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TÓPICO

(comp.) Justo Fernández López

Diccionario de lingüística español y alemán

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Vgl.:

Pragmatische Funktionen / Fokus / Thema / Thema - Rhema / Skopus / Topik vs. Prädikation / Apéndice / Wortstellung / Markiertheit / Focuspartikeln / Spaltsatz / Heterotópico / Topos

Siehe / Ver:

TOPIKALISIERUNG

Espacio tópico: En la teoría de la narración, el espacio de referencia, el aquí, en oposición a heterotópico.“ [Cardona, G. R., o. 277]

«Tema discursivo.

Se llama ‘tema discursivo’ y, sobre todo, tópico, a la información que se intercambia en una conversación, es decir, a la cuestión de la cual se habla. Extendida a otras modalidades discursivas, el ‘tópico’ es la proposición (o conjunto de proposiciones) sobre la que se da o se pide nueva información. Esta noción de ‘tópico’ es fundamental para el desarrollo de la interpretación textual, ya sea en la conversación telefónica, en un diálogo cara a cara con otro interlocutor, en una conferencia o en la lectura de un texto, ya que el ‘tópico’ impondrá una regla de coherencia interpretativa que afectará a los demás elementos del discurso. Los ‘tópicos’ o ‘temas discursivos’ se crean y se mantienen gracias a la acción de varios recursos discursivos, entre los que se destacan la isosemia y los macromarcadores.

Todo ‘tópico’ consta de una oración o proposición básica que se llama la oración tópica. En un enunciado puede haber uno o más tópicos. Por ejemplo, en el enunciado “Tengo diez años. Esto es lo que mi abuela cuenta a todo el mundo” hay dos ‘tópicos’: los años que tengo, y lo que cuenta mi abuela. Son varios los intentos de clasificación de los ‘tópicos’ o ‘temas discursivos’, como el de distinguir el principal y el colaborador. Con frecuencia el ‘tópico’ inicial, que podría ser el principal, se convierte en el tema colaborador, como se puede comprobar en la oración que sigue: “Los pescadores desde los barcos lanzaban las redes en los bancos de peces. Todo esto me lo contaba mi abuela para dormirme cuando era pequeña”.»

[Alcaraz Varó, Enrique / Martínez Linares, María Antonia: Diccionario de lingüística moderna. Barcelona: Editorial Ariel, 1997, p. 553]

«Tópico

Es el elemento pragmático situado al principio o intercalado que nos ayuda a situar y a entender un enunciado en un contexto dado. Por ejemplo, cuando decimos “en verano, disfrutamos del sol y de la plaza”, tratamos de enmarcar el circunstante.»

[Sánchez Lobato, Jesús: Saber escribir. Madrid: Santillana, 2006, p. 513]

«Givón (1983) en ningún momento presenta una definición del término básico topic, que utiliza constantemente en su obra, y que parece igualar –sin más explicación– con participante. Tampoco aparecen claramente definidos los conceptos de continuidad de tópico ni de topicidad

[Fernández, Susana S.: La voz pasiva en español: un análisis discursivo. Frankfurt am Main: Peter Lang, 2007, p. 110]

«Si bien los sujetos gramaticales suelen distinguirse por ciertas características estructurales como la marcación de caso, el orden de aparición en la oración, la concordancia con el verbo y su status especial respecto a las relaciones interoracionales (correferencia, elipsis, etc.), ninguno de estos fenómenos alcanza para realizar una caracterización de esta categoría gramatical. Es por eso que algunos autores que enfocaron el tema desde el punto de vista estructural (por ejemplo, Foley & Van Valin 1984) han sostenido que la categoría de sujeto no es universal. Langacker, en cambio, aboga por la universalidad del sujeto, pero considera que la caracterización debe ser en términos cognitivos y no estructurales, más específicamente a través del concepto de saliencia cognitiva. Lo que todos los sujetos tienen en común es que constituyen la figura dentro del perfil oracional. Los conceptos de figura y fondo no fueron acuñados por Langacker sino que proviene de la psicología gestáltica de principios del siglo XX. La distinción de figura y fondo es una de las formas más simples de organización perceptiva.

La organización en figura/fondo es uno de los cuatro factores de topicidad que contribuyen a crear la saliencia cognitiva del sujeto en la teoría de Langacker (pág. 306). Langacker considera que el concepto de topicidad (topicality), término acuñado originalmente por Givón, pertenece al plano semántico y no sólo al pragmático o discursivo como suele sostenerse. Lo que Langacker propone, en realidad, es que los planos semántico, pragmático y discursivo forman un todo inseparable.

