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ORACIONES COPULATIVAS O ATRIBUTIVAS

(comp.) Justo Fernández López

Diccionario de lingüística español y alemán

www.hispanoteca.eu

horizontal rule

Vgl.

Nukleus / Núcleo del predicado nominal / Attribut / Prädikat / Prädikativ / Kopulapartikeln / Kopulative Verben / Kopulaersätze

 

«atributo

Función sintáctica que desempeña la palabra o grupo de palabras (generalmente un adjetivo o un sustantivo, precedido o no de preposición) que, a través de un verbo copulativo) atribuye una cualidad o estado a la entidad designada por el sujeto:

Pedro es pintor.

El libro está sucio.

Yo soy de Madrid.

Ese chico parece tímido.»

[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 759]

«predicado

Segmento de la oración que predica algo del sujeto y cuyo núcleo es generalmente un verbo que concuerda con el núcleo del sujeto:

El jefe de la banda ORDENÓ LIBERAR AL SECUESTRADO.

Mis hijos NO ESTÁN.

Algunas oraciones tienen predicados no verbales, como la exclamativa

¡Un poco larga esta película!,

cuyo predicado es un poco larga

[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 768]

«verbo copulativo

El que, prácticamente vacío de significado léxico, sirve de unión entre un sujeto y un atributo y admite que este sea sustituido por el pronombre neutro lo; son copulativos en español los verbos ser, estar y parecer:

La conferencia fue interesante [lo fue].

El enfermo está tranquilo [lo está].

Pareces cansado [lo pareces].

Se consideran semicopulativos los verbos que sirven de enlace entre un sujeto y un atributo, pero no admiten la sustitución de este por el pronombre lo:

Juan anda preocupado estos días [*lo anda].

El niño sigue dormido [*lo sigue].

El tipo se volvió loco [*se lo volvió].»

[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 771]

«oración copulativa

La que contiene un verbo copulativo:

Los resultados son excelentes.

La sala estaba desierta.»

[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 767]

«Predicado nominal y predicado verbal

En las oraciones bimembres puede haber dos clases de predicados: nominal y verbal.

El primero posee la siguiente estructura: un verbo copulativo (ser o estar) y un complemento predicativo (en otras gramáticas se le denomina atributo) formado esencialmente por un sustantivo o adjetivo que es el núcleo o base (semántica) del predicado:

Los caballos de carreras

son

veloces

Tu padre

es

un buen médico

Las niñas

estaban

contentas

sujeto

verbo copulativo

predicado (atributo)

predicado nominal

 

En las oraciones de predicado verbal, el verbo es el núcleo o palabra esencial del predicado:

 

Ernesto

compró

el periódico

El pájaro

volaba

muy alto

sujeto

núcleo

complemento

predicado verbal

 

Oraciones con verbo copulativo

Son las oraciones de predicado nominal. Estas oraciones expresan cualidades del sujeto, es decir conceptos adjetivos que pueden designarse por alguno de los siguientes medios:

a)      un adjetivo léxico: La torre es alta.

b)      Un sustantivo, pensado como un conjunto de cualidades: Mi amigo es albañil (posee las cualidades de un albañil).

c)       Una frase equivalente a un adjetivo: Mi amigo es de Córdoba (= cordobés).

d)      Un adverbio adjetivado: La gente es así.

e)      Un pronombre: Mi casa es aquélla.

f)        Cualquier palabra o frase de valor nominal: Todo esto es perder el tiempo,

Es tan estrecha la relación entre sujeto y complemento predicativo que ambos conciertan en género y número: Este libro es caro; Esta revista es cara.

Los verbos ser y estar (otras gramáticas añaden parecer) se denominan copulativos, porque su función se limita a unir el sujeto y el predicado como una mera cópula o unión (han perdido su significado originario y se ha convertido sólo en nexos). Sin embargo poseen su significado gramatical y expresan modo, tiempo y aspecto como todos los verbos.

A veces no se expresa el verbo copulativo, por no estar presente en la mente del que habla, o por estar elíptico o sobreentendido:

¡Hermoso caballo!

Normalmente se suprime en refranes:

Perro ladrador, poco mordedor,

y en oraciones interrogativas o exclamativas en las cuales el sentimiento predomina sobre la idea de tiempo:

¡Qué tonto!

¿Tú militar?

Ser y estar como verbos copulativos

Cuando el complemento predicativo es un sustantivo, pronombre o infinitivo se emplea siempre ser.

Los adjetivos calificativos pueden construirse, en general, con ser o con estar.

Cuando pensamos la cualidad como una cambio, real o posible, que sobreviene al sujeto, se usa estar:

Este hombre está borracho

(no es lo mismo decir es un borracho).

Dicho con otras palabras, la cualidad que se predica con estar va inserta en unas circunstancias de lugar, tiempo, acción, etc., mientras que con ser la sentimos como independiente de toda circunstancia. [...]

Ser y estar como verbos predicativos y auxiliares

Además de su uso como copulativos, ambos verbos pueden funcionar como núcleos verbales de oraciones predicativas, con significado propio:

a)      Ser recobra su significado primitivo de existir, ocurrir, suceder en algunas oraciones: Eso será si yo quiero; Sea lo que sea, ya lo veremos; Es que no quiero ir; Es que no tengo tiempo, con lo que se indica réplica o contrariedad.

b)      Estar significa comúnmente permanencia, situación o posición local: No está en el pueblo; SU casa está en las afueras. Este significado se aplica también al tiempo: ¿A cuánto estamos del mes?

Ser y estar también pueden funcionar como auxiliares en la formación de la voz pasiva: Los árboles habían sido talados ya; La paz estará firmara en breve.

Complemento predicativo con otros verbos

Otros verbos, además de los copulativos ser y estar, pueden funcionar de nexo o cópula entre el sujeto y el complemento predicativo:

El partido resultó aburrido,

en esta oración aburrido enuncia una cualidad del partido, pero al mismo tiempo significa conjuntamente una modificación adverbial del verbo resultó.

Esta construcción es frecuente con verbos de estado, de situación, de movimiento, de apariencia y de otras significaciones:

Marta se encuentra desganada;

Los ciclistas corrían contentos;

Esta niña parece lista;

Esta corbata me resulta cara.

Las oraciones construidas con estos verbos (denominados semipredicativos o semicopulativos) tienen en común con ser y estar la concordancia del adjetivo en función de complemento predicativo con el sujeto:

El niño duerme tranquilo;

La niña duerme tranquila.

