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Los Andes y su música

La música en Hispanoamérica

(comp.) Justo Fernández López

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Los andes y su música

Ecuador, Perú, Bolivia, Norte de Argentina y Chile

El folclore andino es el que conserva más elementos arcaicos en LA. Tiene una tonalidad y armonía inconfundibles y en él resuenan aún melodías arcaicas pentatónicas (de cinco notas solamente). Es melancólico, grave y triste, sin llegar a la sentimentalidad. Por momentos rebosa gozo y alegría festiva (carnavales) cuando es cantado como rito comunitario, pero al retirarse a la intimidad, adquiere tonos graves y transcendentes.

El tema central es el dolor de tener que decir adiós a algo o a alguien (“porque las partidas son tan tristes”). En la soledad en medio de la inmensa llanura del altiplano, la kena o flauta es la compañera de las penas. Melancolía resignada: “tú me enseñaste a querer y también a aborreces; no me enseñes a olvidar porque solo he de aprender”; “las penas no matan nunca, solo torturan”. La incomunicación fuera de la comunidad indígena: “paloma cautiva”.

La música popular de Bolivia ha sufrido muy pocas transformaciones debido al aislamiento geográfico del país. Todavía se utilizan instrumentos prehispánicos, muy parecidos a los de Perú y el N de Argentina, variantes del sicu o de la quena. Por su parte, entre las danzas típicas bolivianas se encuentran el carnavalito y la cueca, una danza típica de América del Sur, que se ejecuta por parejas y representa el asedio y conquista de un hombre a una mujer.

El folclore musical ecuatoriano tiene varias manifestaciones según el área geográfica. En la costa suena con insistencia la salsa, la música afroesmeraldeña y en general toda la bailable. Tradicionalmente, la música de baile ha sido interpretada con instrumentos de origen claramente africano, como la marimba, el sonajero, el cunuco, los bombos y las maracas.

En la montaña, sin embargo, domina la música de origen quechua, con el uso de instrumentos autóctonos, como la zampoña, la quena y el charango. Los tradicionales "pasillos", que pueden escucharse en la mayoría de fiestas populares, son interpretaciones musicales, acompañadas de danzas, que poseen un aire nostálgico y melancólico, y que tuvieron un enorme éxito en la década de los veinte del siglo XX.

Instrumentos musicales andinos

Arpa andina

 

Adaptación del arma europea introducida en el Paraguay.

Bandolín

 

El bandolín es una variante de la mandolina italiana (instrumento musical de cuerda parecido a la bandurria española, pero de menor tamaño y con cuatro cuerdas dobles). Se usa en Colombia y Venezuela.

Charango

 

Guitarra diminuta de cinco cuerdas dobles y con una caja de resonancia hecha del caparazón del armadillo (mamífero del orden de los desdentados. Su cuerpo, que mide de tres a cinco decímetros de longitud, está protegido por un caparazón formado de placas óseas cubiertas por escamas córneas, las cuales son movibles, de modo que el animal puede arrollarse sobre sí mismo. Todas las especies son propias de América Meridional).

El charango acompaña las flautas andinas y marca la melodía. Se usa en el altiplano y es el instrumento más característico del folklore andino.

Cascabeles

 

Cascabeles que se prenden al cinto y a los pies de los danzantes.

Chullchu

 

Especie de sonajero con anillos de metal.

Erke

 

Trompa andina de caña de hasta 5-7 metros de longitud.

Guitarra

 

La guitarra española de seis cuerdas se usa para acompañar y marcar el ritmo.

Kena

 

Da varios tamaños: Kalu (pequeña), Mala (mediana), Taica (grande), también llamada Kenacho, Madiana (Kena-Kena).

Marimba

 

Instrumento de la familia del xilófono (instrumento musical de percusión formado por láminas generalmente de madera, ordenadas horizontalmente según su tamaño y sonido, que se hacen sonar golpeándolas con dos baquetas).

