Letras de boleros
La música en Hispanoamérica
(comp.) Justo Fernández López
letras de boleros
Bésame mucho
Bésame,
bésame mucho
como si fuera esta noche
la última vez
Bésame,
bésame mucho
que tengo miedo perderte
perderte después.
Quiero tenerte muy cerca
mirarme en tus ojos
verte junto a mí
piensa que tal vez mañana
yo estaré lejos,
muy lejos de aquí.
Bésame,
bésame mucho
como si fuera esta noche
la última vez
Bésame,
bésame mucho
que tengo miedo perderte
perderte después.
Historia de un amor
Ya no estás más a mi lado, corazón
en el alma solo tengo soledad
y si yo no puedo verte,
por qué Dios me hizo quererte
para hacerme sufrir más.
Siempre fuiste la razón de mi existir
adorarte para mí fue religión
y en tus brazos yo encontraba
el calor que me brindaba,
el amor de tu pasión.
Es la historia de un amor
como no hay otra igual
que me hizo comprender
todo el bien, todo el mal
que le dio luz a mi vida
apagándola después
Ay, qué
vida tan obscura,
sin tu amor no viviré.
La barca
Dicen que la distancia es el olvido
Pero yo no concibo esa razón
Porque yo seguiré siendo el cautivo
De los caprichos de tu corazón
Supiste esclarecer mis pensamientos
Me diste la verdad que yo soñé,
Ahuyentaste de mi los sufrimientos
Desde la primera noche que te amé.
Hoy mi playa se viste de amargura
Porque tu barca tiene que partir
A cruzar otros mares de locura
Cuida que no naufrague en tu vivir
Cuando la luz del sol se esté apagando
Y te sientas cansada de vagar
Piensa que yo por ti estaré esperando
Hasta que tú decidas regresar.
La media vuelta
(José Alfredo Jiménez)
Te vas porque yo quiero que te vayas,
a la hora que yo quiera te detengo
Yo sé que mi cariño te hace falta
porque quieras o no, yo soy tu dueño.
Yo quiero que te vayas por el mundo
y quiero que conozcas mucha gente
Yo quiero que te besen otros labios,
para que me compares hoy como siempre.
Si encuentras un amor que te comprenda,
y sientas que te quiera más que nadie
Entonces yo daré la media y vuelta
y me iré con el sol cuando muera la tarde.
Si encuentras un amor que te comprenda,
y sientas que te quiera más que nadie
Entonces yo daré la media y vuelta
y me iré con el sol cuando muera la tarde.
Te vas porque yo quiero que te vayas...
No me quieras tanto
Yo siento en el alma
Tener que decirte
Que mi amor se extingue
Como una pavesa
Y poquito a poco
Se queda sin luz.
Yo sé que te mueres
Cual pálido sirio
Y sé que me quieres,
Que soy tu delirio
Y que en esta vida
He sido tu cruz.
Ay, amor ya no me quieras tanto,
Ay, amor no sufras más por mí.
Si nomás puedo causarte llanto,
Ay, amor olvídate de mí.
Me da pena que sigas sufriendo
Tu amor desesperado,
Yo quisiera que tú te encontraras
De nuevo otro querer
Otro ser que te brinde la dicha
Que yo no te he brindado
y poder alejarme de ti
Para nunca más volver.
Ay, amor ya no me quieras tanto,
Ay, amor no sufras más por mi.
Si nomás puedo causarte llanto,
Ay, amor olvídate de mí.
Obsesión
Por alto esté el cielo en el mundo
por hondo que sea el mar profundo
no habrá una barrera en el mundo
que mi amor profundo
no rompa por ti.
Amor es el pan de la vida
amor es la copa divina
amor es un algo sin nombre
que obsesiona al hombre
por una mujer.
Yo estoy obsesionado contigo
el mundo es testigo
de mi frenesí
y por más que se oponga el destino
serás para mí, para mí.
Por alto esté el cielo....
Perfidia
Nadie, comprende lo que sufro yo
canto, pues ya no puedo sollozar
sólo, temblando de ansiedad estoy
todos me miran y se van.
Mujer, si puedes tú con Dios hablar
pregúntale si yo alguna vez
te he dejado de adorar.
Y al mar, espejo de mi corazón,
las veces que me ha visto llorar
la perfidia de tu amor.
Te he buscado por doquiera que yo voy
y no te puedo hallar
para qué quiero tus besos si tus labios
no me quieren ya besar.
Y tú, quién sabe por dónde andarás,
quién sabe qué aventura tendrás
que lejos estás de mí.
Sabor a mí
Tanto tiempo disfrutamos de este amor
nuestras almas se acercaron tanto así
que yo guardo tu sabor
pero tú llevas también
sabor a mí.
Si negaras mi presencia en tu vivir
bastaría con abrazarte y conversar
tanta vida yo te di
que por fuerza tienes ya
sabor a mí.
No pretendo ser tu dueño
no soy nada yo no tengo vanidad
de mi vida doy lo bueno
soy tan pobre que otra cosa puedo dar.