Por el contrario, se diferencian de las estrictamente copulativas en que el núcleo de la predicación recae en el verbo

[Onieva Morales, Juan Luis: La gramática de la Real Academia Española (Resumida y aclarada). Madrid: Playor, 1993, p. 210-212]

«La distinción tradicional entre verbos ‘predicativos’ y verbos ‘copulativos’ (o ‘atributivos’) fue introducida en la gramática por los racionalistas, en términos de verbos ‘adjetivos’ y verbos ‘sustantivos’ respectivamente (véase Gutiérrez Ordóñez 1986: 15). Navas Ruiz (1977: 17) recoge la concepción tradicional de oración ‘atributiva’, verbo ‘atributivo’ y ‘atributo’. [...] Penadés (1994) define, según orientación metodológica basada en la primera y segunda escuela de Praga, ‘verbo atributivo’ como aquel verbo que exige un atributo, independientemente del contexto y de la situación, y decide que los verbos ser y estar, tradicionalmente considerados atributivos, no son, de hecho, verbos copulativos, sino que poseen significado léxico, con sus correspondientes acepciones.»  

[Fernández Leborans, Ma Jesús: “La predicación: las oraciones copulativas”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, § 37.1.1, n. 2]

«La gramática tradicional no hace distinción entre dos tipos de oraciones copulativas con ser, sino que establece una sola clase bajo la denominación general de ‘oraciones atributivas’.

En la bibliografía anglosajona se distinguen las oraciones atributivas –de caracterización– de las identificativas con las denominaciones respectivas de: predicational o characterizational sentences y equative o identificational sentences; en las gramáticas italianas, se emplea, asimismo, frasi predicative para las copulativas de caracterización, y frasi identificative –particularmente, frasi specificative– para las identificativas.

En español, los gramáticos que siguen la distinción anglosajona, propuesta por Halliday (1970) y Lyons (1977), utilizan generalmente los términos ‘atributivas’ o ‘adscriptivas’ y ‘ecuativas’ o ‘identificativas’.

Algunos autores distinguen entre oraciones atributivas ‘clasificadoras’ e ‘identificadoras’; se incluyen en el primer tipo atributos cualitativos y adscriptivos, o bien se consideran los atributos de cualidad como atributos adscriptivos o clasificadores (Parroche 1988: 40 y ss.).»

[Fernández Leborans, Ma Jesús: “La predicación: las oraciones copulativas”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, § 37.2.1, n. 11 y 12]

«Los adverbios de tiempo son admitidos por ser predicativo, como verbo de 'acontecimiento' (Eso era antes; La conferencia será después); por otra parte, construcciones del tipo ahora es tarde pueden considerarse copulativas; el adverbio poscopular se comporta como expresión atributiva, generalmente identificadora. Son, probablemente, especificativas, las construcciones: Es tarde, Es temprano, Es de día. Los adverbios y locuciones adverbiales locativos son compatibles únicamente con ser de acontecimiento (La fiesta es allí) y funcionan como expresiones referenciales -del mismo modo que otros adverbios deícticos de tiempo o manera- en las copulativas identificativas escindidas o pseudoescindidas (Es allí donde se está mejor; Donde se está mejor es allí; Allí es donde se está mejor; Es ahora cuando debes decírselo). Por otro lado, sólo el verbo ser de acontecimiento admite adverbios en -mente (No le ofendí con intención; fue involuntariamente).»

[Fernández Leborans, Ma Jesús: “La predicación: las oraciones copulativas”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, § 37.2.2.1, n. 13]

«Según su naturaleza, los verbos se clasifican en predicativos y copulativos. Un verbo predicativo es un verbo con significado léxico pleno, cuya presencia es obligatoria. Por ejemplo, cantar, escribir poseer, suprimir, establecer, etc. El verbo es el elemento que selecciona al sujeto y a los complementos, y expresa la participación del sujeto en un suceso o un proceso. Un verbo copulativo, en cambio, es un verbo que no tiene significado léxico pleno y que sirve sólo como enlace entre el sujeto y un complemento que recibe el nombre de atributo; el atributo es el que aporta el significado principal de la oración:

Ernesto es profesor.

Tu hermano está cansado.

El médico parece simpático.

En español, los verbos copulativos son ser, estar y parecer. Las oraciones en las que se usa un verbo copulativo se llaman oraciones copulativas; desde el punto de vista del significado, estas oraciones caracterizan al sujeto atribuyéndole alguna propiedad o identificándolo como perteneciente a una clase de elementos.

Los verbos predicativos pueden construirse con una gran variedad de complementos, que se clasifican atendiendo a su función, es decir, al tipo de relación sintáctica y semántica que mantienen con el núcleo verbal. Los complementos del sintagma verbal se dividen en argumentos y adjuntos. Los argumentos vienen exigidos por el núcleo verbal, de modo que un verbo dado se construye necesariamente con un determinado tipo de complemento argumental, cuya naturaleza semántica depende del núcleo verbal que lo selecciona. En muchas ocasiones, la aparición de los argumentos es obligatoria, de modo que los verbos no se pueden usar sin expresarlos.

Son complementos argumentales de los verbos predicativos el complemento directo (CD), el complemento indirecto (CI), el complemento de régimen (CR) y el complemento agente (CA).

Los adjuntos, en cambio, no están exigidos por el núcleo verbal, por lo que su presencia no es obligatoria.

Además, algunos verbos también pueden tener un tipo de complementos, denominados complementos predicativos (CP), que expresan aspectos secundarios de la predicación. Generalmente, son también adjuntos, dado que su aparición no está determinada por el verbo principal. Por su significado, se parecen mucho a los atributos de las oraciones copulativas, si bien aparecen con verbos predicativos, aportando un significado añadido al verbo principal.

Algunos gramáticos consideran que el conjunto del verbo más sus complementos argumentales forman un constituyente oracional llamado grupo verbal. Los complementos adjuntos son, según estos autores, modificadores del grupo verbal, y junto con éste, constituyen el sintagma verbal.

Frente a ello, los verbos copulativos no pueden construirse con ninguno de los complementos argumentales propios de los verbos predicativos. En cambio, requieren necesariamente la presencia de un atributo (A). De hecho, el atributo no es un complemento del verbo, sino que constituye el predicado principal de la oración. En ocasiones, los verbos copulativos también admiten complementos circunstanciales, que son adjuntos cuya aparición es obligatoria.

Clasificación de las oraciones según la naturaleza del verbo:

Según la naturaleza del verbo las oraciones se clasifican en copulativas o atributivas y en predicativas.

La oración copulativa

Una oración copulativa (también llamada atributiva) se forma con un verbo copulativo (ser, estar y parecer). El verbo copulativo constituye el núcleo sintáctico del predicado, puesto que concuerda en persona y número con el sujeto. Sin embargo, desde el punto de vista semántico, el núcleo del predicado es el atributo, que forma el llamado predicado nominal.

Además del atributo, los verbos copulativos pueden llevar complementos circunstanciales, pero nunca pueden tener complementos propios de los verbos predicativos (CD, CI, AG, CR y CP).

La oración predicativa

La oración predicativa tiene como núcleo el verbo predicativo; es decir, un verbo que no sea copulativo. Las oraciones predicativas se clasifican atendiendo a un rasgo gramatical que la gramática tradicional asociaba exclusivamente al verbo pero que en realidad afecta a toda la estructura oracional: la denominada voz. La voz informa acerca de la relación semántica que establece el verbo con su sujeto y con sus complementos.»

