Andes - Letras de canciones
La música en Hispanoamérica
(comp.) Justo Fernández López
andes - letras de sus canciones
Cien años
(Yaraví-Huayno del Perú)
Si cien años te perdiera,
doscientos yo te buscara,
y al encontrarte en la tumba,
tu nombre yo pronunciara.
Dicen que las penas matan
en vez de torturar. (bis)
Las penas no matan nunca,
solo torturan. (bis)
Y si las penas mataran,
en vez de torturar, (bis)
campesino no existiera
en vez de torturar. (bis)
Naranjitay
(Carnavalito – Andes)
Naranjitay, pinta y pintita (b),
te hey de robar de tu quinta
si no es esta mañanita,
mañana por la mañanitay (b).
A lo lejos se te divisa (b)
la punta de tu enagüita,
la boca se me hace agüita
y el corazón me palpita (b).
Tus hermanas, mis cuñaditas;
tus hermanos, mis cuñaditos;
tu padre será mi suegro,
tu madre será mi suegra,
y tú la reina más querida (b).
Naranjitay ...
Pollerita
(Huayno – Andes)
Pollerita, pollerita de mi cholita,
pollerita, pollerita color rosita,
qué bien te bailas, qué bien te cantas
con tu charanguito.
Sara mara trita kon,
manu tricu pera con,
manu trina cun ñi pú (b).
Morenita, morenita de mis amores,
morenita, morenita de mis pasiones,
a ti te traigo las flores;
pensamiento, no me olvides,
no me olvides, no me olvides.
Qué bien te cantas,
qué bien te bailas
con el charanguito.
Sara mara ...
A mí no me gusta el cuchapacá,
a mí no me gusta el yamerada (b).
Sara mara ...
Qué bien te bailas,
qué bien te cantas
con el charanguito.
Dos palomitas
(Canción andina)
Dos palomitas
se lamentaban
llorando
y una a la otra
se consolaba
diciendo:
¿Quién te ha cortado
tus bellas alas,
paloma?
Algún falsario
ha sorprendido
tu vuelo.
Ay, ay, ay,
paloma;
algún falsario
ha sorprendido
tu vuelo.
Sauce
(Huayno – Andes)
Sauce, sauce, préstame tu sombre (b),
mientras, mientras espero a mi amada
sin saber si llegará (b).
Riponti, pasa ti, mira juay cayanca (b),
suerte, suerte, fatal haya sido
el no tener a nadie (b).
Gualcha, gualcha, ulcachará qui gualca (b),
jaugüi, jaugüi aixaá qui culsu xapayá y li sami (b).
De la frontera
(Takirari – Andes)
Dicen que vienen llegando
de la frontera, de la frontera
unos coyitas alegres,
cara muy negra, takirareando.
Pollerita colorada
y el arcuito disimulando.
Baila, baila, pollita, cholita,
con la alegría del carnaval.
Negros tus ojos, tu piel morena,
baila, cholita, pal carnaval.
Quedó tu pena dormida
junto a la luna de la quebrada.
Y el carnaval ya se aleja
cargando coplas en su nostalgia.
Dejó tu pena dormida
junto a la orilla, allá en el río.
Baila, baila, bonita, coyita,
con la alegría del carnaval.
Negros tus ojos, tu piel morena,
baila, cholita pal carnaval.
Siento yo en el alma
(Takirari – Andes)
Siento yo en el alma
un dolor profundo,
ya no encuentro calma,
ay, ay, ay,
para mi infortunio.
Quisiera morirme
para así olvidarte,
pero es imposible,
ay, ay, ay,
poder olvidarte. (bis)
La flor de la canela
(vals criollo peruano)
de Chabuca Granda
Déjame que te cuente, limeño,
déjame que te diga la gloria
del ensueño que evoca la memoria
del viejo puente, el río y la alameda.
Déjame que te cuente, limeño,
ahora que aún perdura el recuerdo
ahora que aún se mece en un sueño
el viejo puente, el río y la alameda.
Jazmines en el pelo y rosas en la cara,
airosa caminaba la flor de la canela,
derramaba lisura y a su paso dejaba
aromas de mistura que en el pecho llevaba.
