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PARONYMIE - PARONOMASIE

Paronimia - paronomasia

(comp.) Justo Fernández López

Diccionario de lingüística español y alemán

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Vgl.:

Homonymie / Synonymie / Polysemie / Ambigüität / Homophon / Heteronymie / Hyperonymie / Sympleronym / Semantik / Literatursoziologie / Semiotisches Trapez

 

Paranomasie: Durch Lautähnlichkeit bestimmter Wörter/Morpheme wird eine pseudoetymologische Relation erschaffen. Die Wörter haben in ihrer Bedeutung nichts miteinander zu tun; Äquivalenz wird nur auf der Lautebene hergestellt. Beispiel: Rolf Bäcker hat – nomen es omen - eine Stelle in einer Brotfabrik angetreten. Bei der Alliteration ist die Äquivalenz auf phonologischer Ebene vorhanden und Äquivalenz suggeriert Vergleichbarkeit.

«Paronomasie

[griech. pará ‘entgegen’, onómato ‘Name’; engl. pun. – Auch: Annominatio]

Rhetorische Figur der Wiederholung: Wortspiel durch Koppelung klangähnlicher, etymologisch und semantisch unterschiedlicher Wörter, z.B. die Bistümer sind verwandelt in Wüsttümer (Schiller), Nicht rasen – reisen!, engl. Is life worth living? That depends upon the liver. Vgl. Figura Etymologica, Polyptoton, Wortspiel.»

[Bußmann, Hadumod: Lexikon der Sprachwissenschaft. 2. völlig neu bearbeitete Auflage, Stuttgart: Kröner, ²1990, S. 560]

«Paronomasie

(griech. paronomasia = Wortumbildung zur Erreichung eines Nebensinnes), rhetorische Figur, Wortspiel durch Zusammenstellung gleichlautender oder ähnlicher Wörter von verschiedener oder entgegengesetzter Bedeutung, teils gleichen Stammes (Figura etimológica: betrogener Betrüger), teils pseudoetymologisch zugehörige oder fast unmerklich zum Gleichklang abgeänderte Wörter: Eile mit Weile. Der Rheinstrom ist worden zu einem Peinstrom, die Klöster sind ausgenommene Nester, die Bistümer sind verwandelt in Wüsttümer... (Schiller). In griechischer Rhetorik früher häufiger als in lat. (Ennius, Plautus), übers Mittellat. ab 1300 auch in den Volkssprachen, dt. bes. bei Abraham a Sancta Clara.»

[Wilpert, Gero von: Sachwörterbuch der Literatur. Stuttgart: Alfred Körner, 51969, S. 555-556]

«Paronymie [griech. ónyma ‘Name’]

(1)   Lautliche Ähnlichkeit zwischen zwei Ausdrücken in verschiedenen Sprachen, z.B. dt. Sommer, engl. summer.

(2)  In der Wortbildungslehre: Veraltete Bezeichnung für Ableitungen vom gleichen Wortstamm, vgl. lesen, Leser, Lesung, lesbar.

[Bußmann, Hadumod: Lexikon der Sprachwissenschaft. 2. völlig neu bearbeitete Auflage, Stuttgart: Kröner, ²1990, S. 560]

«Parónimas

Palabras homónimas

vela (de barco) / vela (para alumbrar),

homófonas

asta (sustantivo) / hasta (preposición)

y homógrafas

río (corriente de agua) / río (del verbo reír),

y también las que difieren entre sí sólo en alguno de sus sonidos

cortejo (comitiva) / cotejo (verificación)

actitud (comportamiento) / aptitud (buena disposición)

sexo (distinción macho/hembra) / seso (juicio)

espiar (vigilar) / expiar (purificar las culpas).

A veces coinciden o son muy afines los sonidos, la forma de las palabras y las diferencias son difíciles de apreciar en el lenguaje oral. No combinar bien el uso de los parónimos puede provocar la confusión. Algunos juegos de palabras están basados en esta afinidad.»

[Moral, Rafael del:  Diccionario práctico del comentario de textos literarios. Madrid: Verbum. 1995, p. 205-206]

«Paronomasia

Figura retórica que consiste en colocar próximas en la frase dos palabras parónimas de sentidos diferentes.

Pueden tener parentesco etimológico:

Quien reparte se lleva la mejor parte,

o coincidir en semejanza sólo casualmente:

Ciego que apuntas y atinas,

caduco dios rapaz,

vendado que me has vendido. (Luis de Góngora)

A veces hacen pensar que los significados de las palabras parónimas no están tan alejados el uno del otro. Fenómeno habitual en el lenguaje publicitario porque provoca la sorpresa y despierta el interés:

Si da, no da

(Campaña publicitaria de prevención del SIDA).»