[VOX: Sintaxis. Lengua española. Barcelona: Spes Editorial, 2005, pp. 32-33 y 54-55]

«’Atributo’ es el término que se emplea de modo general en las gramáticas tradicionales para designar la base léxica del predicado de las oraciones con verbos copulativos o pseudo-copulativos; la denominación de ‘complemento predicativo’ se reserva para las categorías predicativas que aparecen con verbos semicopulativos (o semipredicativos), como son, por ejemplo, las expresiones: una gran persona, madura, muy cargado, en las oraciones: Considero a Juan una gran persona; Compró la fruta madura; Me gusta el café muy cargado. Sin embargo, la RAE utiliza ‘complemento predicativo’ en cualquier caso (1973: 3.3), y designa con el término de ‘atributo’ (1973: 2.4.1) el adjetivo no predicativo (comúnmente denominado adjetivo atributivo) en relación de adyacencia directa con el sustantivo (como en las buenas gentes) o con un artículo o pronombre anafórico (como en el hombre nuevo y el antiguo; unos días buenos y otros malos; lo cortés no quita lo valiente). Particularmente, Bello (1847: § 35 y nota II) asigna la denominación de ‘predicado’ tanto a los adjetivos atributivos como a las categorías predicativas no verbales en general (‘atributos’ o/y ‘complementos predicativos’), reservando el término ‘atributo’ para la función generalmente entendida como ‘predicado’ (proposicional). Sobre la distinción entre ‘predicado’ y ‘atributo’ véase Gutiérrez Ordóñez, S.: Variaciones sobre la atribución. León: Univ. de León, 1986, pp. 21-22.»

[Fernández Leborans, M. Jesús: “La predicación: Las oraciones copulativas”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, vol. II, § 37.1.1, n. 1]

«El concepto de oración copulativa

Oración copulativa, o de predicado nominal, o atributiva

La gramática tradicional ha distinguido invariablemente dos clases de oraciones en función de la categoría que constituye el núcleo léxico del predicado: ‘predicativas’ –o ‘de predicado verbal’– y ‘copulativas’ –o de ‘predicado nominal’–. En las oraciones predicativas, la base del predicado es un verbo léxico, semánticamente pleno. Por el contrario, la base léxica del predicado en las oraciones copulativas es una categoría nominal, no verbal (generalmente, un sustantivo o un adjetivo; ocasionalmente, un adverbio de manera o un sintagma preposicional), denominada ‘atributo’. El verbo que presente esta clase de oraciones es un verbo ‘cópula’, semánticamente vacío, portador de los morfemas que contienen el modo, tiempo y aspecto gramaticales, y de los morfemas de número y persona concordantes con el sujeto.

Oraciones predicativas:

Juan estudia mucho.

Llegaste temprano.

Llovía intensamente.

Oraciones copulativas:

María es inteligente.

Estamos cansados.

Pareces triste.

Son varios los gramáticos que, desde distintas orientaciones metodológicas (tradicional, estructuralista, generativista), defienden un paralelismo sintáctico entre oraciones predicativas y oraciones copulativas, bien porque todas presentan un mismo signo de predicación orcacional: un verbo (Hernández 1971, Porroche 1990), bien porque oraciones transitivas y copulativas no son construcciones diferentes: si hay ‘tránsito’ del verbo transitivo a su complemento directo, una relación análoga es la que existe entre verbo copulativo y atributo –si el verbo transitivo exige un complemento directo, asimismo el verbo copulativo exige directamente un atributo (cf. Navas Ruiz 1977, Hernández 1971, entre otros. Particularmente, Demonte 1979 –desde una perspectiva generativista–, López García 1996 –según concepción particular de la gramática funcionalista actancial).

El concepto de ‘verbo copulativo’ no ha sido definido con criterio unánime por la tradición gramatical; existe discrepancia respecto al grado de ‘desemantización’ o ‘gramaticalización’ de los verbos, y cierta confusión cuando se trata de precisar qué se entiende por oración copulativa’, de modo que, en un sentido extremo, ‘copulativo’ se emplea como sinónimo de ‘atributivo’ y, en otro, cualquier construcción, oracional o no, que contenga un predicado nominal es defendida como construcción ‘atributiva’ o ‘copulativa’ (con cópula expresa o sobreentendida).

La mayor parte de los estudios gramaticales coinciden en determinar como copulativos propiamente dichos los verbos ser y estar (RAE 1973: § 3.3.2). Algunos gramáticos añaden parecer y semejar o quedar, y otros consideran que la clase de los verbos copulativos incluye ser, estar, parecer y los denominados ‘pseudo-copulativos’: andar, resultar, seguir, hallarse, ponerse, volverse. [...]

Las oraciones con los llamados verbos ‘semi/cuasi-atributivos’ (o ‘semi/cuasi-predicativos’) no son propiamente copulativas:

Juan llegó cansado.

La contemplaba atónito.

Considero inadecuado el razonamiento. [...]

La diferencia entre verbos copulativos y verbos predicativos o léxicos ha sido objeto de controversia entre los gramáticos, en función de distintos criterios observados. Los gramáticos tradicionales consideran, en general, que se trata de verbos distintos semánticamente: los verbos copulativos se caracterizan por su contenido semántico nulo o vacío. Los verbos predicativos son verbos semánticamente plenos y expresan, en general, acción o proceso.

Algunos gramáticos recurren a criterios sintácticos: la conmutación del atributo por la pro forma lo sólo es posible en las oraciones con verbos propiamente copulativos.

Los gramáticos tradicionales consideran, en general, que el lo representativo de predicados es un clítico acusativo, si bien en ocasiones se discute si es acusativo o nominativo. Por otra parte, su valor neutro para el género gramatical, reconocido unánimemente –por el que se distingue de su homófono lo, pronombre singular masculino (en función de complemento directo) representativo de sintagmas nominales con núcleo sustantivo singular masculino– ha llevado a algunos autores a señalar la irrelevancia de aquella discusión respecto al rasgo de caso nominativo o acusativo (Navas Ruiz 1977: 28). En otro sentido, Carrasco (1972, 1975) propone que el lo de las oraciones copulativas no es pro forma del atributo exclusivamente, sino que presenta al predicado oracional entero (verbo copulativo + atributo) y explica la presencia obligatoria del verbo cópula por el carácter clítico de lo (1972: 329; puede verse también Carrasco 1973). [...]

Aunque el límite entre las dos clases de verbos no puede ser establecido de un modo rigurosamente preciso, es posible determinar un conjunto de propiedades que permiten mantener adecuadamente la diferenciación entre verbos copulativos y verbos predicativos, o mejor, entre los usos copulativo y predicativo de los verbos que admiten el doble rendimiento.»