Los otros tres factores son el rol (la naturaleza de la participación en el evento), la jerarquía empática (la capacidad de atraer el interés del hablante: hablante > oyente > humano > animal > objeto físico > entidad abstracta) y la definitud (establecimiento de un contacto mental con el participante por parte del hablante y oyente). Si bien estos tres últimos factores contribuyen a identificar al sujeto prototípico, ya que este sería un agente, humano y definido, solamente el concepto de figura es lo suficientemente abarcador como para incluir a todas las instancias de sujeto. La organización en figura y fondo es una capacidad cognitiva básica y por eso Langacker no duda en tomarla como parámetro para la definición de los participantes principales de la oración. De esta manera, el sujeto es la figura primaria de la relación perfilada y el objeto (si lo hay) es la figura secundaria. [...]

Una aclaración importante que me gustaría hacer es acerca de la postura de Langacker con respecto a la relación entre sujeto y tópico. En primer lugar, este autor condena la vaguedad en la definición del término tópico tal como suele utilizarse en el funcionalismo y, en segundo lugar, propone que sujeto y tópico no son la misma cosa, en contraposición con la postura de algunos funcionalistas, por ejemplo, Givón (1976). Para Langacker, el tópico es un fenómeno discursivo, una especie de punto de referencia subjetivo a partir del cual se puede establecer contacto con otras entidades. Una vez establecido, puede permanecer implícito, sin mencionar.

Por su parte, el sujeto es un constructo oracional. Sin embargo, la saliencia cognitiva del sujeto lo convierte en la elección no marcada para funcionar como tópico, aunque aquí probablemente necesitaríamos una distinción entre tópico del discurso y tópico oracional, que Langacker no discute.»

[Fernández, Susana S.: La voz pasiva en español: un análisis discursivo. Frankfurt am Main: Peter Lang, 2007, p. 76-77]

«Sujeto/tópico

Desde mi punto de vista, el núcleo predicativo instaura siempre una relación de modo de suceder respecto a la realidad extralingüística y, eventualmente (la mayoría de los casos), una relación de determinación respecto a un determinando Ø (sujeto).

Aquí estriba la distinción sujeto/tópico. Este último concepto es esencialmente dinámico y se relaciona con las parejas opositivas +/- singularizado, +/- mentado, +/- conocido por el hablante y, eventualmente, por el oyente; por el contrario, sujeto (determinando Ø) es término de una relación determinativa respecto a otro elemento, el núcleo predicativo, que establece una doble relación: de evento, respecto a la realidad extralingüística y determinadora, respecto al determinando Ø (sujeto). O todavía más claro, una unidad con o sin referencia determinada adquiere por virtud de la acción de hablar una determinación que la convierte en unidad con o sin referencia que sucede de algún modo (significado categorial del verbo) en la realidad extralingüística. Este modo de ver nuestro vendría además avalado por la epistemología: sólo es concebible lo fenomenológicamente sustantivo. Esto quiere decir que el núcleo predicativo le añade al sujeto una determinación de evento, es decir, que tal unidad simple o compleja sucede de algún modo en el fuera del hablar.

No podemos hablar de una dicotomía lingüística sujeto-predicado, sino todo lo más de una relación entre el llamado sujeto (determinando Ø) y el núcleo predicativo, en el nivel de los enunciados y, consecuentemente, del número finito de los mismos que constituyen los esquemas oracionales, pero que esta relación predicativa es en puridad, es decir, claramente y sin rodeos, una relación entre un determinando y su determinador inmediato

[Báez San José, Valerio: “Una teoría desde el hablar a las lenguas para la comparación lingüística de las unidades significativas”. En: Wotjak, Gerd / Cuartero Oral, Juan (eds.): Entre semántica léxica, teorías del léxico y sintaxis. Frankfurt a. M.: Peter Lang, 2005, 319-320 y Anm. 38]

«Tópico

El tópico, al igual que el foco, depende del entorno en que se dé la oración. Comrie (1989) describe el tópico como el constituyente que expresa a qué se refiere la oración. Por ejemplo, una pregunta como

¿Qué pasó con José?

requiere que la respuesta se refiera a José

[TÓPICO José] se fue.

El tópico corresponde a lo que el hablante y el oyente presuponen. En el diálogo que se inicia con la pregunta

¿Qué pasó con José?

se presupone que algo le ha sucedido a José. En contextos que, a diferencia de las preguntas parciales como en el ejemplo anterior, no establecen ningún tópico, este constituyente no es parte de la estructura. El caso paradigmático es el de oraciones iniciales del discurso y de respuestas a preguntas como ¿Qué pasó? Estas oraciones carecen de tópico. En otros casos donde existe discurso previo con contenido presuposicional, se puede introducir un nuevo tópico por medio de frases como en cuanto a o hablando de. Estas frases tienen propiedades que las distinguen de los demás tópicos.