[Moral, Rafael del:  Diccionario práctico del comentario de textos literarios. Madrid: Verbum. 1995, p. 206]

«Etimologías populares

La etimología popular consiste en el contagio de una palabra por otra de gran parecido fonético y en las que el hablante cree ver una conexión semántica que no es tal en la realidad. He aquí algunos errores frecuentes de este tipo:

*adversión (por aversión). Se piensa en adverso.

*arrellenarse (por arrellanarse). Se piensa en la palabra lleno.

*atiforrarse (por atiborrarse). Se piensa en forrarse.

*barahúnta (por barahúnda). ¿Influye la palabra marabunta?

*cortacircuito (por cortocircuito)

*desinfestar (por desinfectar). Se piensa en infestar.

*destornillarse (por desternillarse). Se piensa en tornillo en lugar de en ternilla.

*esparatrapo (por esparadrapo). Se piensa en trapo.

*grillarse (por guillarse) y *grillado –estar– (por guillado). Se piensa en grillo.

*ideosincrasia (por idiosincrasia). Se piensa en idea y no en el griego idios, propio.

*ínsulas (por ínfulas)

*pecunio (por peculio). Se piensa en pecunia, pecuniario...

*vagamundo (por vagabundo). Se piensa en la palabra mundo, sin caer en la cuenta de que se trata del sufijo –bundo, que tenemos en palabras como meditabundo

[Gómez Torrego, L.: Manual de español correcto. Madrid: Arco/Libros, 1991, vol. I, p. 203]

«Parónimo

1.    Palabra fonéticamente parecida a otra: hombre – hambre, túmulo – tálamo, etc.

2.    Atracción paronímica. Vid. Etimología popular [Volksetymologie].»

[Lázaro Carreter, F.: Diccionario de términos filológicos. Madrid: Gredos, 51981, p. 314]

«Paronomasia

Figura retórica que consiste en colocar próximos en la frase dos vocablos parónimos, bien por parentesco etimológico (quien reparte se lleva la mejor parte), bien por semejanza casual (compañía de dos, compañía de Dios). Se le da también el nombre de annominación.»

[Lázaro Carreter, F.: Diccionario de términos filológicos. Madrid: Gredos, 51981, p. 314]

«Parecido de los significantes

El parecido perfecto lleva el nombre de homonimia; en el caso de parecido parcial se habla de paronimia o, más específicamente, de aliteración y de consonancia. Lo que se produce aquí es bastante semejante al “simbolismo poético”: impulsado por un afán de motivación de los signos, el locutor asocia a los sonidos semejantes sonidos semejantes. De allí la tendencia descrita bajo el nombre de etimología popular: se oye el verbo broder [bordar] en el francés brodequin [borceguí], aunque el verdadero origen de esta palabra sea muy distinto. Blondo significa ‘rubio’, pero en la mente de Meléndez Valdés se asoció a blando y onda, pasando a significar ‘ondulado y suave’:

Tu vellón nevado

de ricitos lleno

cual de blonda seda,

cuidadoso peino.

Los textos poéticos utilizan con frecuencia esta relación; esto ha sugerido a R. Jakobson la noción de “etimología poética”: un texto sugiere un parentesco entre dos palabras, basándose en el parecido de los significantes. La rima se incluye en esta categoría: las palabras que riman se sitúan en relación semántica.»

[Ducrot, Oswald / Todorov, Tzvetan: Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje. Buenos Aires: Siglo XXI, 1974, p. 296]

«Parónimas

(del gr. par-oonymos, de nombre parecido), las que tienen alguna semejanza por su etimología, forma o sonido. Pueden subdividirse en homónimas (del gr. omós, igual, y onyma, nombre: de igual nombre), de distinto significado e igual estructura: Tarifa (ciudad) y tarifa (precio); homófonas (del griego omo-foonos, de igual sonido), de distinta significación e igual sonido: Acerbo y acervo, baqueta y vaqueta, aya y haya, as y has, bate y vate; y homógrafas, de igual ortografía y distinta significación: haya (árbol) y haya (de haber).»

[Alonso, Martín: Ciencia del lenguaje y arte del estilo. Madrid: Aguilar, 1967, p. 193]

«Parónimos

Son parónimas aquellas palabras que entre sí tienen alguna afinidad por su origen, forma o sonido. Se dividen en tres clases: homónimas, cuando tienen igual forma y distinto significado, como vela (de barco) y vela (para alumbrar); homófonas, cuando tienen igual sonido y distinta significación, como asta (sustantivo) y hasta (preposición), y homógrafas, cuando tienen la misma grafía y distinta significación, como río (corriente de agua) y río (de reír).