[Fernández Leborans, Ma Jesús: “La predicación: las oraciones copulativas”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, § 37.1.1-37.1.2]

Predicado nominal

«Al concepto de ‘predicado nominal’ se le ha asignado más de una interpretación en las gramáticas tradicionales; para algunos autores, ‘predicado nominal’ es sinónimo de ‘atributo’, término empleado por los gramáticos racionalistas para designar el predicado semántico en las oraciones copulativas, representado por categorías verbales (Gili Gaya: 57: ...). Otros gramáticos consideran que el predicado nominal está constituido por el verbo copulativo más el atributo; la base semántica del predicado sería el atributo (Alonso y Henríquez 1938: 33, RAE 1973: 66), pero el núcleo sintáctico sería el verbo copulativo (Seco 1972: 106, Alarcos 1970: 159). En la presente obra se utilizan indistintamente los dos términos (‘predicado nominal’ o ‘atributo’) en el primer sentido indicado, esto es, para designar cualquier categoría predicativa no verbal que constituye el núcleo léxico del predicado oracional en las oraciones copulativas.»

[Fernández Leborans, M. Jesús: “La predicación: Las oraciones copulativas”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, vol. II, § 37.1.2, n. 7]

«Atributo y predicado nominal

Algunos gramáticos emplean el término atributo para albergar tanto los atributos de sujeto como los de complemento directo y los predicativos. Otros diferencian el atributo, función que solo complementaría a un sujeto a través de un verbo copulativo, de los predicativos; éstos abarcarían tanto los que aquí se llaman atributos de complemento directo como todos los que aquí se denominan predicativos.

Algunos gramáticos emplean el término predicado nominal como sinónimo de atributo, entendido este como complemento del sujeto a través de un verbo copulativo.

Las oraciones con atributo se llaman también oraciones copulativas, siempre que por atributo se entienda la función de complemento del sujeto a través de un verbo copulativo

[Gómez Torrego, Leonardo: Gramática didáctica del español. Madrid: sm, 2000, p. 255]

«Denominamos ‘complementos predicativos’ a aquellos constituyentes que modifican simultáneamente al predicado verbal y a un sintagma nominal de la misma oración (típicamente, al sujeto y al objeto directo sintáctico), con cuyo núcleo concuerdan en género y número.

Seguimos a la RAE en esta denominación de ‘complementos predicativos; la RAE (1973: § 3.3.5) se refiere escuetamente, en efecto, al “adjetivo que enuncia una cualidad o estado del sujeto, pero significa conjuntamente una modificación adverbial del verbo”. Alcina y Blecua (1975: §§ 7.3.1 y 7.9.2) los llaman “predicativos”, “predicatoidos” o “predicados secundarios”; similar decisión terminológica toma Porroche Ballesteros (1990: 30) que usa también “complementos predicativos”. Es frecuente, sin embargo, referirse a estas construcciones como “atributos” del sujeto, del objeto o de otros complementos (Gutiérrez Ordóñez 1986:, Alarcos 1994). Esta denominación empero (aunque los autores que la emplean hagan las debidas distinciones), equipara de hecho estas formas a los predicados de las oraciones copulativas, pese a que entre ellos hay algunas diferencias. [...] Sobejano (1956: 109) emplea para ellos las dos denominaciones dependiendo de su función: ‘adjetivo predicativo (predicato de complemento)’ y ‘adjetivo atributivo-adverbial’. Navas Ruiz (1977: § 3.2) los considera “semiatributos”. Si consideramos la terminología acuñada por la gramática generativa, la noción de ‘complemento predicativo adjunto’ puede parecer extraña, porque allí se identifica ‘complemento’ con constituyente semánticamente seleccionado y regido por un núcleo léxico, y se reserva la noción de ‘adjunto’ para los no seleccionados. Ha de quedar claro que en la conceptualización que aquí utilizamos, complemento predicativo es un término descriptivo, tomado de una larga tradición, y que los predicativos pueden ser obligatorios u opcionales.»

[Demonte, Violeta: “La predicación: Los complementos predicativos”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, vol. 2, p. 2463: § 38.1.1]

«Concepto de oración copulativa

Las oraciones copulativas reciben también el nombre de oraciones atributivas.

Los verbos copulativos (ser, estar, parecer...) no poseen un significado pleno y realizan una función meramente copulativa, de unión, entre el sujeto y su atributo:

Nuria es vecina.

Alberto está contento.

Andrés parece buena persona.

Las oraciones copulativas están formadas por un sujeto y por un predicado nominal. El predicado nominal se llama así porque la función de atributo la desempeña siempre una categoría nominal (adjetivo, sustantivo, pronombre, etc.), que semánticamente es el elemento relevante del predicado.

El núcleo del predicado nominal es un verbo copulativo:

 

 

Pedro

es

simpático

 

 

núcleo

núcleo

atributo

La oración copulativa contiene

un predicado nominal cuyo núcleo

es el verbo copulativo ser.

 

sujeto

predicado nominal

 

oración copulativa

 

 

María

llegará a ser

amiga tuya

 

 

núcleo

núcleo

atributo

La oración copulativa contiene un

predicado nominal cuyo núcleo es

la perífrasis copulativa llegar a ser.

 

sujeto

predicado nominal

 

oración copulativa

 

La presencia del atributo es obligatoria en este tipo de oraciones, porque aporta un significado del que carece el verbo:

 

 

Alberto

está

muy feliz

 

 

núcleo

núcleo

atributo

El atributo muy feliz aporta

significado y es necesario

en la oración copulativa.

 

sujeto

predicado nominal

 

oración copulativa

 

 

Mis primos

son

valencianos

 

 

act.

núcleo

núcleo

atributo

El atributo valencianos aporta

significado y es necesario en

la oración copulativa.»

 

sujeto

predicado nominal

 

oración copulativa

           

 

[Gómez Torrego, L.:  Análisis sintáctico. Teoría y práctica. Madrid: Ediciones SM, 2004, § 6.3]

«Concepto de oración predicativa

Las oraciones predicativas están formadas por un sujeto y por un predicado verbal. El núcleo del predicado verbal es un verbo no copulativo:

 

Virginia

canta

La oración predicativa contiene

un predicado verbal cuyo núcleo

es el verbo no copulativo cantar.

 

núcleo

sujeto

predicado verbal

 

Teresa

dio

un regalo

a su madre

La oración predicativa

contiene un predicado

verbal cuyo núcleo es

el verbo no copulativo dar.

 

núcleo

CD

CI

sujeto

predicado verbal

oración predicativa

 

Los verbos predicativos poseen significado pleno y pueden aparecer con o sin complementos:

Juan sonrió.

Luis abrazó a su madre.

Las oraciones predicativas se clasifican según lleven o no complemento directo, en:

Oraciones transitivas: Si el verbo lleva un complemento directo, llamamos transitiva a la oración:

Luis compró pan.