Pasarán más de mil años, muchos más
yo no sé si tenga amor la eternidad
pero allá, tal como aquí
en la boca llevarás
sabor a mí.
El reloj
Reloj no marques las horas
porque voy a enloquecer
ella se irá para siempre
cuando amanezca otra vez.
Nomás nos queda esta noche
para vivir nuestro amor
y tu tic-tac me recuerda
mi irremediable dolor.
Reloj detén tu camino
porque mi vida se apaga
ella es la estrella que alumbra mi ser
yo sin su amor no soy nada.
Detén el tiempo en tus manos
haz esta noche perpetua
para que nunca se vaya de mí,
para que nunca amanezca.
La falsa moneda
Gitana, tú que serás
como la falsa moneda
que de mano en mano va
y a ninguno se le queda,
que de mano en mano va
y a ninguno se le queda.
Cruzó los brazos pa' no matarla,
cerró los ojos pa' no llorar;
temió ser débil y perdonarla,
abrió la puerta de par en par.
Vete, mujer mala,
vete de mi vera,
rueda lo mismito
que una maldición;
que un día Dios permita
que el gachó que quieras
tus quereres pague,
pague tus quereres
con una traición.
Besó los negros ojos altivos
que allí dejaron cuando se fue,
y aquellas trenzas de pelo endrino
que en otros tiempos cortó pa' él.
Cuando se marchaba
ni intentó mirarla
ni lanzó un quejido
ni le dijo adiós;
entornó la puerta
para no llamarla,
se clavó las uñas,
se clavó las uñas
en el corazón.
Quizás, quizás, quizás
(Bolero)
Siempre que te pregunto
que cómo, dónde y cuándo
tú siempre contestando:
quizás, quizás, quizás.
Y así pasan los días,
y yo desesperando,
y tú, tú contestando:
quizás, quizás, quizás.
Estás perdiendo el tiempo
pensando, pensando.
Por lo que tú más quieras,
hasta cuándo, hasta cuándo.
Y así pasan los días ...
Esta tarde vi llover
Esta tarde vi llover
vi gente correr y no estabas tú;
la otra noche vi brillar
un lucero azul y no estabas tú;
la otra tarde vi que un ave enamorada
daba besos a su amor ilusionada
y no estabas.
Esta tarde vi llover
vi gente correr y no estabas tú;
el otoño vi llegar
al mar oí cantar
y no estabas tú.
Yo no sé cuánto me quieres,
si me quieres o me engañas,
solo sé que vi llover,
vi gente correr,
y no estabas tú.
Yo no sé cuánto me quieres,
si me extrañas o me engañas,
solo sé que vi llover,
vi gente correr
y no estabas tú,
y no estabas tú,
y no estabas tú.
Frenesí
Quiero que vivas sólo para mí,
y que tu vayas por dónde yo voy,
para que mi alma sea no más de ti,
bésame con frenesí.
Dame la luz que tiene tu mirar,
y la ansiedad que entre tus labios vi,
esa locura que es vivir y amar
que es, más que amor, frenesí.
Hay en el beso que te di
alma, piedad, corazón.
Dime que sabes tu sentir
lo mismo que siento yo.
Quiero que vivas sólo para mí,
y que tu vayas por dónde yo voy,
para que mi alma sea no más de ti,
bésame con frenesí.
Hay en el beso que te di
alma, piedad, corazón.
Dime que sabes tu sentir
lo mismo que siento yo.
Quiero que vivas sólo para mí,
y que tu vayas por dónde yo voy,
para que mi alma sea no más de ti,
bésame con frenesí.
Bésame con frenesí.
Bésame con frenesí.
La barca de oro
Yo ya me voy al puerto donde se halla
la Barca de Oro que debe conducirme.
Yo ya me voy; solo vengo a despedirme,
adiós, mujer, adiós, para siempre adiós.
No volverán tus ojos a mirarme,
ni tus oídos escucharán mi canto.
Voy a aumentar los mares con mi llanto,
adiós, mujer, adiós, para siempre adiós.
La hiedra
Pasaron desde aquel ayer ya tantos años . . .
dejaron en su gris correr mil desengaños.
Mas, cuando quiero recordar nuestro pasado,
te siento, cual la hiedra, ligada a mí.
Y así, hasta la eternidad, te sentiré.
Yo sé que estoy ligado a ti más fuerte que la hiedra,
porque tus ojos de mis ojos no pueden separarse jamás.
Dondequiera que estés, mi voz escucharás llamándote con ansiedad,
por la pena, ya sin final, de sentirte en mi soledad.
Jamás la hiedra y la pared podrían acercarse más;
igual, tus ojos de mis sueños no pueden separarse jamás.
Donde quiera que estés mi voz escucharás llamándote con mi canción;
más fuerte que el dolor se aferra nuestro amor como la hiedra.
Donde quiera que estés mi voz escucharás llamándote con mi canción;
más fuerte que el dolor se aferra nuestro amor como la hiedra.
Como la hiedra.
Mis noches sin ti
Sufro al pensar
que el destino logro separarnos,
guardo tan bellos recuerdos
que no olvidaré,
Sueños que juntos forjaron
tu alma y la mía
y en las horas de dicha infinita
que añoro en mi canto
y no han de volver.