Pinkillo

 

Flauta de junco con boquilla en forma de pico de pájaro.

Rondador

 

Conjunto de 31 tubos de caña; más aguda que el Siku.

Siku

 

Parecida a la flauta rumana. Siku-Arka (de 7 tubos); Siku-Ira (de 6 tubos) es el instrumentos que lleva la melodía.

Tarka

 

Flauta grande de madera de sonido grave.

Tarka-Taika: de 62 cm; Tarka-Malta: de 48 cm; Tarka-Chuli: de 38 cm.

Tinya

 

Tambor de piel de cabra y en forma de barril.

Tiple

 

Guitarra de doce cuerdas en grupos de tres.

Violín

 

Se usa con relativa frecuencia en el Perú.

Wankar

 

Bombo o caja grande. Los así llamados bombos legüeros se oyen a leguas de distancia. El Wankar se usa en Argentina para acompañar la zamba.

Un conjunto musical típico está compuesto por charango, kenas, tarkas y bombo. Los huaynos de Cuzco usan también acordeón.

Ritmos andinos

El ritmo más extendido es el HUAYNO, que en Ecuador se llama SANJUANIO, el Bolivia HUAYNITO, en Argentina CARNAVALITO.

Las melodías y ritmos del tiempo anterior a la Conquista estuvieron prohibidos por los españoles. El YARAVÍ, por ejemplo, causaba tanta melancolía que algunos indígenas se suicidaban, lo que llevó a que la Iglesia lo prohibiera. El YARAVÍ as combina normalmente con un HUAYNO, que es más rítmico. Los esclavos negros trajeron más tarde del África ritmos africanos, como el FESTEJO (de la costa peruana).

Bailecito

 

Danza de la Quebrada de Humahuaca, norte de Argentina. Es originario de Perú y Bolivia. Es una danza picaresca de influencia incaica que tiene origen también en danzas europeas que llegaron al continente que se amalgamaron con las costumbres y cultura incaicas, se la considera una danza criolla, resultado del encuentro de diferentes culturas.

Danza de galanteo de parejas sueltas e independientes, de movimientos vivos. Se baila con pañuelo y paso básico. Las parejas bailan enfrentadas, es una danza folklórica. Es una danza criolla, producto del mestizaje colonial y aborigen, se toca y baila en Bolivia y en el norte de Argentina.

Se considera que tiene origen en la zona sur de Bolivia, desde donde se acuñó el término bailecito de la tierra para diferenciarlo de “el gato”, otro ritmo llamado también bailecito proveniente de la Argentina. Del sur se extendió a todo el país para tomar ligeras particularidades propias de cada región.

La forma tradicional del bailecito es sincopado y suele repetirse tres veces. Se desarrolla en compás ternario, cuarta aumentada, paralelo de terceras y acompañado de armonía y punteo de charangos, guitarras y arpas con repiqueteo de bombos. La forma musical de esta danza puede escribirse en ritmo de 6/8.

Las letras toman diversas situaciones de la vida como la nostalgia, la pena, el reclamo amoroso, las risas, el anhelo personal y demás que están hábilmente estructuradas por inspirados letristas y compositores.

Esta danza pertenece al folklore vivo. En la actualidad se baila en el sur de Bolivia y norte de Argentina (Jujuy y algunas regiones de Salta).

Carnavalito

 

Es un baile del norte de Argentina. Es una mezcla de danzas del Chaco y de HUAYNO o HUAINO.

El carnavalito es raíces prehispánicas; ha perdurado y hoy sigue practicándose en el Norte de Argentina, Jujuy y en partes de Salta, Catamarca y Tucumán, y en la zona occidental de Bolivia, pero con determinadas figuras de otras danzas incluidas con el paso del tiempo. También se baila en el departamento de Nariño al sur de Colombia, Norte de Chile, desde Arica y Parinacota hasta La Serena, y en partes de Perú, como Arequipa y Cajamarca.