Oraciones intransitivas: Si el verbo no lleva un complemento directo llamamos intransitiva a la oración:

Juan cenó en casa de su amigo.

Marisa aprueba con facilidad.»

[Gómez Torrego, L.:  Análisis sintáctico. Teoría y práctica. Madrid: Ediciones SM, 2004, § 6.4]

«Predicado verbal y predicado nominal

La evocación a la realidad que efectúan estos verbos copulativos es demasiado extensa y vaga, a veces, como suele decirse, «vacía». El papel del atributo consiste en «llenar» la referencia de estos verbos, asignándoles posibilidades de denotación más concretas. Tal particularidad ha inducido a separar las estructuras oracionales en dos tipos: las de predicado verbal (cuando el signo léxico del verbo se refiere a experiencias concretas) y las de predicado nominal (esto es, las de los verbos ser, estar, parecer, que precisan de la noción léxica del atributo).

Si ello es válido desde el punto de vista semántico, para la sintaxis el núcleo oracional es siempre el verbo, por impreciso que sea su contenido léxico, puesto que en el verbo residen los morfemas de persona y número que como sujeto gramatical establecen la oración. En envejecéis, la relación predicativa une el sujeto gramatical «segunda persona del plural» (expresado por terminación éis) con la noción léxica de «envejecer»; en Sois viejos, el mismo sujeto gramatical (combinado con la noción léxica existencial de «ser») establece la predicación con el signo léxico del atributo «viejo». De este modo, las construcciones atributivas vienen a ser como el resultado del desglose de otros verbos no copulativos, según se puede apreciar en casos de equivalencia semántica como los siguientes:

     Un dulce nunca amarga.        Un dulce nunca es amargo.

     Aquí abunda la uva.                Aquí es abundante la uva.

     Escaseaban los víveres.          Eran escasos los víveres.

     La maleta pesa mucho.           La maleta es muy pesada.                                              

 

Sujeto y atributo

Cuando el atributo es un sustantivo con artículo, cabe la duda respecto a su función. En oraciones como Juan es el médico y El médico es Juan, podemos ver respuestas a preguntas como ¿Quién es el médico? o ¿Quién es Juan? También podría contestarse a la primera con Juan lo es (donde el referente lo señala que el médico funciona como atributo); a la segunda se respondería simplemente con Es el médico, donde tampoco se discierne entre las dos funciones de sujeto explícito y de atributo. No sería muy normal contestar Lo es el médico, con lo referido a Juan como atributo. Se ha hablado en estos casos de oraciones ecuativas.»

[Alarcos Llorach, Emilio: Gramática de la lengua española. Madrid: Espasa-Calpe, 1994, § 361-362]

«La posición del sujeto en las oraciones copulativas con ser

Hay un único caso en el que la posición del sujeto puede influir en su reconocimiento. Se trata de las oraciones con el verbo ser en las que tanto lo que aparece delante como detrás del verbo podría ser sujeto. En estos casos, se suele considerar sujeto el elemento que aparece en primer lugar.

La capital de Italia es Roma. [El sujeto es la capital de Italia.]

Roma es la capital de Italia. [El sujeto es Roma.]

No obstante, en enunciados como el problema eres tú o ¿qué es una quena?, los sujetos respectivos son y una quena

[Gómez Torrego, L.:  Análisis sintáctico. Teoría y práctica. Madrid: Ediciones SM, 2004, § 7.5]

 ●

«§ 776. Hay otros verbos que siendo de suyo activos o neutros y conjugándose por todas las personas y números, pasan al uso impersonal. Así el temblor de tierra se expresa por el verbo 'temblar' usado impersonalmente: "¿No sentís que tiembla?". Empléase del mismo modo 'ser' y 'estar': "Es temprano", "Es tarde", "Es de día", "Está nublado", "Está todavía oscuro".»

[Bello, Andrés: Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos. 1847.]

«Especificativas reducidas

Una construcción singular con el verbo ser es la que presenta una sola expresión situada invariablemente en posición poscopular; se trata de una construcción que podría considerarse como especificativa reducida, porque falta la expresión precopular, aun cuando no ha recibido una caracterización unánime en los estudios gramaticales. Algunas de sus realizaciones más frecuentes son fórmulas de significación temporal, como las que se muestran en los ejemplos siguientes:

Es muy tarde. / Es de noche. / Es mediodía. / Es jueves.

Son las cuatro. / Es la hora de comer. / Es el año internacional del niño.

Otras son de referencia diversa, como se puede observar en los ejemplos siguientes:

Soy yo. / Somos nosotros. / Es tu hermano.

Son {cosas de la vida/ironías del destino}.

Es {el amor/la vida}.

Es {que está enamorado/que me duele la cabeza}.

La expresión poscopular puede adoptar, en este tipo de construcción, la forma de adverbios, locuciones adverbiales o sintagmas nominales de significado temporal, en el primer caso; pronombres personales, sintagmas nominales o cláusulas sustantivas de tiempo finito, en las demás manifestaciones.

La construcción de significado temporal ha sido objeto de más de una interpretación. Las oraciones

Es tarde,

Es de día...

son atributivas para algunos gramáticos (Navas Ruiz 1977: 116); el verbo ser presenta, en estos casos, uso impersonal (RAE 1973: § 3.5.7c; Bello 1847: § 776), de modo que el sujeto queda indeterminado y la expresión temporal se considera un complemento del verbo. En opinión de otros autores, el verbo ser de las oraciones

Es mediodía,

Son las cuatro...

es un verbo predicativo, análogo al que aparece en oraciones del tipo

Soy yo,

Somos nosotros,

en las que el verbo ser denota la presencia, y la expresión que sigue a ser (mediodía; las cuatro; yo; nosotros...) es, en realidad, el sujeto en inversión. Por lo que respecta a las construcciones de referencia diversa

Somos nosotros;

Es mi hermano;

Es que está enamorado...,

los gramáticos coinciden, generalmente, en señalar que se trata de representaciones residuales del valor predicativo de ser, en analogía con el uso primitivo ‘existencial’ (Bello 1847: § 1088) o de ‘acontecimiento’ de este verbo /RAE: 1973: § 3.3.4).

Pues bien, lo cierto es que este tipo particular de construcción no significa que “algo existe o acontece”, ni presenta individuos, entidades o estados de cosas, sino que expresa una identificación probablemente especificativa: se especifica un momento o fase temporal en un caso, o individuos, entidades o eventos en otros casos. El sujeto de especificación no está expreso en estas oraciones (en este sentido decimos que son reducidas); la expresión precopular es prescindible, bien porque es recuperable por el contenido de la expresión postcopular (obviamente, en una emisión como Es tarde, el término especificado por tarde es “el momento o segmento temporal” al que quiere referirse el hablante; no hay ambigüedad posible), bien porque es fácilmente inferible a partir del contexto previo o de la situación (la oración Es mi hermano puede admitir tres lecturas: atributiva marcada –el sintagma nominal puede ser interpretado en sentido figurado como SN de propiedad–, identificativa directa, con sujeto tácito referencial –el SN sería una descripción definida en respuesta adecuada apara una pregunta identificativa: ¿Quién es Juan? –Es mi hermano– o especificativa ‘reducida’ –el SN es una expresión referencial especificadora: (La persona que acaba de llamar es mi hermano–).»

