch verließ Peter Schule und Stadt.
También dejó Peter el liceo y la ciudad.
Zahl und Schwere seiner Sünden schienen ihm beträchtlich.
El número y la gravedad de sus pecados le parecieron considerables.
El alemán y el inglés suelen usar sin artículo un plural indeterminado al que las lenguas románicas anteponen el artículo determinante generalizador:
Ich gestehe meine Schwäche für Blumen.
Reconozco mi debilidad por las flores.
Man weiss, dass Künstler leicht verletzlich sind.
Ya se sabe que los artistas son susceptibles.
Ein Arzt kann sich irren.
Los médicos se equivocan.
El alemán usa aquí el singular con artículo indeterminado porque también considera indeterminado en estos casos el plural sin artículo:
Ärzte können sich irren.
Los médicos se equivocan.
Frauen sind anders.
Eine Frau ist anders.
Una mujer siente de diferente manera.
Una construcción propia del alemán es la que se forma con el verbo haben + adjetivo predicativo + sustantivo:
Ich habe schmutzige Hände.
Tengo las manos sucias.
Ich habe blaue Augen.
Tengo los ojos azules.»
[García Yebra, V.: Teoría y práctica de la traducción. 2 vols. Madrid: Gredos, ²1984, § 63.5-31]
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El artículo partitivo
«De las lenguas románicas, el italiano y el francés han desarrollado un artículo llamado partitivo, formado con la preposición de, en su función indicadora de origen o procedencia, más el artículo determinante. La preposición de tenía ya en latín posclásico, e incluso en el clásico, función partitiva, mediante la cual se designaba el todo del que se consideraba por separado una parte.
Dadnos de vuestro aceite.
Gebt uns von eurem Öl.
El artículo partitivo (de + artículo determinante) es más frecuente en francés que en italiano, debido, en gran parte, a razones estructurales, es decir, a la necesidad de distinguir mediante artículo, entre el singular y el plural de sustantivos y adjetivos.
Vuoi del pane?
Voulez-vous du pain?
¿Quieres pan?»
[García Yebra, V.: Teoría y práctica de la traducción. 2 vols. Madrid: Gredos, ²1984, § 65]
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Artículo determinado en alemán <> Demostrativo en español
«En todas las lenguas indoeuropeas que han desarrollado el artículo determinante, éste procede de un demostrativo. El cambio se produjo gradualmente, en las lenguas románicas, hacia el siglo VI. En alemán, el artículo determinante, der, die, das, funciona todavía como pronombre demostrativo. En inglés, the procede igualmente de un antiguo demostrativo, cuyo neutro era un anglosajón thaet, del cual procede el demostrativo actual that. En español, francés, italiano y portugués, el artículo determinante procede del demostrativo latino ille, y en español y portugués ejerce a veces función pronominal: los de Madrid, os de Coimbra.
Sin embargo, en las lenguas románicas, el valor demostrativo del artículo determinante, salvo excepciones como
Estaba demasiado ocupada en ese momento
Sie war zu beschäftigt in diesem Augenblick
es más débil que el artículo alemán e incluso que el del inglés. Por eso el artículo determinante alemán con cierta frecuencia, y a veces también el inglés, se traduce a las lenguas románicas por un adjetivo demostrativo.
Geh nicht den Weg, den ich kam. Der Weg ist schlecht.
No lleves el camino que yo traje. Ese camino es malo.
Weitere Auseinandersetzungen mit dem Manne halte ich für vollkommen unangebracht.
Considero totalmente inconvenientes más discusiones con ese hombre.
Dass auch die verfluchte Tür so eng ist!
¡Y por qué es tan estrecha esa maldita puerta!»
[García Yebra, V.: Teoría y práctica de la traducción. 2 vols. Madrid: Gredos, ²1984, § 66]
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Adjetivo posesivo en alemán <> Artículo determinante en español
«Con cierta frecuencia el alemán, a veces el francés y generalmente el inglés emplean un adjetivo posesivo cuando las demás lenguas románicas se contentan con anteponer al nombre de lo poseído el artículo determinante dejando que el oyente o lector deduzca de la situación o del contexto la relación de pertenencia:
Als ich meine Augen öffnete, habe ich sofort mein Gedächtnis wieder erlangt.
Al abrir los ojos, recobré la memoria súbitamente.
Lautlos küsste er ihr Mund und Augen.
Silenciosamente la besó en la boca y los ojos.
El alemán y el inglés expresan la pertenencia anteponiendo el adjetivo posesivo al nombre del objeto, convertido en sujeto.
Mit seinem hellen Kastratenstimmchen.
Con una aguda vocecilla de castrado.»