Es el nombre de una antigua danza que practican pueblos indígenas del Altiplano, coyas. Se baila en cualquier época del año. Su música es alegre, en general pentatónica (sucesión de cinco notas diferentes dentro de una octava), ejecutada con instrumentos regionales como la quena, el charango, el erke, la caja chayera, el sikus y el bombo.

Primitivamente se bailó como danza colectiva, sin parejas, con las pocas figuras comunes a casi todos los bailes arcaicos: rondas, filas, serpentinas, etc.. Posteriormente se continuó bailando en grupo y pero también agrupados en parejas. Los danzantes se mueven en torno a los músicos o en hilera. Una mujer o un hombre, con un estandarte (o banderín adornado con cintas) en la mano, se encarga de dirigir la hilera.

Cueca boliviana

 

La cueca es un género musical y una danza de parejas sueltas mixtas. Los bailarines, quienes llevan un pañuelo en la mano derecha, trazan figuras circulares, con vueltas y medias vueltas, interrumpidas por diversos floreos. Generalmente, se considera un baile de conquista del hombre a la mujer, aunque no necesariamente tiene un motivo amoroso. Su origen está cuestionado y existen diversas teorías o corrientes sobre su origen y evolución.

Se baila «bajo denominaciones más o menos diferentes» desde Colombia, pasando por Perú y Bolivia, hasta Argentina y Chile, y tiene distintas variedades, tanto en el ritmo como en la coreografía, según las regiones y las épocas.

Fue oficialmente declarada «danza nacional de Chile» el 6 de noviembre de 1979. En 1989, el gobierno chileno declaró el 17 de septiembre como «Día Nacional de la Cueca». El Estado Plurinacional de Bolivia declaró la variante boliviana patrimonio cultural e inmaterial del país el 30 de noviembre de 2015; asimismo, declaró «Día de la cueca boliviana» al primer domingo de octubre.

Se discute su origen​. Existen diversas teorías: posibles influencias amerindias, africanas y españolas (a través de esta última, podría añadírsele el elemento árabe de la zambra, del árabe hispánico zámra, y este del árabe clásico zamr, 'tocata').

La cueca se habría originado en la zamacueca y esta, a su vez, en los bailes españoles jota (con elementos típicos de la jota aragonesa, como el baile en pareja, y de la jota andaluza, como el zapateo) y fandango.

Para Carlos Vega, la zamacueca «era una danza aristocrática europea importada hacia 1800, parece haber sido una simple variante de la gavota, pero habría llegado a América ya diferenciada».

El nombre «zamacueca»: en kimbundu, la palabra «zamba», o samba, significa 'baile', mientras que la palabra «cueca» hace alusión a «la gallina clueca», o actitud de agresividad de la gallina frente al macho antes de incubar los huevos.

Se podría interpretar como una parodia del cortejo entre el gallo y la gallina: los pañuelos podrían simbolizar las plumas o las crestas.

Festejo

 

Ritmo negro peruano, hermano del candombe uruguayo y la cumbia colombiana.

El festejo es la danza representativa del negro criollo en la costa peruana. Los instrumentos musicales para esta danza debieron ser originalmente tambores de cuero, el que luego se reemplazaron con el cajón y la maraca por la quijada de burro, agregándole guitarra acústica y canto.

El festejo fue creado por habitantes africanos que fueron traídos al Perú (Congo, Angola y Mozambique) durante el siglo XVII por los conquistadores españoles para realizar trabajos agrícolas, aunque el objetivo real era el trabajo en las minas debido al robusto físico que portaban.

Sin embargo, el clima frío de la sierra era adverso para ellos, relegándolos al trabajo de campo y doméstico. Por ello, su letra narra las costumbres, alegrías, penas y sufrimientos de la raza negra de aquel entonces.

La base de todo festejo es el ritmo, que se logra mediante una serie de melodías sobre el cajón peruano y la quijada de burro, más cajita, congas y bongó.