Hoy en mi vida
tan sólo queda tu recuerdo
guardo en mis labios tus besos
dulce yvapurú
tu cabellera sedosa
acarician mis sueños
y me estrecha en tus brazos
amantes al arrullo
del cu-cu-ru-cu-cu.
Sueños que juntos forjaron
tu alma y la mía
y en las horas de dicha infinita
que añoro en mi canto
y no han de volver.
Mi corazón en tinieblas
te busca con ansias,
paso las noches pidiendo
que vuelvas a mi
porque sin ti ya ni el sol
ilumina mis días
y al llegar la aurora
me encuentra llorando
mis noches sin ti,
mis noches sin ti.
No me quieras tanto
Yo siento en el alma
tener que decirte
que mi amor se extingue
como una pavesa
y poquito a poco
se queda sin luz.
Yo sé que te mueres
cual pálido cirio
y sé que me quieres,
que soy tu delirio
y que en esta vida
he sido tu cruz.
Ay amor, ya no me quieras tanto,
ay amor, no sufras más por mí.
Si nomás puedo causarte llanto,
ay amor, olvídate de mí.
Me da pena que sigas sufriendo
tu amor desesperado,
yo quisiera que tú te encontraras
de nuevo otro querer.
Otro ser que te brinde la dicha,
que yo no te he brindado,
y poder alejarme de ti
para nunca más volver.
Hay amor ya no me quieras tanto...
Noche de ronda
Noche de ronda
qué triste pasa,
qué triste cruza
por mi balcón.
Noche de ronda,
cómo me tienes,
cómo lastimas
mi corazón.
Luna que se quiebra
sobre las tinieblas de mi soledad.
¿A dónde va?
Dime si esta noche
tú te vas de ronda como ella se fue.
¿Con quién estás?
Dile que la quiero,
dile que me muero de tanto esperar.
Que vuelva ya.
Que las rondas no son buenas.
Que hacen daño, que dan pena.
Y se acaban por llorar.
Dile que la quiero,
dile que me muero de tanto esperar.
Que vuelva ya.
Que las rondas no son buenas.
Que hacen daño, que dan pena.
Y se acaban por llorar.
Regálame esta noche
No quiero que te vayas,
la noche está muy fría,
abrígame en tus brazos,
hasta que vuelva el día
Tu almohada está impaciente,
de acariciar tu cara;
tal vez te dé un consejo,
tal vez no diga nada.
Mañana muy temprano,
platicarás conmigo
y si estás decidida
a abandonar el nido,
entonces será en vano,
tratar de detenerte
regálame esta noche,
retrásame la muerte.
Si tú me dices ven
Si tú me dices ven, lo dejo todo,
Si tú me dices ven, será todo para ti.
Mis momentos más ocultos
También te los daré.
Mis secretos que son pocos
Serán tuyos también.
Si tú me dices ven, todo cambiará.
Si tú me dices ven, habrá felicidad.
Si tú me dices ven, si tú me dices ven.
No detengas el momento por las indecisiones
Para unir alma con alma, corazón con corazón.
Reír contigo ante cualquier dolor,
Llorar contigo, llorar contigo
Será mi salvación
Pero si tú me dices ven, lo dejo todo.
Que no se te haga tarde,
Y te encuentres en la calle
Perdida, sin rumbo y en el lodo.
Si tú me dices ven, lo dejo todo.
Solamente una vez
Solamente una vez amé en la vida.
Solamente una vez y nada más.
Solamente una vez en mi cuerpo
brilló la esperanza.
La esperanza que alumbra el camino
de mi soledad.
Una vez nada más se entrega el alma
con la dulce y total renunciación.
Y cuando ese milagro realiza
el prodigio de amarse.
Hay campanas de fiesta que cantan
con el corazón.
Solamente una vez en mi cuerpo
brilló la esperanza.
La esperanza que alumbra el camino
de mi soledad.
Una vez nada más se entrega el alma
con la dulce y total renunciación.
Y cuando ese milagro realiza
el prodigio de amarse.
Hay campanas de fiesta que cantan
con el corazón.
Un siglo de ausencia
Un siglo de ausencia,
voy sufriendo por ti
y una amarga impaciencia
me ocasiona vivir.
Tan separado de ti
pensar
que no he de verte otra vez,
fingir
que soy feliz sin tu amor,
llorar con mi dolor.
La vida inclemente
te separa de mí,
y un siglo de ausencia
voy sufriendo por ti.
En la multitud
busco los ojos
que me hicieron tan feliz
y no logro hallar
en otros labios
la ilusión que yo perdí.
La vida inclemente
te separa de mí,
y un siglo de ausencia
voy sufriendo por ti.
En la multitud
busco los ojos
que me hicieron tan feliz
y no logro hallar
en otros labios
la ilusión que yo perdí.
La vida inclemente
te separa de mí,
y un siglo de ausencia
voy sufriendo por ti,
y un siglo de ausencia
voy sufriendo por ti.
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