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Ramón José Sender

(comp.) Justo Fernández López

Historia de la literatura española

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Ramón José Sender

BIOGRAFÍA

Ramón José Sender (1902-1982), novelista realista, que realizó gran parte de su obra en el exilio, nació en Chalamera (Huesca). Su padre el secretario del ayuntamiento del pequeño pueblo de Chalamera, en el que su madre ejercía como maestra. Sus padres, además de sus respectivos oficios, poseían ricas tierras de labranza.

Tomó parte en las guerras de Marruecos en las décadas de 1910 y 1920. A su regreso, empezó a colaborar en uno de los periódicos más leídos en toda España, El Sol, y se hizo muy conocido por sus artículos y sus novelas.

Durante la Dictadura del general Primo de Rivera (1923-1930), fue encarcelado en 1927, por criticar el Gobierno derechista del general.

Durante la Primera República (1931-1936) empezó a decepcionarse con los anarquistas y poco a poco se acercó cada vez más al comunismo.

Durante la Guerra Civil española (1936-1939), renegó también de esta ideología y en 1938 se exilió a Francia y posteriormente a México y Estados Unidos, donde se naturalizó y fue profesor de literatura en la Universidad de Albuquerque (Nuevo México).

A partir de 1976 visitó con frecuencia España, y en 1980 solicitó recuperar la nacionalidad española para regresar definitivamente a su país natal. Pero murió antes de recibir estos papeles, en su casa de San Diego (California), en 1982.

Junto a otros grandes narradores como Max Aub, es una de las figuras principales de la literatura en el exilio y uno de los autores más leídos en la posguerra en el extranjero. Ramón J. Sender es, después de Miguel de Cervantes, el escritor español cuyas obras se han traducido a un mayor número de idiomas.

Por su edad pertenecería a la generación del 27. Desde muy joven, Sender se sintió en pugna con la estructura social establecida y con el sistema de valores que la determinan. Participó en los más violentos y cruciales conflictos de la España contemporánea. Fue un hombre de acción con una suspicaz desconfianza del intelectualismo puramente libresco.

Sender era el segundo de diez hijos. Su padre era secretario del ayuntamiento y su madre maestra de la aldea. El se define a sí mismo así:

No soy español de la urbe, sino campesino de las tribus del norte del Ebro, en la parte alta de Aragón. Soy un ibero rezagado... uno ha salvado algunos valores de tribu. Cierta violencia y aun brutalidad es inevitable.

Como sus padres eran de familias de labradores acomodados y propietarios de tierras, Sender vivió desahogadamente. Niño sensible, a la vez que adusto y rebelde, gozó en su infancia del cariño de su madre y tuvo gran admiración hacia su abuelo paterno; pero bajo la sombra del recuerdo sombrío de un padre duro que le pegaba. Entre él y su padre se creó una tensión que los fue separando.

OBRA NOVELÍSTICA

Su obra analiza con crudeza la realidad social desde una óptica revolucionaria. Su extensa obra narrativa sorprende por su variedad de temas y estilos. Sus novelas presentan una gran capacidad realista de observación, con cierta amargura de observador, pero también con cierto ensueño nostálgico.

Su voz acusa en sus cuerdas el temblor y dolor de la derrota. Sender combina la fuerza de su paisano Goya con el retorcimiento de un Baltasar Gracián (1601-1658) barroco:

Quiero ser visto como un ser humano elemental y genérico, sin el truco de la conciencia de clase. Los anarquistas son los que, individualmente, me parecen más cerca de mí. Individualmente prefiero al inocente iluminado. O al energúmeno decepcionado, pero no escéptico. Uno sólo se entiende con los hombres de fe. (R. J. Sender)

El interés principal de la obra de Sender es la habilidad narrativa. Pocos autores tan originales con creaciones tan variadas de tipos. Sus máximos logros no se hallan en el virtuosismo formal ni en el lenguaje expresivo o brillante, sino en el relato vigoroso y la evocación sugerente, unido todo a una fuerte y apasionada visión filosófica de la vida. Aunque de imaginación fogosa que le lleva a crear cien mil peripecias y elementos truculentos y barrocos y olvidar a veces el sentido de la mesura en sus novelas barrocas, es en otras novelas de una gran sabiduría narrativa. Novelas típicas de su barroquismo son: Epitalamio, El verdugo afable, Crónica del Alba y Las criaturas saturnianas.

Imán (1930)

Esta novela, crónica de la Guerra de Marruecos desde el punto de vista de un soldado pobre, está escrita aprovechando la experiencia de su servicio militar en Marruecos. A pesar de ser la primer obra de Sender, es una de sus mejores obras novelísticas; es una obra madura, densa y acabada. Se ha considerado esta novela como una crónica denunciadora de la guerra de Marruecos.