Del puente a la alameda menudo pie la lleva
por la vereda que se estremece
al ritmo de su cadera,
recogía la risa de la brisa del río,
y al viento la lanzaba del puente a la alameda.
Déjame que te cuente, limeño,
¡ay! deja que te diga, moreno, mi pensamiento,
a ver si así despiertas del sueño,
del sueño que entretiene, moreno, tus sentimientos.
Aspira de la lisura que da la flor de la canela
adornada con jazmines matizando su hermosura.
Alfombra de nuevo el puente y engalana la
alameda que el río acompasará
su paso por la vereda ...
Paloma ingrata
(Huyno del Cuzco)
Paloma ingrata,
te voy a cortar las alas,
te voy a cortar las alas.
Para que no puedas volar
ni a tu nido ni a tu rama
ni a los brazos de otro dueño. (bis)
Esto te lo digo cantando,
tú me escucharás llorando. (bis)
Amorcito como el mío
en el mundo no encontrarás. (bis)
Yaullay
(Huayno de Cuzco)
El amor es una planta, yaulillay,
que crece y se marchita, yaulillay.
Que crece y se marchita, yaulillay,
bajo la sombra de un mal pago, yaulillay.
Mozo sírveme otra copa, yaulillay,
para apagar estas penas, yaulillay,
apagando yo estas penas, yaulillay,
encontraremos nuestros amores, yaulillay.
Qué me habrás hecho tú,
qué te habré hecho yo
para querernos tanto
sin conocernos bien. (bis)
Pajarillo
(Yaraví de Bolivia)
¡Oh, pajarillo que cantas
por las mañanas serenas,
por las mañanas serenas!
¿Por qué a unos les das la dicha
y a mí me aumentas las penas
y a mí me aumentas las penas?
¿Por qué con tanto rigor
has castigado mi amor?
Mi sombra te ha de hacer falta
cuando te fatigue el sol,
cuando te fatigue el sol.
Si hasta mi guitarra llora,
con ser madero vacío,
con ser madero vacío.
¿Cómo no he de llorar yo
si me quitan lo que es mío,
si me quitan lo que es mío?
¿De qué le sirve al cautivo
tener los grillos de plata,
tener los grillos de plata,
y el enrejado de oro,
si la libertad le falta,
si la libertad le falta?
Ódiame
(Andes)
Ódiame por piedad yo te lo pido.
Ódiame sin medida ni clemencia.
Odio quiero más que indiferencia,
porque el rencor hiere menos que el olvido.
Ódiame por piedad yo te lo pido.
Ódiame sin medida ni clemencia.
Odio quiero más que indiferencia,
porque el rencor hiere menos que el olvido.
Si tú me odias quedaré yo convencido
de que me amaste mujer con insistencia,
pero ten presente de acuerdo a la experiencia
que tan solo se odia lo querido.
Pero ten presente de acuerdo a la experiencia
que tan solo se odia lo querido.
Ódiame por piedad yo te lo pido.
Ódiame sin medida ni clemencia.
Odio quiero más que indiferencia,
porque el odio hiere menos que el olvido.
Ódiame por piedad yo te lo pido.
Ódiame sin medida ni clemencia.
Odio quiero más que indiferencia,
porque el rencor hiere menos que el olvido.
Si tú me odias quedaré yo convencido
de que me amaste mujer con insistencia,
pero ten presente de acuerdo a la experiencia
que tan solo se odia lo querido.
Pero ten presente de acuerdo a la experiencia
que tan solo se odia lo querido.
La boliviana
(ritmo de cueca boliviana)
De Bolivia vengo bajando, ay, ay, ay, pobre mi cholita,
sabe Dios si volveré a la tierra donde nací,
sabe Dios si volveré a la tierra donde nací.
Clavelitos, clavelitos envueltos en papelitos;
corazón de piedra dura, ojos de manantialito,
corazón de piedra dura, ojos de manantialito.
Ya me voy, ya me voy, ya me voy, ye me voy yendo;
sabe Dios si volveré a la tierra donde nací,
sabe Dios si volveré a la tierra donde nací.
Dicen que las aguas crecen, ay, ay, ay, cuando acaba de llover;
así crecen mis amores, cuando ya no te puedo ver,
así crecen mis amores, cuando ya no te puedo ver.
Ya me voy ...
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