Se hace mención especial de las homófonas, que son las que realmente encierran interés práctico. Efectivamente, del hecho de no dominar el significado de estas palabras parónimas, sobre todo las homófonas, se derivan no solo faltas de ortografía, sino disparates mayúsculos, que conviene evitar. El uso de estas palabras no es fácil, pues a veces para decidir cuál es la que debemos usar nos vemos obligados a consultar un diccionario, como suele suceder, por citar solo unos ejemplos, con década y decenio, bimestral y bimensual, basto y vasto, y otras parecidas; esto es así porque se trata, la mayor parte de las veces, de voces que usamos poco, y aunque no ignoremos su significado, suelen inducirnos a confusión; ¿quién podría decir, sin la previa consulta de un diccionario, qué diferencia existe entre cangilón y canjilón?

Un apartado importante lo constituyen aquellas voces que según su significado pueden escribirse en una o más palabras, con lo cual ayudamos a resolver las dudas a este respecto.»

[Martínez de Sousa, J.: Dudas y errores de lenguaje. Madrid: Paraninfo, 41987, p. 263]

«Parónimo, paronomasia

De acuerdo con Martínez de Sousa (1993: 384), son parónimos los vocablos que tienen una grafía semejante, bien por su etimología (altura/altitud), por su sonido (homófonos) o su grafía (homógrafos). En traductología se debe evitar la tentación paronímica o tendencia a dejarse arrastrar o seducir por palabras homófonas u homógrafas, como al traducir al español palabras inglesas como certain, various, particular, etc., cuyos significados no coinciden plenamente con los del español.

La paranomasia es una figura del lenguaje que consiste en usar parónimos con el fin de producir efectos estilísticos. La publicidad y muchos titulares de prensa hacen uso constante de esta figura.»

[Alcaraz Varó, Enrique / Martínez Linares, María Antonia: Diccionario de lingüística moderna. Barcelona: Editorial Ariel, 1997, 432]

«En las Categorías (I, 1, 1a sigs) Aristóteles introdujo la distinción entre cosas llamadas homónimas, cosas llamadas sinónimas, y cosas llamadas parónimas.

Dos cosas se llaman sinónimas cuando llevan el mismo nombre en el mismo sentido. El término ‘sinónimo’ designa a la vez comunidad de nombre e identidad de noción. Así, el hombre y el buey son sinónimos, no sólo por ser llamados con el nombre común ‘animal’, sino también porque la definición de ‘animal’ en ambos casos es la misma. Dos cosas se llaman homónimas cuando sólo el nombre aplicado a ellas es común, pero en cambio, el concepto o término mental, logos, aplicado a ellas es diferente. Así, un hombre real y un hombre pintado son homónimos, porque, aunque puede aplicarse a ambos el término ‘animal’, su naturaleza es diferente. Dos cosas se llaman parónimas cuando, siendo distintas en el caso, ptosis, reciben su apelación según su nombre. Por ejemplo, de ‘gramática’ procede ‘gramático’; y de ‘valentía’, ‘hombre valiente’. Con ello Aristóteles sistematizó una serie de nociones que habían sido investigadas por los sofistas y Platón (en el Protágoras –donde se pregunta [340 A] por las diferencias entre ‘querer’ y ‘desear’–, el Cratilo, el Parménides y el Timeo), pero que hasta entonces no habían sido suficientemente aclaradas.»

[Ferrater Mora, José: Diccionario de filosofía. Buenos Aires: Ed. Sudamericana, 1969, 682-683]

La eficacia de la comunicación es óptima si en un signo lingüístico (significante + significado) a cada significante (secuencia de fonemas) le corresponde un significado y viceversa. Pero esto ocurre solamente en los lenguajes científicos. En las lenguas naturales pueden darse dos o más significados para un significante o a la inversa.

Según esta multivalencia, se pueden estudiar los aspectos léxicos y semánticos de las palabras relacionándolas según los criterios siguientes:

§         la pronunciación

§         la (orto)grafía

§         el significado

 

Aspectos léxicos y semánticos: significante y significado

 

 

homónimos

(igualdad)

 

 

totales

homógrafos y, por consiguiente,

homófonos

 

comparten la grafía, y por tanto la pronunciación

 

 

palabras con significado diferente

 

parciales

homófonos, pero no homógrafos

comparten la pronunciación, pero no la grafía

parónimos

(semejanza)

palabras fonéticamente parecidas: hombre – hambre, túmulo – tálamo, amor – humor, jícara - jácara

sinónimos

coincidencia de significado entre varias palabras: burro – asno – borrico – pollino - jumento

antónimos

palabras que expresan ideas opuestas: claro – oscuro; vida - muerte

heterónimos

palabras diferentes que tienen proximidad semántica: toro - vaca

polisemia

pluralidad de significados en una misma palabra: masa (para un albañil, un panadero, un físico)

 

Lo mismo y lo contrario: sinonimia y antonimia.