Es característico las repetidas pasadas tras periodos de cuatro u ocho compases y al estribillo coral de la fuga. Es posible que originalmente haya sido danza masculina de solista, improvisando pasos y contorsiones acrobáticas con toda libertad de espíritu y sin regla coreográfica alguna. Puede ser observada en su forma más tradicional en los pueblos de San Luis de Cañete y Distrito de El Carmen (Chincha).

Huayno – huaino – huaiño – huayño (del quechua waynu)

 

Ritmo de 6/8 que en quechua significa ‘danza’. Se baila en grupo, en círculo o en parejas de dos filas. Es un género musical propio de la región andina ubicada al sur de Perú, centro-sur de Bolivia, el norte de Argentina y norte de Chile. Actualmente, ejerce notoria influencia entre los países andinos que formaban parte del Tahuantinsuyo.

Su origen es prehispánico y proviene de las culturas aymará-quechua. Tiene una mayor dispersión e influencia en los actuales estados de Bolivia y Perú.

El nombre provendría de la palabra quechua "huayñunakunay" que significa ‘bailar tomados de la mano’. Hasta podría derivar del grito grupal de danzantes “¡way!, ¡way!, ¡way!” para entusiasmar o autoestimularse. Al término de la ejecución dicen: “waynurú nuqalla” = ‘pues bailé’.

El huayno adopta diversas variedades, según las tendencias tradicionales de cada localidad o región; por su tono alegre, suele acompañarse con baile de pareja mixta independiente; a veces en ronda con una pareja al centro y generalmente, de regocijo pero se presta para asedios amorosos. Su mensaje usualmente es el enamoramiento y el sutil cortejo del hombre hacia la mujer, como también el desengaño o el sufrimiento por la pérdida de la amada.

Marinera

 

Ritmo que va de la costa a la selva peruana. Tiene variantes en todas las regiones. Muestra la coquetería de la mujer frente al varón.

Hay fuentes que señalan que la marinera viene de la jota aragonesa, de la zamacueca y de la chilena, y se desliga de su nombre anterior ("chilena"), como consecuencia de la guerra con Chile y asume una connotación nacionalista para convertirse en una versión de música peruana con identidad propia. Existen tres corrientes para explicar su origen: la peruanista, la hispanista y la africanista.

La marinera es un baile de pareja suelta mixta, el más conocido de la costa del Perú. Se caracteriza por el uso de pañuelos. Es un baile que muestra el mestizaje hispano-amerindio-africano, entre otros. Su origen se atribuye a un baile colonial llamado zamacueca, que era muy popular en el siglo XIX. De todos modos, existen diversas teorías o corrientes sobre su origen y evolución.

El 30 de enero de 1986, las formas coreográficas y musicales de la marinera en todas sus variantes regionales fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial (Perú) por el Instituto Nacional de Cultura del Perú (INC), siendo ésta la primera declaratoria de este orden otorgado por el estado peruano. En 2012, el Congreso de la República del Perú declaró celebrar el Día de la Marinera el 7 de octubre, día de nacimiento de Augusto Áscuez Villanueva, uno de sus principales intérpretes.

Pasillo

 

Ritmo mestizo del Ecuador. Instrumentos: kena, pinkillo y tiple.

El pasillo es un género musical y danza folklórica autóctona de Colombia. A fines del siglo XIX pasó de Colombia a Ecuador y a América Central, donde adquirió carácter folclórico en Panamá y en Costa Rica; posteriormente se extendió y popularizó en Nicaragua y El Salvador. En cada una de estas naciones tiene características regionales propias. En Venezuela se le conoce como valse y en Perú el pasillo ecuatoriano goza de relativa popularidad, principalmente en el norte del país.

Se toca con diferentes instrumentos dependiendo de la región. Sus figuras y peculiares estilos fueron sufriendo una paulatina influencia de otros aires, pues al pasar a los estratos populares por curiosidad o por imitación que estos hacían, recibió la influencia del bambuco, haciéndose en la ejecución vocal más lento y cadencioso, adoptando calderones, hasta el punto de que en algunas interpretaciones resulte difícil afirmar que son aires de pasillo o de bambuco.