Intenta presentar la guerra como una tragedia absurda, y al fondo de esta tragedia bélica presenta la condición humana. La descripción de los horrores de la guerra es de un realismo alucinante; la realidad descrita parece inverosímil. Esta novela muestra un antimilitarismo y un pacifismo convencido.

Sender tiene un estilo fónico de la prosa que la acerca a la poesía: fuerza onomatopéyica de las palabras:

Cuatro carros de asalto entran a media tarde en el campamento. Ruido inseguro de chatarra en la solidez del silencio. Traen la soledad calcárea de los desiertos que rodean la posición y cierran las perspectivas sin un árbol, sin un pájaro.

Siete domingos rojos (1932)

Trata sobre el fracaso del anarquismo revolucionario: “el fenómeno anarco-sindicalista” en España.

Mr. Witt en el cantón (1935)

Premio Nacional de Literatura de 1935. El tema de esta novela es la rebelión en Cartagena en 1873. Es una novela entra Pío Baroja (1872-1956) y Benito Pérez Galdós (1843-1920). Trata una época crucial en la vida política del país, la Primera República española (febrero de 1873 - enero de 1874).

El lugar del hombre (1939)

La acción transcurre en el Alto Aragón, tierra de Sender. El “personaje” es el hombre huido a las montañas que se ha convertido en leyenda: es el “monstruo”. Este tema del “salvaje-humano” tiene ciertas analogías con el teatro barroco de Pedro Calderón de la Barca (1600-1681).

Es una novela existencial con acentos de Jean-Jacques Rousseau. Muestra lo doloroso y convencional de la sociedad burguesa con un fondo de humor negro goyesco: “Cuanto más solo puedas estar, más cerca estás de la verdad”.

Epitalamio del Prieto Trinidad (1942)

“Prieto” significa ‘muy oscuro y que casi no se distingue del negro’, dicho de una persona significa ‘de piel bronceada’.

Obra traducida a todos los idiomas. Es una novela extraordinaria que se puede contar entre las novelas de tema americano como Tirano Banderas de Valle-Inclán. Es uno de los mejores ejemplos de literatura del exilio.

El escenario de la novela es una isla donde están los condenados a trabajos forzados. Dan muerte en la noche de bodas al comandante Trinidad; su mujer sólo por casualidad puede liberarse de ser víctima de los criminales.

La atmósfera de la novela es de una grandeza bárbara, lucha entre la barbarie y la civilización: “La llamaban Prieto porque su piel había ido oscureciéndose con el sudor, el sol y el humo de los fuertes tabacos que mordía”. Frente a este fiero Trinidad está Darío, el maestro.

En esta Isla del Penal manda Trinidad. En el segundo capítulo, muere el protagonista, pero sus recuerdos, los odios suscitados por él, su cadáver, su fantasma, su “signo” regirán toda la novela de la insurrección del penal, como una especie de guerra civil transportada a lejanas tierras.

En la tenebrosa hilera de criminales que describe Sender percibimos algunas rasgos tiernos junto con rasgos de una “barbarie ibérica”. En la novela predomina una especie de escepticismo. El maestro Darío cree que todo el mundo es delincuente en potencia y que por eso hay que ser tolerantes. La visión del mundo de Darío es la de Sender: “Todo lo que vive es lindo si lo sabemos mirar. Sueños, animales, rencores, odios y amor desde lo salvaje hasta lo caballeresco contrastan en un misterio de muerte y sangre”. “No hay fronteras entre la materia y la energía... todo es un ideal en marcha”. La Niña-novia tiene algo de “tontaina” junto con una feminidad encantadora, “como pasa con casi todas las mujeres”.

La obra recuerda el Julio César de Shakespeare: la muerte del héroe al principio de la obra deja paso al verdadero protagonista (Marco Bruto), en Sender el maestro Darío. La novela muestra el problema de las revoluciones: La realización del ideal revolucionario y la destrucción del mismo es la misma cosa.

La esfera (1947)

Publicada en 1939 bajo el título de Proverbio de la muerte, es una combinación original entre ficción novelesca y ensayo filosófico. Son las reflexiones de un español que después de la guerra española se embarca a América. La novela recuerda El Criticón del también aragonés Baltasar Gracián (1601-1658).