[García Yebra, V.: Teoría y práctica de la traducción. 2 vols. Madrid: Gredos, ²1984, § 67]
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«El artículo definido:
El artículo definido es uno de los elementos que caracterizan al español y a las restantes lenguas románicas frente a su lengua madre, el latín. Las lenguas que poseen el artículo lo emplean, al igual que otros determinantes, para restringir y definir la referencia de los sintagmas nominales (en adelante SSNN), es decir, la relación entre las expresiones nominales y las entidades a las que los hablantes aluden por medio de tales expresiones. Esta es, junto con la posición prenominal característica, la propiedad que permite incluir al artículo en la clase léxica de los determinantes en español. Como otros determinantes, el artículo permite conectar la información léxica contenida en el SN con la información contextual que los hablantes emplean para construir la interpretación de los enunciados.
El origen latino del artículo románico es el demostrativo ille/illa/illus, que ha dado lugar también al pronombre de tercera persona él/ella/ello y, con un elemento adicional, al demostrativo aquel/aquella/aquello. En el proceso histórico de formación del artículo aparecen entrelazados diversos factores heterogéneos, tales como la alteración del valor deíctico original de ille, la necesidad de indicar el carácter temático de los SSNN con función de sujeto frente a otros constituyentes y la tendencia a marcar formalmente los nombres que denotan entidades concretas, delimitadas e identificables, o simplemente prominentes en el desarrollo discursivo. Este proceso de expansión en el uso del artículo comienza en el español medieval con la función de sujeto y con los nombres contables, concretos y predominantemente animados, y evoluciona hasta producir, en el español contemporáneo, un complejo juego de alternancias entre presencia y ausencia del artículo en SSNN con función de objeto y término de preposición, y con los nombres abstractos y no contables.»
[Leonetti Jungl, Manuel: “El artículo”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, § 12.1.1.1]
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«El contenido semántico del artículo definido hace posible su empleo en una serie de contextos que, en función de la clase de información que el artículo obliga a recuperar o a activar en cada uno de ellos, dan lugar a la siguiente clasificación:
A) Usos anafóricos.
B) Usos deícticos.
C) Usos anafóricos asociativos.
D) Usos anafóricos basados en diversas clases de conocimientos.
E) Usos no anafóricos basados en la presencia de modificadores: Usos endofóricos.»
[Leonetti Jungl, Manuel: “El artículo”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, § 12.1.1.4]
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«El artículo indefinido:
El elemento que la tradición gramatical denomina ‘artículo indefinido’ proviene históricamente del numeral latino unus. Es un hecho bien establecido que en la mayor parte de las lenguas que poseen artículo indefinido este deriva de un numeral (o de un clasificador numérico). La identidad fónica que subsiste en el español moderno entre la forma un y el numeral uno confirma esta conexión, y al mismo tiempo suscita la cuestión de si existe una verdadera justificación para mantener la distinción tradicional entre artículo indefinido (o indeterminado), pronombre indefinido y numeral.
Si se acepta que los pronombres son esencialmente determinantes, no será necesario distinguir el pronombre indefinido uno del artículo o del numeral; de hecho, ls interpretaciones que se pueden asignar a uno son paralelas a las que se pueden asignar a un SN con un, y la distribución de las dos formas es complementaria, y fácilmente predecible por medio de una regla de apócope que convierte a uno en un: cuando sigue, como núcleo del SN, un nombre fonéticamente realizado (sin que se requiera adyacencia estricta), aparece un y, en caso contrario, aparece la variante pronominal uno. Esta regla permite recoger los contrastes siguientes, que se manifiestan únicamente en masculino:
Tenemos un nuevo ayudante.
*Tenemos uno nuevo ayudante.
He utilizado uno de menor graduación.
*He utilizado un de menor graduación.
El mismo contraste entre formas apocopadas y formas plenas se manifiesta con otros cuantificadores, como cualquiera, alguno o ninguno (cf. *cualquier de ellos, *algún más barato, *ningún de nuestros amigos).
En cuanto a la distinción entre artículo y numeral, existen tanto datos que la apoyan como datos que la debilitan. Por un lado, es cierto que el numeral se caracteriza por un contenido de cardinalidad (es decir, de estimación numérica) mientras que el artículo presenta un contenido de indeterminación del referente, pero esta diferencia semántica no constituye de por sí una razón suficiente para establecer una diferencia categorial, si no está apoyada en hechos formales significativos. De no existir una justificación adecuada para tratar al numeral y al artículo como entidades independientes, entonces tampoco se puede aceptar que un pertenezca al mismo paradigma que el artículo definido. Alonso y Alarcos han esgrimido varios argumentos para negar a un el estatuto de artículo. El principal está basado en el carácter tónico de un y en su capacidad para funcionar de forma independiente, como pronombre. Efectivamente estos hechos distinguen a un de el, debido a la naturaleza clítica de este último; sin embargo, no demuestran que la categoría gramatical sea diferente. Tampoco lo hacen los argumentos basados en las relaciones paradigmáticas que un, pero no el, contrae con elementos como cierto o ninguno: simplemente indican que el primero es indefinido y el segundo no. [...]