¿Son iguales o se parecen?: homonimia (homografía homofonía) y paronimia.

Un mismo origen y muchos significados: polisemia.

 

parónimos

Los parónimos son aquellas palabras que tienen entre sí alguna relación o semejanza (se parecen, pero no son), por su etimología (cálido y caldo) o solamente por su forma (escritura) o sonido (pronunciación).

Los parónimos por ser muy parecidas en su pronunciación y escritura, aunque muy diferentes en su significado, se prestan a confusión:

patrón = el que da trabajo a los obreros

padrón = nómina o lista de habitantes

efecto y afecto se pueden confundir en la pronunciación, así como

absorber <> absolver

infligir <> infringir

intimar <> intimidar

competer <> competir

pana, pala y pata son sustantivos parónimos

caballo y cabello tienen un sentido diferente con una forma muy parecida

Etimología popular por atracción paronímica:

“Fenómeno que se produce por la «tendencia a asociar a cada palabra un sentido determinado. Esta creación de significado manifiesta, en general, o bien por trastrueque semántico o bien por adaptación fonética de la palabra» (Wartburg). Se trata, pues, de un cruce basado en imaginarios supuestos etimológicos. Por ejemplo, el «cerrojo» fue en latín veruculum, que dio en español antiguo berrojo; pero esta palabra nada decía a la comprensión popular. Como el instrumento servía para ‘cerrar’, a esta voz se remitió por falsa etimología la insignificativa palabra berrojo, que así se llenó de significado: cerrojo, ‘lo que sirve para cerrar’. En este ejemplo se produjo un cambio fonético, pero la etimología popular (que, como Wartburg ha señalado, opera entre todos los hablantes, aun en los de mayor cultura) puede ocasionar incorrecciones en el uso de una palabra, y aun importantes cambios semánticos. Blondo, por ejemplo, significa ‘rubio’; pero en la mente de Meléndez Valdés se asoció a blando y onda, pasando a significar ‘ondulado y suave’: Tu vellón nevado / de ricitos lleno / cual de blanda seda / cuidadoso peino. El fenómeno se denomina también paretimología y atracción paronímica.” [Lázaro Carreter, F.: Dicc. de térm. filológ., p. 175-176]

Cuando la alteración se origina por asociación entre la pronunciación de una palabra y la de otra más familiar para el hablante se habla de etimología popular:

*vagamundo, por vagabundo;

*guardilla, por buhardilla;

*destornillarse de risa, por desternillarse de risa, etc.

Son más abundantes las confusiones denominadas de parónimos entre palabras de parecida pronunciación aunque de significado muy diferente, cuando se usa una palabra con el sentido de otra que tiene una expresión semejante:

abertura por apertura

lapidar por dilapidar

actitud por aptitud

ostentar por sustentar

contornearse, por contonearse

cortocircuito, por cortacircuito

trompa de agua, por tromba de agua

salir de ?estampida, muy generalizada, por salir de estampía

*en olor de multitudes, se han cruzado los dichos en olor de santidad y en loor de multitudes.

Un ejemplo de cómo se maneja con brillantez el parentesco etimológico entre palabras:

“En un texto de José Ricardo Morales se lee:

«Conocemos al hombre tanto por aquello que cuida como por lo que descuida o le tiene sin cuidado. Cuida todo aquello que cubre con su atención, cuando a-tiende, y el cuidado que esto le merece se representa mediante la ‘curiosidad’ (tal como lo que se descuida se reconoce en el abandono y desaliño de la ‘in-curia’».

Es un ejemplo de uso hábil e iluminativo de sentidos primarios.” [Ferrater Mora, José: Indagaciones sobre el lenguaje. Madrid: Alianza Editorial 1970, p. 206]

paronomasia

Figura retórica que consiste en colocar próximos en la frase dos vocablos parónimos, bien por parentesco etimológico (quien parte y reparte se lleva la mejor parte), bien por semejanza casual (compañía de dos, compañía de Dios). Se le da también el nombre de annominación.

Juegos de palabras y humor

-Se pasa, se pesa, se pisa y se posa, ¿qué es? -La uva.

La rata estuvo escondida un buen rato.