En Ecuador, el pasillo recibió a su vez la influencia del sanjuanito y del yaraví, por ello el pasillo ecuatoriano es lento y melancólico, y solo permanece el pasillo de movimiento lento y tonalidad menor. En Ecuador el pasillo se convirtió en el símbolo musical de la nacionalidad. El pasillo ecuatoriano, desde principios del siglo XX, deja de ser un género festivo tocado en las retretas o en los salones y se vuelve canción que recita textos melancólicos y reflejan sentimientos de pérdida y de añoranza, hablan de la belleza de sus mujeres o expresan la valía de sus hombres y la nostalgia por el ser amado. Aunque existen además, textos que expresan admiración por los paisajes ecuatorianos, y muchas veces estos pasillos en honor de una región o ciudad son más conocidos que los propios himnos.

Saya

 

Ritmo negro de los “yunyos”, cerca de la Paz.

La saya es una manifestación cultural expresada en música, danza, poesía y ritmo propia del pueblo afro-boliviano, originada en la región de valles interandinos de Bolivia, Yungas. Tuvo influencia en las tierras sureñas de Perú, (Puno y Arequipa), uno de los lugares donde se establecieron los esclavos traídos de África. El baile se realiza liderado por una voz cantante, es un estilo de música y danza que puede ser considerado como el producto de la fusión de elementos africanos, aymaras y españoles. La saya fue producto de una manifestación cultural de los esclavos africanos llevados a la Real audiencia de Charcas que estaba bajo el control de la corona española.

Su origen africano está implícito en la deformación del vocablo “nsaya” de origen kikongo; así la saya etimológicamente significa: ‘trabajo en común bajo el mando de un/a cantante principal’. Está compuesta de música, danza, poesía y ritmo donde se utiliza bastante la metáfora y la sátira, tocando temas de la esclavitud y de la situación actual.

Takirari

 

Ritmo de la Puna (tierra alta, próxima a la cordillera de los Andes). El taquirari es propio de la región pampeana en el departamento del Beni, más exactamente de la ciudad de Trinidad. Es un ritmo musical folclórico y una danza de Bolivia, característico de la mayor parte de los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando en la zona oriental del país.

Existen testimonios de su presencia temprana en el siglo XIX. Se usa en los desfiles y en las procesiones.

Se relaciona con el desarrollo de la cultura mojeña (mojeño o moxitano: natural de Moxos o Mojos, provincia del departamento del Beni, en Bolivia).

Parece que su nombre proviene de las palabras moxeña “takiríkire” que significa ‘danza’, o ‘canto en honor a la fecha’.

El ritual de la flecha era entonado con los mismos arpegios musicales que actualmente caracterizan el ritmo del taquirari teniendo por objetivo étnico, la invocación de los dioses de la cacería, antes de salir en busca de los animales que sustentarían la alimentación tribal.

A la llegada de los españoles se implementaron a esta danza los coloridos de las vestimentas propias de los colonos, arropándolos y adaptando su música a los rituales católicos. Según Germán Coimbra Sáenz, esta danza tiene influencia de la sardana de Cataluña.

Vals criollo o vals peruano

 

El vals criollo o vals peruano es la expresión del mestizaje.

El vals peruano es un género musical originado en el Perú dentro del género de la música criolla y afroperuana, que se desarrolló en Lima y en gran parte de la costa peruana, en los siglos XIX y XX.

El canto solista o en dúo, acompañado al inicio por guitarras y luego también por el contrabajo y piano, era parte fundamental de toda reunión o jarana, en casas particulares, solares y callejones. Estos son los espacios en los que se nutre y fomenta el desarrollo de esta música. Los valses más antiguos, de fines del siglo XIX, y principios del siglo XX, se reconocen como valses de la "Guardia Vieja".