[Fernández Leborans, Ma Jesús: “La predicación: las oraciones copulativas”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, § 37.4.3]

·

«Sigo a la RAE (1973: § 2.4.1) en la denominación de ‘atributo’ para el adjetivo que se «coloca en posición inmediata al sustantivo de que depende». Bello (1847: § 35) denomina ‘predicado’ al adjetivo adyacente antepuesto al nombre, o ‘epíteto’, (así como a los adjetivos completamente predicativos) –denominación que también emplearemos– y reserva, en cambio, la noción de ‘atributo’ para «el adjetivo que envuelve la cópula» –el llamado por la RAE ‘predicado nominal’–, pues para Bello el atributo es simplemente la segunda parte de una proposición: lo que no es el sujeto. El uso de atributo (a la manera de Bello) para designar el predicado nominal es frecuente en otros capítulos de esta gramática. Nuestro término ‘atributo (o) modificador’ alude a la condición atributiva o asignadora de propiedades del adjetivo, sea este especificador o no lo sea.»

[Demonte, Violeta: „El adjetivo: Clases y usos. La posición del adjetivo en el sintagma nominal“. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, vol. 1, p. 133, nota 1]

·

«Denominaciones y conceptos:

Cuando el adjetivo incide directamente en el sustantivo (libro blanco, hermosa plaza...), sin que exista ningún verbo intermediario, tal adjetivo se ha llamado atributivo, atributo, atributo inmediato, adjetivo atributivo, unión atributiva, atribución asindética, predicado, epíteto, adjunto... Cuando el adjetivo incide indirectamente en el sustantivo (el libro es blanco, la plaza está hermosa...), o sea cuando lo hace por medio de un verbo, que, en este caso, actúa como copulativo, tal adjetivo ha sido llamado predicativo, adjetivo predicativo, complemento predicativo, predicado nominal, atributo, conexo... Naturalmente, lo que un autor denomina, por ejemplo, adjunto, otro lo llama atributivo; y lo mismo ocurre en otros casos: el atributivo-adverbial de algunos es el semiatributo de otros o el predicativo de unos terceros; el adverbial, en términos de unos, es para otros, circunstancial.

Para los casos en que el adjetivo afecta al verbo directamente es preferible que haya un único nombre. La mejor opción es la tradicional, la de atributo, que tiene la ventaja de admitir, en la terminología de algunos especialistas, su denominación pareja de semiatributo –predicativo, en cambio, no ha generado el término semipredicativo. Para los casos en los que el adjetivo afecta directamente a un actor verbal, papel que normalmente está ejercido por el sustantivo, y descartados, por su empleo con otros sentidos, los términos predicativo, atributo y determinante –nombre que abarca los artículos, posesivos, etc.–, el término más adecuado es el adjunto, tanto preposicional como no preposicional.

De tal modo, las principales funciones pertinentes del adjetivo son:

(1)    Atributo o semiatributo, si se une al sustantivo a través de un  verbo copulativo.

(2)    Adjunto, si se une al sustantivo sin la mediación de un verbo

[Almela Pérez, Ramón: "El orden AS / SA: La solución está en el conflicto". En: Wotjak, Gerd (ed.): En torno al sustantivo y adjetivo en español actual. Aspectos cognitivos, semánticos, (morfo) sintánticos y lexicogenéticos. Frankfurt am Main: Verwuert Verlag, 2000, p. 297-298]

«El verbo transitivo es aquel que aparece con un sintagma nominal de complemento, al cual rige tanto sintáctica como semánticamente. En

Vimos la película,

Vimos la destrucción de la ciudad,

las frases nominales la película y la destrucción de la ciudad están regidas sintáctica y semánticamente por el verbo. La rección sintáctica la vemos en el hecho de que es el verbo el que determina que ha de llevar un sintagma nominal como complemento. Este complemento es un complemento nuclear. Semánticamente, es el verbo el que también determina que esta frase nominal tenga que ser algo ‘visible’.

Volvamos al caso del complemento atributivo

Maggie es la mamá de Gabrielita.

En este ejemplo, el verbo ser rige sintácticamente a la mamá de Gabrielita. De allí que el verbo estar no pueda aparecer en el mismo contexto, como se ve en

* Maggie está la mamá de Gabrielita.

Esto se debe a que en tanto el verbo ser requiere de un sintagma nominal como complemento, el verbo estar no lo permite. Sin embargo, el verbo copulativo ser no parece regir el complemento atributivo la mamá de Gabrielita el que determina el posible sujeto en

Maggie es la mamá de Gabrielita.

Esto se muestra en los siguientes ejemplos:

(a) #Esta roca es la mamá de Gabrielita.

(b) Esta roca es un símbolo de la paz.

Si fuera el verbo ser el que rigiera al sujeto, esperaríamos que esta roca fuera posible tanto en (a) como en (b). En las oraciones copulativas el verbo rige sintácticamente al complemento atributivo, pero no lo rige semánticamente; más bien, es el complemento atributivo el que rige semánticamente al sujeto. De allí la observación de las gramáticas tradicionales de que un verbo copulativo es simplemente un ‘nexo’ entre el sujeto y el predicado. Gili Gaya (1943: § 42) observa sobre los verbos copulativos “se llaman copulativos porque su misión [en la oración] se reduce a servir de nexo entre el sujeto y el predicado sin que añadan nada al significado de la oración”. Si bien el verbo ser puede no añadir nada al significado de la oración, otros verbos copulativos como estar o parecer sí conllevan significado. En una oración predicativa, el verbo predica y determina a sus argumentos. En una oración atributiva, no es el verbo, sino el complemento atributivo, el que reconoce a sus argumentos.

Ya que el verbo copulativo no rige semánticamente a su complemento en

Maggie es la mamá de Gabrielita,

el sintagma nominal la mamá de Gabrielita no es un complemento directo de la cópula ser. Por lo tanto, el verbo ser no es un verbo transitivo.

Tal conclusión puede sorprendernos, ya que los complementos de los verbos copulativos son pronominalizables por el pronombre clítico lo:

–¿Maggie es la mamá de Gabrielita?

–Sí, lo es.

Este pronombre clítico parece ser acusativo, lo cual podría llevarnos a pensar que los complementos mamá de Gabrielita y lo son realmente complementos directos. Estos datos ponen en duda nuestra definición de ‘transitividad’. Esta paradoja demuestra lo escurridiza que es la noción de transitividad. [...]