No es lo mismo Santiago de Compostela que compóntelas como puedas.

No es lo mismo decir John bájate del bote que bájate del botellón.

No es lo mismo, una pelota en China, que una china en pelota.

-¿Cómo se llama el ministro de defensa japonés? -Nitiro tirito.

Juegos de palabras en alemán:

Estufa en chino: Hei Zung  [alemán Heizung].

Policía en chino: Lang Fing Fang [= der den Langfinger fängt ‘el que detiene a los cacos’].

Ministro de cultura chino: Bild Dung [alemán Bildung ‘cultura’].

homónimos > tienen el mismo nombre

comparten la grafía y la pronunciación

se diferencian solo por su significado

 

 

banco

entidad bancaria, establecimiento público de crédito

asiento en que pueden sentarse varias personas

Córdoba

ciudad andaluza

ciudad argentina

 

Si se escriben igual, son homógrafos y, como suenan igual, son también homófonos.

Si no se escriben igual son solamente homófonos.

Todos los homónimos son homógrafos y homófonos y todos los homógrafos son homónimos y homófonos; pero los homófonos propiamente dichos no son homógrafos. No existen en español homógrafos que no sean al mismo tiempo homófonos, como es el caso en francés: les fils = /fis/ hijos’ y /fil/ ‘hilos’. Pues casos como término, termino, terminó no son ni homófonos ni homógrafos, y se diferencian por el acento.

La homonimia se puede dar también en el campo paradigmático de la conjugación: decía (1a y 3a persona del imperfecto de indicativo), servimos, escribimos, catamos, tomamos (1a persona del plural del presente y del perfecto simple).

Mientras que para las zonas de seseo, es decir, que no distinguen la c ante e/i de la s, los pares de palabras caza y casa, cocer y coser, casar y cazar, etc. son casos de homofonía, en las zonas cecistas estos casos serían más bien parónimos.

La lengua dispone de varias soluciones para evitar la homonimia: diferenciación de género y número (puerto – puerta), cambio de artículo (el frente, la frente), diferenciación entre singular y plural (esposa – esposas), detención de la evolución fonológica de una palabra (faz – haz, fiel – hiel), sustitución de un elemento por otro (el latín oleum evolucionó sólo hasta olio; podría haber seguido hasta ojo, pero para evitar la colisión con ojo, del lat. oculum, se tomó el arabismo aceite).

No confundir con:

sinónimos: palabras diferentes con el mismo significado: burro = asno

antónimos: palabras que expresan ideas opuestas: claro <> oscuro

homógrafos > tienen la misma grafía

comparten la grafía y la pronunciación

se diferencian solo por su significado

 

 

capital

capital de una nación 

dinero para invertir

haya

árbol de la familia de las Fagáceas

presente de subjuntivo del verbo haber

cazo

 

presente de indicativo del verbo cazar

recipiente

 

homófonos > tienen la misma pronunciación

comparten la pronunciación: su pronunciación es igual o muy parecida

se diferencian solo por la grafía y el significado

 

 

sabia

persona que tiene sabiduría 

savia

jugo que nutre a las plantas

votar

emitir un voto

botar

echar al agua un buque

errar

cometer un error

herrar

clavar las herraduras a las caballerías

bello

hermoso

vello

pelo delgado o menudo

 

Letras homófonas son aquellas que representan un mismo sonido: la c delante de e/i y la z son letras homófonas.

En los países o regiones hispanohablantes en los que domina el seseo o la no diferencia entre la c, s y la z, así como de la b y la v, resulta que son homófonas palabras que propiamente serían parónimas en regiones que no conocen el seseo: abrazar <> abrasar, concejo <> consejo, cazar <> casar, casa <> caza, cocer <> coser, etc.

falsos amigos / falsos parónimos / parónimos interlingüísticos

Cuando dos palabras de idiomas diferentes son homónimas, pero no tienen en ambas lenguas el mismo significado, se habla de falsos amigos. Por ejemplo en italiano burro significa ‘mantequilla’ y no ‘asno’ como en español.

Falsos amigos parónimos o parónimos interlingüísticos son palabras que tienen en una lengua morfología semejante a la de otro de otra lengua, pero cuyos significados son parcial o totalmente diferentes: ‘verano’ en alemán Sommer, en inglés summer; el inglés champion ‘campeón’ se parece al español champiñón ‘seta’; el inglés constipated ‘extreñido’ se parece al español constipado ‘resfriado’; el inglés library ‘biblioteca’ se parece al español librería ‘venta de libros’; en portugués ceroulas o ceroilas ‘calconcillos largos’ se parece al español ciruelas.

[Justo Fernández López]

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