Son pocas las mujeres compositoras, sin embargo el repertorio logrado por Serafina Quinteras, Alicia Maguiña y Chabuca Granda, nos muestran una gran calidad y la característica general de abordar todo tipo de temas personales y sociales. Serafina Quinteras (Muñeca Rota, Parlamanías); Alicia Maguiña (Inocente Amor, Soledad Sola, Indio, Estampa Limeña); Chabuca Granda (La Flor de la Canela, Cardo o Ceniza, Gracia, Callecita encendida, Bello Durmiente, Puente de los Suspiros, entre otras más).

Yaraví

 

El yaraví (palabra de origen quechua) es una melodía dulce y melancólica de origen incaico, que se canta o se interpreta con quena.

Es una “canción triste”, de ritmo lento, triste, con lamento y queja, acompañado con la kena.

Cristalizó a comienzos del siglo XIX, en que se declara solo romántico, ligado a las nostalgias del amor distante, imposible o perdido, característica relevante de los cantos galantes de amor fino o amor cortés de la cultura occidental trovadoresca.

El yaraví es un género musical mestizo, cantado mayormente en español y vinculado más bien a la cultura señorial mestiza que fusiona elementos formales del "harawi" incaico y la poesía trovadoresca española evolucionada desde la época medieval y renacentista. Se expande por gran parte del virreinato peruano, siendo Arequipa, Huamanga, Cusco, Huánuco, Ancash, Cajamarca y la propia Lima, los departamentos donde se ha cultivado con más arraigo y en diferentes estilos.

Este canto mestizo se emparenta con el "triste" que se cultiva en los departamentos de La Libertad, Lambayeque, Piura y Cajamarca (sierra norte), y con la "muliza" de Cerro de Pasco y Junín (sierra centro).

También existe tradición de yaraví en Ecuador; la forma musical que tiene en este país difiere de los estilos surandinos; es como una adecuación eufónica de la denominación genérica a formas musicales locales, sobre todo a partir de los registros que bajo el título "Yaravíes quiteños" difundió el español Jiménez de la Espada en la década de 1880.

En la zona del Río de la Plata (Argentina - Uruguay), el yaraví se proyectó bajo el nombre y la forma recreada de vidala o vidalitá. Lo que es la actual Bolivia (Alto Perú) fue parte del corredor cultural que los trajinantes coloniales (arrieros, milicias...) usaron para unir económica y culturalmente todo el centro y sur peruano con la zona del Río de la Plata, sin embargo, en las últimas décadas, no hay referencias claras de un cultivo popular y sostenido del yaraví en el país altiplánico.

Una probable explicación sería el origen quechua del canto; si bien en Bolivia hay más habitantes quechuas que aymaras, el proyecto nacionalista de la revolución de 1952 quiso dar mayor protagonismo a la cultura Aimara, por ser la mayor fortaleza identitaria estratégica que tiene el país en relación a los países vecinos.

El vocablo es una derivación mestiza del término quechua “harawi”. Posibles significados: ‘cantos del recuerdo’, ‘cantares de hechos de otros o memoria de los amados ausentes y de amor y afición’, ‘canción de endechas’, ‘canciones, cantares buenos a los divinos nuevos’.

La existencia del término "yaraví" para designar canciones tristes y románticas, cultivadas más que por indígenas, por mestizos de ciudades de provincia, está documentada en el Perú desde la segunda mitad del siglo XVIII.

El Ecuador tiene ritmos que no se han extendido por el mundo andino: CACHULLAPI, CHIRIHUAQUI, BOMBA (de los montes de Minda), TONADA ECUATORIANA, DANZANTE (ritmo autóctono de origen ritual con melodías incas), ABAGO (danza precolombina con siete movimientos y con trajes bizarros y terroríficos), YUMBO (danza de origen ritual). El DANZANTE se bailaba en las fiestas de solsticio de diciembre, ahora se baila en las Navidades como fiesta cristiana.

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