Para definir ‘transitividad’, la única noción relevante parece ser la de ‘rección’ sintáctica y semántica, entendiendo por la primera la determinación de una categoría específica por parte de un núcleo (en nuestro caso el verbo que rige a una frase nominal) y por la segunda, la determinación de ciertos rasgos semánticos por el mismo núcleo.»

[Campos Héctor: “Transitividad e intransitividad”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, § 24.1.2]

«Las oraciones copulativas de ‘caracterización’ no son reversibles (la construcción resultante de la reversión es agramatical). Así, a partir de oraciones como

María es guapa;

Antonio es arquitecto;

Luis es profesor;

no podemos construir

*Guapa es María;

*Arquitecto es Antonio;

*Un profesor es Luis.

En contextos que presentan orden de construcción marcada, el atributo puede aparecer en posición precopular por ‘focalización’, con prominencia tonal, y frecuentemente presenta especificador de grado:

ARQUITECTO es Luis, no ingeniero.

MUY INTELIGENTE es Juan.

Este procedimiento de focalización resulta natural cuando el atributo expresa características que favorecen la lectura contrastiva, como en la oración

MUCHO son los llamados y POCOS los escogidos, o en

NUESTRA será la victoria.

También en contextos de orden marcado, el atributo puede ser focalizado en posición poscopular no final, con extraposición –posposición o dislocación a la derecha en este caso– del sujeto:

Es ALTÍSIMO este chico.

El atributo valorativo con un no rechaza, por la función focal que le es propia, la posición precopular:

¡UN EGOÍSTA es tu hermano!

Por otra parte, el atributo puede aparecer en posición inicial de oración por ‘topicalización’ –‘tematización’ o ‘dislocación a la izquierda’, en otras terminologías–, con la consecuente duplicación por el clítico lo; la construcción suele incluir algún tipo de operador discursivo (temporal, locativo o modal) que atrae el interés de la información remática:

Amable, Juan lo es muy pocas veces.

Gordo, Pedro lo es por naturaleza.

Egoísta, lo has sido toda la vida.

Un caso especial de tematización del atributo, particularmente natural en el discurso escrito, es el ilustrado por sintagmas de propiedad de carácter comparativo:

Más interesante es la última obra del autor.

Igualmente sorprendente es su comportamiento.

Menos conocida es la primera etapa de su vida.

La disposición precopular del atributo se explica, en estos casos, por la vinculación que comporta la comparación con algún sintagma discursivo precedente (efecto que tiene algo que ver con la ‘ley de continuidad en el tópico’ (Givón 1983)) y el especificador de grado es normalmente emitido con acento contrastivo, como núcleo focal de la secuencia.»

[Fernández Leborans, Ma Jesús: “La predicación: las oraciones copulativas”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, § 37.2.3]

«En lenguas como el español y el italiano, la gramática impone condición de sujeto a la expresión referencial, es decir, el sujeto gramatical coincide con el sujeto ‘lógico’ (semántico o temático), de modo que es este el que atrae la concordancia del verbo:

El problema soy yo.

*El problema es yo.

El motivo de su felicidad eres tú.

*El motivo de su felicidad es tú.

En este sentido, el sujeto gramatical no es necesariamente un sujeto sintáctico –de posición– (no se dispone obligatoriamente en posición preverbal), a diferencia de lo que sucede en otras lenguas, como el inglés o el francés, las cuales presentan una progresiva tendencia hacia la tematización rígida en la disposición del sujeto; la gramática de estas lenguas hace prevalecer el sujeto de posición sobre el sujeto lógico, de manera que es el sujeto de posición –invariablemente preverbal– el que desencadena la concordancia del verbo. Así, en las oraciones

The problem, (it) is me.

Le problème, c’est moi. [...]

Esta especie de ‘distorsión’ sintáctica característica de las oraciones especificativas, que se resuelve en la tendencia –regularizada en numerosas lenguas– a disponer el sujeto lógico en posición final de oración, viene determinada por la focalización de la expresión referencial; en la medida en que el foco de una oración especificativa coincide con la expresión referencial –el sujeto lógico– y, en cuanto foco que no es de modo natural exclusivamente contrastivo, la controversia está servida.

A este respecto, la gramática tradicional dice, por ejemplo, que «el verbo ser, cuando es copulativo, concierta a veces con el complemento predicativo, y no con el sujeto» (RAE 1973: 3.6.5d), e ilustra esta afirmación con oraciones que son inequívocamente especificativas –aun cuando la clase de las oraciones identificativas, con sus dos variedades generales (rectas e inversas) no se reconoce en los estudios tradicionales–:

La demás chusma del bergantín son moros y turcos;

Mi sueldo son veinte mil pesetas mensuales;

así que, el sujeto lógico en las especificativas es considerado como complemento predicativo (RAE 1973, Bello 1847) o como atributo (Navas Ruiz 1977), interpretación incongruente, sin duda, pero motivada por la confusión entre predicado lógico y predicado discursivo o pragmático (o lo que es lo mismo, entre predicado semántico –o temático– e información nueva –o rema–). [...]

Sólo si se observa un criterio basado en la configuración de constituyentes jerárquicamente relacionados, es posible describir adecuadamente fenómenos gramaticales que tienen que ver con esa diferencia de posición y que sirven para demostrar que la expresión poscopular de las inversas no es predicado sintáctico –porque no es predicado lógico (o semántico)– y, paralelamente, no presenta las características funcionales, estructurales, propias del atributo de las identificativas rectas ( o de las copulativas de propiedad).»

[Fernández Leborans, Ma Jesús: “La predicación: las oraciones copulativas”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, § 37.5.2.1]

«Es bien sabido que el atributo, cuando está representado por un adjetivo en las atributivas, concuerda con el sujeto en número y género. Ello se debe a la herencia del latín y a que la relación semántica entre atributo y sujeto es mucho más estrecha que entre sujeto y objeto directo, porque los semas del atributo no son absorbidos y neutralizados por el contenido del verbo, sino que, como si se tratase de un verbo transparente, inciden directamente sobre el sujeto y expresan unos rasgos esenciales e inherentes al sujeto. Pero es importante señalar que, a pesar de esto, el verbo sigue siendo el eje y núcleo sintáctico del sintagma verbal y no una mera cópula.

El atributo es conmutable siempre y sólo por la forma pronominal átona lo, no por la, los, las, aun cuando el atributo sea de género femenino y número plural. Tal vez deban tenerse en cuenta, para explicar este fenómeno, los siguientes datos:

Que los rasgos de género y número del atributo operan juntos cuando es un adjetivo (y algunos pronombres), pero no en los demás casos; y no es preciso reproducirlos en la conmutación por el pronombre átono, pues ya van marcados en el propio sujeto. Por ello, por ser innecesarios y por no ser comunes a todos los atributos, no se precisa la flexión de género y número en el pronombre átono que lo conmuta, el cual lleva en sí una fuerte carga de deixis y valor genérico neutro. Esto puede explicar la exclusividad de lo en la citada conmutación. Ejemplos:

Pedro es alto, Luisa es alta > lo es.