El artículo indefinido, tanto en español como en el resto de las lenguas románicas, ha ido configurando sus usos con mayor lentitud que el artículo definido; en su evolución histórica ha seguido un patrón presumiblemente universal que parte de los valores tanto numerales como indefinidos ya presentes en el unus latino, y ha pasado de indicar entidades específicas pragmáticamente sobresalientes y relevantes en el discurso a funcionar como marca de indefinitud incluso con valores inespecíficos, genéricos y atributivos. Como en el caso del artículo definido, la extensión de los usos de un se hizo a costa de las posibilidades de empleo originales de los nombres escuetos, sin determinante. Los valores con los que un culmina su proceso evolutivo (en el siglo XVI) son el valor genérico y el predicativo o atributivo, ejemplificados en los ejemplos siguientes, y anteriormente manifestados típicamente con nombres escuetos:
Una beca de investigación permite trabajar en las mejores condiciones.
Este animal es un marsupial.
Es precisamente el hecho de poder emplearlo en SSNN genéricos y en SSNN predicativos o atributivos, en los que el contenido numeral o de cardinalidad es irrelevante, lo que en alguna medida justifica que podamos continuar empleando la denominación de ‘artículo indefinido’. Suponemos que existe artículo indefinido a partir del momento en que ya no es posible designar a un elemento particular, no identificado, de un conjunto por medio de un nombre discontinuo escueto, sino que es obligatorio anteponerle un determinante como un; este es el caso de los contextos genéricos y atributivos
*Beca de investigación permite trabajar en las mejores condiciones;
*Este animal es marsupial;
y de varios otros
*Vimos *(una) película asomados a *(una) ventana.
Los usos genérico y predicativo son los más alejados del funcionamiento original de unus y, a pesar de que no son inherentemente incompatibles con los numerales cardinales, tampoco se caracterizan, desde luego, por requerir el empleo del un numeral en las lenguas que carecen de artículo indefinido (en estos casos se utiliza más bien un nombre escueto). Por consiguiente, habiendo llegado a un distanciamiento notable con respecto al funcionamiento típico de un numeral, un adquiere un estatuto propio al que nos seguiremos refiriendo, en adelante, con el término clásico de ‘artículo indefinido’.»
[Leonetti Jungl, Manuel: “El artículo”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, § 12.2.1.1]
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«El numeral uno se emplea también como cuantificador impreciso. La distinción tradicional entre uno numeral, uno pronombre indefinido y un, una, unos, unas como artículo indeterminado carece de justificación. Su comportamiento funcional es unitario y la referencia que efectúan análoga. No puede ser artículo por cuanto este (el, la, etc.) carece de acento y no es palabra independiente. Separar, de otra parte, el sentido numeral respecto del indefinido es innecesario, ya que de todas las maneras se trata de un cuantificador. [...]
El papel esencial de uno consiste en la singularización de un objeto cualquiera de entre los de la clase designada por el sustantivo, o bien de una porción o variedad cualquiera de lo que denota este. Por ejemplo, en
Ladra un perro,
singularizamos un solo perro sin que nos importe su entidad concreta; en
Aquí se respira un aire purísimo,
singularizamos una variedad de aire especificada por el adjetivo.
La singularización no es incompatible con el morfema de plural, y por ello existen las formas unos y unas. A veces están exigidas por la concordancia con sustantivos caracterizados por plural;
unas tijeras
unos gemelos
unas tenazas
unos guantes
La imprecisión del valor singularizador de uno le permite unirse a numerales para designar cantidad o número aproximados:
Habría unos doscientos espectadores.
Se han vendido unos cinco mil ejemplares de la obra.
Le conozco desde hace unos quince años.
Figuradamente, la referencia de uno puede coincidir con la de otros adjetivos no cuantificadores:
Los políticos son todos unos (= todos son iguales).
Dios es uno y trino.
Con entonación exclamativa y tonema de suspensión, uno se utiliza en enunciados de intención enfática o encarecedora:
¡Hace un viento!
¡Dice unas cosas!
La curva melódica y la suspensión sustituyen en tales casos al término que especificaría a los sustantivos provistos de uno, como al decir
Hace un viento insoportable,
Dice unas cosas divertidísimas,
expresiones en que desaparece todo énfasis ponderativo. De ahí el uso en construcciones “consecutivas”.»
[Alarcos Llorach, E.: Gramática de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe, 1994, § 167-168]
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