Los tópicos, de cualquier clase que sean, puedan ser “dislocados”. Por ejemplo,

(Hablando de) José, lo eligieron presidente

es una alternativa para

Eligieron presidente a [TÓPICO José].

Los elementos dislocados se interpretan siempre como tópicos. [...]

Resumiendo, el tópico denota a qué se refiere la oración. Los tópicos se seleccionan entre los elementos presupuestos en un punto determinado del discurso. En el entorno de una pregunta parcial, el tópico de la respuesta está delimitado estrictamente. En otros entornos el hablante puede elegir uno o más tópicos. Los tópicos se caracterizan por aparecer en posiciones periféricas, separados del “comentario” por la entonación.»

[Zagona, Karen: Sintaxis generativa del español. Madrid: Visor Libros, 2002, p. 235-237]

«Tópico e información temática

La información temática no siempre se corresponde con una unidad sintáctica. Así, es temático el segmento subrayado en Lucía trajo este paquete, secuencia que podría servir de respuesta a la pregunta ¿Qué trajo Lucía? No representa, en cambio, un segmento de la oración, puesto que está formado por el sujeto y parte del predicado, sin incluir al complemento directo, que corresponde a la información remática, más exactamente al foco (§ 40.3). Suele denominarse tópico al segmento destacado o

desgajado de la oración, generalmente antepuesto a ella, que aporta información temática, como el segmento subrayado en La fruta, me dijo Alicia que la iba a comprar ella. El tópico aparece a veces marcado por una expresión introductoria, como a propósito de, en cuanto a, en lo relativo a, en lo que respecta a, en relación con, hablando de, respecto de y otras similares: En cuanto a la fruta, me dijo Alicia que la iba a comprar ella. Los tópicos se suelen analizar en función de tres criterios: su estructura interna, su posición sintáctica y su vinculación con la oración a la que corresponden.

Estructura y posición de los tópicos

Desde el punto de vista de su estructura interna, los tópicos pueden ser grupos nominales, pronominales, preposicionales, adverbiales y, a veces, también adjetivales: El verso lo decía como nadie (Fernán Gómez, Viaje); Eso de que estaba peor en Río Grande, ¿qué significa? (Collyer, Pájaros); De la vida privada no me gusta hablar (Clarín 5/2/1997); Técnicamente, era una violación del derecho de extraterritorialidad (Barea,

Forja); —No es feo. —No, feo no es (Cabrera Infante, Tigres). Los tópicos pueden ser también segmentos oracionales con verbos en forma personal, como en En cuanto a que esté loca, no lo dudo (Laforet, Nada), o bien con oraciones de infinitivo (§ 40.2.3c), gerundio o participio: Claudicar, no pienso hacerlo; Lamentándote, no consigues nada; Destruida por las invasiones bárbaras, la ciudad se volvió a levantar en el siglo xi.

Desde el punto de vista de la posición que ocupan, los tópicos pueden ser iniciales, finales y mediales. Los más frecuentes son los iniciales, y los menos comunes, los finales, como No la había oído jamás, esta canción; Ya lo han traído, el

sofá o Yo ya se lo dije, que no encontraría nunca casa (Martín-Santos, Tiempo). Los tópicos intermedios suelen asimilarse a los incisos: Las fuentes de Ortega, filosóficamente hablando, se suponen todas en Alemania (Lledó, Días). En los ejemplos anteriores resulta fundamental la presencia de las comas (así como la entonación que estas transcriben) para marcar los tópicos.

Los tópicos iniciales pueden concatenarse, es decir, formar series yuxtapuestas de dos o más tópicos sin la intervención de conjunciones. Estos tópicos son característicos de la lengua coloquial o de las variantes de la escrita que la reflejan, como en Dice que él esas cosas no las entiende; Mi abuela el arroz lo hacía siempre muy caldoso; Yo, hoy, de ese asunto no pienso hablar o en A él, el desayuno, los domingos

se lo sirven en la cama. Los tópicos intermedios o finales no son, en cambio, dobles o triples. Son frecuentes en los registros menos formales de la conversación los llamados tópicos en suspenso, que suelen indicarse con puntos suspensivos en la escritura: El colegio del niño…, prefiero que se lo preguntes a él; El viaje a Italia…, mejor lo discutimos otro día. Estos segmentos iniciales, marcados por una entonación suspensiva, se retoman en la oración que introducen, a menudo a través de alguna referencia anafórica.»

[RAE: Nueva gramática de la lengua española. Manual. Madrid: Espasa Libros, 2010, § 40.2.1- 40.2.2c]

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