Los alumnos son altos, Las alumnas son altas > lo son.

Una segunda diferencia que marca al atributo respecto al objeto directo es que las estructuras analíticas atributivas no permiten en ningún caso la transformación a pasiva. Más importante son, desde un punto de vista sintáctico, la coincidencia en la conmutación pronominal y la idéntica función semántica de atributo y objeto directo que esa diferencia apuntada.»

[Hernández Alonso, César: Gramática funcional del español. Madrid: Gredos, ²1986, p. 73-74]

«Impersonalidad con ser

La impersonalidad con el verbo ser se manifiesta en dos tipos de construcciones diferentes: con atributos y en estructuras ecuacionales.

Con atributos

El primer grupo engloba oraciones como:

Es viernes.

Es mediodía.

Es tarde.

Es pronto,

Es de día.

Es temprano.

Es de noche.

Son las dos.

Es la una.

En estos casos, los componentes que siguen al verbo desempeñan la función de atributo como lo demuestra la conmutación pronominal por el neutro lo.

Estos atributos se dicen de sujetos cero. Obsérvese la imposibilidad (salvo hipérbaton literario) de anteponer al verbo tales atributos.

En los casos de

Son las dos,

Es la una,

hay que notar la concordancia entre el verbo y el sintagma nominal que le sigue. Ello podría llevarnos a pensar que éste último funciona como sujeto. Sin embargo, ya se sabe que, en las construcciones con ser, en ocasiones la concordancia se establece con el atributo y no necesariamente con el sujeto:

Aquí todo son calamidades.

Eso son tonterías.

Mi vida son recuerdos...

Además, tales sintagmas nominales son conmutables por lo:

Son las dos > Lo son.

Es la una > Lo es.

Cabría también la posibilidad de recuperar un sujeto léxico del tipo “las horas”, “la hora”:

*Las horas son las dos.

*La una es la una.

Pero como este tipo de frases nunca se dice ni se escribe, creemos que se trata de oraciones con sujeto cero y, por tanto, impersonales sintácticas.

Estructuras ecuacionales

El segundo tipo de impersonales con ser se refiere a las estructuras conocidas como ecuacionales o perífrasis de relativo. Estas construcciones presentan un primer componente enfático seguido del verbo ser más un segundo componente, que es siempre una proposición de relativo. Son, por tanto, estructuras de énfasis que se corresponden con estructuras no enfáticas de las que se derivan:

Visité a Juan (estructura no enfática),

A Juan fue a quien visité (estructura enfática: ecuacional).

Cuando el elemento enfático se corresponde con el sujeto de la oración no enfática, no es lícito hablar de impersonalidad sintáctica, pues tal elemento es también el sujeto del verbo ser en la estructura enfática.

Salieron los niños del colegio [los niños = sujeto] >

Fueron los niños quienes salieron del colegio.

Ahora bien, si el elemento enfático no se corresponde con el sujeto sino con cualquier otro elemento del predicado de la oración primitiva, podemos hablar de impersonalidad sintáctica, pues el verbo ser, verbo nuclear en la construcción, se encuentra sin sujeto:

Admito tus ojos [tus ojos = complemento directo] >

Tus ojos es lo que admiro. [...]

No todos los gramáticos están de acuerdo en considerar impersonales a este tipo de oraciones. Algunos opinen que se trata de estructuras que no pertenecen a los esquemas normales de sujeto + predicado o sujeto + ser + atributo, sino que tienen otra lógica gramatical distinta.»

[Gómez Torrego, Leonardo: La impersonalidad gramatical: descripción y norma. Madrid: Arco / Libros, 1992, p. 42-44]

«El verbo copulativo es el núcleo del predicado al llevar las marcas de concordancia con el sujeto. Conviene, no obstante, advertir que existe otra teoría que sostiene que el verbo copulativo no es el núcleo sintáctico, sino que funciona como mera cópula o enlace, de modo que la función nuclear del predicado se trasladaría al atributo. Esta postura se basa, fundamentalmente, en la naturaleza semántica vacía o casi vacía del verbo copulativo.

Observará que, en las dos teorías, el atributo –como el verbo– es tan solo una parte del predicado (llamado tradicionalmente predicado nominal). Procure, pues, no confundir, como a veces se hace, la función atributo con la función predicado.»

[Gómez Manzano, Pilar / Cuesta Martínez, Paloma / García-Page Sánchez, Mario / Estévez Rodríguez, Ángeles: Ejercicios de gramática y de expresión. Con nociones teóricas. Madrid: Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, 2006, § 2.1.2.5.0]

«El atributo es el núcleo semántico del predicado en las oraciones con el verbo ser y quien impone las restricciones clasemáticas al sujeto (este toro es zaíno, pero: *esta cabara es zaína), mas tal realidad no nos permite afirmar que sintácticamente sea el atributo el núcleo del predicado

[Gutiérrez Ordóñez, Salvador: La oración y sus funciones. Madrid: Arco Libros, 1997, p. 151]

«Predicado

Constituyente central de la oración con el que se combina el sujeto. Un predicado verbal es aquel cuyo núcleo es un verbo no copulativo

María {cura a las personas enfermas / vive a mi lado}.

En los demás casos, esto es, si el predicado es un nombre, un adjetivo, un sintagma preposicional o un adverbio, se habla de predicados nominales

María es {médico, buena}.»

[Eguren, Luis / Fernández Soriano, Olga: La terminología gramatical. Madrid: Gredos, 2006, p. 90-91]

«Atributo

1. Predicado de naturaleza no verbal que requiere la presencia de un verbo copulativo que aporte los morfemas de tiempo/modo y concordancia correspondientes: La casa está preciosa, Yo soy profesora, Que le digas la verdad es de rigor. (Véase predicado nominal).

2. Algunos autores emplean este término para referirse, además, a los complementos predicativos. (Cf. Complemento predicativo).»

[Eguren, Luis / Fernández Soriano, Olga: La terminología gramatical. Madrid: Gredos, 2006, 55]

«Complemento predicativo

Complemento, generalmente adjetival, que modifica tanto al verbo como al sujeto o al objeto, a modo de un segundo predicado:

El niño duerme tranquillo.

Me devolvió roto el libro

[Eguren, Luis / Fernández Soriano, Olga: La terminología gramatical. Madrid: Gredos, 2006, 59]

«Oración copulativa

Oración de predicado nominal, con verbo copulativo. Las oraciones copulativas pueden ser adscriptivas o de caracterización, cuando se predica una propiedad del sujeto o se le incluye en una clase

María es muy guapa,

Los leones son mamíferos,

o identificadoras o ecuativas, cuando se establece la identidad de los referentes de dos expresiones lingüísticas

El asesino es el mayordomo.»

[Eguren, Luis / Fernández Soriano, Olga: La terminología gramatical. Madrid: Gredos, 2006, p. 85]

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