Crónica del alba (1942-1966)

Monumental obra de carácter autobiográfico, compuesta por nueve novelas agrupadas en tres tomos: Crónica del alba, Hipogrifo violento y La Quinta Julieta (Tomo I), El mancebo y los héroes, La onza de oro y Los niveles del existir (Tomo II) y Los términos del presagio, La orilla donde los locos sonríen y La vida comienza ahora (Tomo III).

José Garcés, el protagonista, evoca en un campo de concentración en Francia, tras la Guerra Civil española, sus recuerdos de niñez y mocedad. Esta obra es una de las más ambiciosas y ricas en sugerencias de Sender y su protagonista el más complicado de todos los salidos de su pluma.

La infancia es para Sender una etapa de equilibrio y plenitud vital. Luego al crecer la persona se va diferenciando el individuo y adquiriendo lo que se llama “personalidad” (máscara). La sociedad lo corrompe. Sólo si mantiene una vida marginal a la sociedad, como Ramiro el verdugo, logra la estabilidad.

La Crónica del alba es la autobiografía de Sender. Es una síntesis apretada de aspectos significativos de la intrahistoria española de las primeras décadas del siglo XX. El contacto con la vida de los adultos, con la sociedad, hace al hombre perder la armonía de la niñez. La personalidad del individuo es la fragmentación de una unidad originaria, “ganglional”. El hombre adulto ya no puede aunar la razón y la vida, el bien y el mal, la fantasía y la realidad. Este problema de la personalidad aparece como tema central en la obra de Sender.

El verdugo afable (1952)

Si el Réquiem es una obra de estructura austera, arquetípica y escueta, esta novela es típica de la dimensión barroca de Sender.

Ramiro, el verdugo, cuenta su vida a un periodista después de ejecutar al garrote vil a cuatro delincuentes. Hijo ilegítimo, sufrió desde pequeño el desprecio de la gente y el callado desprecio de su madre, que veía en él la causa de su vergüenza pública. Envenena involuntariamente al boticario y a su hija (primer amor de Ramiro). Estudia con unos frailes, se va luego a correr mundo. Trabaja de electricista en un circo, donde se produce un incendio provocado por Ramiro de forma involuntaria (en él muere una joven amiga suya que hacía de sirena en el circo). Ramiro se siente culpable de las tres muertes. Se va a Madrid y se enamora de una prostituta, con la que se quiere casar. Simpatiza con unos anarquistas y convive con ellos. Por esto es metido en la cárcel. Le saca de la cárcel un duque que resulta ser su pariente; vive cómodamente con el duque, pero sigue descontento. Lee a Miguel de Molinos y se interesa por el “quietismo”. Vuelve a su pueblo con la prostituta, la gente cree que está casado con ella. Ella se va a Madrid decepcionada. La gente sigue tratando a Ramiro con despecho. Decepcionado de todo, solicita la plaza de verdugo. Quiere ser verdugo por ser la profesión más despreciada. La novela termina con una escena surrealista: Ramiro es llevado bajo palio a casa de un sacerdote que tiene fama de santo.

Esta novela es típica del barroquismo de Sender: Acumulación de accidentes e incidentes y mezcla de elementos narrativos en los que se disuelve la línea de la novela, de gran contenido conceptual: “Durante la Guerra Civil todos éramos culpables de lo que estaba pasando. Unos por acción y otros por omisión” (Sender). La novela tiene como tema el sentido moral y la responsabilidad del individuo ante sus actos y los de sus semejantes; intenta explorar la naturaleza del mal: “El hombre no puede evitar el mal. Matar, asesinar, derramar sangre, he aquí la fatalidad de la que no escaparemos nunca”. Despreciarlo todo y despreciarse luego a sí mismo es la forma de purificarse de intereses personales y de grupo: “Necesitamos comprender la necesidad que tienen todos los que viven de seguir viviendo. Y después comprender la obligación de comprender”. La última escena eleva al verdugo, el hombre más despreciado de la sociedad, al nivel del padre Anglada, con fama de santo.

Réquiem por un campesino español (1960)

Primera edición de 1953 con el título de Mosén Millán.

Sobre la miseria en la España rural, es una de las grandes narraciones de la literatura española de todos los tiempos.

Estilísticamente es la narración más depurada de Sender. Por su extensión es una especie de novela corta de gran sencillez y sobriedad expresivas.

Argumento:

Mosé Millán, cura de pueblo, está en la sacristía esperando que lleguen los parientes de Paco el del Molino para celebrar una misa de réquiem por su alma. Mientras espera, va recordando incidencias de la vida del muerto: Un campesino que había sido asesinado el año anterior por unos forasteros, con la colaboración activa de los ricos del pueblo y con la ayuda pasiva y casi involuntaria del cura. Paco, muy querido en el pueblo, había intentado reformar el sistema feudal de la localidad, propiedad de un duque que no se molestaba en visitar la aldea. Las tierras del señor feudal las administraba don Valeriano, uno de los ricos de la localidad. Eran los tiempos de la Segunda República (1931-1936) en que se intentaban hacer las reformas agrarias, cuando de repente estalla la Guerra Civil (1936-1939). De pronto, aparecen por allí unos forasteros que comienzan a matar a todos los que se destacan en la vida política de la aldea. Paco el del Molino se oculta en una casa de campo cercana al pueblo. El cura lo sabe e intenta mantener silencio, pero coaccionado por los forasteros revela el escondrijo. Van a detener a Paco, pero éste los recibe a tiros. Mosén Millán acompaña a los pistoleros como mediador y con la promesa de que no le van a hacer nada, lo convence de que se entregue; pero los pistoleros lo asesinan. El cura lo confiesa antes y le da la extremaunción.

El cura en la sacristía recuerda ahora todo, pero el tiempo pasa y la iglesia continúa vacía, nadie viene a la misa de réquiem por el alma de Paco el del Molino. De repente, poco a poco van acudiendo a la iglesia los más ricos del pueblo: los enemigos de Paco. Los tres ticos quieren pagar la misa de réquiem. Mientras esperan a que llegue más gente, alguien introduce en la iglesia el potro de Paco que andaba suelto por las calles y ahora corre entre los bancos de la iglesia. Por fin, con la iglesia vacía, con la única asistencia de los enemigos de Paco, los tres ricos, Mosén Millán comienza la misa de réquiem por un campesino español, Paco el del Molino.

La narración presenta el esquema de las tres capas sociales del campo: La capa alta de los ricos terratenientes, la baja de los campesinos y la intermedia del clero, que con su influencia moral podría mediar entre las dos anteriores y suavizar las tensiones y la guerra civil; pero que por inercia de la historia y la alianza con las clases sociales de propietarios, su buena fe queda inoperante y se hace cómplice del crimen. El resultado es el sacrificio de Paco, del campesino.

La novela presenta de forma muy expresiva la indiferencia del hombre frente al sufrimiento de sus semejantes, sobre todo cuando esta indiferencia está motivada por los intereses y los privilegios. La estructura de la novela es magnífica: Comienza con la espera del cura sentado en un sillón con la cabeza reclinada en la casulla de los oficios de réquiem. La novela comienza y termina con la pasividad inmóvil de la espera. El cura no hace ni dice nada. Los recuerdos del cura son como una pesadilla de su remordimiento, pero al mismo tiempo el cura sigue con su pasividad indiferente. La novela comienza con el cura sentado en el sillón y termina cuando sale al presbiterio y comienza la misa de réquiem. El centro de la novela es el cura y su problema. Las tres primeras palabras de la novela se repiten en toda la obra: “El cura esperaba”. La obra es de una enorme densidad. Los caracteres de la novela son arquetipos de la vida española: Paco es el campesino, Mosén Millán representa la Iglesia, La Jerónima es lo pagano y la superstición popular, el zapatero es un escéptico anticlerical, un viejo moribundo en una cueva es la expresión de la miseria extrema.

Carolus Rex (1963)

Sobre el reinado de Carlos II, el Hechizado.

La aventura equinoccial de Lope de Aguirre (1964)

Relato novelado de la disparatada expedición de este conquistador español, que quiso fundar su propio imperio en América.

El bandido adolescente (1965)

Sobre el pistolero norteamericano Billy el Niño.

Las criaturas saturnianas (1965)

La aventura equinoccial de Lope de Aguirre (1968)

Tanit (1970)

Escribió también una serie de novelas en las que cuenta las aventuras de una joven norteamericana que viene a estudiar a España:

La tesis de Nancy (1962)

Nancy, doctora en gitanería (1974)

Nancy y el bato loco (1975)

Gloria y vejamen de Nancy (1977)

Epílogo a Nancy: bajo el signo de Taurus (1979)

OBRAS DE TEATRO

Hernán Cortés (1940)

El Diantre (1958)

Donde crece la marihuana (1967)

Don Juan en la mancebía (1968)

OBRA ENSAYÍSTICA

Unamuno, Valle Inclán, Baroja y Santayana (1955)

Examen de ingenios. Los noventayochos (1961)

Valle Inclán y la dificultad de la tragedia (1965)

Tres ejemplos de amor y una teoría (1969)

OBRA POÉTICA

Las imágenes migratorias (1960)

Libro armilar de poesía y memorias bisiestas (1973)

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